Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 2: Deuda de Sangre

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05/06/2015, 15:28
Ishild Bjornsdatter

Está bien - digo mirando al grupo.- Descansemos hoy todos y mañana nos reuniremos de nuevo aquí. Yo no me moveré de aquí. Hay muchas cosas que preparar... - digo sin querer ni pensar en todo lo que hay que hacer en la casa.- Descansad, compañeros, gracias por todo vuestro apoyo.

Miro a mi cuñado esperando sus palabras antes de retirarme a intentar dormir un poco.

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05/06/2015, 15:35
Ragna Eriksdatter

Llegas a casa en seguida con tu paso ligero, dejando la casa de Ishild atrás prontamente, y todo está en silencio. Como de costumbre, echas unos pocos leños sobre los rescoldos del fuego para que siga ardiendo durante el resto de la noche. En seguida, las llamitas comienzan a brotar con renovada fuerza. Su llama es pequeña, por lo que la claridad en la casa no aumenta gran cosa, pero es suficiente para que notes cierta elevación en la temperatura.

Acto seguido, te acercas hasta la cama de tu hija para, comprobar aliviado, que allí está. Ves a tu madre acostada en otro catre. La mujer abre los ojos y se clavan en los tuyos, como saludándote, pero no dice nada y vuelve a dormir de forma inmediata. Te quitas las botas y dejas tus cosas a un lado para meterte en la cama. Mañana será un nuevo día, con muchas cosas que hacer.

Notas de juego

He ignorado la conversación con Uhtred porque dado que no ha posteado he imaginado que no podría por las oposiciones y no quería retrasar las cosas demasiado.

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05/06/2015, 15:46
Erik Kodranssen

No podía mirar a su hija sin sentir que cada día se parecía mas a su madre. Era una estrella en su vida, la adoraba tanto que le disgustaba pensar que un día decidiera unirse con una víbora redomada como hizo su tía.

Estaba cansado por las emociones del día y preocupado por lo que el día siguiente pudiera traerles. No lo había confiado a sus compañeros pero el nuevo Jarl podía estar detrás de todo aquello, ya que bajo una fina capa de cortesía por ser familia, se odiaban mutuamente.

Sus ojos volvieron de nuevo a su pequeña, que ni en sueños podía estar quieta. Subió la piel que la cubría hasta su cuello arropándola con cuidado de no despertarla, se aseguro de que la puerta estuviera bien cerrada y se tumbo en su camastro, dejando la espada especialmente cerca de su mano.

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05/06/2015, 15:56
Director

El camino a casa no es largo, pero te mantienes atento a cada sombra. La ciudad no es un lugar por el que caminar despistado cuando el sol cae y la oscuridad campa a sus anchas. Tu casa está fría cuando llegas. No vives con nadie por lo que, cuando no estás en ella, la casa se queda fría. Compruebas que tus pocas pertenencias siguen en su lugar, nadie ha entrado a robarte, lo cual es siempre de agradecer. Les das las gracias a los dioses acariciando levemente tu martillo de Thor que llevas colgado al cuello.

Con un poco de leña y rastrojo haces un pequeño fuego para calentar algo la casa. Te acercas a la cama y está tan fría como siempre. Te metes, y pese a todo lo que tienes que pensar te quedas pronto dormido.

Caminas por el bosque, todo está tranquilo. Las ramas de los árboles se mecen suaves con la brisa que silva entre las hojas. Los rayos de sol se cuelan, tímidos, por entre el ramaje. Sigues caminando, parece que estás de caza. En tu mano hay un arco y uan flecha en la otra.

El tiempo cambia de repente, las hojas comienzan a agitarse con fuerza con el viento soplando más y más fuerte, la oscuridad cae. Oyes un aullido de lobo. Miras a tu alrededor. Los ves: una manada de lobos. Lobos oscuros, innaturales. Te ven. Comienza la cacería.

Corres. El sudor perla tu frente. La espalda chorrea. Tus manos no sueltan el arco y la flecha, pero sabes que son inútiles frente a una manada. Les sacas ventaja, pero esta cada vez es menor.

El suelo es irregular. Te cuesta correr. Las ramas bajas te arañan la cara y brazos. No paras de correr.

De repente se hace el silencio. Giras tu cabeza, sin dejar de correr. Los lobos ya no están. Te miras para adelante de nuevo. Te detienes en seco. Frente a ti hay un árbol. En su corteza, marcado claramente el símbolo que viste cuando murió tu madre. El mismo que llevas en tu muñeca. Oyes un ruído tras de ti.

Te giras asustado. El sol ha salido de repente. Ves a Haakon tras de ti. Sonríe. La luz del sol brilla sobre él. El malestar desaparece de tu cuerpo.

Te despiertas sobresaltado de la cama. Una capa de sudor te cubre. Una pesadilla. Aún es de noche.

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05/06/2015, 15:56
Director

Vuelves a tu casa tras unos minutos. Tu casa está fría. Enciendes un fuego para calentarla un poco y te diriges a tu cama. Rezas a los dioses por su guía. Te fijas en que la puerta de tu casa ha sido abierta en tu ausencia. No te han robado nada, dado que nada de valor tienes, pero sabes que alguien ha entrado. Piensas en lo que pasó en tu poblado. Un escalofrío te recorre. Te preparas una infusión que bebes bien caliente. Te reconforta. Más tranquilo, te metes en la cama, es hora de dormir.

Caminas por el bosque, todo está tranquilo. Las ramas de los árboles se mecen suaves con la brisa que silva entre las hojas. Los rayos de sol se cuelan, tímidos, por entre el ramaje. Sigues caminando con calma, disfrutando del bosque, buscando hierbas o bayas.
 

El tiempo cambia de repente, las hojas comienzan a agitarse con fuerza con el viento soplando más y más fuerte, la oscuridad cae. Oyes un aullido de lobo. Miras a tu alrededor. Los ves: una manada de lobos. Lobos oscuros, innaturales. Los reconoces de tu poblado. Te ven. Comienza la cacería.

Corres. El sudor perla tu frente. La espalda chorrea.  Les sacas ventaja, pero esta cada vez es menor.

El suelo es irregular. Te cuesta correr. Las ramas bajas te arañan la cara y brazos. No paras de correr.

De repente se hace el silencio. Giras tu cabeza, sin dejar de correr. Los lobos ya no están. Te miras para adelante de nuevo. Te detienes en seco. Frente a ti hay un árbol. En su corteza, marcado claramente un símbolo que no reconoces. Oyes un ruído tras de ti.

Te giras asustado. El sol ha salido de repente. Ves a Harald tras de ti. Sonríe. La luz del sol brilla sobre él. El malestar desaparece de tu cuerpo.

Te despiertas empapado de sudor. No ha amanecido aún.

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05/06/2015, 16:01
Karl Jenssen

La casa se queda en silencio cuando todos se marchan. Karl vuelve a la cama de nuevo. Buenas noches, Ishild. Dice, pero no añade más. Su voz suena cansada. Imaginas que la tuya sonará igual. Te sientes cansada. Muy cansada. El dolor en tu interior amenaza con partirte. Te debates entre el llanto y la rabia, pero de alguna manera te controlas. No emites ningún sonido. Decides no dormir juntos a tus hijos, pese a que sea lo que más deseas. Quieres abrazarles, pero no quieres despertarles. Albergas la esperanza de que estén teniendo sueños agradables, lejos de la cruda realidad.

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05/06/2015, 16:04
Director

Con paso firme, llegas a tu casa. Las oscuras calles de la ciudad quedan atrás y te introduces en tu pequeña y fría morada. Apenas has pasado tiempo en los últimos tiempos y la casa está fría. Enciendes un pequeño fuego para mantener el calor durante la noche y te metes en la cama. Mañana será otro día.
 

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05/06/2015, 16:05
Farman Karlssen

Llegas a la casa de tu hermano. Toda la ciudad está prácticamente a oscuras. La puerta se abre y te recibe tu hermano con los ojos semicerrados. En su voz notas cierta hostilidad. ¿Qué haces aquí a estas horas, hermano? No me digas que acabas de llegar de expedición. Sin embargo, se aparta de la puerta y te permite entrar en su casa.

La casa está caliente y silenciosa. Os acercáis al fuego y te ofrece un lugar donde sentarte y una jarra de cerveza.

¿Qué necesitas? Dice sin rodeos.

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08/06/2015, 00:22
Haakon Rasmussen

- ¿Un mal recuerdo?... ¿o una premonición? - Es lo primero que se me pasa por la cabeza. ¿Es posible que hiciera algo mal? ¿Que me equivocase con el ritual de Ívarr y aquello fuera una advertencia? Me levanté dando vueltas por la sala.

Aquello no tenía sentido, ¿qué hacía Harald en el sueño? Rememoré el funeral de Ívarr y no se me ocurría nada en lo que pudiera haber fallado, que hubiera podido arruinarlo... Entonces cambié de idea, encendí una vela y busqué por la casa algo donde dibujar, aunque no lo encontré. No era de extrañar, no sabía escribir y tampoco había aprendido el arte de las runas, no tenía necesidad de tales objetos en casa.

Al final, impaciente, recurrí a un simple trozo de tela y a un tizón del fuego que encendí al volver a casa. Me esforcé por rememorar el símbolo de aquél árbol; no sabía porqué, pero tenía que ser importante. Ni siquiera me di cuenta del tiempo que estaba pasando mientras me concentraba en mi tarea...

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08/06/2015, 00:55
Bernt Karlssen
Sólo para el director

Hola hermano. Me siento junto a él frente al fuego y doy un largo trago a la cerveza. Farman me conoce lo bastante bien como para saber que el hecho de que esté allí implica que quiero contarle algo. Las horas no son las más apropiadas, y ambos preferimos ir al grano, así que no tiene sentido andarse con rodeos.

Llegamos ayer, pero desde entonces han pasado algunas cosas. Alguien mató a Ívarr, hemos seguido el rastro y lleva hasta dos hombres de Gunnar. Aún no estamos seguros de si él mismo está implicado. ¿Has oído algún rumor?

Hablo en un tono bajo, concordante con la gravedad de lo que le cuento.

Perdona que te haya despertado.

 

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08/06/2015, 11:27
Harald Erikssen
Sólo para el director

Utilizo la manga para secarme el sudor de la frente, aunque pensándolo mejor, me levanto y me enjuago la cara, para refrescarme un poco y tratar de aclarar mis ideas.

Es un mensaje de los dioses - pienso, pues es sabido que éstos nos hablan en sueños - pero no sé como interpretarlo. ¿Me están aconsejando que me confíe a Haakon o por el contrario debería guardarme de él?. Los dioses les gusta jugar con los mortales, enviando señales confusas. Lo peor es que la persona adecuada para interpretarlos es... Haakon.

Me volví a acostar, dándole vueltas al sueño y tratando de encontrar el significado. Dudaba que el sueño volviese a mí, pero no tengo otra cosa mejor que hacer hasta el alba...

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08/06/2015, 13:36
Uthred Svensson
Sólo para el director

Anduve con Erik, despues de dejar la casa de Ishild, durante un rato tras el que ambos nos separamos y yo me interné por las oscuras callejuelas de Heiðabýr. Mis botas pisaban la tierra apelmazada, y en lugares embarrada, que habia entre las casas de la ciudad, porque ésta no es que tuviera una disposición muy organizada o unas calles pavimentadas, como otras ciudades que he vistado a lo largo de mi vida y mi niñez. Con cada paso que daba, acercandome a mi casa, mi corazón se aceleraba cada vez que veía un recoveco o una cancela oscura. La adrelanina llenaba mis venas y me preparaba para un enfrentamiento.

Quiza por el peligro de una emboscada, tardé lo que me pareció una eternidad en llegar a mi casa. Abri la puerta y me relajé, aunque no bajé la guardia. Encendí el fuego que hay en el centro de la cabaña, dando calor y luz a la estancia. Mi puerta, salvo un pestillo, un tanto oxidado,  no ofrecía más medidas de seguridad, por lo que decidí colocar un taburete con un pequeño recipiente de latón. Si la puerta se abría, golpearía el taburete y tiraría el recipiente de latón, dandome la voz de alarma.

Sin más, me quité la cota de mallas, la ropa, y me metí entre las pieles de la cama dispuesto a dormir. Siempre con la espada entre las pieles y la empuñadura cerca de mi mano y, como decía mi abuelo, "con un ojo abierto y otro cerrado".

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08/06/2015, 14:59
Ishild Bjornsdatter

Intento dormir, aunque será difícil acostumbrarse a dormir sola en la que era nuestra casa....

 

Notas de juego

Creo que mis acciones hasta la mañana siguiente se terminaron ;=)

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08/06/2015, 15:05
Director

Notas de juego

No hay post para vosotros hasta el próximo miércoles para poder terminar la escena de Bernt. ;)

Dulces sueños.

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08/06/2015, 15:06
Farman Karlssen

No he oído nada. Dice con mirada seria pero con voz ligeramente adormecida tu hermano Farman. ¿Qué vaís a hacer? Por todos los dioses que eso que has dicho que le han hecho a tu líder es una canallada, pero Gunnar es un hombre poderoso, ir contra él no sólo te traerá problemas a ti, nos los traerá a todos. Calla al instante, como si se temiese lo peor. Sabes, hermano, que te ayudaré en todo lo que esté en mis manos, pero debes saber que te estoy advirtiendo, si Gunnar ha tenido algo que ver, nos podemos dar por muertos si hacemos algo en su contra. Vuelve a callar, te mira a los ojos y posa una mano en tu hombro. Pero los dioses no nos perdonarán abandonar una venganza justa por miedo. Estoy contigo, hermano. Ahora, volvamos a dormir. Si quieres, duerme aquí, tengo sitio. Si no, buen camino hasta tu casa.

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10/06/2015, 02:18
Bernt Karlssen
Sólo para el director

Simplemente asiento con la cabeza. Mi hermano está expresando en voz alta los pensamientos qué yo mismo rumio desde que empezó todo esto. Pero no hay mucho más que hacer por ahora.

No, iré a casa. Gracias, hermano.

Después de despedirme, me pongo en camino hacia mi propia morada. Entro tratando de no hacer ruido y me tumbo junto a mi esposa, tratando de no despertarla. Otro día duro, y parece que vendrán más así.

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10/06/2015, 17:15
Director

Por fin amanece y todos os desperezáis de vuestro sueño. Los fuegos hace horas que se apagaron en vuestras chimeneas y tenéis que volver a encenderlos. Os laváis las caras con agua del cubo y os preparáis algo para desayunar. Algunos sois más suertudos que otros y tenéis algo a lo que hincarle en diente en casa. Otros, por contra, no tenéis nada y rebuscáis a ver si encontráis algo de carne seca para, al menos, matar el hambre.

Poco a poco, váis dirigiéndoos a cada de Ishild, aunque es posible que alguno desee desviarse antes.

Notas de juego

Siento no haber posteado, se me ha pasado totalmente. Así que dejadme que os compense poniéndoos a todos como si hubiéseis posteado.

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11/06/2015, 01:49
Erik Kodranssen

Erik se durmió agotado por los acontecimientos pero le costo tomar el sueño por las cuestiones que quedaban en el aire. Antes de lo que hubiera deseado llego la mañana y escucho los susurros de su hija hablando con su abuela.

- Mas bajito, lo vas a despertar.- escucho decir a su madre.

Abrió los ojos y afirmo mientras se incorporaba.- Ya estaba despierto madre.

La niña sonrió y corrió a los brazos de su padre, era su pequeña consentida. No quería que los malos del mundo la tocaran, protegerla contra todo lo horrible que esperaba detrás de aquella puerta. Su pensamiento fue con los hijos de Ívarr, que ya no contarían con ese respaldo paterno.

Apenas tomo un bocado antes de irse, pese a la insistencia de su madre en la importancia de la alimentación para un hombre con su corpulencia. Se despidió de su familia, no sin antes ocuparse de dejar un buen fuego ardiendo en la casa y salio para reencontrarse de nuevo con sus compañeros.

Fuera la vida parecía continuar sin que la falta de Ívarr hubiera supuesto ningún cambio para el mundo. Había que seguir adelante y el tendría que abrir de nuevo la herrería si quería seguir poniendo un plato delante de su familia.

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12/06/2015, 01:17
Haakon Rasmussen

Cuando me quise dar cuenta, el sol ya había salido por completo. Pensé en vano que ojalá hubiera descansado mejor, pero lo cierto es que fuera como fuese, aquello habría resultado imposible.

Preparé un desayuno más abundante de lo normal, sintiendo que necesitaría fuerzas para soportar el día, y me tomé las molestias de asearme un poco. Por un lado creía que Gunnar no se mostraría agradable si le visitaba apestando a sudor, polvo del camino y salitre; por otro, el agua me despejaría lo suficiente para acabar con mi somnoliencia.

Terminado todo y vestido de nuevo, recogí el bastón, guardé el dibujo cuidadosamente enrollado en los pliegos de mis ropas y me dirigí a casa de Ishild. Aún no sabía qué podía significar aquel símbolo, pero ya me había decidido a preguntar a Harald si conocía su significado, o la existencia del árbol donde había visto esa marca.

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12/06/2015, 09:04
Harald Erikssen
Sólo para el director

Tras una noche intranquila,me levanto y preparo un desayuno con lo poco que puedo encontrar por la casa. Entre las expediciones y que algunas veces prefiero dormir en el bosque, la casa está bastante descuidada, pero mis costumbres son frugales y con un pescado en salazón me basta.

Mientras mastico, decido que hacer con el sueño. Iré a la casa de Ishild, pero pasando por la de Haakon primero. Si está allí, le hablaré del sueño y le diré que ese símbolo lo vi tallado en un árbol del bosque en una ocasión. Dependiendo de su reacción, veremos si profundizamos más en el tema o no.

Una vez decidido el curso de acción, termino rápidamente el desayuno y me preparo para dirigirme a la casa de Ivarr - ahora sólo de Ishild, no sé si acabaré por acostumbrarme - no sin antes comprobar el filo de mi hacha con la piedra de amolar. Trataremos de hacernos el encontradizo con Haakon.