Partida Rol por web

Mass Effect: Shadows of War

El Inconnu - 8

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21/05/2015, 13:33
Director

La dotación de la Osiris estaba a salvo abordo del Inconnu, aunque era evidente que la nave no estaba diseñada para albergar semejante número de tripulantes, simplemente no había los camarotes suficientes, ni siquiera contaban con las bastantes camas para el tratamiento de los posibles heridos.

En la lejanía se podía observar al carguero de escape en piloto automático, la dañada nave volaba directa a un enorme gigante gaseoso que no tardo en atraparla en su campo de gravedad. Poco a poco fue descendiendo hasta acercarse a la atmósfera y finalmente desapareció para siempre en las entrañas del planeta.

Quedó demostrado que la tripulación de la nave estaba constituida no solo por la élite, sino por gente compasiva con sus semejantes. Varios tripulantes cedieron sus camarotes a los maltrechos científicos y personal de la Osiris, otros tomaron turnos para ayudar a un solitario doctor Hanfman a tratar con semejante número de pacientes, el veterano médico no durmió prácticamente nada en los dos días de viaje por el relé. Se aseguró personalmente de atender hasta el último tripulante de la machacada dotación científica.

El doctor fue incluso un paso más allá, no quedó claro como fue capaz de hacerlo, pero logró dejar el cadáver de Caemmi en un estado más "presentable" antes de sellarla en un enorme ataud de metal aislante que posteriormente sería enviado en una lanzadera a la flotilla errante quariana.

Al salir del relé de masa la fragata médica los esperaba pacientemente. El personal especializado de emergencias fue trasladando a los heridos y tomando el cargo de la tripulación rescatada, ya en una nave con los medios y espacio suficiente para albergar muchísima más tripulación. Todo tripulante de la Osiris agradeció personalmente el temerario valor del grupo de operaciones especiales, habían sido los ángeles que a última hora con toda esperanza perdida los habían rescatado del mismísimo infierno.

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21/05/2015, 13:50
Doctor Wilhem Hanfman

Kerius con ayuda de Elora había sido llevado directo a la enfermería. La asari se habría quedado pero había muchos más que necesitaban ayuda. Tras una cálida despedida el turiano se despojó de su traje de combate y se recostó en una de las camas hasta que el misterioso médico y sus sempiternos drones médicos hicieron acto de presencia.

Fueron estos pequeños drones los que revolotearon alrededor del herido cuerpo del turiano, enviando una imagen de gran calidad a las pantallas del doctor para que este pudiera evaluar las lesiones que se podía haber producido.

- Tiene un pellejo extraordinariamente duro señor Caelian, un calibre ciento noventa y cinco podría matar una fauce trilladora de un solo disparo. En su caso solo le ha vapuleado los huesos y algún derrame interno en vasos periféricos, nada grave. -

Aun entumecido apenas notó el pinchazo del médico en uno de sus brazos. Pero si notó el calor de algún tipo de líquido y como todo el dolor restante desaparecía por completo. Luego el doctor dejó un bote de pastillas con su correspondiente certificado médico militar en la mesilla del turiano.

- Le he puesto un calmante que le permitirá descansar sin dolores, tome al día un par de estas pastillas durante una semana para ayudar a su esqueleto a reparar el daño. Pero sobretodo nada de emociones fuertes durante ese tiempo.

Se que ha ocurrido allí abajo, señor Caelian... me consta que es un veterano y que por desgracia ya habrá pasado por esa situación, así que me ahorraré comparar experiencias que sin duda ambos hemos pasado. No puedo responderle a la pregunta de por qué usted si y su compañera no porque simplemente nunca hay respuesta. En la guerra si me permite el símil cuando desgraciadamente llega la hora no hay nada que podamos hacer.

No es un consuelo, pero desconocíamos que disponían de un vehículo de asalto pesado y aun más que supieran manejarlo. Le doy mi palabra como médico que su compañera no sufrió nada y aunque usted se hubiera puesto en medio nada habría cambiado, solo que hubiera habido el doble de bajas.

Han salvado a muchos inocentes de morir olvidados a manos de un terrorista, esclavista, asesino, violador y bastantes más calificativos que se merece. Intente aferrarse a ese pensamiento. Le hará más fácil el duelo. -

A pesar de los fármacos haciendo efecto Kerius podía permitirse un momento de lucidez. Tratándose un médico de combate con tantos años de experiencia y esa hoja de servicio quedaba claro que ese hombre habría visto morir y muchos en sus propias manos a varios soldados y compañeros sin poder hacer nada por evitar su partida hacia el destino final. Recordaba unas duras palabras de su instructor, uno no podía permitirse encariñarse con ningún compañero.

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21/05/2015, 14:45
Director

La misma noche que volvieron al Inconnu Elvos recibió la visita del agente doble que les había ayudado a lo largo de la operación en la feria de la luna negra. En esta ocasión había cambiado el traje de combate y la máscara por meras ropas civiles que le debían haber cedido de las reservas de la nave.

Tenía ascendencia oriental, lo probaba el cabello negro, ojos negros y rasgados. El cuerpo estaba bien esculpido, la asari conocía bien los músculos de alguien con solo mirarlos, sabía las diferencias entre los engordados de gimnasio a los que realmente se ganaban la vida con ellos, como era el caso de ambos. Estaba dotado de cierto atractivo y un aire de misterio, bastante normal dadas las circunstancias en las que había crecido.

Se saltaron los preliminares, ninguno parecía el del tipo que realmente los necesitara. En la mayoría de sus escarceos Elvos tenía el mismo problema, ella era un atleta consumada y su resistencia casi siempre superaba a la de su pareja, en esta ocasión la balanza parecía haber sido bien equilibrada.

Los dos tenían el perfil dominante, a ninguno le gustaba dejarse llevar por el otro, pronto estaban en la cama, como en el suelo, contra una pared, en la mesa, poco importaba. Devoraban al otro con ansia sin dar importancia al resto. Ninguno cedía el más mínimo centímetro ante el otro.

Al final ha medida que pasaban los minutos aprendieron a disfrutar el uno del otro mientras continuaban con su lucha particular. Tras dos largas horas y una cama casi destrozada el encuentro se podía saldar con un empate. La asari tenía mucha más experiencia, pero había encontrado un adversario con su mismo perfil de resistencia o aunque le costase admitirlo en términos de aguante físico parecía superarla.

Cuando el hombre se vistió Elvos se percató bien de un detalle que había podido notar mientras lo hacían, tenía la espalda totalmente tapizada por cicatrices, la asari perdió la cuenta mientras trazaba cada una con sus dedos. ¿Quizás veinte? Probablemente muchas más, algunas eran muy antiguas, de una edad temprana, otras algo más recientes. Aquel hombre había crecido con eso, si había soportado semejante castigo ahora comprendía que estuviera dotado de semejante resistencia y por otra parte no podía evitar compadecerse, muchos de esas heridas, esos latigazos debieron hacérselo de niño.

No le extrañaba en absoluto que hubiera desertado de aquel lugar.

Se despidieron con un violento entrechocar de sus lenguas. Tocaba darse una ducha, descansar y ver en que se podía ayudar en el Inconnu, pues la nave ahora parecía una nave médica en lugar de un navío de combate.

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21/05/2015, 15:17
Caelia Sancrinus

El Inconnu se había convertido en un hospital de campaña durante unos breves días. Por fortuna una vez derivada la tripulación de la Osiris a una nave más preparada para esos fines se podría volver a la "normalidad" en la singular nave, si es que había algo normal en aquel misterio alienígena.

Cuando se termino el acoplamiento la fragata médica se despidió y saltó en el relé de masa hacia algún planeta bien dotado de instalaciones médicas. El Inconnu quedo flotando en el espacio esperando su siguiente destino.

La capitana Sancrinus ordeno recoger todo y devolver la nave a su estado de combate, así durante unas pocas horas todos los camastros, y demás instrumentos médicos fueron retirados y almacenados donde correspondían, el doctor Hanfman finalmente podía permitirse una larga siesta que había eludido durante varios días.

- Al habla la Capitana Sancrinus, tripulación del Inconnu pongan rumbo a Sanvese inicien secuencia de lanzamiento en el relé. Grupo Alfa reúnanse en la sala de comunicaciones. Cualquier acceso a la enfermería queda anulado salvo extrema emergencia. -
 

Notas de juego

Sanves se ubica en la Nebulosa de Atenea,  Sistema Ialessa es un mundo habitable colonizado por Asaris.
 

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23/05/2015, 16:15
Kerius Caelian
Sólo para el director

Mientras Elora le ayudaba a ir a la enfermería, Kerius perdió la noción del tiempo y el espacio. Ya no era el dolor por haber perdido a una compañera, se notaba muy cansado y dolorido. No todos los días se sobrevivía a un disparo de un vehículo turiano de asalto, el equivalente a un tanque humano, pero mucho más potente.

Agradeció la ayuda la asari, quien no le había perdido de vista desde que había volado por los aires. Le dirigió una sonrisa cálida y sincera, no quería preocuparla más de lo que ya estaba ella. Aunque le hubiese gustado que se quedara, Elora debía ayudar en otra parte. Se despidieron, algo que sentó bien al turiano.

Observó la marcha de su compañera asari y no pudo evitar fijarse en la esbelta figura de Elora, la totalidad de su cuerpo, sus movimientos, hasta que desapareció por el pasillo. Sin duda, las asari tenían una belleza muy peculiar.

El doctor Hanfman apareció con la habitual serenidad que le caracterizaba. Su rostro le parecía a Kerius un enigma, en su mirada había como una especie de brillo, un misterio  que envolvía al doctor. ¿Quién era ese hombre en realidad?

Caelian permanecía en silencio y en calma mientras los droides escaneaban su cuerpo. Sus ojos paseaban por la consulta e irremediablemente la imagen de Caemmi tendida en el suelo apareció en su mente. Cerró los ojos, al mismo tiempo que Wilhelm le inyectaba una especie de suero que hizo desaparecer el dolor con increíble rapidez.

A su vez escuchó el diagnóstico del doctor y las palabras que vinieron a continuación. Todo ello mostrando el rostro de la forma más serena que le era posible.

- Supongo que nunca estaremos lo suficientemente preparados para lo inesperado. No, no es la primera vez que me sucede, ya he vivido en varias ocasiones algo parecido…

Y aún así, sigue sorprendiéndote. Aunque creas tenerlo todo bajo control, aunque te ciñas completamente al plan, siempre está el elemento inesperado que lo puede cambiar todo. En cuestiones de segundos, todo se va al garete, sin posibilidad de reaccionar. Rabia e impotencia, entremezclados.

Kerius agachó la cabeza.

- Ahora ella ha caído en combate y yo no puedo devolverle el favor. Sigo vivo gracias a su labor, por lo que hizo, se sacrificó para salvarme. ¿Cómo puedo devolverselo? Sólo me queda seguir luchando… como he hecho siempre.

Caelian suspiró. Sentía su cuerpo más ligero. El calmante le estaba haciendo efecto y no veía el momento de regresar a la cama para descansar.

- Sin embargo, haré caso a su consejo. Hemos salvado vidas de un destino horrible, como grupo hemos cumplido con nuestra misión y nuestro cometido. Esto es algo que no podemos olvidar. Nuestra lucha todavía sigue.- El turiano paró para echar un vistazo a su cuerpo y luego prosiguió, cambiando de tema. Necesitaba pensar en otra cosa.- Es curioso, desde que me uní a este grupo, tengo la sensación de que el universo o quien sea tiene deseos de que tenga cicatrices. Primero los disparos, luego misiles y ahora cañonazos. Lo que no me mate me hará más fuerte.

Espero estar recuperado para la próxima misión. Gracias por el tratamiento doctor y también por la charla.

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23/05/2015, 16:18
Kerius Caelian

Los días pasaron y el murmullo de los heridos desapareció, en el instante que fueron trasladados a la nave médica. Después de pasar por la enfermería, Kerius regresó a su camarote para reposar y recuperarse de las heridas. No se separó de las pastillas ni un instante, quería estar totalmente recuperado para la próxima misión, fuese cual fuese.

Su cuerpo agradeció las horas de sueño, tiempo en el que el turiano durmió del tirón. Ningún amargo recuerdo le fastidió durante su cabezada. Poco a poco, Caelian iba recobrando las fuerzas mientras el dolor descendía. Aunque no le gustaba demasiado la inactividad, aquel descanso le sentó bien.

Se encontraba recostado en la cama de su camarote cuando volvió a escuchar la voz de la capitana Sancrinus. Sería la primera vez que se verían desde la misión de rescate. Era la hora de volver al trabajo.

Kerius se levantó con lentitud y se enfundó su traje. Le reconfortó no notar apenas dolor. Una vez estuvo preparado, se dirigió a la sala de comunicaciones con tranquilidad.

- Capitana.- dijo mientras saludaba formalmente. Después tomó asiento a la espera de sus compañeros.

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24/05/2015, 08:21
Elvos T'Legos

Poco despues de llegar a bordo de la Inconnu, Elvos se metió en su camarote. Al poco empezaron a escucharse golpes, gritos y gemidos dentro, como si hubiese una pelea o una gran sesión de sexo salvaje. Y un par de horas despues salió de ahi el ex-asesino del Látigo. 

Después de una ducha y un sueño reparador, Elvos se fue a la enfermeria para echar una mano en lo que pudiese a Hanfman. Aunque no estaba demasiado entrenada en aspectos médicos si que podia obedecer ordenes y llevar cosas de un lado para otro. 

Una vez acabó aquella pesadilla médica, todo volvió a la normalidad. 

Se presentó de inmediato ante la capitana vestida ropa cómoda, es decir, ligera y reveladora. 

- Buenos dias, o tardes... Capitana, Keirus... - Dijo el vos al llegar y tomar asiento. Se la veia cansada, después de su jornada en la enfermería. Habia ido haciendo turnos con otros tripulantes para poder dormir algo, pero aún asi no habia podido descansar demasiado. 

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24/05/2015, 13:34
Elora N'wani

Elora no era lo que se dice una enfermera graduada pero había intentado ayudar en lo que había podido aunque fuera mezclando determinado medicamento, trayendo determinado paquete de vendas o más que fuera hablando con los científicos para que se calmaran.

Una vez todos se hubieron puesto a salvo en una nave especialmente dotada para transportar pacientes, pudo al fin retirarse a su camarote a descansar. No había sido una misión limpia, la victoria sabía a cenizas, revivir acontecimientos que marcan la vida de alguien jamás es algo agradable pero se esforzó en sacar consuelo de que habían evitado que un buen montón de vidas inocentes terminasen bajo el yugo de un esclavista que les habría obligado a saber la diosa qué.

Cuando escuchó la llamada arqueó una ceja, Sanvese, aquello era un mundo asari. No tenía la menor idea de qué clase de misión podía esperarles allí pero sólo había un modo de averiguarlo de modo que se dirigió a la sala de comunicaciones.

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24/05/2015, 13:45
Connor Marshall

Fueron días bastante duros, todo estaba desbordado y aun así nadie se quejaba gratuitamente, y era algo que agradecer. No dudé en ofrecer mi camarote a algún miembro de la dotación para que descansase o para que alguno de los rescatados pudiera descansar y reponerse mientras esperaba su turno en la enfermería. Cuando necesitaba descansar me retiraba a algún lugar tranquilo, perdido de la nave en el que poder reposar la cabeza y estirar las piernas. Me daba igual que fuera la sala de máquinas, la armería o alguna sala de babor o estribor de la nave que me asegurara unos minutos de silencio. La verdad que estaba pasando un luto.
Y era extraño, porque apenas conocía a la Quariana en absoluto, tampoco era una mujer de muchas palabras, pero era una compañera y había estado ahí cuando se la había necesitado. La había fallado, no sabría decir en qué, pero era el sentimiento que invadía mi cuerpo.
La marcha de la dotación de la Osiris no hizo que tuviera una tregua, pero la llamada de la capitana me relajó pensando en la promesa de una nueva misión. Entré en la sala con un movimiento de cabeza, sin afeitar y despeinado, tomé asiento y esperé a las nuevas instrucciones.

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26/05/2015, 13:46
Caelia Sancrinus

Una vez todos los integrantes tomaron asientos la Capitana realizó un leve gesto a los centinelas para que se retiraran. Solía ser un proceso habitual, en demasiadas ocasiones la información que se discutía en la sala era extremadamente confidencial.

Caelia escrutó a todos los presentes con su sempiterno rostro severo, hasta que su atención volvió a recaer en su monitor de datos.

- Han sido unos días muy duros, no se descuiden a ustedes mismos y por supuesto buen trabajo, esta operación encubierta pasará a la historia.

Se han agotado buena parte de los suministros que teníamos abordo tras el viaje por el relé, nos reaprovisionaremos en Sanves durante una semana de permiso por instancias de la Dalatrassa, la cual ha solicitado que me reúna con ella en el planeta para discutir varios pormenores del Inconnu.

Les voy a confiar información confidencial. Apelo a su buen juicio de que no compartirán con nadie más lo que voy a narrarles, esta operación de rescate aunque catalogada de éxito tiene una complicación inesperada para la cual no hay personal preparado.

Indudablemente los científicos de la Osiris tienen familia y amigos, aunque en la Ciudadela se les va a instar, rogar, suplicar o incluso coaccionar de que mantengan en el más absoluto secreto su secuestro, al final, más tarde o más temprano relatarán su experiencia a otros seres queridos, es algo inevitable.

Dudo mucho que vayan a creerse que un grupo mercenario independiente los rescatará, para luego trasladarlos sin más a una fragata médica de la armada asari. Tras su breve estancia en el Inconnu se percatarían de sobra que se trata de una nave militar con personal cualificado, sin entrar ya en consideración los rasgos únicos de este enigma de metal. -

Caelia tomó unos segundos de respiró mientras examinaba su alrededor, todo lo que componía el Inconnu contribuía a reforzar sus palabras de enigma metálico. La nave parecía de otro tiempo, historia o una imaginación muy por encima de las actuales.

- La única manera de que un secreto permanezca desconocido es no transmitirlo nunca.

Mientras esta información no salga del espacio del consejo no debería haber problemas mayores, pero si llega a oídos indebidos que una nave militar se aventuró clandestinamente en espacio de la Hegemonía batariana las consecuencias en las delicadas relaciones del consejo con los batarianos pueden deteriorarse peligrosamente.

Por mi experiencia como militar... la raza batariana es una causa perdida. Sin embargo no soy una diplomática, deseo creer que el consejo sabe lo que hace tratando con ellos.

¿Alguna pregunta antes de continuar con el siguiente punto? -

 

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26/05/2015, 19:44
Elvos T'Legos

Me mantuve en silencio. Entendia el peligro que suponia que los cientificos de la Osiris hablasen de más. Tambien miré alrededor cuando lo hizo la capitana. Me encantaria descubrir los secretos de la nave, pero no creia que pudiera hacerlo asi como así, pues no tenia demasiados conocimientos técnicos. Esperaba que poco a poco se fuesen revelando. 

Asentí cuando la capitana habló de los batarianos. Coincidia con ellla en lo de que eran una causa perdida. Negué con la cabeza ante su última pregunta. No tenia, y además no deseaba interrumpirla. 

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27/05/2015, 01:50
Connor Marshall

Asiento con la cabeza, con cara de preocupación, cuando se nos informa de lo que está ocurriendo y de la información clasificada. Aunque estoy de acuerdo sobre los batarianos, como para no estarlo...
Una pregunta recorre mi mente desde hace unos días. Me rasco la incipiente barba antes de empezar a hablar.
-Capitana, sé que no procede y que quizá no tenga respuesta pero... Me imagino que el cuerpo de Caemmi será llevado a la flota nómada con una explicación oficial en la que se ahorre todo lo ocurrido... Me gustaría despedirla como a una soldado de verdad y poner su nombre en algún lugar de la nave, no creo que la Inconnu sea nunca de dominio público, por lo tanto no creo que fuera necesario guardar anonimato alguno en el interior de estas paredes. Se que la conocíamos poco, pero luchó a nuestro lado, es lo mínimo que podemos hacer para honrar su memoria, desde mi punto de vista.
Termino de hablar y continuo casi acto seguido.
-Por lo demás, por mi, podemos continuar.

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27/05/2015, 23:11
Kerius Caelian

Kerius permaneció pensativo en la silla. Con la serenidad y calma que caracterizaba a los turianos, escuchó con atención todo lo que la Capitana Sancrinus . Sin duda, se encontraban ante una delicada situación. Aunque jurasen con la mano levantada, guardar silencio, ¿cuánto tiempo tardaría ese juramento a romperse? Siempre es tentador contar una experiencia cercana a la muerte y haber sobrevivido gracias a un grupo de élite.

Y eso conllevaba una consecuencia peligrosa. Si las cuerdas entre batarianos y el consejo se tensaban demasiado, los resultados podrían ser comprometidos. Podría suceder un ataque como venganza o algo mucho peor. El turiano confiaba en que esa consecuencia no se hiciese realidad.

Poco más había que decir: guardar silencio, mantener el secreto, algo que había estado haciendo desde que ingresó al grupo.

Guardó un respetuoso silencio cuando Connor propuso honrar la memoria de Caemmi. Asintió y esperó a que Caelia continuase.

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27/05/2015, 23:29
Elora N'wani

—No.

Elora no tenía ganas de extenderse en la respuesta, lo que había dicho la capitana se veía venir y no se le antojaba lo que se decía una vida ideal pero al menos era mejor que una vida de esclavitud. Vaya consuelo.

« .... »

No dijo nada más, sólo esperó a que la capitana continuase.

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29/05/2015, 02:39
Caelia Sancrinus

La capitana se tomó su tiempo en responder, era inevitable que con su rango no hubiera visto morir a muchos y puede que algunos bajo sus órdenes. Caemmi podía considerarse una baja aunque no obedeciera órdenes directas de Sancrinus. Tal vez la turiana buscaba una respuesta adecuada o valorase hasta que punto podía arriesgarse en compartir la información que conocía.

- Desconozco la versión sobre la muerte que remitirán a los quarianos. Ese es el campo experto de la Dalatrassa, Raenar vas Taelarm será considera una heroína que murió contra esclavistas, pero muchos detalles serán alterados para evitar el conocimiento tanto del Inconnu como del grupo y consecuentemente una operación de rescate en territorio enemigo que podría desembocar en una guerra.

Es lamentablemente la primera baja en la tripulación de la nave, para algunos tripulantes un mal augurio, para otros algo inevitable en la carrera militar, en cualquier caso en el pasillo principal de acceso hay un mural de plata aleada. Si desea colocar una chapa para recordarla y dedicar unas palabras es totalmente libre de hacerlo. La tripulación sabrá de sus nobles intenciones, pero exceptuándome a mi ningún miembro tiene la obligación de asistir.

Zanjado el asunto pasemos al tema principal de esta reunión.

En algún mundo de la Alianza de Sistemas ha ocurrido un incidente que se ha cobrado las vidas de toda la población civil del planeta. No dispongo de los detalles y la información no está descendiendo por las cadenas de mando apropiadas, especialistas militares de la Alianza han llevado toda la investigación y al parecer los resultados obtenidos no son en absoluto tranquilizadores, lo más perturbador es la rapidez con la que se ha informado a gobiernos de otras especies, concretamente las representadas en el consejo. Fuera cual fuera el incidente ha dejado en alerta a la plana mayor de cada gobierno. -

Caelia ceso su relato para interesarse en algún tipo de información que su terminal privado le ofrecía, los datos que manejaba la turiana no parecían ser en absoluto de su agrado, hasta el punto que con una visible mueca de desprecio apagó su monitor antes de continuar.

- Ahora mismo la preocupación más inmediata es que el suceso tiene mucho riesgo de repetirse y no habló de en el espacio de la Alianza, los analistas han manejado y cotejado cientos de datos y muchos mundos periféricos pueden correr la misma suerte, la desinformación y los burócratas están evitando preparar una respuesta como es debida, ante esta situación y dado lo letal que ha sido en su primera aparición la Dalatrassa ha decido enviar al Inconnu a evitar que el hecho se repita.

Espera que la nave pueda triunfar donde las defensas planetarias y la dotación de seguridad no pudo. En cualquier caso necesitamos esa semana de tiempo para reaprovisionar la nave, obtener más información e incorporar o reemplazar al personal pertinente.

Si cualquier tipo de información adicional llega al Inconnu daré orden que se reenvíe a sus omniherramientas, sea lo que sea encuentre en esos datos limítense a comentarlo solo entre ustedes.

En caso de no tener dudas están oficialmente de permiso, pueden retirarse. -

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30/05/2015, 17:09
Elora N'wani

Elora sintió un incómodo sudor frío recorrerle la espalda cuando la capitana mencionó aquel incidente tan peculiar que se había cobbrado las vidas de toda la población civil del planeta.

Ya había presenciado eso una vez. Y había sido aterrador.

«Calma. No saques conclusiones tan deprisa»

Necesitaba pensar con tranqulidad primero, aunque sólo fuera por eliminar otras posibilidades. Pese a que no se le ocurriesen muchas; sólo conocía una cosa que enseguida asociase a semejante devastación planetaria pero la capitana no había mencionado ningún tipo de destrucción de modo que aún podían existir esas otras posibilidades.

Entendido—se oyó decir a si misma cuando la capitana les dio permiso para irse.

Se levantó de la silla y sin más despedida que un leve asentimiento de cabeza, dio media vuelta y se fue por el pasillo a paso ligero.

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31/05/2015, 02:24
Director

El permiso debía haber sido extendido a buena parte de la tripulación. Tras esos caóticos días en que la nave parecía más un hospital de batalla la mayor parte de los tripulantes del Inconnu habían sacrificado muchas horas de sueño y descanso por atender a los maltrechos científicos de la Osiris, una semana sabática era un pago justo por sus servicios.

A la asari no le extraño cruzarse con tan escasa tripulación mientras se dirigía al botánico. Lentamente el peculiar olor del oxígeno de la nave se volvía más intenso, hasta alcanzar su mayor cota al franquear el arco y contemplar el despliegue de las plantas que con tanto celo eran cuidadas por la doctora Dubois.

La bióloga debía estar disfrutando de un merecido descanso mientras los sistemas automáticos se encargaban de mantener la humedad apropiada, la correcta nutrición de las plantas además de la adecuada limpieza.

Durante el tiempo en que los científicos estuvieron en la nave el tigre había desaparecido. Bastante habían sufrido como para recibir un susto al contemplar un felino de proporciones tan exageradas. Pero en esta ocasión y con todo de vuelta a la "normalidad" el animal estaba una vez en la habitación que parecía ser su favorita. Una enorme manta le servía de cama, algún tripulante le había comprado un balón medicinal que el animal usaba como pelota, pero sus garras y colmillos metálicos la habían dejado casi destrozada.

El animal se percató de la presencia de Elora, quedó sentado sobre sus cuartos traseros mientras la contemplaba con ojos curiosos.

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01/06/2015, 12:23
Kerius Caelian

Una heroína que murió contra esclavistas y que salvó la vida de un turiano confiado en una victoria fácil. Evitó lo inevitable y gracias a su labor, Kerius estaba sentado en aquella silla. Sería muy deshonroso de su parte el no acudir a esa pequeña ceremonia conmemorativa. Se lo debía.

- Connor, yo también asistiré. Estoy contigo.

Fuese mal augurio o no, era la primera baja del grupo de operaciones alfa. Y Caelian rezaba para que fuese la única. Recordó las palabras del doctor Hanffman que se le quedaron grabadas en su mente: "cuando desgraciadamente llega la hora no hay nada que podamos hacer". En aquel momento, Kerius se prometió que haría todo lo posible para retrasar esa dichosa hora, fuese quien fuese el que estuviese en peligro.

La capitana Sancrinus prosiguió con las explicaciones y preparó el terreno para la que sería la próxima misión. El turiano se llevó la mano a la barbilla. ¿Qué clase de incidente habría ocurrido para que muriese toda una población civil?

Kerius pensó en el sistema de armas del Inconnu. Ojalá tuviese las herramientas necesarias para lograr desbloquear parte de la artillería que permanecía "dormida". Aunque las que estaban activas resultaban poderosas, necesitarían toda la potencia de fuego para salir victoriosos contra ese misterio al que se iban a enfrentar.

- Entendido, Capitana. Estaremos preparados.

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01/06/2015, 17:40
Elora N'wani
Sólo para el director

Elora sonrió y se acercó sólo para sentarse con las piernas cruzadas a su lado. No le apetecía estar de pie.

El animal había dicho que hablaría de más cosas una vez hubiesen liberado a los "hombres ciencia" de la Osiris pero la asari lo habría hecho de todos modos, además le gustaba la peculiar compañía del tigre.

Hola, Khan, ¿cómo estás?—lo saludó acariciándole un lado del lomo—. Siento no haber venido antes a verte, el rescate ha sido una auténtica odisea.

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01/06/2015, 23:30
Khan

Como muchos otros felinos el enorme animal estiró la cabeza olfateando con visible curiosidad a la asari. De algún modo parecía traer olores consigo que solo un olfato superior podía percibir con claridad.

El olfato no pareció traerle nada de interés, pero aun así en los ojos del animal se notaba una visible curiosidad. Tras ladear levemente la cabeza el tigre le pregunto.

- O..di...di...sea... ¿Qué ser eso? -