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Los Caprichos de las Nornas

Prólogo: Los Caprichos de las Nornas

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09/02/2015, 09:49
Ívarr Jenssen

... catorce, quince y dieciseis. Termina de contar Ívarr. Todos miráis al jefe de la expedición, en círculo en torno a él, mientras cuanta las monedas que forman parte del botín conseguido. En la lejanía, a la distancia de que alcanzaría un arco*, se ve el fuego del poblado abodrita que habéis asaltado, que destaca contra el cielo que comienza a oscurecerse. Los cuerpos de hombres, mujeres y niños que no han sido lo suficientemente rápidos para escapar de vosotros o lo suficientemente listos para no oponerse quedan dispersos por doquier. Habéis tardado casi todo el día en tomar la aldea, registrarla y reunir el botín.

A vuestro alrededor, la costa es llana y de arena gruesa y clara. La poca altura de la misma hace que el mar penetre  hasta el interior, creando lagunas y marismas donde los carrizos crecen altos y las aves y la pesca son abundantes. En las zonas donde la costa se eleva ligeramente, los pinos son los encargados de fijar la tierra y que esta no sea tragada por el mar. Es una tierra pobre, pero donde las incursiones pueden llegar a suponer un modo de subsistencia para vuestra gente y aguantar el resto del año con lo obtenido.

No es suficiente. Dice por fin vuestro capitán sin levantar los ojos del suelo tras unos segundos de silencio. Por las dieciseis monedas y el resto del botín no nos van a dar más de doce piezas de plata. Sus palabras son oscuras, porque sabéis lo que significa. Tenéis que pagar a Gunnar Ragnarssen por la cesión del karve para hacer las expediciones y aún hay que pagar a la tripulación y a las familias de los caídos. Algunos de vuestros compañeros han perdido a algunos miembros de su familia, como los hermanos Thurgilssen que ya son sólo dos de los cuatro hermanos que eran parte de la tripulación, y ya comienzan a exigir su compensación aunque de forma tímida. Y sabéis que tienen razón. El honor os obliga a compensar a las familias de los caídos en combate que yacen sepultados en el bosquecillo que hay a unos pasos de donde reposa encallada vuestra nave.

El botín, si es que se puede llamar así, consiste en dieciseis monedas de plata carolingias, algunas ollas y otros instrumentos de hierro, algunas cabezas de lanza, un saco de grano que empieza a germinar y un anillo de plata que portaba el jefe de la tribu y que es, sin duda, lo más valioso de todo. La temporada de expediciones hace semanas que ha terminado, el otoño ya lleva un tiempo entre vosotros y comienza a hacer frío. Con el paso de los días, las condiciones se harán peores y con ellas se van las posibilidades de conseguir una última expedición. Los días cada vez duran menos y las temperaturas empiezan a descender con fuerza, especialmente por las noches. En el cielo, aún, algunos gansos lo surcan en dirección al sur, hacia las cálidas tierras sureñas donde invernar, antes de buscar un lugar donde pasar la noche. Sabéis que esta ha sido vuestra última esperanza de conseguir pagar la cuota para Gunnar de 50 piezas de plata, de la que habéis pagado ya 23. Pero no es suficiente con lo que habéis logrado. Las caras largas son la norma entre la tripulación. Incluso Björn se muestra serio, pese a su carácter de normal alegre.

Decidís encender un fuego y tomar una cena caliente antes de iniciar el camino de vuelta.

Notas de juego

* Un arco alcanzaba apróximadamente unos 900 metros.
 

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09/02/2015, 16:26
Uthred Svensson

   La pelea no había sido como habian esperado desde un principio, pues los habitantes del poblado asaltado eran más que granjeros y labriegos. Habían plantado cara, y lo habían pagado con la sangre de sus habitantes. Pero el grupo de Ívarr también lo había pagado con la sangre de buenos guerreros y mejores amigos. Dos de los Thurgilsen se habían perdido en aquella lucha y, aunque el recuento de bajas enemigas era mucho más superior, el que caiga un solo hombre ya era una gran perdida.

   Despues de la pelea, Uthred se enjugó la sangre de la cara y sus manos en un tonel de agua, y limpió sus armas. Como todos los presentes, habia reunido de manera concienzuda todo el botín que pudieron encontrar y se lo entregó a Ívarr para el recuento. Ívarr siempre repartía de manera equitativa, pero siempre atendía primero a las obligaciones: El pago a Gunnar y el pago a las familias de los caídos, otra razón por lo que la perdida de un hombre pesaba tanto. Pero aquella compensación era lo mínimo que podían darle a las familias que habian perdido un marido, un hijo, un padre. Al fin y al cabo, todos los presentes no eran simples guerreros. También eran granjeros, labradores, y durante el invierno hacían lo que podían para sacar a sus familias adelantes.

   Mal asunto - Pensó Uthred mientras sacaba brillo a su espada con una piedra de amolar, observando el recuento de Ívarr. - Mal asunto... - Deberle a Gunnar y no pagarle todo lo acordado nunca era un buen negocio.

   - Ívarr un grupo reducido de hombre podriamos explorar los alrededores y buscar alguna otra aldea. ¿Crees que podemos conseguir unos días antes de que empiecen los temporales de invierno, Karl? - Uthred preguntó directamente a Karl, pues era un gran navegante  y nadie mejor que él podía decir si era recomendarse retrasar el regreso o echarse a la mar inmediatamente.

   A Uthred no le gusta regresar con menos botín del esperado.

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09/02/2015, 18:26
Haakon Rasmussen

Algunos podrían pensar que al tratarse de un thulr, Haakon no mudaría el rostro por los compañeros caídos, que debería estar acostumbrado con tratar con el rostro de la muerte; pero este no era su caso, aquello suponía un gran peso sobre la conciencia de Haakon.

Era consciente de que no era un gran combatiente, su mayor papel en la expedición hasta el momento había sido conseguir comida y pedir a los dioses por su protección y que velaran por ellos. No lo suficiente, por lo visto.

Para él ahora mismo la prioridad era compensar a las familias de los caídos, por encima de la deuda con Gunnar, sin embargo, fuera como fuera el problema era el mismo; necesitaban conseguir más plata, o no podrían cumplir con lo que era su deber.

- Corremos el riesgo de pasarlo mal por el frío y la nieve - comentó Haakon casi para sí mismo mientras miraba sin ver su cena, centrado como estaba en sus pensamientos - pero volver con lo que tenemos, o sin nada, son ambas la misma cosa. Deberíamos arriesgarnos, o al menos buscar con más cuidado otra aldea en el camino de vuelta. -

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10/02/2015, 16:18
Ishild Bjornsdatter

Tenemos que rendir el tributo justo a nuestros caídos y no podemos regresar con menos botín del acordado - digo mirando a mis compañeros y acercándome hacia donde está mi marido. La pérdida de compañeros siempre era dolorosa pues cada uno era prácticamente un hermano. 

El asalto había ido mal. No convenía negarlo. Por alguna extraña razón en aquel pueblo los encontramos organizados y con ánimo de pelea. Defendieron su tierra. 

Tal vez hayamos juzgado mal estos pueblos.... 

- Deberíamos explorar como dice Uthred. Tal vez encontremos algo más sencillo y que nos reporte mejores benficios. - digo tratando de que mi tono suene optimista pues no soporto ver esa mirada en el rostro de Ivarr pues sé perfectamente lo que significa. 

Ha sido un duro combate y luego una dura recaudación del botín. No ha sido el mejor día. 

Notas de juego

¿Hay heridos en el grupo?

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10/02/2015, 21:49
Bernt Karlssen

La tarea de revisar las casas en busca de botín ha sido larga, así que aún no he tenido tiempo para limpiar mi arma. Sin embargo, decidir qué hacer después es más importante; clavo mi hacha aún cubierta de sangre en el suelo y me inclino junto a Ívarr cuando está terminando de contar las monedas. Recojo una de ellas, a la vista de todos, para que nadie crea que estoy robando, y le doy vueltas en la mano con el ceño fruncido.

Pobres como ratas. Escucho los argumentos que el grupo va dando a favor de la expedición sin estar totalmente convencido. Antes de que abra la boca, muchos ya se imaginan que voy a oponerme al plan. Mejor volver con poco que no volver ninguno. Y otra miseria así no compensaría más muertes.

Arrojo con furia la moneda contra el montón y miro a Karl, esperando su veredicto sobre el clima. Si aún hay tiempo antes del frío, puede que merezca la pena intentarlo.

Notas de juego

¿No habíamos quedado en primera persona? ^^

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10/02/2015, 22:44
Harald Erikssen

Asisto silencioso al recuento del botín y a la triste conclusión que de Ivarr.

Vaya, tanto esfuerzo, tan buenos compañeros caidos para tan pobre resultado. Al final vamos a salir perdiendo dinero esta temporada.

Sin embargo, nada hay que reprochar. Ivarr nos ha conducido con la misma destreza que siempre, hemos combatido lo mejor que hemos podido pero los dioses no nos han debido considerar dignos. Asiento levemente cuando Ishild habla del tributo que les debemos a los caidos.

Ishild está en lo cierto, debemos honrar nuestras obligaciones, tanto con los caidos como con Gunar -  digo lacónicamente. Tras una pequeña pausa, prosigo - Si aún podemos intentar un último asalto, pienso que deberíamos hacerlo. Total, poco podemos empeorar...

Tras lo cual, sigo poniendo en orden mi equipo, esperando la decisión de Ivarr

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10/02/2015, 23:58
Uthred Svensson

 - Oh, vamos Bernt. Volver a Hedeby pobres, con caidos, y encima una deuda... ¡Antes me tiro de cabeza al mar! Ademas, solo nos quedarian quince piezas para completar el arrendamiento de Gunnar. - Uthred no era un sabio, pero habia recorrido Mundo y su abuelo se habia preocupado de que, al menos, supiera sumar y restar. - Quizá podamos cambiar de estrategia a otra... - Miró a sus compañeros, sabiendo que si alguno tenía problemas eticos se opondría. - más artera. Ocultarnos. Hacer grupos de exploración que acaben con aquellos que nos vigilan, o que piensen que nos quedamos a pasar el invierno. Mientras tanto, un reducido grupo busca una buena presa. Solo tendriamos que vigilarla y volver con la caida de la noche. Esta vez no nos verán llegar y los pillaremos durmiendo en sus camas. Con suerte alguno alcanzara sus calzones cuando sientan nuestras espadas.

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11/02/2015, 09:54
Karl Jenssen

Karl, que se ha mantenido callado durante todo el tiempo, aún con el arma en la mano (la cual no ha soltado en todo el día), habla por fin a petición vuestra. Su aspecto es el de un auténtico guerrero. Ninguno de vosotros es un señor de la guerra. No aún al menos, pero Karl es lo más parecido ahora mismo a uno. Su pelo se muestra alborotado, pegado a su rostro por los restos de sudor y sangre; sangre que le cubre casi por completo, con grandes salpicaduras en rostro, arma y, por supuesto, armadura. Su mirada es triste, decepcionada, que apenas levanta del suelo, con la excepción de unos pocos momentos en los que os mira a algunos a los ojos. Los Jenssen tienen cierta madera de líder, todos sois conscientes de ello.

Llevamos semanas dentro del otoño. Es verdad que podríamos continuar algo más, pero me temo que el mar comenzará a picarse e, incluso, si los dioses desean divertirse con nosotros helarse. De ser así, tendríamos un gran problema por poder quedarnos atascados en tierra hostil...

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11/02/2015, 10:00
Björn Eriksson

...No os olvidéis de que la temporada de incursiones terminó con el verano y aún le debemos el dinero a Gunnar. Dice con tono sombrío Björn, el mercenario sueco que, aún siendo hombre de Gunnar, tanto apreciáis. Su aspecto es aún más salvaje que el de Karl, pero no por ello más el de un lider, sino el de una bestia. El hacha de Björn está llena de sangre aún, espesa como una sopa de invierno; roja como los últimos rayos de sol cuando se ocultan. Malo es que volvamos con poco, pero peor es que sigamos tentanto a la suerte, dice acariciando el martillo de Thor que pende de su cuello, y abusando de su paciencia. Todos sabéis que Ragnarssen es un hombre paciente, pero todo tiene su límite. Creo que debiéramos volver. Sentencia el guerrero antes de volver a su silencio.

La imagen del Björn feliz y bromista ha desaparecido de su persona, como si ésta nunca hubiese existido. Delante de vosotros queda un heraldo de la muerte, pues muerte es lo que le rodea en forma de la sangre de varios de los abodritas que han caído bajo su hacha.

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11/02/2015, 10:05
Ívarr Jenssen

Ívarr por fin retoma la palabra tras oíros a todos. El resto de hombres y mujeres de la tripulación, hasta un total de 13 (menos los tres caídos), se mantienen en silencio, apesadumbrados por las pérdidas o sin nada útil que aportar.

Os he oído a todos y creo que es hora de que votemos. Aunque no sea la norma, todos sabéis que Ívarr gusta de consultar a su tripulación antes de tomar decisiones. Al menos en la mayoría de los casos. Todos tenéis en parte razón, pero creo que aún se os olvidan algunos factores importantes. No sólo el tiempo se va a poner en nuestra contra, dice mientras mira a su hermano y le agarra del hombro, o que Gunnar espera y su paciencia se está agotando, esta vez mira a Björn que asiente silencioso, no. Se os olvida que apenas somos trece, lo cuál nos hará tardar más en poder volver. Se os olvida que no tenemos caballos para explorar el territorio. Os dice mirándoos a todos, uno a uno. No. También se os está pasando que ha habido supervivientes. Todas las aldeas que pudiesen estar cercanas estarán sobre alerta. ¿Qué pasará si llegamos a una y está vacía? O peor, ¿qué pasará si no están esperando? Ívarr calla durante unos segundos, como si portase una enorme losa sobre sus hombros. Hemos perdido a dos buenos hombres y una no peor mujer. En este momento los Thurgilssen se atreven a ofrecer un amago de sonrisa, así como el marido de Hild, la mujer caída. Y eso que hemos caído por sorpresa sobre ellos. ¿Cuántos de nosotros pereceríamos, si aún encontrando una aldea pronto cayésemos sobre ellos, siendo tan sólo trece?

El silencio se hace en el campamento, mientras la sal de la madera de deriva con la que habéis hecho la fogata crepita al chamuscarse. En la lejanía, un búho grita, y no pocos de los miembros de la tripulación acarician su amuleto de Thor a la vez que sus músculos se tensan. Pero nada pasa.

Votemos, pues. Bernt y Björn han votado en contra, aunque son libres de cambiar su voto si así lo desean. ¿Qué decís el resto? Sentencia Ívarr.

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12/02/2015, 09:39
Harald Erikssen

La palabras de Ivarr son un baño frío para las esperanzas que pudiera haber en una fácil y rápida solución a nuestro problema. Sin embargo, nada hay que reprocharle puesto que la sensatez habla por su boca.

Tienes mucha razón y viéndolo así, parece que tengamos bastante que perder. Antes de votar, me gustaría hacer una pregunta - girándome hacia Björn - ¿Habría alguna posibilidad de saldar nuestra deuda con Gunnar de alguna otra forma?.

Para mí parece claro que nuestra obligación principal es para con nuestros camaradas caidos y que con Gunnar quizás se podría llegar a algún tipo de acuerdo de manera que podamos resarcirle por la cesión del karve.

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13/02/2015, 01:48
Haakon Rasmussen

Lo cierto era que no esperaba una respuesta diferente de Ívarr o Bjorn, pero aun así no fue agradable escuchar sus palabras obligándole a aceptar la cruda realidad.

- Tenemos mucho más en contra de lo que imaginaba... - sus palabras casi sonaban como una disculpa - Y sobre saldar la deuda de otra forma... el problema no es si podremos, no tenemos otra opción; sino haciendo qué. Si ya había pocas opciones a principios del otoño... -

Negó con la cabeza y tomó un par de bocados de su cena

- Ya nos las apañaremos, dicen que siempre hay oportunidades de prosperar, si sabes donde buscar. Votaré por volver. -

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13/02/2015, 08:26
Harald Erikssen

Vaya, veo que Haakon no ha captado lo que quería decir. Por supuesto que pagaremos, mi pregunta iba más destinada a tratar de saber qué es lo que tendríamos que hacer, para ver si nos resultaba más interesane intentar un último asalto o no - pienso mientras permanezco silencioso.

Aún espero para ver si Björn nos dá algún indicio, tratando de escrutar en su rostro para obtener alguna pista de como acogería su patrón el cambiar dinero por algún encargo.

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13/02/2015, 13:01
Ishild Bjornsdatter

No tengo la más mínima intención de votar algo diferente a lo que mi marido plantea así que escucho sus argumentos  y asiento. 

- Es una pena, tendremos que pagarle con nuestras propias riquezas.. - digo con media sonrisa, como si tuviéramos riquezas - O hacerle algún favor... que se le ocurra. Estaremos en deuda con él en cualquier caso.. y eso no es algo que me agrade - digo para manifestar mi malestar por ese motivo. - Pero Ivar tiene razón, tal vez sea demasiado temerario... arriesgarnos. Podemos perder mucho más si estos nativos han decidido organizarse y están alerta. Han demostrado ser audaces. Tal vez no deberíamos subestimarlos más... hasta el verano que viene - digo intentando sonreir. 

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13/02/2015, 21:34
Bernt Karlssen

Asiento conforme al discurso de Ívarr. Sus argumentos son incontestables, así que no tengo la más mínima intención de cambiar mi voto. Aquí no vamos a encontrar la solución. Partamos hacia casa, por el camino podremos pensar alguna solución. Confiemos en que los dioses nos concedan una vuelta tranquila.

Después de que la decisión quede tomada, me tomo el tiempo de limpiar mi arma y lavar mi cara. Ahora sí, parece que ha llegado el momento de cargar el escaso botín y regresar. Habrá que intentar hacer entrar en razón a Gunnar; han hecho lo que han podido para conseguir su pago.

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15/02/2015, 13:40
Uthred Svensson

  Uthred se levantó de su sitio y se alejó del grupo. Respiraba como respira un toro antes de embestir. Sopesaba el peso del acero en su mano, cambiaba la espada de mano, en silencio, mientras caminaba sin rumbo de un lado para otro. Entonces alzó la espada y con un grito furioso decapitó a un cadáver, un hombre de los que habían ofrecido resistencia. No le gustaba nada tener que volver con las manos vacías, no tanto por el hecho de no haber enriquecido, sino por las represalias que Gunnar pueda tomar con el grupo, y en especial con Ívarr. El capitán le habia dado una oportunidad, uniendolo a su grupo, cuando Uthred llegó a Hedeby, con una mano delante y otra detrás. Ahora disfruta de la tranquilidad de una pequeña casa con un fuego y pieles para auyentar el frío del invierno. Le había dado la oportunidad de hacerse con algunos brazaletes, de probar su valía lejos de las faldas protectoras de su abuelo. No quería que Gunnar echara sobre Ívarr toda su frustración.

   - No me gusta. Pero tenéis razón. No votare a favor de quedarnos, no cargaré con el peso de más muertes sobre mi consciencia. Marchemos a casa. Pero no me gusta. - Declaró el joven limpiando su espada de la sangre del cadáver. Uthred votó en contra, cambiando a regañadientes su parecer.

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16/02/2015, 11:09
Harald Erikssen

Viendo que no voy a recibir respuesta de Jörl, me decido a hablar, con voz tranquila y pausada como suelo conducirme en casi todos los temás.

Vosotros conocéis mejor el mar que yo - digo, puesto que todos saben que mi dedicación es a los bosques - y además tengo una confianza plena en Ivarr y en todos vosotros, de manera que si decís que debemos volver, yo voto a favor de ello.

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16/02/2015, 13:38
Ívarr Jenssen

Björn mira a Harald tras un rato de meditación, pero simplemente niega con la cabeza con tristeza, sin llegar a decir nada. Es un hombre contratado por Gunnar y sabe que es su jefe, pero ha desarrollado una gran afinidad con el grupo y pese a su condición de mercenario, sabéis que siente lealtad por el grupo. La negativa os hunde un poco más anímicamente, pero en cierto modo, ya lo esperábais.

Me temo, Ishild, que aunque juntemos nuestro dinero, no nos llegaría. Además, ¿cómo pasaremos el invierno sin ningún ahorro? Creo que sé cómo arreglarlo. Dice Ívarr con una sonrisa misteriosa, pero pronto vuelve al tema que os afecta. Veamos, creo que debemos votar. ¿Quiénes votáis por volver a casa?

Haakon es el primero en levantar la mano, aunque lo hace con pesadez. Al verlo, Ishild y Bernt alzan sus manos en seguida. A desgana, Uhtred les acompaña. Los hermanos Thurgilson, quizás por la pérdida de sus hermanos, votan por quedarse, así otros tres hombres. Björn, Karl, Harald e Ívarr se mantienen a la espera. Por fin, Karl levanta la mano para votar a favor de volver y Harald se le une. Ante vuestra sorpresa, Björn dice que prefiere intentar un último ataque y vota a favor de quedarse.

La votación es clara, seis votos a favor de irse y seis que votan por quedarse. Finalmente, ante la espectación de todos, Ívarr se decide a tomar la palabra de nuevo.

Sé que a algunos os va a molestar lo que voy a decir. Después de todo, la mitad habéis votado una cosa y el resto la otra, pero creo que lo mejor será volver. Las noches vienen rápidas y hace frío. Los abodritas están alertas y no creo que consigamos nada más. Volvamos y ya encontraré una solución. Dice Ívarr con voz triste.

Termináis la cena en silencio. No ha sido gran cosa, más bien frugal. Unas verduras cocidas con algo de pescado en salazón, algo de pan duro y un poco de cerveza. Poco después, os montáis en el barco. Sabéis que no es seguro navegar de noche, pero lo es aún menos dormir en tierra hostil. Además, confiáis en las buenas artes de Karl al timón, que, con la luna en el cielo, ve lo suficiente para volver a casa.

Os colocáis en las bancadas de remos y comenzáis a bogar con energía. Apenas sudáis pues el frío en seguida se lo lleva. Al poco de alejaros de la costa, volvéis a colocar la cabeza de dragón en vuestra embarcación. Os alejáis de tierra firme y ya no hay peligro de enojar a los espíritus de la misma con las cabezas talladas de la nave. Volvéis a remar con fuerza hasta estar en alta mar. Por fin, dejáis los remos y os disponéis a dormir. Confíais en que el viento hará el resto.

Notas de juego

Harald, no te me pongas nervioso... jajaja. Sólo voy a contestar en los días marcados para no saturarme. Esta no es mi única partida. XD

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18/02/2015, 10:02
Ishild Bjornsdatter

Todo lo sucedido me deja bastante preocupada. No me imaginaba que el grupo fuera a dividirse tanto en la votación. Del mercenario me lo esperaba.... pero....

No puedo evitar que me preocupe. En la cena apenas hablamos y después nos marchamos rápidamente. Observo a mis compañeros mientras recogemos para marcharnos. 

Miro a Ivar. Parece ocupado con los preparativos. Y luego toca remar. Y remar más. 

Cuando ya por fin podemos dormir me acerco a mis compañeros para despedirme y rezar un poco. Después me acerco a mi marido. No espero que quiera dormir conmigo en el barco, entre todos sus amigos, pero si espero que al menos me haga algo de caso.

- ¿Y ese plan misterioso que tienes? - le digo colocándome a su lado y en voz baja. Su sonrisa misteriosa de antes no me ha dejado muy tranquila..

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18/02/2015, 12:59
Ívarr Jenssen

La oscuridad de la noche, pese a la luna, hace que sea difícil distinguir las siluetas hasta para la excelente vista de Karl que decide acercar la nave de nuevo a la costa para lanzar la enorme piedra circular que sirve de ancla. La costa que tenéis enfrente está lo suficientemente lejos como para nadie os sorprenda. Además, las costas abodritas ya han quedado atrás hace horas y eso os da cierta seguridad. Decidís que es la hora de dormir.

Todos recogéis vuestras cosas y os acomodáis como podéis entre los bancos de remeros. Los barcos no son el mejor lugar para dormir, pero en algún lugar hay que hacerlo. Unas mantas por aquí y por allá y os hacéis unos catres con los que no pasar frío. Todos os quedáis dormidos en seguida, pero Ishild aún no tiene ganas de dormir.

Se acerca a su marido y le pregunta, a lo que éste contesta entre susurros. No te preocupes, amor, lo tengo todo solucionado. Sentencia con una sonrisa y un beso en los carnosos labios de la mujer. Vete a dormir, yo iré en seguida.


El sol sale tras la abrupta costa báltica que tenéis al este. El día ha vuelto a comenzar y tras comer un poco de carne seca y alguna manzana os ponéis de nuevo en camino. Levantáis el ancla con esfuerzo, desplegáis las velas y os ponéis a remar.

Varias horas después, cuando el sol ya ha pasado de sobra el punto más alto en el firmamento, y tras haberos introducido en mar abierto, volvéis a ver gaviotas surcando los cielos, señal inequívoca de que hay tierra cerca. Poco después, la silueta de Heiðabýr se dibuja en el horizonte.

Amarráis en el puerto y tras haber obtenido cada uno vuestra parte del botín logrado, el grupo comienza a dispersarse bajando del barco y perdiéndose en las callejuelas apestosas de la ciudad donde los restos se acumulan y se mezclan con el barro. Hay caras largas por todos lados; cosa normal, por otro lado, dado el resultado obtenido finalmente. Al final, os quedáis Bernt, Harald, Haakon, Ishild y Uhtred, ya que hasta Ívarr parecía con prisa por abandonar el lugar.

El puerto está en ebullición, numerosos barcos entran y salen, pesqueros en su mayoría, pero también knarrs que traen mercancias de todo el Báltico (e incluso algunos barcos de Frankia) y långskips que comienzan a llenarse de vikingos deseosos de participar en las invasiones a los reinos sajones que resisten el embite de los hombres del norte más allá del mar.