Partida Rol por web

Cuando se fueron los dos tipos casi hubiera suspirado, pero si sentí un gran alivio “Bueno nadie me exigió nunca ser un valiente” Pensé, mi tarea era más bien en las sombras o en lugares menos peligrosos.

La mujer pareció reaccionar pidiéndome ayuda tras ver que no recibía golpes, pero ella hizo la pregunta importante.

Creo más bien que es usted quien debe explicar quién sois. Comente con tono respetuoso mirándola, tratando de ver si encontraba algo útil en su cuerpo, o en el suelo cerca suyo, alguna ropa en la que rebuscar.

Si era una camarilla trataría de sacarle la información que pudiera y luego pues vería que hacer.

EN ese caso, Angvar suelta su arma y aprovecha el haber tenido sus garras afuera para correr hacia quien le disparó lista para despedazarlo, pero sin dejar de mirar a su alrededor buscando al agresor y a cualquier amiguito que pueda llegar a tener.

Al llegar detrás de la carretilla descubres que no hay nadie, mientras todo sigue en silencio.

No, no sé qué quiere le esplique. Esos locos me agredieron y me subieron aquí. Si me baja explicare lo que paso. Dice convencida. En el suelo cerca de una de las paredes hay un fusil de asalto y algo de ropa desgarrada. Pero la mayor pista no la descubres en la ropa o en las armas, sino en su acento y forma de hablar. Aunque la chica te habla en castellano tiene un fuerte acento inglés, concretamente británico. Las islas británicas son una de los mayores bastiones de la Camarilla.

Claro querida ahora te bajo. Conteste, aunque su acento había echo que saltaran mis alarmas, por ello aprovecharía su situación para empezar a interrogarla.

Pero ahora "Cuando acabe de hablarte me dirás que hacías aquí y para quien" Dije con mi tono suave y melodioso, para que entrara en su cabeza, reduciendo sus defensas mentales y se sincerara ante mí.

Buscas cualquier sonido, cualquier pista de tu agresor pero solo hay silencio. Solo escuchas el sonido de un tintineo detrás tuyo, cuando te giras ya no hay nada ni nadie. Te das cuenta de que falta uno de los rifles de los cadáveres, pero no hay pistas del agresor.

La mujer se relaja al escuchar tus últimas palabras, tu aterciopelada voz ha hecho efecto. Soy parte de la avanzadilla de justicar, vinimos a esta mina para terminar con la resistencia Sabbat de León. Uno de los Sabbat ha traicionado al grupo, los lobos de Lyega, y por ello sabemos que están aquí.

Yo era un ghould del grupo, pero tras los combates y las diferentes perdidas, he tenido el honor de pasar a ser un Vastago.

"¿Traidor?" Eso no era bueno, los míos podían estar vendidos por su culpa "Justicar" No era experto en el organigrama de la camarilla pero era peligroso sin duda. Tenía que averiguar algo más para poder proseguir. Tome mi móvil y grabe la situación, quería tener constancia de lo que decía la chica, por ello active la grabadora.

Está bien querida has hecho bien tu trabajo. Le decía aun aprovechando su momento de calma. ¿Quién es el traidor? ¿Qué nombre tiene o apodo?¿Sabes cómo es? Pregunte para ver si me podía dar una pista. Y dime amore ¿Cuál es el plan? Pregunte.

Mire a Yuri para que controlara la entrada por si las moscas, yo estaba de espaldas a ella y era mejor estar atentos.

Tomo las armas que queden yo, recargo el fusil y salgo. Trato de oler, o algo al enemigo y voy con cautela. Si no encuentro nada en la salida, me doy vuelta y sigo llendo hacia donde iba.

No sé quién es, solo la vi una vez y de pasada. Contesta confusa la chica. Recuerdo que tenía el pelo negro y un lunar debajo del ojo izquierdo, pero no sé nada más. ¡Ahora bájame, he de ayudar a mis compañeros! 

Escuchas dos disparos y un fuerte dolor de cabeza. Al girarte en dirección al sonido, ves a un hombre de pie en la entrada del almacén, entre las manos sujeta uno de los rifles de los guardias.   

Ahora te liberare. La dije para calmarla. Ahora escucha “cuando deje de hablarte te sentirás relajada, da igual que sientas, todo será placentero y lo disfrutaras” La dije con tono dulce mientras me acercaba a ella, a la vez que con cuidado mordía sus muñecas para dejar que su sangre fluyera y debilitarla.

Luego con cuidado me acerque a su brazo y lo mordí aprovechando que no podía moverse colgada. Tome su vitae, sabia especialmente extraña, pero que demonios era una camarilla. La tome con gusto, hasta dejarla seca.

La mujer trata de resistirse al principio pero se ve sobrepasada por el placer que supone el beso, y se deja llevar por el estasis mientras le drenas la sangre poco a poco. 

El hombre al ver que caes al suelo comienza a avanzar hacia ti con el fusil en alto, se acerca, pero aun no puedes ver su cara.

Me dispuse a la agotadora tarea, pero acabar así con ella, me parecía lo mejor su muerte no sería en vano, apoyaría a la Espada en su último sacrificio, algo loable aunque seguramente ella no lo deseara.

Cuando lo vi pararse arriba mío, esperé que el muy hijo de puta se pusiera como para darme el golpe de gracia, y me levanté de un salto incándole las garras en todo el asqueroso cuerpo.

La vampiresa al principio trata de resistirse pero rápidamente sucumbe al placer del besos, poco a poco comienzas a drenar su sangre para después pasar a absorber su alma. La sensación es mucho más potente que beber la sangre de un humano, el estasis te embriaga y solo eres capaz de escapar del cuándo el cuerpo de la chica se deshace en cenizas en tus manos. Su sangre recorre cada parte de tu cuerpo quemándote con nuevas sensaciones. 

Sentí como la sangre de la vástago corría por mi cuerpo, era placentero, más que otra cosa que hubiera probado, exquisita casi indescriptible "Debían negociar con esto" Pensaba mientras mi cerebro aún era dueño de mi ser. Según tomaba la sangre podía notar como la bestia rugía y luchaba por salir al exterior, trate de controlarla, pero estaba de acuerdo con ella, era exquisita. Me aferre con fuerza mordiendo con mas agresividad hasta vaciarla por completo, poseído por el frenesí.