Partida Rol por web

El día amanece gris y frío, un auténtico día invernal gallego aunque bastante más frío de lo habitual. Cuando despertáis ya son las 12 y media pasadas de la mañana, escucháis abajo el ruido de cacerolas y utensilios de cocina. Al parecer están preparando el desayuno o algo para comer. Escucháis unos pasos subiendo las escaleras y alguien que se para delante de la puerta de vuestra habitación. Es Michi  que os dice que podéis ducharos que ya está encendido el calentador. Luego escucháis como baja de nuevo.

El baño más cercano es contiguo a vuestra habitación así que no os queda muy lejos. Podéis daros un relajante baño o ducha y luego bajar a desayunar.

Al abrir los ojos, los recuerdos de lo ocurrido la noche anterior vienen a la mente de Silvia. Se queda por un momento en silencio, sintiendo el brazo de Alvaro abrazándola por detrás, y escuchando su suave respiración. Siente que fuera de la cama hace mucho frío así que se arrebuja entre las mantas, haciéndose una bolita y acercando más su cuerpo al de Alvaro. Ahora se siente bien, pero no tarda mucho en pensar en su amiga desaparecida, y esa sonrisa de buenos días que se había dibujado en sus labios, es sustituida por un gesto amargo.

Finalmente se mueve y con suavidad acaricia el pelo de Alvaro, hasta que éste se despierta...

- Buenos días, dormilón... - Le dice en un susurro, mirando como sus ojos empiezan a abrirse. - ¿Has dormido bien? - Pregunta, su tono es suave, pero algo dubitativo. Teme encariñarse demasiado con Alvaro, y terminar recibiendo la puñalada. Pero por otro lado se dice que no es como los demás chicos, así que su mente ahora es un mar de dudas...

En ese momento Michi llama a la puerta, y tras decirles que se pueden dar un baño Silvia se lo agradece alzando la voz.

- Vale, gracias... -

- Bueno, ¿te bañas tú primero o lo hago yo? - Le pregunta a Alvaro tras escuchar los pasos de Michi alejarse por el pasillo.

Se asoma a la escalera y os grita desde abajo:

- ¿Os vais a dar prisa? Queríamos que Álvaro nos acompañase a comprar unas cosas al ultramarinos...

Luego desaparece del hueco de la escalera y se escucha ruido en la cocina, deben estar mirando que hay en la despensa o que os falta de comprar.

Alvaro se despierta muy agusto con las caricias y susurros de Silvia, pero al igual que ella, en seguida se acuerda de la tarea que tienen delante, encontrar a Silvia no va a ser nada fácil. La verdad es que había dormido mejor que bien y así se lo hizo saber a Silvia, después de la noche anterior en la que ninguno había pegado ojo dormir junto a ella parecía haber actuado como un tranquilizante para el chico.

-Mejor que bien, duchate tú primero y luego voy yo, así hago el vago aquí 5 minutos más ...-

Le contesta con media sonrisa en la cara antes de darle un pequeño beso en los labios. Cuando oye que Silvia ha acabado y vuelve a entrar en la habitación, Alvaro coge su ropa y se dirige al baño, de donde no tarda en salir ...

-Estoy listo chicos, ¿donde deciaís que vamos ahora?¿Qué tal habeís dormido?-

Entras en la cocina y ves que ya están todos desayunando algo. Te ofrecen galletas y a elegir entre colacao y café. El día parece gris y se está levantando algo de viento, seguramente la noche sea bastante mala.

- Yo dormí genial...¿y vosotros? - te pregunta aparentemente sin malicia Xabier.

- Dormimos bien - contesta también Michi

Luego cambia de tema y os dice en general:

- A ver si vais rápido a hacer la compra...si vamos a quedarnos unos días por aquí necesitaremos bastantes cosas...hay comida enlatada pero falta comida fresca...

Se escucha claramente "Comida de conejos" como contestación con voz masculina pero intentando disimular. Michi levanta una ceja y prosigue:

- Sí verdura y cosas sanas...que ya he visto que en el congelador del sótano lo que hay es carne y más carne...

- Vale...compraremos  verdurita y comida sana... - dice mirando de reojo a Diego y Álvaro - ...¿necesitáis algo más señoritas? - añade con cierto rintintín.

Dicho esto saca la cartera y ve que tiene dinero suficiente para la compra. 

- En cuánto desayunes Álvaro te vienes con nosotros...necesitamos músculo para cargar las cosas y claramente Diego no tiene de eso...

Diego golpea con el pan de molde en la espalda a Xabier.

- No me pegues con el pan Bimbo que luego quiero hacerme una tostada...

Tras esta breve conversación os ponéis a desayunar para luego salir a hacer la compra mientras las chicas descansan y le dan vueltas a lo que pone la libreta para ver si pueden sacar más cosas en claro ya que ayer eran las que parecían más despiertas.

Los chicos cogen el coche de Xabier y marchan hacia el ultramarinos a hacer la compra. Hay que comprar bastantes cosas ya que contáis pasar unos cuantos días aparte del fin de semana ya que así podréis relajaros de todo lo que está pasando un poco.

Diego mira la lista y se la pasa a Álvaro. Casi todo es comida y bebida aunque hay comida de sobra en la casa ya que la familia de Xabier va casi cada fin de semana no hay fiambre ni casi verduras (exceptuando ajos, cebollas, etc...) ni tampoco refrescos ni licores.

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En la casa las chicas se han quedado solas y parecen que van disfrutar de un merecido descanso. Michi le enseña a Silvia la casa, le indica como bajar al sótano y también le enseña los exteriores. Tiene una huerta en la parte de atrás de la finca que está bastante bien cuidada aunque algo dejada.

Luego le enseña el garaje y las construcciones adyacentes a la casa como son el pequeño establo y el hórreo donde se secaban los embutidos y se guardaba el grano tras cada cosecha que ahora mismo más bien está en desuso.

La finca es bastante grande y tiene bastante tierras alrededor aunque la mayor parte están en estado salvaje y un terreno para pastar ganado aunque de momento la familia no tiene nada de eso.

Tras la ducha y un buen desayuno, Silvia se siente bien. Pero, la realidad cada vez se va haciendo más palpable, y los últimos sucesos empiezan a rondar nuevamente por su mente.

Los chicos desayunan rápido y se van a comprar. Silvia se queda sentada en la silla, terminándose el café bien cargado que se ha servido. Levanta la mirada, cruzándola por un momento fugaz con Alvaro, y una sonrisa sesgada asoma a sus labios.

Tras la marcha de los chicos, Michi le enseña el resto de la casa a Silvia. La joven se queda sorprendida con lo grande y acogedora que es. Ella está acostumbrada a compartir un piso de 60 m. con el alcohólico de su padre y aquello le parece casi un palacio.

Cuando terminan de ver la casa, vuelven a la cocina.

- Voy a fregar lo del desayuno. - Se ofrece Silvia mientras se dirige a la pica. - ¿Tienes alguna idea nueva... ? - Le pregunta volviendo a mirarla, antes de encender el grifo.

Te acompaña a la cocina y te dice:

- Yo creo que es mejor que lo hagan los chicos...deberían compartir nuestras tareas...es decir hacerlas ellos todas...je je...

De todas formas al ver que enciendes el grifo saca un trapo para secar los platos y así ayudarte en esa tarea. El viento sopla bastante fuerte y la idea de barbacoa en el exterior es cada vez menos factible así que tocará usar el viejo horno de pan que hay en la parte trasera de la casa y desde la que se accede desde la cocina.

- Creo que cuando pare el viento caerá una buena... - dice mirando al cielo a través de la ventana de la cocina - ...será mejor que hagamos la comida en el viejo horno que hay atrás...además calentará la pared de la cocina así que se estará genial...y si hace mucho frío podemos encender la chimenea ya de tarde o la cocina de leña...

No parece que el frío vaya a ser un problema aunque Michi parece bastante friolera si ya está pensando en todas esas opciones de calentar la casa.

Silvia continua fregando, parece mentira lo que cinco jóvenes pueden ensuciar en un desayuno. Escucha a Michi y va asintiendo con la cabeza.

- Sí, puede que caiga una buena... Mejor estemos preparados... - La joven no es mucho de campo, y la idea de quedarse encerrada en la casa, en plena tormenta, no es que le seduzca mucho.

Al terminar de fregar, coge un trapo para secarse las manos y se queda mirando al exterior a través de la ventana.

- ¿Tienes frío? ¿Quieres que pongamos en funcionamiento ya la chimenea, o, no hay ninguna estufa? - Le pregunta sin apartar la mirada del exterior... Espero que no tarden mucho...

Alvaro examina la lista de camino al ultramarinos y da su aprobación. Piensa que este fin de semana en el campo estaría muy bien si no fuera porque tenían una amiga desaparecida, probablemente muerta, no se puede quitar la idea de la cabeza de que momentos antes de que ocurriera aquello, las chicas estaban tranquilamente en un bar con ellos.

Por otra parte había conocido a Silvia, era más joven que él, pero no parecía la típica niñata de dieciocho años y empezaba a gustarle, lo de la noche anterior lo corroboraba. La verdad es que Alvaro tenía algún reparo sobre lo que pensarían sus amigos de empezar una relación en un momento como ese, y de que hubieran elegido la casa de Xabier para dormir juntos por primera vez, pero las cosas habían surgido así ...

- No te preocupes...de momento no tengo frío pero soy muy friolera la verdad...por suerte esta casa es calentita... - dice con una sonrisa - ...estufas hay un par de ellas en el sótano...creo que son de aceite de esas que sirven para secar ropa...

Parece que ve tu cara de preocupación al mirar por la ventana y ver la que se avecina. Así que te pregunta:

- ¿Te dan miedo las tormentas?...A mí también me lo dan pero ya sufrí unas cuantas en esta casa...y la verdad es que con las contras cerradas y al calor de la chimenea jugando a algo...no te enteras...

Aún así no te ve muy convencida. Así que cambia de tema.

- Los chicos llegarán en breve y podrás disfrutar de Álvaro...que por cierto ¿qué tal anoche?

Aparca el coche tras un trayecto de diez minutos enfrente de una tienda-bar. El ultramarinos tiene el icono de Supermercados Único. Suelen ser pequeños y baratos pero están muy bien surtidos.

- Aquí está el supermercado de esta parroquia...y aunque parezca pequeño te sorprenderías de lo que puedes encontrar en el.

Sale del coche y entra en el ultramarinos con vosotros para hacer la compra.

Los pasillos de esta especie de supermercado son muy estrechos y tenéis que andaros con mucho cuidado para no tirar nada. Compráis lo necesario rápidamente pero ahora toca comprar lo menos necesario: chuches y bebidas.

Os pasáis por el pasillo de los chocolates y golosinas en general que no es que sea muy abundantes pero hay patatas fritas y similares. Cogéis unas cuantas tabletas de diferentes chocolates y patatas fritas, gusanitos, pipas, etc...

Luego os acercáis a las bebidas y Xabier coge una caja de Estrella Galicia. Os hace gestos para ver si queréis alguna bebida más fuerte para la noche. 

- No, normalmente no me dan miedo, pero al estar aquí... No sé, quizás algo de respeto sí... - Le responde con una sonrisa y apartándose de la ventana. Sus oscuros ojos recorren la estancia, ahora que han terminado de fregar los platos, parece que no tengan nada que hacer...

La pregunta de Michi la pilla con la guardia baja. Vuelve su mirada nuevamente hacia la joven, mientras sus mejillas empiezan a teñirse de un color rojizo...

- ¿Alvaro? Bueno... Yo... - Ni ella misma sabe lo que siente. Tanto tiempo renegando de los hombres, que ahora está perdida en un torbellino interior. Pero, lo que sí sabe es que le gusta y mucho...

- Me gusta... - Termina respondiéndole de forma escueta. No sabe hasta que punto Michi es consciente de lo que ocurrió anoche entre ellos dos...

- Yo pillaría una de Licor 43 que con Coca cola está genial... - dice Diego cogiendo una botella y mirando a ver que más bebidas tienen allí.

Ves que tiene cierta variedad aunque las marcas te son desconocidas. Hay vodka, güisqui, ron y aguardiente gallego.

- Álvaro...¿pillas algo?

Sonríe ante lo que le confiesas:

- Eso ya lo sabía Silvia...se os notaba...y según Xabi que al parecer es un experto en enamoramientos de los amigos...a Álvaro también le gustas...a ver si tenéis suerte y acabáis juntos que así sale algo bueno de esto...él es un buen chico y tú eres muy buena según me tiene contado Silvia y lo que conozco de ti...y lo que dice Sil va a misa...ya sabes que tiene un don eligiendo a las buenas personas...

Notas que cuando recuerda a Silvia se le ponen los ojos acuosos. La echa mucho de menos, seguramente tanto como tú. Y lo bueno es que al parecer no sabe nada de la noche anterior, lo cual te alegra y alivia al mismo tiempo, aunque tampoco os dirían nada de saberlo.

El chico contesta a su amigo sin pensar demasiado en sus palabras, esta demasiado afectado para beber y pasar un fin de semana como si nada hubiera pasado. Lo que Alvaro quería era ayudar en todo lo posible en la investigación sobre lo sucedido, pero el hermetismo de la policia no se lo permitía.

- No Diego, no me apetece beber nada esta noche la verdad ...-