Partida Rol por web

La batalla estaba al fin ganada, sólo quedaba un enemigo, de modo que le lanzó otra cuchilla biótica para terminar de dar por zanjado el combate de una vez.

Los alienígenas sucumben al fuego máximo del grupo alfa, quedando reducidos a un plasma viscoso de olor repugnante que parece abrasar al contacto físico, pasan los segundos y no hay signos de refuerzos por partes de los hostiles.

El silencio vuelve a apoderarse del lugar y lo único que rompe esa tranquilidad sobrenatural son los ruidos de estática en las computadoras y los murmullos incomprensibles de Gavin.

Elora suspiró con una mezcla de alivio y tensión contenida. Canceló el aura biótica y sin comentar nada porque no había nada que comentar, todos tendrían seguramente pensamientos parecidos y ninguno sería tranqiulizador. Se aproximó a los restos de una de aquellas cosas... si es que se les podía considerar restos porque al morir se habían convertido en una especie de pasta de plasma o a saber la diosa qué.

—Gavin, ¿tienes alguna probeta de contención de sobra para recoger una muestra de esta porquería?—preguntó levantando ligeramente el labio superior en un gesto de asco—. Creo que en el Inconnu estarán más que encantados de analizarla...

Habían ido en busca de pistas sobre una misteriosa desaparición y habían encontrado más de lo que podían imaginar. Estaba claro que las extrañas criaturas contaban con muchas papeletas para tener algo que ver con lo que sea que hubiese ocurrido en el complejo, la grabación de video lo confirmaría. Sólo faltaba encontrar el inhibidor...

El pensar en el inhibidor automáticamente la hizo pensar en la tecnología de este, con lo quepor inercia se agachó a recoger uno de los extraños fusiles que habían empleado sus enemigos. No tenía ni idea de como funcionaba aquel cacharro pero daba lo mismo porque no tenía la menor intención de usarlo si no de llevarlo también para analizar.

Me levanté con energías renovadas gracias al medigel. Me acerqué a observar lo que quedaba de esos seres.

- Son inteligentes y están bien organizados. - Comenté mis pensamientos en voz alta casi sin darme cuenta. Luego me dirigí al resto. - Alguno de vosotros había visto antes a esta... raza? Tal vez rumores o algo así. No creo que una raza evolucionada como esta haya podido pasar desapercibida al Consejo de la Ciudadela, no?

Eliminado el último enemigo, el soldado turiano mantuvo la tensión durante unos minutos más hasta cerciorarse de que el peligro había pasado. Por suerte, ningún otro ser de los que habían abatido volvió a aparecer por la puerta.

Relajó los hombros y dejó escapar el aire contenido. Bajó el arma y se acercó a observar más de cerca lo que quedaba de ellos.

- No, es la primera vez que me enfrento a algo así.- respondió a la pregunta de Elvos.- ¿De qué parte del universo habréis salido vosotros?- Kerius se quedó observando el plasma de los enemigos y las armas en el suelo, extrañas por su forma e interesantes por las posibilidades en el campo de batalla.- Posiblemente fuera un pequeño escuadrón de una formación mayor, aunque no hay forma de saber si han llamado a los refuerzos, ni si esa hipotética formación sigue en la colonia. Si hay más y les gusta jugar desde las sombras, puede que ahora estén preparando alguna otra emboscada.- Después echó un vistazo al enjambre de insectos caídos.- Me intriga saber cuál es su función, quizá debamos coger también varias muestras de estos insectos, si es que se pueden llamar así.

¿A qué clase de enemigo se estaban enfrentando? ¿Habían sido esas cosas las responsables de la desaparición de toda una colonia? Kerius suspiró, luego miró a Galvin.

- ¿Alguna noticia sobre ese inhibidor?

Marnett había salido indenme del combate, no parecía que el salariano compartiera las crecientes dudas del grupo, simplemente volvía a limitarse a su metódico trabajo. En ese aspecto si compartía la analítica propia de su raza.

No disponía de una probeta de ensayo, pero tenia varios frascos preparados para contener materiales peligrosos, suficiente para llevarse el extraño plasma en que se habían convertido los alienígenas. Desprenderse de uno para el uso de la asari era una petición muy razonable.

Al igual que los demás no tenía respuestas para las preguntas más inmediatas, pero su omniherramienta había continuado el trabajo durante el combate y al parecer había algo de oro entre la paja que podía ser útil.

- Hay registrada una llamada a las fuerzas del orden locales, el denunciante afirmaba escuchar ruidos en el tejado de su vivienda. Los datos de posición ubican el piso a unas dos calles, la posición de la vivienda y la altura son apropiadas para labores de interferencia, el inhibidor podría estar allí situado. -

Elora se colgó el extraño rifle a la espalda y luego recogió algo de aquella especie de plasma orgánico en el que se habían convertido los misteriosos atacantes con el frasco que el salariano le facilitó. Frasco que guardó también.

—He pasado mucho tiempo estudiando civilizaciones de toda la galaxia y nada remotamente parecido—respondió a Elvos encogiéndose de hombros y negando con la cabeza a la vez. O el Consejo de la Ciudadela en efecto no había advertido a aquellas criaturas, o sabía cerrar muy bien el pico—. Pero lo que me preocupa es que esa cosa estaba usando biótica antigua. Y la biótica antigua es... bueno, eso. Algo relativamente extinto.

Carraspeó. Era un poco irónico habida la cuenta de que su Cuchilla era lo mismo pero esperaba que se pillase la idea. En ese momento el salariano aportó nuevos datos.

—Perfecto. Eres un genio, Gavin. Intenta recuperar eso y todolo que puedas de las cámaras—se rascó la cabeza y luego propuso:—. ¿Quizá debería quedarse alguien aquí con él y el resto ir a ver si realmente hemos encontrado el inhibidor? ¿Sugerencias?

«Me juego el tatuaje a que ese cacharro va a coincidir en tecnología con las armas de estos bichos... »

Kerius observó impasible a la asari mientras recogía las muestras de aquel líquido y se colgaba a la espalda uno de esos rifles. Su preocupación sobre la biótica antigua parecía estar relacionado con las criaturas y su procedencia. Si esa biótica era algo extinto, ¿significaría que estaban ante una raza que se creía desaparecida? De ser así, ¿cómo habían logrado esconderse tan bien durante tanto tiempo. ¿Y por qué aparecer ahora?

El turiano no expresó sonido alguno, pues las preguntas sólo conducían a más interrogantes. Así, las respuestas a tales incógnitas todavía estaban lejos de ser descubiertas. Gavin rompió el silencio aportando la posible ubicación de lo que les separaba con el Inconnu.

- Desconocemos dónde se ocultan y si están preparando alguna otra emboscada por lo que si nos dividimos nos quedaríamos un poco en desventaja frente a ellos.- advirtió el turiano con la calma característica de los de su raza.- No creo que sea lo mejor dividirnos ahora, pero si hay que hacerlo, habrá que actuar con rapidez.- Kerius miró al resto de sus compañeros.- ¿Vosotros qué opináis?

- Tampoco creo que debamos separarnos... No conocemos la tecnología de la que disponen. Y sus intenciones son claramente hostiles. Si nos separamos ofreceremos un blanco mas fácil. - Les dije, apoyando la opinión de Keirus mientras recargaba la escopeta y me aseguraba de que todo estaba en su sitio. Aún me dolia la quemazón de la "biótica antigua". Prefería no tener mas sorpresas así y si ocurrían, que ocurriesen mientras estuviésemos juntos y alerta.  ​

Elora se encogió de hombros, no es que hubiesen visto una invasión precisamente de aquellas cosas en el complejo; aquello más bien le parecían unos restos rezagados pero no tenía sentido discutir eso en aquel momento. Al igual que tampoco iba a discutirle a alguien su concepto de prudencia después de verlo arrojarse contra cuatro enemigos a cuerpo gentil.

—Bueno, si lo preferis también podemos quedarnos esperando a que Gavin termine—respondió a Kerius—. Y luego vamos todos a buscar ese inhibidor.

Mientras el grupo discutía la mejor estrategia a seguir el salariano continuaba con su peculiar trabajo, buscando lecturas en cada rincón de la habitación, comprobando su omniherramienta constantemente a medida que su cerebro evaluaba cada posibilidad, buscando las tan ansiadas respuestas.

Al final un detalle pareció captar su atención, cuando utilizaba su extraño guantelete tecnificado para examinar el plasma al que habían sido reducidos los alienígenas.

- Detectos rectos de radiación alfa residual en lo que eran estos extraños bípedos, las lecturas están muy contaminadas, no podría afirmarlo con exactitud, pero creo que son trazas de uranio. -

La vista de aquello en lo que se habían convertido aquellos seres que nos habían atacado era simple y llanamente repugnante. Nunca había visto nada igual y sinceramente, sabía que iba a encontrarmelos a partir de ahora, todo apuntaba a que estos seres eran los culpables. Eso sí, todo lo que decían mis compañeros no hacía más que añadir más misterio a las criaturas.
-Biótica antigua, trazas de uranio en el... plasma sanguíneo ese, algunos brillan... ¿Qué clase de raza es esta?
Niego con la cabeza y miro al resto.
-Yo también creo que lo mejor es seguir juntos. Estaban camuflados, puede haber más en cualquier parte. Gavin, guarda las lecturas y acabemos con el inhibidor. Debemos informar de lo que está ocurriendo aquí.

Acorde a los datos de Gavin el inhibidor no distaba más de dos calles, pero el recorrido hasta el edificio les pareció una eternidad. El grupo avanzaba totalmente paranoico, cubriéndose cada poco mientras se esforzaban por detectar pequeños detalles que pudieran revelar la presencia de oponentes camuflados. Cada ruido, aunque fuera el mero viento ponía los corazones en un puño preparando las armas buscando a los extraños humanoides insecto.

Por fortuna no sufrieron ninguna emboscada mientras se acercaban al edificio residencial, quizás habían terminado con un grupo de rezagados, aunque tal vez sus enemigos esperaban un momento más propicio para un ataque ya letal. ¿Qué eran esas criaturas y qué pretendían realmente? ¿Cómo habían hecho desaparecer una colonia sin dejar un solo cuerpo? Más preguntas sin respuestas.

El inhibidor debía de estar muy cerca, los canales de comunicaciones estaban saturándose de estática e incluso las omniherramientas presentaban pequeños fallos, o dificultades en los procesos más sencillos.

Subir en el elevador los convertiría en blancos fáciles, así que ascendieron por las escaleras en formación, prestando especial cuidado a los tramos en donde un oponente invisible desde la altura tendría un disparo directo. Que por fortuna nunca llegó a producirse, el grupo alcanzo el techo del edificio en el momento en que sus comunicaciones y omniherramientas se apagaron por las interferencias, solo el guantelete de Gavin permanecía operativo merced de su singular diseño.

Nunca habían visto un inhibidor remotamente parecido al ingenio mecánico que tenían delante, no cumplía con ninguna especificación conocida, ni siquiera parecía estar conectado a ninguna sistema de alimentación o emisión. Al igual que los alienígenas esa máquina era un misterio.

Gavin no esperó para arrodillarse y sacar todas sus herramientas de ingenieria. Actuando puramente por instinto y gracias a sus conocimientos el salariano encontró un punto en la estructura del dispositivo logrando retirar la chapa limpiamente, el cableado era una maraña caótica incomprensible, pero aun así el peculiar ingeniero logró sacar alguna información en claro tras un examen preliminar.

Con la misma profesionalidad que habían visto y sin levantarse del suelo ni apartarse de su trabajo les comunicó una noticia mucho peor de lo que esperaban.

- Vuelvan al Inconnu, este dispositivo no es un inhibidor convencional, es una bomba atómica de retardo secuencial, no tengo conocimiento ni recuerdo de una tecnología como esta, pero intentaré desactivarla. -

Avanzabamos muy paraniocos y eso hacia que fuesemos lentos, pero estaba seguro de que todos, al igual que yo, preferian eso a acabar muertos en una emboscada.

Llegamos hasta el inhibidor. Un artefacto extraño, nunca habia visto nada parecido. Y el salariano, tras un examen, levantó la tapa y nos dio la mala noticia. 

- Una bomba? Cuanto tiempo tenemos? Y Gavin... Tu vienes con nosotros. Es inutil tratar de desactivar un artefacto desconocido como ese, y además, para que? Toda la poblacion ha sido secuestrada. No queda nadie que vaya a morir aqui, salvo nosotros. - Le dije al salariano tratando de hacerle entrar en razon. - Es una perdida de tiempo, y si no lo consigues... Ya hemos perdido a un valioso miembro del equipo. No pienso perder a otro. 

—No, ni hablar—interivno Elora—. Estamos en una colonia agrícola. Si esa cosa explota, los hogares de toda esta gente, las granjas, el mar que está aqui al lado quedarán hechos cenizas o se veran afectados por la radiación. Y esta viaja por aire, sería una catástrofe medioambiental en kilómetros a la redonda. Hay que desactivarla.

Miró alternativamente al grupo y a Gavin y se mordió el labio inferior. Al final cogió aire.

—Pero yo no pienso volver al Inconnu—añadió finalmente—. Puedes con ese cacharro, Gavin. Yo me quedo a asegurarme que no vengan más de esas cosas a molestarle; el Equipo Alfa no deja atras a nadie.

Quedarse cerca de él sólo lo molestaría de modo que reactivó el aura biótica y se acercó a vigilar la puerta. Que los demás decidieran lo que ellos iban a hacer.

El grupo prosiguió su marcha después de que el ingeniero acabara con la recogida de datos. Gavin se había mantenido al margen de la conversación, ajeno a toda palabra, enfrascado en la toma de datos. Su capacidad de concentración era tal que sus únicas palabras guardaban relación con lo que estaba analizando.

El silencio se volvió a apoderar de la colonia y únicamente se rompía con las pisadas del grupo de operaciones alfa. El turiano no bajó la guardia en ningún momento, observando de un lado a otro, buscando señales de peligro, preparándose para empezar otra batalla que nunca llegaba. En ocasiones, la mente de un soldado juega malas pasadas y la de Kerius le advertía de cosas que parecían ser indicios de hostiles, pero no era así, tan solo era el polvo que danzaba por las calles o el susurro del viento. Nada a lo que disparar.

Pasaron minutos eternos hasta que por fin llegaron al edificio del inhibidor. Ni en la entrada del recinto, ni en la subida por las escaleras Kerius hubo presencia enemiga. ¿Dónde se habían metido?

Una vez en la azotea, sólo se encontraron con un extraño artefacto. Kerius no le prestó demasiada atención, prefirió reconocer el terreno y asegurarse de que no había alguna emboscada preparada. Siguiendo su línea, Gavin analizó el artefacto y al cabo de unos minutos les comunicó con tranquilidad la verdadera naturaleza del objeto. El ingeniero permaneció sereno ante la sorpresa del resto y de la misma forma se ofreció para quedarse e intentar desactivar la bomba.

- No vamos a dejar a nadie atrás y menos a un compañero que está lidiando con un dispositivo desconocido, pero tampoco podemos dejar que esa cosa estalle.- Miró a Elvos.- Aunque la ciudad esté desierta puede que haya supervivientes en algún lugar, escondidos y agazapados por el temor de ser descubiertos.- Kerius cerró los ojos unos instantes.- No, aún no podemos irnos de aquí. Estoy con Elora, yo me quedo.

El turiano habló con convicción, aferrando con fuerza su arma.

- Gavin, nos aseguraremos de que nada pase por esa puerta y te impida acabar el trabajo.- Luego posó su mirada en la del humano y la asari.- Si queréis marcharos, ahora tenéis la oportunidad.

Una vez dijo todo lo que tenía que decir, Kerius dio media vuelta para quedarse cerca de la puerta. Se aseguró de tener la munición perforante equipada. Comprobó que sólo le quedaba una granada y que aún tenía su lanzacohetes. Si esas cosas querían pasar por ahí, se toparían con un turiano que les daría mucha guerra.

Miró a Elora y con un asentimiento el turiano se concentró para agudizar sus sentidos y adoptó posición de combate.

Queria evitar el peligro y que les estallase la bomba en la espalda, pero ellos tres estaban empecinados en quedarse y tratar de desactivarla. 

- Aah, está bien. Nos quedamos. - Me volví hacia Gavin. - Mas te vale desactivarla a tiempo. - Le dije con un tono irritado. - Esta vez me gustaria poder preparar nosotros la emboscada. Si no tenemos minas o explosivos para preparar una explosion y reducir sus numeros, creo quelo mejor seria que Keirus y Elora los distraigan mientras Connor y yo los flanqueamos. - comentando mientras guardaba mi escopeta y desenvainaba mi katana y el subfusil. Al Subfusil le apliqué la munición incendiaria. Seria genial tambien ponerselo a la katana. - Si aparece otro brillante le rebano la cabeza. - Dije con decisión. 

Los temores del turiano quedaron confirmados, al poco de empezar las tareas de desactivación los extraños alienígenas convergieron al emplazamiento de la bomba. Algo que añadía más preguntas a la situación, ¿por qué peleaban si aparentemente tenían la idea de vaporizar la ciudad con un dispositivo atómico? Habría sido más sencillo detonar la bomba remotamente.

Pero en esta ocasión la emboscada se torció por completo, el grupo se había situado de modo y manera que los enemigos tenían que ascender por un molesto cuello de botella, en donde eran meros patos de feria. Los pocos que eludían los disparos eran despeñados por el hueco de la escalera en un empujón biótico, algunos afortunados alcanzaron la azotea, solo para terminar rodando escaleras abajo de un puñetazo o con las tripas fuera por un tajo de katana.

Sin embargo los minutos pasaban, lenta pero inevitablemente, la bomba comenzaba a envolverse en energía y a emitir extraños sonidos. Era extraño contemplar tal fiero combate en pleno corazón de un horno atómico.

Gavin Marnett permanecía de rodillas, ajeno al duro fuego de combate que ocurría a escasos metros de su posición, envuelto en sudor el metódico salariano desmontaba y montaba piezas incomprensibles, manipulaba cableados nunca visto y repetía en voz alta fórmulas físicas a modo de recuerdo personal para centrarse en su trabajo.

Al cabo de seis minutos el feroz asalto se detuvo con el último alienígena en caída libre por la escaleras, la bomba crepitaba envuelta en energías desconocidas y la luz que emitía podía verse a varias calles de distancia. El tiempo parecía discurrir a cámara lenta mientras el salariano continuaba su trabajo, sabiendo que se jugaba la vida con 0 opciones de supervivencia si se equivocaba.

La bomba alcanzo su grado máximo de actividad en el mismo momento que Gavin desmontaba una pesada chapa del interior, la azotea se llenó de electricidad estática mientras un extraño zumbido iniciaba un crescendo vaticinando la inminente explosión atómica.

Gavín introdujo si brazo mecánico hasta las entrañas del dispositivo, por el mismo hueco que el había creado. Ajustó los parámetros de su guante a electroimán y tiró hacia atrás con todas sus fuerzas. El salariano se cayó de espaldas arrastrando consigo una pesada caja metálica que se estrelló contra el suelo en un repiqueteó metálico. El dispositivo alienígena llegó a su requiem de energía, pero cuando la estática alcanzó su tope la bomba no detonó, toda actividad cesó de golpe y el dispositivo quedo inerte.

El cómo había logrado el salariano desmontar una parte fundamental de ese dispositivo era un misterio de momento confinado en su peculiar mente. Lo que estaba claro era que había arriesgado mucho en el proceso, la proximidad a la bomba había quemado parte de la piel a Gavin por la corriente y su brazo mecánico había quedado inutilizado el momento final cuando había tirado hacía fuera la caja.

Lo que estaba claro era que estaban vivos y ese lugar aun permanecía intacto.

- He desmontando la carga explosiva que desestabiliza el combustible nuclear, el uranio aun esta dentro del  inhibidor, pero sin la caja de explosivos no puede comenzar la reacción en cadena. -

Gavin tosió sangre y finalmente su frágil cuerpo se derrumbo inconsciente por el esfuerzo.