Partida Rol por web

Los Caprichos de las Nornas

Capítulo 4: Un Nuevo Amanecer

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14/11/2016, 19:11
Helga Ragnarsdatter

La dura mirada de Helga se relaja y en sus fríos ojos se nota de nuevo el fuego que late en su interior. No un fuego de ira o de venganza, sino de amor y compasión. Sus ojos vuelven a mostrar que es una madre y con una sonrisa, asiente.

Antes de que os déis cuenta a vuestro alrededor se acumula algo de comida en unos macutos y pronto comenzáis a volver a la playa. Os acompañan algunos hombres de Helga, que se mantienen silenciosos. Siempre vigilantes. Disciplinados.

La playa en la que habéis desembarcado pronto se hace visible.

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14/11/2016, 19:14
Director

Antes de que la gente de la playa pueda responder a Erik, uno de los vigías señala a un grupo de hombres que aparecen de entre las dunas.

A la tensión inicial siguen los suspiros de alivio.

El grupo que se ha adelantado vuelve. Y no vuelven solos.

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14/11/2016, 20:24
Erik Kodranssen

-¡Hermanos! ¡Me alegra haber errado al pensar que corriamos peligro! Y no volveis solos. ¿Disteis con quien esperabamos dar?

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16/11/2016, 00:49
Haakon Rasmussen

La sonrisa de mi rostro no podía ser más ancha al volver a encontrarnos con Erik y los demás. Por toda respuesta abrí el zurrón lleno de comida que me había tocado cargar hasta la playa, y repartí su contenido entre los más cercanos. - Diría que nos encontramos con algo mucho mejor a lo que esperábamos. -

Era tal mi felicidad y alivio, y aún más al ver los rostros de las familias y los niños al repartir y saborear la comida que les llevabamos que hubiera sido capaz de llorar. Mis ojos se humedecieron, pero me los restregué con el brazo antes de que se desbordasen; lo pasado, pasado estaba, ahora llevaríamos a todos hasta el pueblo. - Recoged todo lo que sea útil y preparáos, nos vamos, a un lugar seguro. -

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16/11/2016, 21:55
Uthred Svensson

    Las muestras de amor maternal dieron paso al agradecimiento. Casi podía acostumbrarme a esta vida, pero sabía que esta no era mi vida. No lo sería mientras no hubiera vengado la muerte de su familia. Después de las presentaciones, Helga, la madre de Siggy, accedió a darnos comida y víveres. E incluso nos cedió algunos hombres para que nos escoltaran hasta la playa. No podía esperar para reencontrarme con los demás, y las prisas me hicieron cargar rápidamente el petate con víveres y emprender la marcha.

   Cuando deseas algo, o quieres llegar a un sitio, parece que el tiempo corre lento y así parecía que andabamos el corto camino. Cada paso se me hacía más lento pero pronto llegamos donde Erik y los demás se habían quedado para esperarnos.

   - ¡Cuanto tiempo! ¿eh? ¡Oh Erik! ¡Pero si estás más gordo! - Bromeé como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que nos vimos. Mientras Haakon les daba las buenas nuevas, yo repartía comida entre los hombres y las mujeres, pero antes de todo decidí repartir entre los niños. - Haakon, esperemos que coman un poco. Helga, la madre de Siggy, sigue siendo jarl de estas tierras. Estaría bien quedarnos aquí por un tiempo, aquí no hay mercaderes que nos opriman. Aquí somos libres, hermanos. ¡Ja!

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17/11/2016, 18:48
Director

Una vez los estómagos están llenos y las presentaciones con los hombres que os han acompañado se han realizado, os ponéis a desarmar las defensas y devolvéis el barco al mar. El camino es mejor en barco.

Avanzáis por la costa hasta que encontráis la desembocadura de un río. No es un río especialmente caudaloso, como habéis comprobado antes, pero es lo suficientemente profundo para que vuestro barco lo remonte.

No pasa mucho tiempo, pese al esfuerzo que requiere subir río arriba, hasta que véis el poblado del que ha vuelto la avanzada. Atracáis el barco junto a unos pocos más que hay allí.

Los que no habéis sido presentados, lo sois frente a Helga, la jarl del pueblo y de los territorios adyacentes. La tierra es verde, parece fértil, llena de prados, bosques y un río lleno de peces. La vida parece sonreiros. Pero los dioses siempre tienen más sorpresas. Pronto se os entrega una casa. No es mucho, teniendo en cuenta todos los que sois, pero la casa es suficientemente grande como para poder alojaros.

Los días pasan y cada uno busca un lugar donde construirse una casa propia. Pasarán semanas hasta que la tarea termine, pero tenéis tiempo para conocer los alrededores y haceros a una nueva vida.

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17/11/2016, 19:37
Erik Kodranssen

A la primera oportunidad, abordare a la Jarl. Quiero preguntarle ofrecerle algo.

-Jarl Helga. Alla, en nuestro lugar de origen, yo, al igual que mi padre y el padre de este y asi hasta el origen de mi linaje, desempeñaba el oficio de herrero. Quisiera poner, la destreza que los dioses han dado a mis humildes manos a vuestra disposicion. Se que dado que nos habeis acogido y todo lo demás, esto que os ofrezco estaba ya sobreentendido, pero quiero dejar patente mi compromiso para con vos, la que nos ha dado el nuevo hogar que queriamos mis hermanos y yo. Por ello, libremente y con pleno conocimiento de lo que hago, declaro publicamente, que vos y solo vos, sois mi Jarl. Sangrare por vos, forjare para vos y hare que vuestros enemigos sangren si osan alzarse contra vos.

¿Como puedo empezar a serviros? ¿Teneis fragua? ¿Teneis herreros?

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20/11/2016, 23:37
Haakon Rasmussen

No cabía en mi de gozo. Tal vez aquella vida no fuera perfecta, todos habían perdido muchas cosas desde que abandonaran Hedeby, pero por fin estaban recuperando el control de sus propias vidas.

Pasé la primera semana haciendo amistad con algunos de hombres del poblado, había mucho que ver y muchas personas a las que conocer; también había que recuperar el barco de la costa para atraerlo hasta el pueblo y así evitar lo máximo posible que las mareas lo maltratasen demasiado, pero aquello solo sería cuando recuperasen fuerzas, y si el clima lo permitía.

Con el tiempo cada cual comienza a buscar un lugar donde encajar, donde poder vivir con tranquilidad. Sentía preferencia por un lugar algo alejado del centro de pueblo en el linde del bosque, pero las familias debían ser las primeras en obtener un techo para ellos. Mientras todos esperaban lentamente a que las casas terminasen de construirse opté por buscar un sustituto para el antiguo bastón de mi mentor; el proceso era lento, recoger ramas de madera adecuada, darle forma a mano... no podía pedírselo a otro, de otro modo el bastón no serviría de vínculo para comunicarse con los dioses.

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21/11/2016, 20:05
Helga Ragnarsdatter

Un día, no mucho después de vuestra llegada, Erik, públicamente y de forma libre, jura lealtad a la jarl Helga que sonríe ante semejante proposición. El gran tamaño de Erik es, sin duda, una buena adquisición. Tanto Ishild como Bernt, aprovechan para hacer lo propio. No a mucho tardar, muchos de los miembros de la tripulación, sin un Ívarr al que seguir, van jurando lealtad, con la esperanza de tener a alguien que les proteja.

El resto os mantenéis algo apartados. No por no querer jurar lealtad, sino porque sentís la necesidad de pensarlo mejor. Es mejor tardar en jurar lealtad que jurar y no cumplir. Eso sería pecado. Un pecado mayor.

El thulr de vuestro grupo comienza a recorrer los bosques de los alrededores, familiarizándose con el entorno. Un día descubrís como su viejo bastón ha sido sustituido por uno nuevo. Uno con mayor presencia.

El pueblo está nervioso. Se ha anunciado una gran visita.

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22/11/2016, 13:17
Uthred Svensson

   Mi camino estaba decidido antes incluso de conocer a Ívarr y a los guerreros que se convirtieron en hermanos para mi. Mi futuro debía terminar lejos, en Vestfold. Y debía terminar con la muerte de mi tío y la venganza de mi familia masacrada, o bien con mi propia muerte. Pero no podía unir mi vida a un jarl ni a nadie. No podía porque al final debía romper esos lazos y marchar a Vestfold. La duda atormentaba mi ser y mi corazón y traté de evitar tanto a Helga como a su hija, Siggy. No quería que mi corazón juvenil me llevara a hacer algo de lo que pudiera arrepentirme. No obstante, mientras esté en este lugar, seré leal a Helga Ragnarsdatter. Pero era necesario discutir los términos de mi destino en privado con la jarl.

   El pueblo parecía nervioso. Y sin tener nada que hacer decidí dar una vuelta por aquel lugar para ver de lo que me podía enterar. ¿Había algo parecido a algún mercado por allí? Los mercados siempre son un hervidero de noticias.

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22/11/2016, 18:13
Erik Kodranssen

-Jarl Helga. Mis hermanos y yo necesitaremos armas, somos guerreros y si esta escrito que debamos luchar por vos, como acabo de jurar hacer, necesitaremos armas para hacer sangrar a vuestros enemigos y armaduras para que ellos no nos desangren a nosotros. Yo mismo forjare nuestras armas, encantado estare de volver a empuñar el martillo junto al fuego de la fragua. Tan solo necesito la fragua en la que trabajar y los materiales que convertir.

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23/11/2016, 00:18
Haakon Rasmussen

Habían pasado apenas un par de semanas desde que llegasen al pueblo y ya me encontraba tan cómodo como si fuera mi auténtico hogar, sin embargo una única nube de turbación eclipsaba lo que debía ser tan solo felicidad. Desde que abandonasen Hedeby, todos ellos se habían formulado en palabras de venganza contra sus agresores, aquellos que les habían deseado todo tipo de males; primero había sido Gunnar, codicioso y perverso, y más tarde Aitet, cruel e inhumano.

La venganza contra Gunnar hacía tiempo que se había cumplido, pero por lo que sabían, Aitet aún campaba a sus anchas, causando aún más males libremente. Ninguno lo decía en voz alta, pero cada vez que alguno de los suyos juraba ante la jarl Helga; Harald, Uther y Haakon se miraban entre sí compartiendo un sentimiento de desesperanza. No podíamos pedirles a los demás que apartasen la vista de la nueva oportunidad que se nos había presentado. La mayoría no había hecho juramento alguno contra Aitet y tenían problemas más acuciantes, como alimentar a sus hijos, o arropar a sus ancianos enfermos.

Sabíamos que no podríamos quedarnos para siempre. Con suerte, nuestra partida la marcarían el deshielo y la tranquilidad de las mareas, varios meses más adelante. Haakon paseaba mientras meditaba sobre todo aquello, como de costumbre, cuando percibió que en el pueblo había un nerviosismo poco habitual, como una emoción mal contenida. - Disculpa. - detuvo a uno de los pueblerinos - ¿ocurre algo? todo el mundo parece agitado. -

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26/11/2016, 19:42
Helga Ragnarsdatter

La jarl se remueve complacida en su trono forrado de pieles de animales. Las palabras de lealtad que acompañan a los juramentos que la mayoría de la que fuera la tripulación de Ívarr, junto a sus familias, hacen que una sonrisa se dibuje en el rostro de la mujer. Su hija, Siggy, se mantiene a su lado, de pie, pero en un lugar de honor.

Erik se adelanta para explicar las necesidades del grupo. Las armas y armaduras son escasas entre vosotros y, como bien dice el herrero, si debéis combatir por ella, necesitaréis de todas y cada una de las protecciones que os hagan cumplir con vuestro juramento. Sabéis además que las propias leyes nórdicas establecen que un jarl no es un jarl si no puede proveer a los suyos de las necesidades más básicas. Vuestras casas están ya listas o lo estarán en pocos días, antes de que el invierno se cierna sobre estas ricas tierras.

No tardáis en recibir respuesta: Bien hallado seas, Erik, hijo de Kodran. Tus palabras me llenan de júbilo, pues mi gente es rica en muchas cosas, pero no disponemos de un herrero al que llamar propio. Por desgracia, no disponemos de una fragua, ni los mercaderes francos con los que comerciar para obtener hierro. Sin embargo, daré órdenes para que mis hombres te ayuden a construir una fragua donde puedas vivir, pues me consta que eres uno de los pocos de los tuyos que aún no dispone de una morada propia. El asunto del hierro tendrá que esperar a la primavera, cuando las rutas comerciales se abran de nuevo con toda su fuerza.

La respuesta no es exactamente la deseada, pero Erik se siente satisfecho.

Uhtred intenta hablar con la jarl en privado, pero viendo cómo se tratan todos los asuntos, en público, decide que será mejor abordarla más tarde, cuando estos asuntos mundanos hayan sido considerados y la jarl descanse de sus quehaceres.

Salís a la calle donde la gente no para de hacer su vida. Haakon pronto aborda a un transeúnte y le pregunta por la agitación del pueblo. Un tal Olaf Olafsson viene de visita. La mirada del hombre resulta confusa, pues no sabéis que opinar de ese hombre por su reacción.

Notas de juego

Perdonad la tardanza.

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27/11/2016, 11:54
Uthred Svensson

   En silenció pensé en la mejor manera de ayudar a esa gente. Sabía defenderme bien. Mi abuelo, que ahora festeja el viejo cabrón con los dioses en el Valhalla, me enseñó bien y me enseñó lo que era su vida. Ayudaría a esa gente en sus tratos comerciales. Si es menester, fortalecería tratos comerciales o crearía tratos comerciales con otros lugares. Hierro. Mi mente apunta que esta gente está falta en hierro y no podemos ir a Frankia y volver en un par de días. Los mercaderes francos deberán esperar. Pero habrá quien tenga hierro por aquí.

   Aun no es el momento de abordar a Helga. Mi corazón se siente divido. Esta es una buena tierra y alguien como yo tendría un futuro aquí. Pero no puedo olvidar mi propósito. Mi venganza. Mis seres queridos no descansarán hasta que no mate a sus asesinos y al traidor que perpetró todo.

   Ya fuera, me situo en un segundo plano y dejo que sean los demás quienes entablan conversaciones con los lugareños. Cierto es que el ambiente parece viciado. Los lugareños están nerviosos. Haakon pregunta y un lugareño le habla de un tal Olaf Olafsson. Antes de que ese lugareño se marche, pregunto.

   - ¿Y quien es ese Olaf Olafsson?

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27/11/2016, 14:46
Erik Kodranssen

-Gracias mi jarl. Si me lo permitis, quisiera levantar la fragua junto al rio. Me pareció escuchar el otro dia que habia una cascada cerca. Ahi me gustaria construirla. El agua de la cascada me ayudara a concentrarme y amortiguara los golpes de mi martillo. Erigire una casa con 20 pilares. Os dibujare en el suelo como sera.

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-Los doces pilares superiores acogeran la vivienda. Logicamente tendran paredes por todo el perimetro. Los otros incluiran la fragua y un almacen de materia prima en el lado largo y una pequeña cuadra en el corto.

Cerraré el resto del perimetro con una valla, para que un par de buenos perros puedan vigilarla. Se que os pido mucho mi jarl. Pero una buena imagen ayudará a vender los productos que fabrique. Un gran herrero en una fragua miserable... Nadie prestaria atencion. Pero una gran fragua en tierras de la Jarl Helga, seria otro cantar. Traeria riqueza vuestra ya prospera tierra. Aunque, necesitaremos mas armas para protegerla, claro.

Mientras no podamos obtener hierro, no podremos forjar armas. Pero para ganarme vuestra generosidad, creo que podré comenzar a preparar astas para lanzas, astiles de flechas, mangos de hachas y empuñaduras de espadas... y escudos claro, aunque para ello necesitaremos algo de hierro o bien solo preparar las tablas.

Una cosa mas mi Jarl. Mi familia ha desempeñado el oficio de herrero desde donde nos alcanza la memoria. Lamentablemente, solo tengo una hija y aun es demasiado joven para poner un martillo de herrero en sus pequeñas manos, lo mismo para mi "sobrino" Jorgen. Tomare como aprendiz a mi cuñado, Finn, eso seguro. Pero quizas seria buena cosa que tomara un segundo aprendiz, uno joven y voluntarioso, alguien elegido por vos misma. Quizas haya algun niño sin parientes masculinos, alguien que necesite que le abran las puertas a la edad adulta y a quien yo pueda enseñar mi oficio. Un herrero es bueno, pero dos o mas herreros son mejor.

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27/11/2016, 23:31
Haakon Rasmussen

Detuve mi andar y aguardé apoyado en mi nuevo bastón el resto de la respuesta del aldeano, hasta que me di cuenta de que no había más respuesta que escuchar. ¿Quién era aquél Olaf Olafsson? Nosotros no lo conocíamos, pero estaba claro que tenía algún tipo de presencia en el poblado de Siggy.

Sin embargo aquél nombre me evocaba algo... como la sombra de un recuerdo. ¿Acaso alguien había nombrado a aquél hombre antes en nuestra presencia? No desde que llegamos a tierras anglas, de aquello hacía muy poco y nos acordaríamos. Tampoco podíamos haber oído hablar de él Hedeby; un nombre no cruza el ancho de los mares si no hay grandes motivos para no olvidarlo... entonces caí en la cuenta, habíamos hablado con alguien de tierras anglas antes de llegar a ellas, alguien que tenía motivos para conocer ese nombre si gozaba de fama o infamia en este pueblo. Habíamos conocido a Siggy.

Sin pensar; di un disimulado codazo en las costillas a Uthred esperando ahogar su pregunta, o al menos llamar su atención. Inmediatamente me incliné a su lado para hablar entre susurros - Siggy... ¿cómo dijo que acabó en las garras de Aitet? ¿No dijo que alguien la vendió? ¿ese alguien no era...? - no quería que el pueblerino escuchase mis sospechas, o lo que había ocurrido a Siggy mientras había estado desaparecida de su pueblo. Lo que estaba en juego era su honor, y solo ella podía decidir a quien confiaba sus oscuros recuerdos como prisionera.

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28/11/2016, 19:19
Helga Ragnarsdatter

Lo consultaré con los dioses, Erik Kodransen. Ahora marchad.

Tras una genuflexión, corres tras tus compañeros. Justo para oír la contestación que el pueblerino le de a Uthred. Olaf Olafsson es un poderoso aliado de la jarl Helga. Si quisiera podría ser un jarl él mismo, pero siempre ha apoyado le ha apoyado con su influencia y hombres. El tono del hombre es bastante neutro, aunque se nota cierta admiración hacia el sujeto. No es de extrañar, pues no es más que un aldeano.

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30/11/2016, 08:08
Erik Kodranssen

-Si Jarl. Me mantendre ocupado mientras decidis.

Unos momentos despues...

-Uthred. ¿Que te parece si practicamos un poco nuestras artes de lucha? Hace tiempo que no peleamos y deberiamos estar preparados. Ademas asi nos daremos a conocer a la gente del lugar.

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30/11/2016, 11:24
Uthred Svensson

   Escuché atento lo que el aldeano dijo. No me sonaba ningún Olaf Olafsson. Olaf era mi tío, pero los dioses no quisieran que hubiera cambiado de nombre y navegado desde Vestfold, ¡y encima fuera aliado de la madre de Siggy! La verdad que sería una jugada bastante propia del Dios Burlón. Solo quedaba esperar y observar quien era ese Olaf Olafsson. Por otro lado, quizá pudiera proporcionarnos más oportunidades. 

   - Gracias amigo. - Dije despidiendo al aldeano, que seguramente tuviera mejores cosas que hacer que estar perdiendo el tiempo con nosotros. - Menudo lobo estás hecho, Erik. Te tomo la palabra, pero antes debo tratar un asunto importante. No desesperes, sabré donde encontrarte. Y así te dejo tiempo para que te vayas preparando. - Le dije a mi amigo, dandole un pequeño puñetazo en el hombro y con un guiño burlón.

   Entonces desaparecí, dejando a mis compañeros a sus cosas, para encarar de nuevo el camino que me llevaría al Hall de la Jarl Helga.

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30/11/2016, 12:01
Uthred Svensson
Sólo para el director

   Sin decir más, encaré el camino que de vuelta me llevaba donde estaba la jarl Helga.

   - ¿Está la jarl reunida? ¿Puede recibirme? - Pregunté a los guardias, para no pasar directamente e interrumpir lo que sea que Helga estuviera haciendo. Pese a las buenas intenciones de la mujer, no olvidaba que éramos extranjeros y extraños. Más bocas que alimentar y que a la más mínima molestia nos podía echar y mandarnos a la mierda. Y no quería precipitar las cosas.