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Los Caprichos de las Nornas

Prólogo: Los Caprichos de las Nornas

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27/02/2015, 02:45
Haakon Rasmussen

No me agradaba la idea de encerrarme en una taberna tan pronto, la cantidad de gente sudorosa y las bebidas fuertes hacían que el aire estuviera muy viciado, y el olor se impregnaba en la ropa en unos instantes. Dudaba que eso le importase a alguien más, pero tras un tiempo viajando solo por los caminos, por no decir que nunca había sido amigo de las grandes multitudes, aquello me incomodaba.

En ese momento me fijé en una de las personas que me habían estado mirando de forma extraña. Por alguna razón me sentí incómodo y continué caminando en otra dirección. Hacía tiempo que estaba acostumbrado a que me tratasen como a un auténtico thurl, con sus escasas ventajas y mucho más frecuentes desventajas, pero en raras ocasiones el comportamiento de los demás coincidía con el momento en que rememoraba el pasado y no me era posible mantener la mirada.

Cuando volví a fijarme en los alrededores me di cuenta de que mis pasos me habían llevado a otra zona del puerto, decidí que no era un mal lugar para empezar, al fin y al cabo incluso algunos comerciantes podían venir en barco. Con la mente clara de nuevo me dispuse a reunir información, pensando que sería necesaria...

Notas de juego

Ya me dirás si necesito alguna tirada

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27/02/2015, 12:40
Director

Avanzáis entre la multitud de gente hasta llegar a la enorme casa de Gunnar. Por el camino, algunos conocidos, antiguos compañeros de expedición o sus familiares, clientes o personas que no conocéis de nada pero que por educación os saludan a lo que vosotros respondéis, pero no os detenéis en ningún momento. Las calles huelen a orines y deshechos, especialmente en aquellos callejones menos transitados que se encuentran entre las casas. Vuestras fosas nasales sufren el olor, pero en cierto modo, estáis acostumbrados. Mucha gente produce muchos residuos.

El mercader es un hombre rico y se puede ver a simple vista por la ostentación de la que hace su morada. La puerta, que da a una especie de plaza en la que confluyen varias calles, está custodiada por dos hombres con lanza y escudo, así como un casco que cubre sus cabezas. No os cabe duda de que son parte del grupo de mercenarios contratados por Gunnar para su defensa. En sus cinturones penden una espada larga y una daga de grandes dimensiones.

El trasiego en la plaza es continuo y los guardias no se fijan en vosotros. Véis a algunas personas que entran y salen de la casa, peticionarios o socios comerciales pensáis, pero también a muchas otras personas a las que no se les permite la entrada en el lugar. Los guardias parecen no estar dispuestos a negociar, aunque observáis que algunos de los que han entrado lo han logrado mediante sobornos.

Desde la distancia, observáis el movimiento de las personas y en la casa. Uhtred aún no ha llegado desde su casa, pero pronto lo hará. El sol, en el firmamento sigue avanzando, pronto anochecerá.
 

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27/02/2015, 12:50
Director

La zona del puerto en la que te encuentras no es menos bulliciosa que en la anterior en la que habéis desembarcado. Observas a los pescadores atareados en bajar a puerto sus capturas desde sus pequeñas barcas y algunos comerciantes. Reconoces a uno de ellos. Un hombre mayor, de pelo largo y cano, con barba cuidada. No estás seguro de que sea él, pero crees que puede ser el abuelo de Uhtred. Si bien, no tienes contacto con él, recuerdas haberles visto alguna vez juntos. No recuerdas, sin embargo, su nombre.

El hombre mayor parece atareado, discutiendo con un proveedor claramente más joven, o quizás sea otro mercader con el que intercambiar mercancias o información. O tal vez un amigo. Sin embargo, tras un rato de conversación, ves que el comerciante le da unas monedas al hombre mayor y se dan la mano, no sin antes escupirse en la palma. Han cerrado algún tipo de trato. Tras el apretón, ambas partes se separan, yéndose el hombre más joven por su lado, mientras que el hombre mayor se queda en su lugar, mirando hacia el mar abierto, absorto, quizás, en sus pensamientos.

En el cielo, las luces del día pronto desaparecerán, aunque aún hay claridad suficiente.

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28/02/2015, 13:15
Harald Erikssen

Una vez llegados a este punto, no tengo mucho más que añadir. Tranquilamente, me quedo junto a mis compañeros de expedición mientras observo el panorama. Apoyo mi espalda contra la pared de una casa y saco un pequeño trozo de madera que empiezo a tallar con mi cuchillo. 

Espero que esto no se prolongue demasiado y se resuelva cuanto antes. - pienso distraidamente.

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28/02/2015, 18:55
Uthred Svensson

   Despues de dejar su casa, Uthred buscó la manera más rápida de llegar a casa de Gunnar. De echo, incluso lo hizo trotando y correteando como si fuera un crio, razón por la que más de un vecino le miró con gesto torvo y negando para sus adentros al ver semejante comportamiento en un hombre hecho y derecho. Pero es que Uthred, en el fondo, nunca dejó de ser un niño.

   - Perdon... - Masculló cuando se chocó con un ciudadano que caminaba a dos mujeres, una mucho más joven que la otra. Y por desgracia, no dejó de repetir esa palabra a cada recodo por el que Uthred aparecía inesperadamente.

   Ya cerca de la casa de Gunnar Uthred paró en seco. Se quedo quieto hasta que recuperó el aliento y se atusó las ropas. No queria aparecer allí hecho un giñapo ni lleno de polvo de la carrera, tampoco resollando como el que no acostumbra a hacer ejercicio físico. Cuando se hubo recuperado, avanzó hasta la plaza a la que daba la casa de Gunnar.

   La zona estaba concurrida, y a Uthred no le resulto dificil mezclarse con la gente. Se apoyó en la esquina de una casa, teniendo el muro a sus espaldas, y allí esperó observando el lugar. Vio a Ishild y Bernt, que estaban juntos, también vio a Harald. Y finalmente clavó la vista en los guardias con lanza y casco que guardaban la casa de Gunnar. Solamente esperaba, sin ánimo de que se liara una reyerta. Pero no se habia separado de su espada. Pese a que no hubiera ánimo bélico, uno siempre tenía que estar preparado para cualquier cosa que pudiera acontecer.

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28/02/2015, 20:55
Ishild Bjornsdatter

Parece que como siempre - contesto a Bernt pues no he visto nada que pudiera salirse de lo normal. No pierdo de vista a Harald y cuando Utherd aparece le hago un gesto con la cabeza para que sepa que he advertido su presencia. 

- Creo que sólo nos queda esperar. Si la espera se hace larga entiendo que tengáis deberes que atender - digo en general - Pero quiero que sepáis que agradezco vuestra presencia aquí. 

Observo sin perder detalle a los guardias y la casa de Gunnar. Pero no me muevo mucho de mi sitio.

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28/02/2015, 21:40
Harald Erikssen

El agradecimiento de Ishild me saca una mueca que pretende ser una sonrisa y una pequeña inclinación de cabeza en su dirección. Es mi forma callada de decirle que no tiene que darme las gracias por hacer algo que considero que es mi deber. Supongo que podría decírselo de palabra, pero no tengo ánimo para hablar.

Vuelvo a mi trozo de madera. El trabajo mecánico que realizo hace que me relaje y pueda dejar pasar el tiempo con más tranquilidad, serenando mi espíritu y preparándome para lo que sea que tenga que venir. Observo que aunque Uthred ha ido a dejar su equipaje, no se ha desprendido de sus armas, pero espero que no haga falta. Los mercenarios de Gunnar parecen ser una cosa seria y lo último que necesitamos es crearnos más problemas.

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01/03/2015, 19:51
Bernt Karlssen

-Es nuestro deber estar aquí.- Respondo al agradecimiento de Ishild. Pese al cansancio y las ganas de volver a casa y dar por terminado el viaje, tengo claro que no voy a abandonar mi lugar hasta que todo haya quedado aclarado. Me mantengo junto a la mujer, comprobando periódicamente que Harald y Uthred siguen por las inmediaciones.

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02/03/2015, 01:14
Haakon Rasmussen

Observé el intercambio con cierta curiosidad, en parte porque no quería interrumpirles y en parte porque se había quedado pensando en que apenas sabía nada de aquél anciano familiar de Uthred. Conociendo la actitud de Uthred no creía que pudiera reaccionar bien si se enteraba de que por su causa su familia conocía la situación en que se encontraban en aquellos momentos.

Al final, decidí que no perdía nada por hablar con él de forma casual (y así era). Además, el joven con quien había conversado ya se perdía en la distancia y no creía que fuera a alcanzarlo sin correr por todo el puerto tras él.

Me acerqué sin apresurarme hacia él y me situé a su lado, para que pudiera verme antes de hablar - Hola, amigo. Un buen día el de hoy, aunque parece que ya se acerca el ocaso. - hice una pausa para evaluar su reacción, no dio la impresión de que se sintiera incómodo o perturbado, así que continué. - Perdona que te haya abordado así, probablemente estarías distraído en tus propios asuntos. Me llamo Haakon, acabo de volver tras un viaje y me ha dado la sensación de que la ciudad está un tanto diferente, con esos långskips partiendo hacia tierras sajonas a estas alturas del otoño. ¿Ha ocurrido algo recientemente? -

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02/03/2015, 15:04
Director

Poco a poco, las calles van vaciándose debido a la oscuridad que comienza a cernirse sobre la población, mientras algunos guardias de la ciudad van encendiendo antorchas en las calles principales de la misma. En casa de Gunnar, los guardias de la puerta son reemplazados por otros nuevos que siguen, estáticos, realizando su tarea.

La puerta de Gunnar sigue abierta, pero ya nadie más entra y de los que han entrado, todos han debido de salir, así como dos mercenarios de Gunnar, pero nada que os llame la atención por extraño. Desde que estáis ahí, no habéis visto a Ívarr entrar. Ni salir.

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02/03/2015, 15:09
Arn Hrolfsson

El anciano te saluda con la cabeza, pero se queda callado, mirándote a los ojos, como si te estuviese evaluando. Aunque su mirada es seria, en sus labios se dibuja una ligera pero sincera sonrisa.

Desde que los nuestros comenzaron a saquear las costas de Inglaterra, cientos de barcos han partido hacia allí, sea para saquear y volver como hombres ricos o para quedarse allí y cultivar las fértiles tierras de más allá del mar. Sus ojos se cierran y su sonrisa se amplía cuando te dice: ¿Cómo no sabes esto? ¿Acaso has estado encerrado en una cueva toda tu vida? Jajaja. El hombre ríe de buena gana, pero en su risa no notas una burla ofensiva.

Mi nombre es Arn Hrolfsson, hijo. Encantado de conocerte, Haakon. Puedes ver que pese a que su aspecto es el de un mercader al que las cosas no le van necesariamente mal, porta una espada de bella factura y algunos brazaletes en los brazos, lo que te hace suponer que el hombre podría haber sido un guerrero anteriormente.

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02/03/2015, 20:56
Uthred Svensson

Uthred sigue parado. Ha reaccionado al gesto de Ishild con un saludo de cabeza, y de vez en cuando mira a Ishild, a Bernt y a Harald por si le hacen algún gesto. Ívarr no sale, y todos los que han ido entrando ya fueron saliendo. Aquello no le gusta.

   El joven observa fijamente a Ishild y a Bernt y cuando cualquiera de los dos le mire, llamará su atención con un movimiento de cabeza. Luego se señala el ojo, señala disimuladamente la casa de Gunnar, y hace un movimiento circular con la mano, como si le diera la vuelta a la casa de Gunnar. Dicho lo cual, Uthred se mezcla con la gente y desaparece del lugar. Va a dar una vuelta a la casa de Gunnar, por si hubiera otra entrada, o por si hubiera algo que han pasado por alto en otra zona.

Notas de juego

Basicamente, doy la vuelta a la casa de Gunnar. Voy hacia la parte trasera. Por si las moscas.

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02/03/2015, 23:03
Harald Erikssen

El tiempo pasa muy lentamente para mi. Mientras siguo tallando con paciencia elbloque de madera, no dejo de observar como la gente entra y sale de la casa de Gunnar sin que se vea rastro de Ivarr por ningún lado. Se produce el cambio de guardia y va cayendo la noche. La luz es escasa para seguir con el trabajo de la madera, de manera que guardo todo en mi petate.

Cuando me dispongo a hablar con Ishild, veo que Uthred le hace un gesto y se va dando un rodeo a la casa. Imagino que quiere ver si hay algún indicio por otro lado. 

Ishild, no hay rastro de Ivarr ni indicio de que haya entrado en casa de Gunnar ¿no te estará esperando en casa y nosotros estamos aquí sin saberlo?. A mi modo de ver, deberíamos asegurarnos que no está allí y si no estuviera, sería el momento de preguntar por él en la casa - le digo mientras señalo a la casa de Gunnar.

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04/03/2015, 01:24
Haakon Rasmussen

Esbozé una sonrisa, con intención de que fuera amigable. - No estás tan desencaminado. Estos últimos años me he preocupado demasiado por problemas más apremiantes y he descuidado muchas otras cosas. - Hice una pausa y me agarré la barbilla pensativo

- ir a saquear inglaterra..., pero ¿es conveniente para nosotros? - cuanto más lo pensaba peor me parecía la idea. Por un lado tendrían que convencer a Gunnar de concederles el tiempo necesario para embarcarse en tamaña aventura, y las familias de los caídos... esos no podían esperar, si hacía falta debería convencer a los demás de que debían reunir todo lo posible entre sus ahorros para dejar pagada esa deuda antes de partir. Y abandonar el país... me recordaba a cómo había abandonado mi aldea.

No me terminaba de gustar la idea, pero era una idea y no era una decisión sabia rechazarla sin más. Me pregunté a mí mismo qué pensaba mi interlocutor de esto.

- Muchos han debido tener éxito, si dices que han partido cientos de naves, y por lo que veo aún partirán más. ¿Qué opinas? Tal vez debería acompañarles y hacer fortuna, aunque no es que haya derramado mucha sangre ajena a lo largo de mi vida. -

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04/03/2015, 02:22
Bernt Karlssen

-Tampoco creo que debamos escondernos. Hemos esperado un tiempo respetuoso; esté Ívarr o no dentro, entremos y hablemos con Gunnar.

Después de tanto tiempo esperando fuera, no tiene sentido volver con el rabo entre las piernas. Si Ívarr está dentro, este tiempo son malas noticias y nuestra ayuda será bienvenida. Y si no, tanto mejor, Gunnar podrá oír de su boca su versión de la incursión. Frunzo el ceño con gesto decidido, un ademán que conocéis bien, y que suele indicar que la decisión está tomada por mi parte. La única razón por la que no comienzo a andar con paso decidido hacia la puerta es que quiero esperar a que Uthred finalice su vuelta entorno a la casa.

Notas de juego

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04/03/2015, 12:08
Ishild Bjornsdatter

- Está bien. Esperemos a Uthred y preguntemos por Ivarr en la casa. - comento al grupo no muy convencida. Pero ellos si parecen estarlo.

- Sea lo que sea no podemos perder más tiempo aquí.

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04/03/2015, 14:34
Arn Hrolfsson

Arn sonríe cuando aceptas la broma con buen humor, confirmando que, efectivamente, no has estado muy atento a lo que pasaba por todo el país.

La idea de partir al otro lado del mar se te antoja extraña, quizás por recordarte cómo tuviste que abandonar la aldea que te vió nacer y donde te criaste. Recuerdas el ataque, la tensa calma tras ello, las acusaciones, las miradas de odio... un escalofrío recorre tu espalda.

Ante tu pregunta, Arn se encoje de hombros y no dice nada. Pero cuando piensas que se mantendrá callado, comienza a hablar de forma pausada:

Cuando cayó el monasterio de Lindisfarena, y los jarls de todo el Norte vieron las riquezas que esperaban a cualquier que se lanzase al mar a reclamarlas, cientos de barcos con sus jarls han partido hacia allí: Ragnar Loddbrok, que encontró su muerte en Northumbria;  y sus hijos Halfdan, Ívarr "El Deshuesado" y Ubba; o Bagsecg que cayó en combate frente a los guerreros de Alfredo de Wessex. Sí, hijo, sería una buena oportunidad para conseguir plata, oro, mujeres y tierras mucho mejores que las que aquí tenemos. El hombre mira al mar, pero continúa. Si fuese más joven, dice con tono cansado, no me lo pensaría y me iría a la tierra de los Anglos, Sajones y Jutos a conseguir hacerme un jarl de renombre, construirme una bonita casa y tener muchos hijos hermosos con una preciosa joven.

La luz casi ha desaparecido y son las antorchas que hay situadas en zonas estratégicas las que dan algo de luz.

Notas de juego

Lindisfarena es Lindisfarne.

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04/03/2015, 14:53
Director

Uthred se encamina con paso calmado hacia una de las calles que acarician por un lado la casona de Gunnar sin que nadie le moleste. Tras unos minutos, el joven vuelve por la otra calle. Niega con la cabeza, dejando a las claras que sea lo que sea que ha ido a buscar, no ha encontrado nada.

Hace un rato que es de noche y cada vez queda menos gente en la calle.

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04/03/2015, 17:11
Harald Erikssen

Bueno, si ya estamos todos, no perdamos más tiempo - digo, mientras recojo mis cosas y me preparo para dirigirme a casa de Gunnar.

Una duda me traspasa ¿dejo a Ishild que pase primera o debo pasar yo antes? Puesto que no se prevén problemas, casi mejor dejo a Ishild que pregunte ella por su marido y los demás nos limitamos a acompañarla.

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04/03/2015, 23:57
Uthred Svensson

  - Casi puedo imaginarme a Ívarr jugando con vuestros hijos, Ishild, y nosotros aquí pasando frio. - Bromeó Uthred para quitarle hierro al asunto porque la verdad que a él empezaba a escamarle. - Hmmmmm esperad aquí. Voy a preguntarles a los guardias que cuidan la puerta de Gunnar. Si ocurre algo, al menos vosotros estaréis advertidos.

 Uthred temia que Gunnar hubiera retenido a Ívarr, o que pudiera haber pasado algo y los guardias se le echen encima. Por ello si uno de los presentes se adelantaba, y el resto se mantenia escondido u oculto podrían responder en caso de haber problemas. O simplemente es que Uthred no se fia ni de su propia sombra, y siempre se está poniendo en lo peor.