Partida Rol por web

Pobre Scott XD

Hago un rápido movimiento de corte, vertido y cierre de la herida. No hace falta demorarse mucho con esta parte del ritual.

Le paso la copa al siguiente y la espada al siguiente.

Ahora solo queda ir pasando la copa.

Repito el proceso de mis compañeros. Realizo el corte, vierto la cantidad de sangre que es aconsejada en estos casos y paso los utensilios al siguiente mientras voy cerrando la herida.

Antuan Darás tu vida (o tomarás la de otro) por el sujeto.

Helena Puedes ponerte en peligro moderado por el sujeto, y dependiendo de tu código ético, podrías matar por él.

Zequi Respetas al sujeto y le ayudas, siempre que no suponga un gran riesgo o una molestia importante.

Scott Serás leal al sujeto mientras esto no interfiera con tus planes.

Recojo la copa y la espada y me hago un corte, de igual forma que han hecho todos los presentes al ritual. No se si debo decir algunas palabras o no, pero si fuera a repetir algunas palabras, esas serían las de Helena. Pero ya que estamos todos "inspirados", pues nos inspiraremos todos. Una vez mi sangre esté en la copa me cerraré la herida pasando la lengua por el corte. Aunque antes, mientras esté cayendo la vitae añadiré.

-Que con este acto se selle nuestro compromiso.

Seré el primero en probar de la copa.

Bien. Constituida la manada. Dijo Guy al ver finalizar satisfactoriamente el ritual. Aunque la manada aún no estaba constituida del todo, faltaba el nombre, pero esto era un mero formalismo que se podría discutir más adelante. Podrías discutirlo en algún viaje en coche o mientras esperaban a la puesta del sol en el refugio. Deberíamos de interrogar a las tres manada, quisiera empezar por Los Escribanos su refugio esta en Alcala de Henares.

Después de que todos bebieron del mejunje ese que era la sangre mezclada, de relamió los labios. Habia descubierto que limpiarse con la manga era mala idea pues la sangre se iba fatal de la ropa.

-¿Y cómo hacemos eso, alguno sabe “de” “interrugar”? Porque si les preguntamos dirán que no sean inocentes o culpables.

Al tomar mi parte de la sangre de todos intento, ahora ya con mucho mas éxito que las primeras veces, que mi actitud no se transforme por el efecto del Ritae nada mas realizarlo.

Una vez todos han participado en la Valdurie limpio ahora con la lengua primero un par de gotas que han quedado antes de pasarle un paño a la copa y la espada antes de guardarla esperando que se pronuncie el ductus ante las instrucciones del inquisidor.

Me giro hacia el ductus.

Aquí se supone que decide él ahora mismo.

Asiento con la cabeza tras escuchar las palabras del inquisidor, el rumbo ya está trazado queramos o no. No hay que darle más vueltas, a parte, también hay que dejar claro que a falta de alguna preferencia propia por parte de algún miembro de la manada no merece la pena contradecir a Guy.

-Sea pues. Vayamos a ver a los Escribanos. ¿Puede darnos algo más de información acerca de esta manada? Número de vástagos, poderes... Lo que nos pueda servir?

Espero a que se ponga en marcha y lo sigo, hoy va a ser un día de visitas, me temo. Y dudo que sean tan frutíferas como para sacar algo en claro.

Enarco las cejas al oír las ordenes de marcha del ductus sin tener un nombre nuestra manada.

¿Cuando nos pregunten quien somos que les diremos? Ha sido la decisión que se ha tomado y debo ser la primera en hacerla respetar yo la primera. Si lo digo mas de uno lo tomara como un desafió pero si cayo, ¿estaré cumpliendo mi función de sacerdotisa?

Me debato entre mis dudas sin saber que hacer.

¿Interrogar? ¿No sabes que es interrogar? Pregunta sorprendió al ver que Ezquiel no sabe el significado de la palabra, pero Guy vuelve a hacer gala de su carácter afable y comienza otra nueva explicación. Interrogar es un arte en sí, una técnica que lleva años perfeccionar. No consiste solo en hacer preguntas y escuchar respuestas, también hay que ver las cosas que no se dicen.  

Contestado a la pregunta del Ductus. La cofradía de Los escribanos es pequeña compuesta solo por cuatro miembros. Tiene su refugio central en Alcalá de Henares, en la parte vieja de la ciudad. Nos desplazaremos inmediatamente allí y realizaremos un primer interrogatorio. Dicho esto, Guy comenzó a caminar hacia la salida de la Catedral de las tinieblas. Esta vez la salida estaba oculta en el sótano de un bloque de edificios bastante nuevos, desde el sótano se podía llegar rápidamente al aparcamiento del edificio donde esperaba una furgoneta negra.

Guy condujo la furgoneta por el intricado laberinto de calles, carreteras y circunvalaciones que es Madrid.  Mientras, en la parte trasera, la nueva cofradía discutía sobre el nombre de la misma. Por ahora solo habían llegado a un acuerdo sobre el principio del nombre “Quinque…”