Partida Rol por web

Finalmente el grupo original sobrevivió. Heridos, con frio, incluso asustados, pero fundamentalmente vivos

Los trasgos mostraron su pericia al aire libre consiguiendo algo de leña para armar una fogata y poco poco el grupo de supervivientes se acomodó alrededor de la misma

- Antes de volver al mar yo buscaría en la costa - dió su opinión el mercenario - Y lo cierto es que prefiero no volver a embarcarme si no contamos con un navio seguro -

Mientras acercaba sus manos a la hoguera, Abrojos sentía como la vitalidad volvía a su cuerpo - De cualquier manera, antes de buscar nada quiero calentarme un poco! - añadió - Luego podremos investigar para ver donde estamos -

Sobre la piel mojada, el aire parece helado, aunque en realidad no sea tan frío como ha sido en las últimas semanas. Entre los guijarros de la playa hay escarcha y los árboles del bosque están nevados, aunque no parece nieve reciente. La fogata les saca del entumecimiento y muy poco a poco empiezan a recuperarse. Cuando estén secos se sentirán mucho mejor.

Es casi mediodía y el sol calienta tanto como lo hará en esta época del año tan al norte. Parece que no morirán helados, después de todo. Drusilda echa un vistazo al mar buscando señal de su equipo pero todavía hay tantos restos del naufragio que es como buscar una aguja en un pajar; por lo demás, se alegra de haber conservado sus armas y la armadura (aunque esta casi le costara la vida).

La playa se extiende hacia ambos lados varias millas, aunque a la derecha parece volverse más rocosa. En frente, la costa termina abruptamente en un bosque muy poblado del que se escuchan pájaros cantar por encima del sonido del mar. No hay montañas, ni ningún accidente geográfico a la vista. Al mirar hacia la espesura se dan cuenta de que varios pares de ojos les observan. Tres lobos blancos de buen tamaño miran hacia ellos desde el linde del bosque, como vigilantes.

- Supongo que, cuando nos recuperemos un poco debemos decidir que hacer - comenta el picaro frotándose las manos cerca de la hoguera - La duda es si llegamos al continente, espero, o estamos en alguna isla. Para saberlo supongo que deberemos buscar alguna altura para... -

Olvidándose del cansancio, Abrojos vuelve a tomar su arco y mira a los lobos con desconfianza antes de preguntarle a los trasgos - Este... Uds que son expertos en animales, creen que esos son peligrosos? -

Esos lobos son bastante más grandes que Bro y Tak, que ya son ejemplares de buen tamaño entre los suyos. Los ojos azules y el pelaje, blanco azulado, les diferencian de cualquier animal que hayan visto antes. Es difícil decir nada sobre ellos.

El lenguaje gestual sugería que no atacarían sin provocación, pero era difícil estar seguro. Estaban observando, con un destello de inteligencia en las miradas, y manteniéndose donde más cómodos estaban: bajo el cobijo del bosque.

Drusilda también tenía en mente a los lobos, pero con tanto en su propio grupo y después de ver la habilidad de los trasgos con la coatriz estaba poco preocupada. Seguro que acababan manejandolos a su antojo. Quizás deberíamos pensar en dónde pasar la noche, con este frío y en este paraje habrá que acopiar mucha leña.... y preparar una emboscada....tal y como nos viene la suerte seguro que nos ataca lo que sea con alas, escupiendo hielo y mucho mas grande que nosotros. Estoy cansada de tanta acción, pero por lo menos hay tierra firme bajo nuestros pies. Por la mañana, al amanecer podríamos revisar los restos del naufragio y luego bordear la costa o internarnos en el continente. ¿Que vais a hacer con esos lobos que nos observan?...

-Intentaré comunicarme con ellos.-Respondió el Goblin levantándose de la hoguera muy despacio.-Son algo más grandes que nuestros compañeros, que ya de por si son grandes para ser lobos, y parecen tener una cierta inteligencia... Tengo una ligera sospecha sobre lo que pueden ser, pero es mejor comprobarlo. Sus gestos me dicen que no atacarán sin provocacion, así que voy a intentarlo con calma a ver qué sale. Tened las armas cerca por si no me entienden.

Dicho esto, se colocó frente a ellos y empezó a gesticular para tratar de entenderse con ellos y hacerlos algo más amables. Mientras tanto, se fijó en ellos para ver si era capaz de distinguir que animales eran los que tenía delante.

Una vez acabó de gesticular, sin mirarles a los ojos para que no lo entendieran como un desafío, les preguntó en un susurro.

-¿Entendeis mis palabras?

El cálido abrazo del fuego calentó sus cuerpos y el aterimiento de sus corazones. La muerte había rondado muy cerca y sin duda digerirlo siempre era peor en frío. Pronto los músculos recuperaron su energía y pudieron ver su presente con una nueva perspectiva. Ciertamente estaban en una isla desconocida, pero al menos los tiburones ya no se los comerían por los pies con la facilidad con la que una araña da cuenta de la mosca pegada a su red.

Pero también era cierto que el entorno frío y desconocido abría nuevos retos. Un escenario nuevo e inexplorado, frondoso y frío. La nieve parecía cubrir copas de árboles hasta donde alcanzaba la vista. A saber qué secretos ocultaba dicha isla. Al menos ya conocían a uno de sus habitantes, y si bien era temible, Kirk al menos le estaba agradecido en parte. Había un supertiburón menos en el mar, y solo eso ya era un pensamiento tranquilizador.

Kirk estaba observando el entorno, tratando de encontrar pautas, cuando el grupo pudo observar que había lupinos observadores acechando en la espesura. Parecían interesados en ellos, si bien dejaban que la covertura del bosque se interpusiera entre ellos y el grupo de naufragos. Kirk sabía perfectamente que una manada de lobos podía ser tanto o más peligrosa que un dragón y comenzó a considerar opciones. Los lobos eran incansables cazadores, que se movían en manada para turnarse en las cacerías, orientar a la presa al lugar adecuado, y luego innmovilizarla bajo el peso de un ataque combinado de todos sus integrantes.

Aquellos lobos parecían distintos. Eran distintos. Se veía en el pelaje. En su tamaño. En la mirada; esa chispa de entendimiento. En la astucia con la que parecían tomar nota de sus movimientos, acercándo sus cabezas unos a otros como si cuchichearan. Sin embargo, aun sin saber qué tipo de animales eran exactamente, Kirk confiaba en su hermano, que algo parecía olerse. Algo distinto en aquellos lobos distintos. Algo atípico y potencialmente peligroso.

Pero Kirk tenía un as en la manga.

Independientemente de lo que fueran esos animales, aun no había oído de un solo animal salvaje que no se sintiera intimidado ante la presencia del fuego. Es más, aquellos tres grandes ejemplares que dejaban a Tak y Bro como pequeños cachorros, quizás les hubieran atacado ya de no ser por la fogata. Su timidez les delataba. Estaba claro que se lo estaban pensando a causa de la hoguera. Y Kirk sacaría partido de esa debilidad.

- No dejeis morir al fuego... -comentó, con cierto aire desenfadado, casi con indiferencia, mientras con un palo del tamaño de una espada azuzaba el fuego, avivándolo. Lo curioso es que dijo estas palabras dos veces; en góblin primero, y en élfico después. El primero con una serie de chasquidos y gruñidos agudos; el segundo con una excelente dicción, digna de cualquier orador de Siempreunidos. Asumió que Dork conocería aquel subdialecto del orco, pues ya le había quedado claro que el mestizo era algo brutal, pero desde luego no un idiota. Por otro lado, Abrojos parecía un hombre de mundo y cultivado, por lo que decidió aventurar en élfico con él por si no dominaba el otro idioma. Y bueno, Drusila... siendo medio eldar, Kirk daba por sentado su capacidad de entendimiento- ...Y tened un leño ardiendo a mano. Normalmente el fuego suele ser un excelente arma intimidatoria contra los animales salvajes. Si les demostramos que somos presas duras que dominan el fuego, no se echarán más adelante sobre nosotros con toda la manada... Los oportunistas nunca se la juegan si la presa no lo merece...

Y sin decir más, atrajo a Tak hacia si mismo para tenerlo cerca y controlado, y comenzó a reajustar las bridas de la silla de monta, por si tenía que agarrar las armas y montar para luchar. Había tenido que dejar caer las alforjas al frio fondo del mar para que su compañero no se hundiera detrás, pero lo daba por bueno porque su lobo era su amigo.

Y las manadas siempre se caracterizan por que sus miembros se apoyan unos a otros...

Pikard se alejó del calor del fuego y avanzó hacia los lobos blancos hasta estar a una docena de pasos de ellos. Con gestos suaves y las manos bien visibles, comienza a acercarse un poco más gesticulando y hablando en voz baja.

Los tres lobos tienen toda su atención en el trasgo. Cuando el pelaje del lomo se les eriza, Pikard y Kirk saben que algo va mal. Uno de los cánidos abre la boca enseñando los colmillos y una nube de escarcha sale desde el morro hasta cuatro pasos antes de Pikard. El trasgo, sin haber recibido de lleno el aliento gélido nota la bajada de temperatura. Copos de nieve permanecen flotando un instante en el ángulo de 90 grados cubierto por la bocanada de aire helado, y los guijarros en el suelo de esa zona están mucho más helados que en los alrededores.

Los tres lobos desaparecen internándose en el bosque.

Drusilda habia entendido perfectamente las frases en élfico. Estaba agotada y a la humedad que tanto odiaba, se había unido el frio, pero se puso en acción. Habrá que hacer acopia de mucha leña antes de que anocheciese. Se acerco al linde del bosque cerca de Pikard y empezó a acopiar leña. Al amanecer podríamos ver si la marea ha devuelto algo. ¿No será peligroso pasar la noche junto a un fuego tan visible? Podríamos reservar algunos de los palos pequeños y preparar con ellos puas para esconder en la arena en un area de media luna dejando abierta la parte que da al mar. Hizo un par de viajes hasta que quedó satisfecha.

-Como imaginaba, no son lobos normales.-Sonrió el goblin.-Hay que moverse y lejos ahora que aún es de día.

Acto seguido se acercó a Bro con una sonrisa en los labios y una idea dándole vueltas a la cabeza. Casi al instante, examinó la aljaba donde guardaba sus flechas y allí estaban, las flechas incendiarias preparadas en el calamar y que no había llegado a usar. 

-Aun es mediodia, no lo olvidéis.-Dijo sonriendo.-Tenemos unas cuantas horas para prepararnos un refugio en condiciones. Podemos incluso derribar algunos árboles o tender cuerdas entre ellos a una altura aceptable para no estar al alcance de los lobos. Lo único que debemos hacer es no perder la calma. Nos quedan cinco o seis horas de luz. Si os parece bien, esta noche descansaremos aquí, mañana buscaremos entre los restos del naufragio y, despues, mañana u otro dia, podemos continuar al sur. 

Se giró a la elfa.

-La idea no es mala salvo por una cuestión. La playa es un terreno muy... abierto. No sabemos qué o quién más hay. Casi sería preferible hacer una pequeña valla alrededor de cuatro árboles macizos, una base de troncos o ramas atados o entrelazados que nos soporte a media altura o que podamos alzar y una hoguerita en el centro que aleje a los lobos.  Se pueden hacer hasta peleles que sirvan de señuelo por si algo o alguien más inteligente se acerca, así podemos "disuadirle" desde arriba con flechas. 

Contra los lobos, si nos atacasen, podemos usar estas flechas incendiarias, aunque por su tamaño solo nos valen a nosotros dos, o antorchas. No creo que hagan mucho, pero si algo está claro es que el fuego los asusta.

- Hacia allí hay un enclave rocoso... -comentó Kirk con la mirada fija en la larga playa, a su derecha. Tras un espacio amplio de arena, se podía observar un aumento en la rocosidad del mismo. Aquello podía significar un afloramiento rocoso costero, donde quizás pudiera encontrarse una gruta. A fin de cuentas, menos aquellas en enclaves del trópico, casi todas las playas nacen y mueren en roca viva. Y el clima ventoso hacía pensar en posibles grutas horadadas por la accion de los vientos durante milenios- Si damos con una cueva o al menos un abrigo de acceso complicado, podríamos cubrir nuestras espaldas con roca y nuestro frente con fuego. Esto colocaría al fuego entre nosotros y el frío y cualquier cosa hostil que ronde estas noches. Si encima la entrada al lugar es angosto o de dificil acceso, además ganaríamos un factor defensivo importante puesto que solo podrían amenazarnos de uno en uno y nunca por sorpresa. Eso sin mencionar el evidente beneficio de estar a resguardo de una eventual nevada o helada, cosa al parecer muy posible por estos lares...

Su mirada fue hacia su hermano y luego a Tak y Bro. Si su hermano y él iban en cabeza a explorar mientras los otros 3 los seguían a buen paso, podían ganar un tiempo precioso de búsqueda. Luego, se podía usar el tiempo para reunir leña de cara a la noche y si acaso, buscar algo de alimento. Fundiendo nieve no les faltaría agua, y con suerte encontrarían cangrejos entre las rocas.

- ¿Quien sabe? -pensó Kirk para si- En esta isla todo parece grande y estraño y no me importaría encontrarme con un banco de langostas de 5 kilos la unidad...

Abrojos miró sorprendido a Kirk cuando se dió cuenta que optaba por no utilizar el común y se expresaba en un extraño idioma, que supuso sería orco, y en un élfico incluso más puro que el que hablaba el mismo

- Vissir þú heldur að þú skiljir okkur ef við tölum í sameiginlegt? - preguntó en la misma lengua antes de darse cuenta como, ante el incremento del fuego, los animales se marchaban, no sin hacer una demostración de su aliento helado

Una vez solos, el viejo mercenario volvió a expresarse en común, repitiendo la pregunta original y agregando - La idea de la cueva es buena. Si encontramos una estaremos más protegidos. Despues de ver ese aliento helado está claro que esos animales son peligrosos. Debemos recuperarnos antes de pensar en enfrentarnos con ellos. Y no nos equivoquemos, deberemos enfrentarnos en cuanto decidamos avanzar -

Como acentuando las palabras de Abrojos, varios lobos volvieron a aparecer en los límites del bosque. El primero en aparecer fue uno de los grandes blancos que acababan de adentrarse en el bosque, pero junto a él esta vez había al menos cuatro cánidos de pelaje negro como el carbón y ojos rojizos: ¡huargos! Aunque más pequeños que el blanco y de mirada menos inteligente, estos lobos oscuros eran tan grandes como las monturas y compañeros de los trasgos.

Los huargos miran con ojos rojizos y gruñen. Sin moverse de su posición, ladran, erizan el pelaje y rascan el suelo. Bro y Tak reaccionan al desafío y se ponen en guardia. Los lobos de los hermanos dan señales de querer ir a por los trasgos, aunque han aprendido a no cargar contra enemigos sin recibir la orden. En todo caso, el desafío de los huargos está poniendo a prueba su fuerza de voluntad.

Al ver el desafío, el goblin colocó la mano sobre el lomo de su lobo.-Calma, compañero, no merece la pena.-Dijo tratando de tranquilizarlo.-No hemos venido aquí a pelear. 

-Habitualmente, los huargos se asocian con Goblins como monturas y compañeros de fatigas.-Dijo en común y después en goblin al ver a los huargos. Era posible que sus compañeros no lo supieran, pero el y su hermano, por motivos obvios, sabían algo acerca del tema.-Incluso algunos de los especímenes más inteligentes hablan común o Goblin. ¿Alguno de vosotros me entiende?-Preguntó en ambos idiomas.

Emhumeni kubi. Kungenzeka yini kube isiphephelo of kwezimpisi. Ngakho ngikhetha ukuba ukwakha indawo yokufihla ikhanda yethu.-Añadió a continuacion mirando a su hermano.

La cueva es una mala idea. Podría ser el refugio de los lobos. Por eso prefiero construir nuestro refugio.

Lo he dicho en nuestro idioma secreto, el zulú^^ 

Kirk puso la mano en el lomo de Tak, no tanto porque temiera que se lanzara descolocado en el acto, si no más bien como refuerzo positivo. El lobo respondía bien a sus gestos de confianza, y prefería que es sintiera que Kirk estaba ahí, reafirmando su autoridad en silencio. Tak era un buen animal.

- *Ef Goblin Warg tala betur varið í öðru tungumáli, bróður ... -respondió Kirk en élfico, mirando a su hermano con aire reflexivo- Skjól þitt, þar sem þeir hafa hvolpa og the hvíla af the pakki, ætti að vera þægilegur staður fyrir þá, en ekki hið gagnstæða. Og ég ætla að finna eitthvað meira óaðgengilegur úti umferð copntraposición heild hjörð, með cornice eða svo. Og muna að úlfar og flestir dýr kjósa Burrows á landi sem kunna excabar eða breyta þeim undir fótum, og ekki í fast berg ..... Skýli á hæð ... Pikard ekki, gera ekki ...
-Kirk se mesó una barbita inexistente- Burtséð frá þeim tíma til að byggja það, hvernig við borðum og ef við umlykja skjár? Og eins og við fórum að Tak og Bro? Við yrðum að búa til talíu eða krana. Og ég hef ekki hugmynd um verkfræði svo sem engan tíma fyrir allt sem ... Ef það er skjól þar, eða þess háttar, myndi varnar-og við getum alltaf grípa máltíð.

Kirk puso la mano en el lomo de Tak, no tanto porque temiera que se lanzara descolocado en el acto, si no más bien como refuerzo positivo. El lobo respondía bien a sus gestos de confianza, y prefería que es sintiera que Kirk estaba ahí, reafirmando su autoridad en silencio. Tak era un buen animal.

- Si hablan trasgo, mejor cambiamos a otro hermano... -respondió Kirk en élfico, mirando a su hermano con aire reflexivo- Su refugio, donde tienen a los cachorros y al resto de la manada, debería ser un lugar de fácil acceso para ellos, no lo contrario. Y yo pretendo buscar algo más inaccesible en copntraposición al libre tráfico de una manada entera, con una cornisa o así.  Y recuerda que los lobos y casi todos los animales prefieren madrigueras en tierra que puedan excabar o modificar con sus patas, y no en roca sólida..... Un refugio en altura... no se Pikard, no se... -Kirk se mesó una barbita inexistente- Aparte del tiempo para construirlo, ¿como nos alimentamos si nos rodean y vigilan? ¿Y como subimos a Tak y a Bro? Tendríamos que fabricar una polea o grua. Y yo no tengo tanta idea de ingeniería como para todo eso, ni tiempo... Si hay un abrigo allí, o similar, tendríamos defensa y siempre podemos pescar algo para comer...

Un leve asentimiento de cabeza bastó al goblin para hacer ver a su hermano que estaba de acuerdo.

-Tienes razon, hermano.-Dijo en común.-Deberíamos marcharnos si molestamos y llevarnos el fuego con nosotros.

Acto seguido, se acercó al montoncito de leña que habían preparado para alimentar el fuego y ató unas cuantas ramas formando un fardo. Así resultaría más fácil transportarlas.

¿Alguna idea, compañeros? -Preguntó al resto.

A mi no me gusta mucho la idea de esconderme en una madriguera que solo tiene una entrada ...y una salida, pero estando 5 como estamos, creo que tendrán que pagar un alto precio por asaltarnos. Busquemos esa cueva, aún nos quedan horas, pero no nos alejemos tampoco demasiado de aquí, quizás por la mañana podamos encontrar algún resto útil del naufragio. Deberíamos tener tiempo para preparar una emboscada adecuada al lugar donde nos refugiemos.

Entendieran las palabras de Pikard o no, los huargos solo respondieron con más muestras de agresividad desde su distancia segura. En contraste con los violentos e impacientes lobos negros, el gran blanco observaba estático con su mirada fría de ojos azules.

El día está despejado y razonablemente cálido. El mar rompe suavemente contra las rocas y los olores y sonidos del bosque llenan el aire. Este lugar parece pacífico y hasta acogedor, pero no se puede decir lo mismo de las criaturas que lo moran.