Partida Rol por web

Mientras Momus explicaba los pormenores de la misión a la Ductus. Constanza continúo la conversación con su chiquillo. Tranquilo, recuerda que paso en Milán. El comentario de Constanza podía referirse a que dejaran a todos atrás como paso en Milán. No creo que se atrevan a atacar esta noche, no es el modo de actuar de la camarilla. Acatar un chalet en medio de un pueblo levantaría demasiadas sospechas y podría romper su preciada mascarada.

La conversación con Constanza fue rota por la intromisión de la Ductus. ¡Atuan! Puedes aportar algo más al informe de Momus. Betariz estaba claramente cabreada, perder a dos de sus novatos no era una buena señal, y menos aún cuando uno de los novatos era un Lasombra.

El anciano se revuelve con los dos primeros zarpazos pero continúa en pie. ¡Todos los de tu calaña están condenados al fracaso! ¡Todos moriréis! Gritaba mientras le empujabas contra el fuego, en un último esfuerzo desesperado, el anciano te agarro con fuerza de las manos y te empujo hacia él, hacia las llamas. Las llamas comenzaron a quemarte los brazos mientras mantenía al anciano en el centro del fuego, mientras tanto el anciano no paraba de gritar. ¡Las sombras devoraran a sus siervos! Finalmente el cuerpo del anciano se deshizo en una nube de cenizas.

Antes de poder contestar la Ductus me asalto con su requerimiento “Estúpida deberías adiestrar mejor a tus perros” Pensé, pero claro lo obvie, no me era útil ni beneficioso criticar a Momus.

Ductus es como dijo el hermano Momus, no puedo añadir mucho más, apenas pude salvar mi existencia, gracias a él, quien trato de protegernos de lo sucedido, ojala pudiera deciros más, pero fue todo demasiado rápido. Dije con cierta vergüenza, sin mirar directamente a la Ductus, pareciendo sumiso y afligido, pese a que realmente me daba igual el final de los otros novatos ni lo sucedido, en mi interior solo le debía obediencia a mi Sire, Constanza.

Mantuve la actitud sumisa, no quería que pareciera que no estaba afligido por lo sucedido, aunque en mi interior tenía mi preocupación por ello, pensando que alguien había traicionado a los nuestros.

Sangre por Sangre, maricón. DIjo angvar. Estaba herida, y ya metida en las llamas. Tomó la estantería y la volcó, de forma que nadie pudiera seguirlos. Los camarillas eran cagones por naturaleza, ninguna travezaria el fuego como los sabbat, que no podían ser atados ni siquiera por el terror de la Maldición de Caín.
Como aún tenía fuerzas gracias a la sangre, Angvar arrancó parte de la madera de los apuntalamientos, y la tiró al fuego, junto con todo lo que pudo tirarle para alimentarlo.

Angvar se alejó un poco mientras sodomizaba a su bestia internamente. Llamó al jefe de su grupo. Habla la Capitana: Eliminé a uno de los Camarilla, un viejito que apostaría que era Tremere. Otro huyo adentro. Se incendió una estantería gracias al tremere y bloquea la entrada el propio fuego. Tengo una granada. ¿Quieres que los encierre? Me imagino que al que vinimos a buscar, ya se lo deben haber cargado.

No, una llamaría demasiado la atención. No quiero tener a toda la policía investigando un posible atentado en la ciudad. Regresa al refugio, te esperamos.

El viaje hasta el refugio la realizas en taxi y caminando, como dijo la ductus “no hay que llamar demasiado la atención”, así que descartaste robar un coche. Pero antes de subir en el taxi, te aseguras de cubrirte las manos con guantes y tapar las partes quemadas de la cara con una bufanda. Aunque habías matado al viejo, este te había causado heridas grabes que iban a tardar bastante en cicatrizar.

Es una pena, las bajas son inevitables en las guerras. Al menos sobemos que esos “Camarillas” cuentan con un brujo bastante hábil en el encanto de las llamas, habrá que estar atentos. La ductus se tranquilizó un poco. ¡Fausto! Podrías explicar a Monus y al nuevo que hemos encontrado.

El vampiro trajeado se aclaró la garganta y se disponía a hablar. Cuando uno de los móviles sonó, era el del de Beatriz. La ductus  descolgó la llamada con una sonrisa en los labios y contesto la llamada.

No, una llamaría demasiado la atención. No quiero tener a toda la policía investigando un posible atentado en la ciudad. Regresa al refugio, te esperamos.

Parece que la Capitana no ha muerto y además ha hecho bien su trabajo.  Betriz estaba muy contenta. ¿Qué habría hecho Angvar

Angvar entra por la puerta del refugio, con la cara parcialmente tapada por una bufanda, dentro esperaba el resto de la cofradía exceptuando a Paul. El pobre Paul había muerto en su primera misión, pude que no estuviera preparado para entrar en el Sabbat o simplemente fuera mala suerte.

Beatriz esperaba en el centro de la sala con una gran sonrisa. ¿Y bien capitana, que ha ocurrido? El resto de la cofradía está deseosa de oír tu historia.

Ductus! Cuando me dirigió la palabra le dí un taconazo y la saludé. Luego puse mis manos atrás. Fuimos atacados por camarillas que estaban antes que nosotros en el lugar del Extraño. Mataron a Paul con una bola de fuego que lanzó un Tremere. Devido al fuego mis compañeros huyeron en desbandada pero yo proseguí ofuscada hacia los camarilla. Los ataqué por sorpresa, pero uno se ofuscó en mi cara y huyó dentro del refugio, mientras el otro y yo luchabamos. Este último recibió daño y lanzó una lámpara contra los libros, quemándolos, y yo lo quemé a él en el fuego. Quería seguir, pero la estantería se derrumbó, y tuve que retroceder. Si no hay otra entrada, los camarillas podrían haber quedado encerrados. EN resumen, la misión fué un fracaso. Perdimos un hombre y hubo un herido.

Bien, capitana, creo que te has ganado un ascenso, cuando regresemos a Madrid serás nombrada “Sabbat” de pleno derecho. Luego la ductus dirigió su mirada al otro novato. Deberías aprender de la capitana, ella ha demostrado valor y será recompensada por ello. Pero tendrás tiempo de mostrar tus habilidades. ¡Fausto, explica que hemos descubierto nosotros!

El vampiro trajeado se adelantó y carraspeo. La situación de la ciudad es muy complicada, con la muerte del  Kiasyd podemos afirmas que ya no queda ningún vampiro Sabbat oriundo de la ciudad. ¡Una pena! La partida de batalla de la camarilla los ha matado a todos. Fausto espero uno segundo para continuar, parecía que estaba guardando un minuto de silencio por los hermanos caídos.

Pero la camarilla no ha podido reclamar aun la zona, la manada nómada francesa están manteniendo una dura lucha de guerrillas contra la ellos impidiendo que se establezcan de forma eficaz. Esos Lobos de Lieja están haciendo muy bien su trabajo.

Ahora viene la segunda parte. Gracias a Constanza. El vampiro hace una reverencia zalamera hacia la aludida. Conseguimos capturar a un ghoul de la camarilla, este nos informó que la camarilla planea un gran ataque contra la base de los lobos de Lieja. La base de estos esta en La Robla.

No pude evitar sentir cierto asombro al ver aparecer a Angvar por otro lado me alegre, era una pena perder unos musculosa si, lo que le ocurrió era lo inevitable, ella había nacido para ser el martillo otros habíamos nacido para ser la mano que guía la mano que usaba ese martillo. Escuche las palabras de Fausto, la situación era critica, aunque contábamos con un apoyo, pero que al parecer pronto podría desaparecer.

Escuche sin hablar, no era mi lugar ni situación, aquello era tema de la Ductus y los miembros de la manada yo aún no lo era y mejor estar callado.

No consigues recordar nada útil de la zona, sabes que ha habido problemas por esa zona pero ahora no recuerdas cuales o que. Tendrías que consultar algún medio, periódicos o internet, para refrescar la información.

Gracias, Ductus. No sonreí, pero en mis ojos brilló el orgullo. Era la primer batalla, y me gustaba sentir que lo había hecho bien por una vez. Desde ese desastre, desde la muerte de los niños... ARGHJ! Ni quería pensar en ello. EN vez de eso, se concentró en la misión. Propongo que nos pongamos cuanto antes en contacto con ellos, y meintras tanto, que comencemos a buscar recursos. Ella necesitaría seguro sangre apra curarse. También deberíamos tratar de confirmar la muerte de ls compañeros en la ciudad. Puede ser que hayan sido solamente desplazados.

La situación era complicada teníamos por un lado la manada que mantenía como podía a raya a esos Camarillas, pero que por lo visto pronto recibirían un ataque en masa y así eliminar toda resistencia. Eso haría caer definitivamente al Sabbat allí.

Con permiso Ductus. Dije. Estoy de acuerdo con nuestra valiente capitana, así mismo deberíamos avisar a la manada de lobos de Lieja, hasta ahora mostraron su eficiencia a la hora de combatir a la Camarilla, si podríamos apoyarlos, juntos podríamos hacer más daño. Además si ellos caen seria casi el golpe final a esta ciudad.

Luego mire a Angvar. Respecto a la sangre si lo deseáis en cuanto acabemos puedo conseguiros algunas bolsas de zumo para que podáis recuperaros. Asi como buscar algunas armas, para estar preparados mejor esta vez.

Las armas me las dió mi padre oscuro, Caín de Nod, pero acepto lo de la sangre. Me quemé bastante. Le agrego con una sonrisa.

Puede ser que hayan sido solamente desplazados.

El gohul de la camarilla explicó como habían empalado y quemado a los vampiros de la ciudad, de todas formas, si sobrevivieron lo lógico es que hubieran corrido a Madrid a dar la señal de alarmar y a buscar refuerzos. Contesto la vampiresa italiana, que por primera vez se atrevía a hablar en público y de forma directa. Si quieres, Ductus, podría encaminarme con Antuan y avisar a los Lobos de Liega.

No. Contesto dubitativamente Beatriz. Prefiero dejar al novato en la retaguardia, ya ha hechos bastante. Iremos Melack, tu y yo, partiremos a primera hora de la noche. Fausto y Momus os encargaras de cuidar de los novatos y el refugio. ¡Que se alimente bien! Puede que tengamos que entrar en combate dentro de poco.

El día transcurrió sin percances y a la noche siguiente Melack, Beatriz y Constanza abandonaron el refugio en la furgoneta. Momus se coloco en una esquina del salón y comenzó a entonar cantos mientras miraba los periódicos de la zona. ¿Estaría tratando de hacer algún tipo de adivinación, o simplemente era su manera de ser? Por otro lado Fausto consultaba internet en un pequeño portátil.

Acepté mis órdenes. Mientras tanto podíamos asegurarnos los suministros, ya que estabamos de permiso.
Pero primero, saldría a cazar.

No me agradaba mucho la idea prefería acompañara a Constanza y al resto, pero sabía que cuando ella daba una orden no se la podía llevar la contraria. Tras que se fueran Yuri entro.

Tenemos la noche libre al parecer. La comente. Luego Angvar parecía decidida a salir para alimentarse, era normal estaba malherida. Por mi parte eso era algo más complicado, prefería las mujeres bellas y atractivas, no me valía cualquier cosa. Está bien yo para cazar necesitare ir a alguna discoteca, club o pub, donde buscar. Comente. Aquí te dejo mi número de teléfono y el de Yuri, en cuanto estés ponte en contacto y quedaremos para el tema de los suministros.