Partida Rol por web

Mass Effect: Shadows of War

El Inconnu - 2

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11/08/2014, 18:48
Director

El muelle 04072 estaba en uno de los sectores privados de la ciudadela, la puerta de acceso no contaba con seguridad de Seg-C, pero el tamaño y los dispositivos de vigilancia que se observan a simple vista daban a entender que la nave estacionada en su interior era vigilada desde algún punto.

Las puertas se abrían con un código único altamente cifrado, pero la Dalatrasa lo había incluído en alguno de los varios paquetes de información, las puertas se abrieron en silencio y los ojos de todos los presentes contemplaron un navío que ningúna mente conocida en la galaxia podía haber imaginado y mucho menos construído.

Se habían tenido que utilizar grapas mágnéticas únicas para poder mantener la nave estacionada. No tenía un diseño standard con pautas que coincidiera con las naves conocidas más comunes. Dispositivos desconocidos se esparcían por el exterior de la nave, formando un inmenso patrón de luces y haces con propósitos aun desconocidos. Una esclusa camuflada estaba abierta y personal uniformado cargaba los últimos suministros en la bodega del Inconnu.

La salida del motor trasero de la nave no tenía el diseño para aprovechar la combustión o emisiones de un dispositivo convencional, de hecho era muchísimo más pequeño. Costaba imaginar que la nave tuviera la velocidad que se le atribuía. Destellos de energía ocasional recorrían partes del casco, pero las emisiones siempre eran idénticas y constantes, sin dejar el típico olor a ozono en el ambiente.

En apariencia ya era una nave muy extraña, era imposible adivinar que secretos podía haber escondidos en el interior metálico del Inconnu.

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12/08/2014, 00:03
Director

Cerca de la esclusa una turiana con uniforme de oficial de la armada parecía supervisar a los operarios encargados de transportar los suministros al interior del Inconnu, daba ordenes cortas y en ocasiones gesticulaba indicando que tuvieran más cuidado con la carga, a veces se giraba hacia una de las terminales, tecleaba algo y se volvía sin perder de vista los trabajos de carga.

Hubo un momento en que revisó su omniherramienta personal, cual fuera la información que recibió le dejó el semblante totalmente serio, parecía exigirles más celeridad a los operarios y por los gestos cuando terminasen debían acabar el hangar.

La turiana se giró hacia la puerta de entrada, debió percatarse del grupo pues les hizó un gesto claro para que se acercaran.
 

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12/08/2014, 00:46
Connor Marshall

La nave era verdaderamente algo fuera de lo común. No sólo por tener una forma que a nada parecía indicar que pudiera cumplir las especificaciones que nos habían presentado, sino porque tenía un halo de misterio que se transmitía en cada centrímetro de su fuselaje, sin dejar escapar los haces energéticos que no dejaban olor a ozono pero que seguían un patrón concreto. Nunca había visto nada parecido ni remotamente. Un leve cosquilleo me subía por la espina dorsal y no pude evitar mirar a Caemmi y hablarle.

-Me parece que vas a pasar una viaje entretenida. Te va a dar rabia llegar a nuestro destino, deberíamos pedirle permiso a la Dalatrasa para que a nuestra vuelta, podamos investigar la nave.

Veo a una turiana de semblante adusto que nos mira desde su posición haciéndonos señas para que nos acerquemos. Asiento con la cabeza y camino con paso firme mientras hablo con mis compañeros.

-No he tenido la oportunidad de decirlo hasta ahora, pero es un honor formar parte de un equipo de élite seleccionado por méritos propios. Hagamos que esto funcione.

Saludo de forma marcial a la turiana al acercarme y espero noticias de ella.

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12/08/2014, 14:31
Elora N'wani

Elora iba caminando mientras observaba la nave con un ojo más entornado que otro en gesto analítico desde el momento en el que la lejanía le había permitido empezar a verla. Lo más raro que había visto hasta la fecha había sido un acorazado geth... y aquello era remotamente parecido a uno de modo que acababa de quitarle el puesto en su lista de naves raras vistas hasta la fecha.

Pero era magnífica. Si todo salía bien, puede que hasta terminase siendo su nave, la nave del Equipo Alfa de Operaciones Especiales.

Las palabras de Coinnor (comenzaba a quedarse con los nombres) la sacaron de sus pensamientos y en lugar de responder directamente, sonrió y asintió. No tenía nada que añadir porque ya había expresado él lo que pensaba, y esperaba que también pensasen los demás.

Entonces una turiana les hizo señas. Pasar de no haber conocido nunca a un turiano a empezar a conocer uno tras otro. Lo que eran las cosas.

Bueno, si hubiese un ejército de Yagh ahí adentro, no creo que estuviese atracada en medio de la Ciudadela con la compuerta abierta—dijo sin cambiar la expresión, luego señaló ligeramente con la cabeza a la turiana—. Veamos qué tiene que decirnos.

En realidad tenía sus serias dudas de que si algo fuese horriblemente peligroso, no estaría en medio de la Ciudadela. ¿Qué demonios? ¡Había habido un maldito relé de masa en medio de la Ciudadela que casi había traído un ejército de Segadores a ella! Pero decir aquello no iba a quitar hierro al asunto y era justo lo que intentaba.

Además, prefería mil veces los Yahg a los Segadores.

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12/08/2014, 18:32
Kerius Caelian

Tras marcharse la Dalatrasa de la sala de reuniones, los cinco seleccionados para llevar a cabo una prueba de confianza no tardaron en levantarse y ponerse en camino hacia el muelle donde estaba estacionada El Inconnu. Durante el silencioso trayecto, Kerius no dejaba de preguntarse cosas acerca de la nave. ¿Qué aspecto tendría?, ¿Cómo sería la cabina de mando, parecida a la turiana?, ¿Cómo serían los camarotes?, ¿Y las armas?, ¿Sería realmente de origen desconocido?

El turiano se quedó realmente sorprendido al ver la nave por primera vez. Conocía la forma qué tenían la mayoría de naves de la flota turiana, incluso conocía cómo eran otras naves de otras razas, pero El Inconnu, como muy bien decían los informes, no era una nave corriente. Nunca había visto nada parecido. ¿Realmente las indicaciones de la nave eran correctas?

-Impresionante- dejó escapar un asombrado Kerius. Y lo mejor de todo estaba por llegar. Si por fuera la nave tenía un halo de misterio, ¿qué secretos escondería en el interior?- Que tiemblen nuestros enemigos.- dijo en respuesta a las palabras de Connor. Caelian también se mostraba entusiasmado por emprender una nueva aventura. Había mucho potencial como para desaprovecharlo.

Tras esto se encaminaron hacia la turiana quien les estaba haciendo señas. Para Kerius era la primera hembra de su raza que veía en mucho tiempo. A decir verdad por La Ciudadela había visto a muy pocas mujeres de Palaven por no decir ninguna, la mayoría eran varones. Ver a la mujer turiana hizo que Caelian recordase a sus hermanas en Palaven. Pronto debería ponerse en contacto con su familia, hacía mucho tiempo que no hablaba con ellos.

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12/08/2014, 20:18
Elvos T'Legos

De camino a la nave iba pensando en como abrodar el tema de la misión que nos ocupaba. Un asalto sigiloso era lo mejor. Cojerlos por sorpresa y destrozarlos. Siempre habia sido mi tactica preferida. Pero al ver la nave me quedé parada. Era increible, extraña, misteriosa, y era una autentica pasada de lucecitas. Jamás habia visto nave igual. Incluso los amarraderos eran distintos de lo habitual para mantener esa nave en el muelle.

Dejé escapar un silbido de admiración, deseando explorar algun rincón de la nave mientras durase el viaje. 

Una turiana ( la primera que veia en mi vida ) nos hizo señas y el grupo se dirijió hacia ella, asi que fui con ellos. Le hice un saludo militar un poco pasota, y atendí a lo que tuviera que decir.

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14/08/2014, 00:00
Caelia Sancrinus

La turiana esperó a que el grupo estuviera a distancia de conversación. Tenía un gesto muy serio, aunque no era una actitud hostil simplemente se podía advertir que no debía ser muy sociable, o quizás el fluir de acontecimientos estaba afectando a su mora y le impedía mostrarse algo más agradable, en última instancia podía tratarse de simple disciplina militar, las emociones suelen traicionar los juicios de valor.

Era poco más baja que un turiano varón, a diferencia de los muchos que se veían en Seg-C no vestía ninguna armadura de combate, solo un uniforme militar típico de los soldados de Palaven, pero cualquiera con modestos conocimientos sobre los rangos podía ver que no se trataba de una simple oficial, había más de cuatro medallas adornando esos ropajes y varios signos de distinción que solo una veterana podía haber conseguido.

Se tomó un tiempo para examinar a cada integrante del grupo. No hubo mueca de disgusto ni aprobación en su rostro, nada que mostrase las expectativas que podía tener de la comitiva. Dado los subterfugios que se habían tomado para organizarlo todo quien sabe la información de la que podía disponer.

Finalmente se cuadró y realizó un veloz saludo militar, más mecánico que otra cosa.

- Capitana Caelia Sancrinus, un honor conocer a los miembros del grupo Alfa. -

No muy lejos cerca de una esclusa de carga varios operarios empujaban un plataforma de levitación, la caja que portaba era metálica y más grande que un automóvil, estaba precintada y era evidente que debía pesar como poco una tonelada. Algún tipo de problema estaba impidiendo colocar la plataforma en el interior del Inconnu, los operarios hablaban entre si nerviosos mientras pensaban como atajar la situación.

Súbitamente una de las descargar de energía del Inconnu pareció extenderse a la plataforma, dos operarios cayeron hacia atrás aturdidos por la corriente, otro quedo inconsciente en el suelo mientras los dispositivos electrónicos de levitación chisporroteaban hasta fallar.

Luego todo sucedió a cámara lenta, la plataforma de levitación termino fallando y la caja escoró hacia un lateral, directa hacia los dos operarios aturdidos. Caelia Sancrinus levantó el brazo izquierdo y gritó de rabia:

- !No¡ -

El cuerpo de la turiana se envolvió de energía, algo que solo los bióticos manifestaban al emplear sus facultades. La misma energía envolvió el contenedor metálico y frenó su avance hacia los operarios.

Uno de ellos fue el primero en recuperarse de la descarga, empujó al compañero fuera de la trayectoría y sacó al inconsciente del suelo mientras contemplaba incrédulo como el contenedor se mantenía sostenido en el aire.

Finalmente la capitana cesó de usar su biótica, la caja chocó contra el suelo con un enorme crujido y algunas barras de seguridad se doblaron pero no llegaron a ceder. A los pocos segundos buena parte de la dotación del Inconnu salió fuera para averiguar lo sucedido, por fortuna no había que lamentar bajas.

La capitana estalló de furia y no fueron precisamente cumplidos con los que obsequió a los operarios, repitió varias veces lo cansada que estaba de las plataformas Mark IV y lo mucho que se había insistido en usar elevadores aislantes para evitar precisamente que una descarga del Inconnu pudiera saltar a otro dispositivo. Ni uno solo de los operarios masculló una palabra, se quedaron firmes suportando la furia de la turiana, hasta que les ordenó romper filas y visitar al médico.

- Ruego disculpen la escena, es difícil actuar según los protocolos en está máquina alienígena. No sabemos muy bien que esperar de esta nave. Por favor siganme. -

 

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14/08/2014, 00:32
Director

No es biótica común la que habéis percibido, debe evocarla mediante emociones muy fuertes o sentimientos intensos, como la ira o el miedo. Pero aunque instintiva sabéis que es entrenada y poderosa. No son comunes los turianos con biótica pero los que hay suelen ser muy buenos.

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14/08/2014, 00:34
Director

Reconoces los galones y las medallas. Esas condecoraciones solo se dan a héroes de guerra, en alguna operación ha debido participar o tal vez en muchas hasta ganárselas. El rango real que debe ostentar en Capitana de Crucero de Batalla, debe de ser una oficial derivada de la flota turiana y probablemente de los mejores regimientos.

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14/08/2014, 00:37
Director

Caelia Sancrinus guío a la comitiva por los interiores del Inconnu. Los miembros de la dotación que se cruzaron con el grupo se cuadraron y saludaros con el más absoluto respecto, a algunos se les escapo algún comentario de admiración por la suerte de transportar al grupo alfa.

El interior estaba muy bien iluminado, aunque los diseños de los focos eran claramente alienígenas. La nave tenía un olor peculiar, concretamente a clorofila, como si de algún modo hubiera plantas o verdor en los sistemas de oxígeno. A simple vista el origen único de la nave quedaba en evidencia, desde las computadoras, monitores, controles, puertas, etc. No compartían ningún diseño convencional, aunque resultaban intuitivos de manejar, la raza que los diseñase debía ser humanoide y disponer de las mismas manos funcionales que todas las conocidas.

Había logrado ver asaris, turianos, salarianos y humanos. La Dalatrasa no había mentido sobre la dotación mixta de la nave, era curioso como tenía la dotación más pequeña cuando obviamente requería la tripulación más preparada dada su evidente complejidad.

Llegaron a una mesa de comunicaciones construida exclusivamente en cristal transparente. No había indicios de cables o mecanismos en su interior, pero funcionaba como una convencional proyectando imágenes en calidad 3D con insólita precisión. En los extremos cuando los miembros de la tripulación acercaban las manos se iluminaba una sección que debía hacer las veces de "teclado" aunque mucho más complejo de lo habitual.

Una asari tecleaba datos a velocidad asombrosa y atendía a varios monitores, como si verificará la información constantemente, tardo en volverse y casi salta asustada cuando vio a la capitana y a la comitiva.

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14/08/2014, 00:48
Eanessa Jarev

La asarí logró recuperar la compostura, cuadrándose y saludando militarmente. En sus ojos había una mezcla de miedo y a su vez curiosidad, reacciones bastante dispares que debían proceder de la malhumorada turiana y del resto del grupo.

- Capitana. -

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14/08/2014, 00:50
Caelia Sancrinus

Había algo que desagradaba constantemente a la turiana, no parecía nada en contra de la tripulación, ni del grupo, pero algo en la nave le provocaba suspicacia y afectaba a su estado anímico. Saludaba a la tripulación mecánicamente y cuando hablaba no perdía de vista los alrededores, como si esperase que aquel lugar volara en pedazos o comenzase a funcionar por si mismo.

- Descanse especialista Jarev, mis acompañantes son los miembros del grupo alfa, ya sabe la importancia vital de su misión. Encárguese de que se instalen en la nave y resuelva cualquier duda que tengan.

Les ruego que me disculpen, pero tengo que ir a la enfermería a rematar a unos cuantos imbéciles, tengo órdenes de mantener la integridad de cada tripulante y sucesos como el de fuera no me permiten cumplirlas como se deben. Más tarde espero tener una charla con ustedes y decidir los pormenores de la operación. -

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14/08/2014, 00:56
Eanessa Jarev

- ¡Si capitana! -

La asari parecía entusiasmada con su nuevo cometido, pero incluso así espero a que la turiana abandonará el puente, directa a la enfermería para continuar la bronca que había empezado en el exterior. Cuando quedo claro que la capitana no podía oirlos el entusiasmo de la asari pareció apoderarse de ella.

- ¡Teniente Eanessa Jarev, encargada de comunicaciones y personal, es todo un honor conocerles y poder asistirles en su misión, he oído maravillas de ustedes!

Oh, y... perdonen a la Capitana, no soporta el misterio que rodea a esta nave, a decir verdad nadie sabe verdaderamente que esperarse de esta máquina alienígena.

¿Cómo puedo ayudarles? ¿Desean ver sus habitaciones, un tour por la nave, comer algo, ver las armas disponibles? Lo que sea. -

 

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14/08/2014, 02:12
Connor Marshall

Me sorprendo de la efectividad con la que la turiana ha logrado salvar a los dos operarios y puedo llegar a entender el enfado resultante, pero no me parece comedido. De todas formas, lo más seguro es que haya demasiados incidentes de este tipo y no se han puesto los suficientes cuidados para no repetirse. Nos guía ppr el interior de la nave hasta una mesa de control. Asiento con la cabeza cuando se despide la capitana y le hago un saludo formal antes de que se marche. Sin pestañear apenas un segundo después, la asari con rango de teniente, la especialista Jarev, se presenta ante nosotros, su efusividad la delata, al parecer se alegra de conocernos al fin, no se cómo tomarme que tanta gente conozca mi perfil, pero es algo que ya no tiene remedio, me tomaré un buen tiempo leyendome los perfiles de la tripulación que tenemos. Ante todo, hay que conocerse, pues durante las próximas semanas van a ser las únicas personas que veamos. Le devuelvo el saludo marcial y miro al resto del equipo.

-Personalmente me gustaría hacer el tour por la nave, ya tendré tiempo de descansar más adelante, y la verdad, se me ocurren pocas preguntas que hacer ahora, pero si que me gustaría, si fuera posible, ver los perfiles del personal de a bordo y la ficha técnica de la Inconnu. Quizá podamos ayudar a desentrañar los misterios de la nave, al menos no perderemos nada por intentarlo. Supongo que surgirán preguntas a lo largo del tour.

Sonrío esperando las decisiones del resto de mis compañeros. EEstoy ansioso por empezar, el olor a clorofila que hay en la nave no me disgusta para nada, aunque sí que es cierto que comparto la preocupación de la capitana por el riesgo de incidentes, sería una buena idea poder descubrir tanto el origen como el 100% de la funcionalidad de la nave, confío en nuestra quariana, pero es una persona muy callada.

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14/08/2014, 09:19
Caemmi'Raenar vas Taelarm

Desde que puso una bota en la nave, Caemmi cambió a pasos de gigante. Todo en aquel navío parecía atraer su atención, como si estuviese absolutamente rodeada de polillas hipnóticas. Su comunicación no verbal se aceleró, centrándose hacia los elementos de la nave en detrimento de los humanos. Estaba claro que la Ingeniera, de tener que elegir, preferiría quedarse con la nave a con los diez miembros de la tripulación más hormonalmente compatibles con ella.

Sin exagerar, podría decirse que la palabra más adecuada para definir el estado de la Quariana era "enamorada". Aunque no estuviese viva, la nave era para ella un sueño. Se comportaba como una niña en una tienda de dulces. Y su plato fuerte era grageas de todos los sabores, producido por una marca nueva en el mercado. Una explosión de día cero, como se diría en el lenguaje de los virus informáticos.

¿Entretenida?— respondió al darse cuenta de que el organismo biológico humano de su equipo, Connor Marshal, le había dirigido la palabra. Había un deje de entusiasmo e ironía en su voz—. Mi plan hasta que has hablado era secuestrar la nave y hacerme pirata por el resto de mis días— respondió, cómica y bromista, pero con un cierto aire soñador bastante preocupante—. Gracias, tu idea ayudará a que no me arranquen el casco y la cabeza.

Levantó el pulgar al humano, a falta de poder mostrar aprobación con el resto, y siguió observando la nave. Sólo salió de su ensueño al ver a la nueva Turiana mucho más de cerca. No recordaba haberse acercado, pero sí que había andado junto a sus compañeros por mera inercia, mecánicamente, sin darse cuenta de que sus pies se desplazaban. Desde luego, su cabeza estaba en la "auténtica pasada de lucecitas" de Elvos y el "terminase siendo su nave" de Elora. La admiración de Kerius el Turiano se convirtió en parte de la banda sonora de fondo. Con redobles y tambores.

Tenía que reconocer que le había caído bien la Turiana. No sólo le gustaba su actitud y su personalidad, sino, aunque fuese algo superficial, sus medallas y su rostro. El hecho de que demostrase ser una biótica, y de aquella forma inesperada por todos para más señas, sólo la hizo ganar más puntos. Pero ni eso bastó para que, cuando volvieron a avanzar por la nave, la Ingeniera volviese a sumirse en un letargo muy, muy profundo donde sólo existía la nave. De fondo podía escuchar el murmullo lejano, como los filtros de aire de casa o la brisa del océano. Eran las voces de algunos miembros de la tripulación, mostrando su dedicación e interés por aquella empresa.

Y cuando pensaba que ya nada podría sorprenderlo, la señorita Raenar se dobló brevemente por la cintura, recuperando rápidamente la compostura. Dentro del traje, apoyada sobre una pared, la mujer luchaba ferozmente para evitar estallar en carcajadas sonoras — y con un eco metálico gracias al traje —. Ver a la Turiana y la Asari de la tripulación hablar de forma intercalada era delicioso. Como una obra de teatro histórica. Sus personajes estaban perfilados, eran diversos, la ambientación era buena y los diálogos no sólo eran ricos sino bien contextualizados y secuenciados.

Estaba claro que no se aburriría en aquella nave. Aunque no tuviese varias vidas de trabajo por delante sólo con el aspecto técnico, a nivel humano y social ya sólo aquellas dos mujeres daban que trabajar. Por un lado, la firme pero temerosa Capitana Biótica, que seguramente con un par de copas encima y lejos de una nave desconocida de la que era responsable sería muy distinta. Lo cual no evitaba que Caemmi quisiera verla "rematar imbéciles en la enfermería".

Y luego teníamos a la histriónica, juvenil, ilusionada y soñadora Asari. Una princesita efusiva y sin malicia.

Caemmi'Raenar vas Taelarm— dijo la Ingeniera al final, separándose de la pared para avanzar hacia la Asari. Su voz era arrogante, firme, ególatra—, y soy...— se encogió de brazos, cambiando su voz drásticamente— la Ingeniera— saltarina y juguetona—. A mí con darme un lugar qué usar de taller y un plano de la casa— importante el último detalle— de esta maravilla, me haces la mujer más feliz del mundo— breve pausa—. Y mi habitación. Como mujer-ingeniera-quariana, necesito mi espacio.

De forma poco sutil, mientras tanto, Raenar se fue acercando a la Asari hasta colocarse a su lado, mirando fijamente a la pantalla 3D como si fuese un extraño cruce entre su hijo perdido y alguien con los órganos del cuerpo del revés. Definitivamente, aquella pantalla 3D era como reencontrarse con su hijo y darse cuenta de que, por dentro, estaba al revés.

Pero me amoldo— dijo al fin—. Ahora mismo podríais quitarme el traje y ver cómo muero de diez enfermedades distintas. Yo...

Hizo un gesto extraño con la mano, como si apretase tuercas rítmicamente con una llave inglesa.

Gracias, especialista Jarev— terminó por escupir—. A mí me preocupa más cómo se comporte la capitana y el resto de la tripulación— miró descaradamente, pero con comicidad y descaro amigable en su voz— en estado de embriaguez que la programación e infraestructura de esta maravilla.

Acarició la mesa. Como si fuese su gato. Un gato muy valioso.

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14/08/2014, 20:46
Kerius Caelian

Kerius observaba a la turiana de arriba a abajo, mientras se acercaban. Su figura era muy imponente y su rostro evidenciaba, al menos para él, la famosa disciplina turiana, transmitida de generación en generación durante el entrenamiento militar de Palaven. Un rostro serio, alejado de cualquier emoción y en constante tensión. Junto a esta primera impresión, el turiano no pudo evitar fijarse en las condecoraciones de la mujer, galardones que ya había visto tiempo atrás, cuando se había estando formando militarmente en su planeta natal.

"Creo que ya sé quien está al mando de todo esto" En efecto, aquella mujer turiana no era una simple militar más. Sus medallas le otorgaban la categoría de heroína de guerra. Aunque no sabía  en cuántas batallas había participado la Capitana Sancrinus, el mero hecho de haber conseguido tal rango ya era motivo suficiente de respeto. Y así quiso transmitirlo Kerius, quien respondió al saludo militar de la misma forma que la turiana.

- El honor es nuestro, Capitana.- para el turiano que Caelia formara parte de la tripulación era todo un privilegio. Ya había aprendido muchos conocimientos en la nave Me'ethis junto al comandante Vyrdros y seguramente ahora ampliaría todo su saber, gracias a la experiencia de la turiana. Era genial- Soy Ke…

No pudo terminar la frase. Un fallo técnico estuvo a punto de saldarse con la muerte de dos operarios, de no ser por la rápida actuación de Caelia quien demostró su habilidad como biótica. Uno de los operarios recuperó el conocimiento y ayudó a su compañero inconsciente, mientras la Capitana les brindaba algo de tiempo. Para acabar con su actuación, la turiana expresó sus quejas con la ira turiana en todo su esplendor.

Y Kerius no podía dejar de sentir admiración por lo que acababa de hacer. Pese haberse dirigido al grupo de cinco seleccionados, seguía controlando el lugar. Estaba siendo omnipresente, tal y como cualquier turiano de alto rango debe actuar.

Tras eso y unas breves disculpas, guió al grupo hasta el interior de la nave. El turiano decidió que más tarde se presentaría como es debido, en pie seguía el misterio de la nave y sus pasillos. Una vez dentro, cualquier miembro de la tripulación que se cruzase con los futuros miembros del equipo alfa sentían respeto e incluso admiración. A Kerius le sorprendió eso último. Todavía no habían realizado ninguna operación o misión comprometida y ya sentían admiración por ellos. El turiano confiaba devolver tal confianza a base de éxitos.

A medida que avanzaban, Caelian escudriñaba todos los rincones de la nave con una simple mirada. El interior de la nave era tan extraño y luminoso que no podía parar de preguntarse a qué raza había construido semejante navío. Incluso el olor del oxigeno era diferente a otras naves. Antes de llegar al panel 3D, Kerius se paró durante unos segundos para observar su alrededor. Por momentos le parecía que aquella nave tenía vida propia.

Después regresó con el grupo para asistir a la presentación de Eanessa, una entusiasmada asari que no podía creerse lo que estaba viendo. Tras la marcha de la Capitana turiana, la teniente Jarev se ofreció para ayudar al grupo para lo que fuese. Esto último le hizo gracia. Alguien muy pícaro y con mucha labia le podría pedir un baile privado. Siempre había que tener cuidado con lo que se decía.

- Estoy con Connor. Me interesa también un tour por la nave, pero sobre todo quiero ver la sala de armas.- Aunque era seguro que bajo la dirección de la Capitana no había que hacer ningún arreglo.- Quisiera conocer de qué armas dispone la nave y si hay alguna forma de ampliar su eficiencia.- sin haberlas visto, Kerius ya estaba convencido de que podía mejorarlas o al menos intentarlo- Pero también estaré gustoso de poder visitar la nave al completo.

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15/08/2014, 07:28
Elvos T'Legos

La turiana nos saludó y se presentó, pero esa presentación no duró mucho a causa de que casi ocurre un accidente y un par de operarios casi pierden la vida, y de no ser por la Caelia, la habrían perdido. La mujer proyectó su poder biótico, y el contenedor dejó de caer, lo que le dio tiempo a uno de los operarios a poner a salvo al otro.

Había algo extraño en su biótica, pero no le di mucha importancia, puesto que los había salvado. Me maldije interiormente por no haber sido capaz de reaccionar a tiempo como la capitana, pero por suerte la situación se había salvado sin víctimas. Este asunto hizo que mi respeto por la capitana Caelia aumentase un poco más. Con el tiempo le preguntaría a cerca de su poder…

Tras eso nos llevó por la nave. El olor del aire me recordó a mi infancia en Thessia en los jardines de la academia. El recuerdo me hizo sonreír y pensar que esta nave seria verdaderamente como un hogar para mí. Mientras, los operarios, de diversas razas como prometió la Dalatrassa, nos veían para, y algunos con admiración. No entendía demasiado bien lo que ocurría, Ya era normal que a mí me mirasen con adoración cuando paseaba, pero no debería tener nada que ver con la nave o la misión. Tal vez habían escuchado historias demasiado exageradas. La quariana parecía una niña pequeña con juguetes nuevos mientras caminábamos pro la nave. Me hacia sonreír.

Llegamos a una sala con unos controles en los que trabajaba una Asari. Bastante bonita, por cierto. Y aunque la Asari era atractiva lo que me llamó la atención era el complejo panel holográfico en 3D en el que trabajaba. Era una pieza de tecnología espectacular. No era que fuera una experta en tecnología, pero reconocía algo extraño y de calidad cuando lo veía.

La turiana la presentó como la Especialista Jarev, le dio órdenes y se disculpó pues quería ir a la enfermería a cantarle las cuarenta a los operarios del accidente.

La especialista resultó ser una persona llena de energía, curiosidad y entusiasmo. Decía que había oído maravillas de nosotros. No sé del resto, pero por mi parte quería averiguar que maravillas había oído. En privado.

Connor aceptó la ruta turística por la nave, Caemmi ya quería ver su camarote., y el turiano, raros como son ellos, le interesaban las armas de la nave, Había muchas maneras de vencer a un enemigo sin tener que exterminarlo con el arma más grande que tenías, y algún día se lo enseñaría.

- Me parece bien dar un paseo por la nave, Eanessa. – Le dije con una sonrisa. -  Y más tarde quiero que me cuentes que clase de maravillas has oído de mí. 

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15/08/2014, 19:50
Elora N'wani

Elora no se sorprendió por la reacción biótica más que nada porque estaba tan acostumbrada a la biótica como a respirar.

Lo que si le pareció más notable fue que la dueña en cuestión de los susodichos poderes fuese turiana; casi no había turianos con talento para la biótica. Simplemente no era común, Caelia debía evocarla mediante emociones muy fuertes o sentimientos intensos, como la ira o el miedo. Pero aunque instintiva estaba entrenada.

En el interior de la nave empezó a preguntarse si se habían pasado con los ambientadores pero al final resultó que era el propio Inconnu el que olía a clorofila. Una de dos: o había estado demasiado tiempo en aquella luna selvática o estaba construida con materiales artísticamente exóticos. En cualquier caso lo prefería al ambiente estéril de una nave común.

«Ahora esperemos que no nos confundan con invasores alienígenas si nos da por visitar algún planeta y nos reciban a base de torretas antiaéreas»

Contuvo una risita aunque se le escurrió la sonrisa cuando Caemmi se puso a hacer la parodia con el gesto de la llave inglesa. Era evidente que la entusiasmaba la nave.

—Calibraciones—alzó un índice filosóficamente como quien apunta un detalle cuando oyó a Kerius hablar de mejorar las armas—. La clave son las calibraciones...

Carraspeó. Tenía la sensación de haber escuchado eso en alguna parte pero no recordaba en aquel momento dónde así que tragó saliva cómicamente.

Eh... en fin, no seré yo la disidente—añadió encogiéndose de hombros—. El tour nos vendrá bien a todos para familiarizarnos un poco con dónde está cada cosa. Y saber dónde está el camarote de cada uno.

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16/08/2014, 02:21
Eanessa Jarev

- ¡Esta nave es una caja de misterios!, espero que les guste tanto como a mí, aunque... en ocasiones tanto secretismo me pone la piel de gallina. Pero que no lo sepa la Capitana, no soporta la cobardía.

Tenemos varias habitaciones individuales preparadas, espero que les gusten, respecto a lo del taller y los planos mejor preguntarle al ingeniero jefe cuando lo veamos. Pero las armas, eso es, como decirlo, un poco más complicado, mejor consultarlo a Caelia. -

Eanessa bajó el tono de voz y se inclino hacia adelante, quizás pretendiera que solo el grupo pudiera oírla, pero cualquiera que estuviera mirando podía ver que estaba cuchicheando secretos.

- Los cañones del Inconnu solo se probaron una vez, la nave que se uso como diana tenía todos los escudos cargados y casi 3 metros de blindaje. Fue un desastre, la tripulación tuvo que evacuar por los boquetes de la prueba, y menos mal que no hubo que lamentar heridos. -

Con un vistazo rápido a derecha e izquierda la asari se dio por satisfecha, volvió a estar erguida y recupero su tono de voz habitual.

- Siganme por favor, empecemos por el puente de navegación, pregúntenme cualquier cosa, ¡no se queden con dudas!  -

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16/08/2014, 02:34
Director

La asari los condujo por el puente entusiasmada, señalando absolutamente todo, incluso lo más obvio. Algunos tripulantes miraron curiosos pero volvieron rápido al trabajo, otros cuchichearon palabras de admiración en su mayoría. Casi todos estaban centrados en las computadoras del Inconnu, esforzándose por comprender la información que la nave procesaba y emitía, muchos usaban una plataforma de traducción simultánea, pero no parecía lo bastante rápida para interpretar el flujo de información de la nave.

El puente de mando se estrechaba paulatinamente y por su diseño el blindaje en ese punto estaba muy reforzado, el ingeniero que diseñase la nave debía valorar mucho la integridad del piloto. La cristalera era transparente pero mostraba bastante información como si fuera una pantalla táctil.

Un enorme asiento presidía justo el centro, el respaldo estaba plagado de sensores totalmente desconocidos, no seguían patrón lógico establecido y los materiales no parecían tampoco conocidos. Era lo bastante grande para ocultar por completo al piloto, pero por la forma de la base debía ser abatible y con capacidad de girar 360 grados.

Donde debería haber paneles de control de sensores, altitud, encendido, etc en su lugar solo había metal y cristal, por el momento inerte. Cómo se pilotará la nave era un misterio.