Partida Rol por web

Yuri avanzaba delante cuidadosamente, tratado de no hacer ruido, atenta a cualquier sonido. Pero no se volvieron a oír disparos. Tras varios minutos de marcha llegáis a la entrada de la mina. La valla de entrada está destrozada y varios coches han sido aparcados de forma descuidada en la entrada, los coches tiene las puertas abiertas de par en par y uno de ellos aún tiene las luces encendidas, pero no hay nadie en ellos.

No muy lejos de la entrada y los coches hay un gran edificio de ladrillo de dos plantas con la puerta abierta, dentro hay luz y se ven sombras moviéndose. Desde la puerta se ve una sala llena de cadenas, son las antiguas taquillas de los mineros, donde colgaban la ropa de las cadenas y luego la elevaban para evitar que se ensuciara. Aun se pueden ver antiguos monos de trabajo colgado de algunas de las cadenas, pero también hay otra cosa colgando. De varias cadenas cuelga el cuerpo semidesnudo de una mujer, tiene el cuerpo lleno de heridas y se mueve frenéticamente tratando de librarse de la ataduras. Debajo, dos hombres la golpean con largas pértigas de hierro. Mientras gritan insultos. 

Llegas hasta uno de los almacenes, las puertas están abiertas y en el interior hay sombras que se mueven. Son dos hombres armados con dos metralletas, parece que están patrullando por el almacén. Los hombres están en total silencio y ninguno de ellos lleva ningún tipo de distintivo.

El recorrido fue largo y lento, estaba solo y no quería exponerme, por suerte tenia a Yuri que aunque no fuera un vástago era más fuerte y letal que yo en el combate. Ambos avanzamos hasta la mina, donde varios coches mal aparcados ocupaban el lugar, pero estaban vacíos.

Me pare unos segundos sopesando la situación, hasta que me encamine a un edificio de un par de plantas. El sitio parecía vacío aunque pude apreciar unas sombras moviéndose "Vaya así que no estamos solos" Me moví entonces aun con más cuidado, aunque no fuera mi fuerte. Después de unos metros aprecie una extraña situación una mujer colgaba mientras un par de tipos parecían agredirla e increparla.

Instintivamente me fije en la mujer, por si era alguien conocida. Esperaba que no fuera Constanzza "No ella es fuerte es imposible" Rápido empecé a sopesar los pasos a dar, un enfrentamiento abierto no era viable, no era un guerrero por lo que debería usar otra manera.

Suspiras aliviado al ver que la mujer que está colgada es rubia, no hay ninguna mujer rubia en la cofradía y lo más importante Constanza no era rubia.

Crees que los dos hombres no son vampiros, pero no estas segura, tendrías que acercarte más para poder verificarlo. Tampoco notas que haya alguien más en la nave. 

El alivio de ver que no era Constanzza ni la Ductus fue increíble, no me preocupaba más por ahora, aunque pudiera ser alguno de los hermanos a los que pretendíamos ayudar “Pero no es ella” En mi cabeza el temor que fuera mi Sire había sido muy grande.

Me acerco, armas listas.

Te das cuenta que la chica colgada del techo es una vampiresa, y que los hombres que la golpean también vampiros. Por su forma de actuar y su poca o nula capacidad para usar los poderes vampíricos deduces que los dos hombres son “cabeza palas” creados muy recientemente. 

Desenfadas una de tus armas, y te acercas, los hombres no parecen darse cuenta de tu presencia. La oscuridad facilita tu movimiento silencio.

Más cerca ves que los hombres además de metralletas llevan chalecos antibalas, paren ser humanos corrientes. 

No sabía realmente como actuar, estaba solo con Yuri así que la situación era más que compleja, pero la que estaba colgada no cabía duda que los que actuaban golpeando a la vampiresa eran unos cabeza palas, o sea más novatos que yo.

Me acerque aunque guarde las distancias, preparado por si debía usar mis dones.

Buenas noches hermanos. Salude desde la distancia de seguridad, sabía que Yuri estaría preparada. Yo espere para ver su reacción. Soy Antuan.

Te acercas hasta estar a unos tres metros de los dos hombres que chalar amigablemente mientras continúan con su ronda. La ráfaga de balas destrozo la cabeza de los dos hombres sin problemas, cuando el arma expulso el ultimo casquillo los dos hombre yacían muertos a tus pies.

Entonces, se escucharon dos disparos y notas un fuerte dolor en la cabeza. Te giras rápidamente y ves como una sobra se escabulle por detrás de una vagoneta abandonada. 

Los dos hombres se giran, tiene los ojos inyectados en sangre a punto de entrar en frenesí. Seguramente son cabeza palas que acaban de ser convertidos y están buscando sangre. Aunque parece que en cualquier momento van abalanzarse sobre ti y Yuri, parecen contenerse, e incluso uno consigue pronunciar algunas palabras. ¿Qué quieres? ¡No nos robes la comida!

La mujer al escuchar tu voz parece reaccionar. ¡Por favor sálvame! Grita desesperada. 

Tenía que actuar con prudencia, esos tipos parecían fuera de sí, pero por fortuna la bestia no era aún su dueña por lo que se podría parlamentar algo, no tenía que mirar a Yuri para saber que ella estaba preparada. La chica pidió ayuda, evite hacer valoraciones sobre quien era y de que bando, mas viendo a los dos caballeros que se deleitaban con ella.

Oh no, hermanos no osaría hacer algo así. Levante las manos a modo de disculpas. Pero creo que se dejan un festín, he oído que en el pueblo se está haciendo una gran fiesta, ya me entiendeis hermanos y claro es una pena que se lo estén perdiendo. Comento en tono amable y dulce, dejando deslizar las palabras por mi boca. Podeis seguir luego con ella.

Veamos si los señores deciden ir a esa fiesta y me dejan con su amiguita para ver qué pasa. Dos tipos así no los quería cerca, mejor en el pueblo creando alboroto e igual atrayendo la atención de los Camarillas. Probaría por las buenas y si no tendría que ser de otra manera, pero deseaba interrogar a esa mujer.

Los dos hombres se relamen los labios y tiran las pértigas de hierro. Gracias hermano. Pronuncian las palabras con dificultad, mecánicamente. Pero se marchan caminando hacia al pueblo, hacia la barricada y los policías.

La mujer al dejar de notar los golpes abre los ojos. Gracias por haberme rescatado. Pronuncia con una voz duce. ¡Rápido bájame! hay que ayudar al resto. Pero entonces se detiene y te mira detenidamente. Pero…. ¿Quién eres tú? Ahora En su voz hay cierto temor.