Partida Rol por web

- Jodido campo... - musitó molesto el enano, y sacó del petate la gruesa manta que usaba para dormir, poniéndosela sobre los hombros. - ¿Hacemos una barbacoa, chica elfa? - añadió, guiñándole el ojo a Sandael y señalando a los jabalíes.

- Qué bien, unos cuantos cerdos salvajes apestando el lugar además del jodido frío y el aguacero... cada vez odio más salir a explorar estas tierras. Con lo bien que estábamos en el campamento... - gruñó Puñal mientras se cubría el cuerpo con la manta.

- Como no amaine un poco para secar nuestras ropas vamos a coger un buen resfriado...

Convencidos de que no iba a dejar de llover los viajeros retomaron su labor de exploración aprovechando que parecía haber amaninado un poco. Las llanuras del cinturón se habían convertido en un auténtico barrizal y los caballos avanzaban con mucha dificultad. Si la cosa seguía así tendrían que buscar un lugar más adecuado para refugiarse hasta que pasara el temporal.

Sandael y Sareval empiezan a sentirse destemplados. Dolor de garganta, tos, moquera, tiritona... en fin, os lo podéis imaginar.

Al principio sólo había uno o dos desperdigados entre el fango, esqueletos de algún ciervo, un tejón, lo que parecían perros salvajes... pero a medida que avanzaron parecía haber una alfombra de ellos, restos óseos de todo tipo de animales y algún que otro humanoide. Los cascos de los caballos producían un crujido que daba escalofríos al machacar hueso con cada uno de sus pasos. Se detuvieron. Desde la altura que les otorgaba sus monturas les pareció distinguir que aquella maraña de cadáveres tenía una forma circular y una extensión de algo más de 50 metros de diámetro.

 - Esto no es muy normal, ¿no? - El bárbaro sonaba inquieto. ¿De donde ha salido este osario?¿Echamos un ojo?

El enano silbó entre dientes.
- Mira que no soy un experto, pero aquí debe de haber una bestia jodidamente grande... o que está creciendo. Chica elfa, ¿qué animalicos viven por la zona, a parte de jabalíes y kobolds?

 -Lo siento pero no conozco esta zona, yo tampoco se que puede haber producido este cementerio de huesos. Pero creo que debemos averiguar que es lo que ha ocurrido. - Dijo Sandael mientras obligaba a su caballo a seguir adelante.

Cuidadosamente el elfo desmonto de su caballo. Tenia los pelos de punta, desenvaino su espada despacio, como temiendo que el ruido al hacerlo alertase a alguna criatura. Neaniver no era mucho de mostrar sus emociones en publico, pero cualquiera de vosotros podriais ver en sus ojos que estaba asustado.

- Sigamos entonces - dijo mientras seguia a la compañia riendas del caballo en mano.

Desde el suelo podia distinguir mejor los huesos, asi que de vez en cuando se detenia para observarlos.

Gottfried también descendió del caballo, y se apresuró a embrazar el escudo y desenvainar la cimitarra procurando hacer el mínimo ruido posible, mientras musitaba una plegaria a Sarenrae para que les protegiera de lo que quisiera que hubiera dispuesto los huesecillos en tan extraña posición.

 - Será lo mejor estar preparados en esta zona, - Sareval bajo de su caballo- solo por si las moscas.

Con un susurro, Puñal cargó una flecha en su arco :

- No tengo la menor idea de lo que habrá provocado esto, pero no me gustará llamar su atención...

Y se fundió con las sombras del entorno...