Partida Rol por web

Silvia intenta correr hacia la puerta principal pero tropieza y cae contra el suelo golpeándose fuertemente contra la cómoda que debería de mover para ayudar a Xabier. Al apoyar la mano para evitar que la caída sea peor dobla de todo la muñeca y nota un dolor muy grande. Emite un gemido que escucháis todos, pero logra ahogar el grito aunque las lágrimas afloran por sus ojos aunque no lo podáis ver.

Xabier ve la caída pero está demasiado ocupado en mover la cómoda para bloquear la puerta, la asegura con el perchero y luego se acerca a Silvia y comprueba la muñeca que le duele. Es posible que esté rota. Ayuda a Silvia a levantarse y la lleva hasta la cocina.

Xabier mira para la puerta y ve que está bloqueada, nadie podrá entrar por ella esta noche...

- Chicos...Silvia se hizo daño... - informa Xabier a todos - ...sacad algo de hielo del congelador... 

Os queda encontrar la munición para la escopeta. Puede que esté en la cocina.

- Mirad en los cajones a ver si encontráis los cartuchos...luego iremos para el salón...al lado de la chimenea estaremos mejor...

Álvaro oye perfectamente el grito de dolor que da Silvia al caerse. Rápidamente se acerca a ella y le acerca la escopeta descargada a Diego, que sin cartuchos, de poco va a servir a los chicos

-Toma, tengo que ayudar a Silvia ...-

El chico no tarda en llegar a la herida y le ayudarla a levantarse -Silvia ... ¿estas bien?- le dice echandole una mano al hombro para echarle una mano en lo que queda de trayecto hasta que esten seguros -No te procupes ... saldremos de esta ... yo te ayudo- la vuelve a consolar limpiandole la lagrima de la mejilla - Aguanta ese dolor hasta que podamos hacer algo- La chica le daba mucha pena, Álvaro se había roto la muñeca hacía tiempo jugando al fútbol y sabía que era una lesión muy dolorosa ...

-Hay que encontrar esa munición y atrincherarnos en el salón, cuando estemos todos juntos en una sala le será dificil hacernos algún daño ... sobre todo no os separeís- aconseja dirigiendose a los demás a la vez que deja a Silvia para coger lo más posible el hielo de la nevera, que por suerte no estaba muy lejos.

Los chicos revuelven los cajones de la cocina mientras buscan la munición, al final Xabier y Michi los encuentran en un cajón. Diego coge los cuchillos más afilados que encuentra y un hacha pequeña. Todo eso os servirá para defenderos si el extraño llega a entrar en la casa.

Recoge todo esto y lo lleva para el salón mientras Álvaro ayuda a Silvia. El hielo ayudará a bajar la inflamación y aliviar el dolor que siente la chica.

Al incorporarse, un latigazo de dolor recorre el brazo de Silvia. La joven se queda pálida, mira a Alvaro intentando sonreir, pero más que una sonrisa en sus labios se dibuja una mueca.

El chico la ayuda a levantarse, y se muestra tierno con ella. Lo mira mientras éste seca con delicadeza sus lágrimas derramadas...

- Estoy bien, no os preocupeis... - Dice intentando aparentar serenidad. Tras el estado de pánico que ha sufrido, ahora, es consciente de que lo que menos necesitan es a una histérica que les distraiga y ponga a todo el grupo en peligro. Aprieta con fuerza los dientes, aguantando el fuerte dolor que siente en la muñeca e intentando no moverla acompaña a Alvaro al congelador para colocarse ella misma el hielo.

Escucháis aporrear la puerta de entrada con brutalidad. No logra abrirla aunque os entra miedo al escuchar la fuerza con la que logra golpear el individuo. Cargáis las escopetas con dos cartuchos en cada una de ellas. Ahora ya tenéis un arma que sabéis que hará bastante daño, si anda con ella podréis matarlo. Escucháis que empieza a gritaros desde el exterior, su voz suena lejana debido a gruesos muros de piedra que forman la casa.

- Cinco lobitos tiene la loba...cinco lobitos detrás de la escoba...

Parece cantar a pleno pulmón para que podáis escucharlo. Parece alegre al cantarla. Debe ser un psicópata seguramente, o un degenerado...o el hijo de perra que le hizo eso a Paula y tiene a Silvia secuestrada...

Cuando Silvia tiene el hielo correctamente colocado en el brazo y ya tienen la munición de las escopetas, los chicos se dirigen al salón. Una vez allí, Álvaro analiza la situación, disponen de los sofás, la mesa, las sillas y algunos muebles, deberían atrincherarse vigilando la puerta ...

-Ayudadme con esto, formaremos una barricada alrededor de la chimenea, así estaremos calientes si la cosa se alarga ...-

Nada más decirlo se pone a trabajar, tumbando la mesa colocandola al frante, con los sofás de espaldas a la puerta uno a cada lado, y pensar que la noche anterior había estado allí con Silvia tan tranquilamente ...

- Vale... - contesta Xabier - ...Diego tumba la mesa y acércala... la usaremos de parapeto... 

Diego arrastra la mesa produciendo algo de ruido para luego tumbarla. Michi coge las sillas y las tumba en el suelo al lado de la mesa para formar una maraña de patas.

En ese momento escucháis un sonido de cristales romperse...suena en el piso de arriba. Ha roto una ventana y la contra que la protegía. No habéis podido asegurar las ventanas del primer piso así que seguramente haya logrado acceder a una de las ventanas de alguna forma, aunque están a una altura considerable ya que es una casa con techos altos.

- Está arriba...atentos a las escaleras... - dice mientras apunta con ella a la bajada de estas

Le tiemblan las manos un poco mientras apunta, algo normal ya que está asustado.

Os llega el sonido de una voz áspera y desagradable desde el piso de arriba.

- Ya estoy deeeeeentrooooo... 

Tras esto seguís escuchando los pasos de alguien moverse en una de las habitaciones, parece que va hacia las escaleras para llegar a vosotros.

Silvia poco puede hacer, aparte de mantenerse el hielo en la muñeca. Se coloca cerca de la chimenea, viendo como los demás chicos empiezan a mover los muebles preparando una especie de barricada. Dirige su mirada nerviosa hacia la puerta cuando ésta empieza a ser aporreada.

- Está loco... - Susurra la joven sin  apartar la mirada de dicha puerta. Su corazón late con violencia y un escalofrío recorre su cuerpo. Pero... Cuando escucha los cristales de la planta de arriba y la voz del psicópata está a punto de gritar, pero apretando los dientes consigue mantenerse en silencio. Coge con fuerza el atizador,  como si fuera su única salvación. Sus ojos no se apartan de la escalera, esperando ver bajar a la figura...

Sigue andando hacia las escaleras, escucháis cada paso y casi contenéis la respiración cuando notáis que empieza a bajar las escaleras. Baja tranquilamente, sin prisas como si no le importara que estuvierais abajo esperándolo. No os tiene miedo. Sigue canturreando la canción de los lobitos.

- Cinco lobitos tiene la loba...cinco lobitos detrás de la escoba...

¿Cómo sabe que sois cinco? Os ha estado espiando, os vería en las cloacas el día anterior...muchas preguntas y ninguna respuesta. Pero algo sabéis está en la casa y se dirige hacia vosotros. Tendréis que defenderos con uñas y dientes si es preciso.

Siguen los pasos, de pronto se para justo antes de torcer el codo que forma la escalera y ser visible para vosotros. En ese momento da un salto y pasa por encima del pasamanos. Cae de pie en el parqué del salón y os mira. Una capucha tapa su cara y solo podéis ver una sombra negra recortada por la luz de las llamas.

Álvaro le había arrancado un minuto antes la escopeta de las manos a Diego, estaba decidido a no dejarse coger por el maldito psicopata y ahora apuntaba justo al sitio por el que apareció de súbito. Aquel tipo estaba definitivamente loco, se acababa de poner a tiro sin miramientos, seguramente no sabe que disponen de armas de fuego. Espoleado por la tensión del momento, el chico se decide y dispara, con una escopeta de caza no debería ser demasiado dificil hacertarle a algo del tamaño de un hombre ...

 El desconocido parece observar la escopeta que sostiene Álvaro justo antes del disparo. Su capucha se descubre y podéis verle la cara...

Pone sus manos que poseen uñas largas y amarillentas para protegerse del disparo pero no puede evitar que este le golpee de lleno en el pecho. En ese momento se escucha una segunda detonación que le acierta de llenos en el hombro, Xabier ha disparado también y ha acertado. Cae contra la pared y deja un rastro de sangre...

Parece que aún queda vida en él porque se lanza hacia las escaleras y desaparece de vuestra vista, las sube con dificultad intentando escapar de vuestra vista. Está asustado y herido. Debe intentar salir por el mismo sitio por el que entró...

Al ver aparecer al hombre delante de ellos, Silvia ahoga un grito. Pero al ver la rápida reacción de los dos jóvenes, y escuchar los disparos certeros se lleva las manos a las orejas y por unas décimas de segundo cierra los ojos. Al abrirlos ve como el asaltante, asustado empieza a correr nuevamente escaleras arriba.

Silvia reacciona sin pensar, lo único que tiene en la mente es la imagen de su amiga desaparecida. Sale corriendo detrás de él... Le duele mucho la muñeca y contiene unas lágrimas que luchan por salir, pero antes de empezar a subir las escaleras se gira momentáneamente...

- Chicos, tiene a Silvia... - Les dice y empieza a subirlas...

Se levanta al mismo tiempo que Silvia pero no sale del sitio donde estáis parapetados. A su lado diego blande un atizador totalmente paralizado con lo que acabáis de ver. Xabier y Diego acaban de disparar contra una persona y esta ha salido con vida de esta situación. Eso no es normal...

- Silvia no vayas... - intenta gritar Michi pero su voz no le sale tras la impresión

Los chicos que acaban de disparar se sientes diferentes, la adrenalina recorre su cuerpo y eso les hace ser más valientes. Están hiperactivos tras haber disparado al extraño que allanó la casa.

Ambos ven a Silvia salir del parapeto y lanzarse hacia el desconocido con los ojos llorosos. Xabier le hace un gesto a Álvaro para salir detrás de ella y traerla de nuevo. Si va sola le puede suceder algo malo...el desconocido aguantó dos tiros de escopeta...y aún tuvo fuerzas de subir las escaleras aunque claramente herido.

En las escaleras hay un rastro claro de sangre, sube por todos los peldaños. El extraño está herido, no hay lugar a duda sobre eso. Si está herido se puede matar...

Álvaro se queda de piedra unos segundos después de realizar el certero disparo, casi no se puede creer que haya abierto fuego contra un ser humano. Pero segundos más tarde, Silvia sale corriendo tras el heridoEl chico salta la barricada y sale corriendo detrás de Silvia, cuando lo hace se gira para hablar con sus compañeros ...

-Tiene razón ... si lo cogemos puede que averiguemos donde está Silvia ... Vamos, está herido y parece que no va armado ...-

 Xabier asiente ante lo propuesto por Álvaro y le dice a Diego:

- Quédate con Michi aquí...no os mováis hasta que volvamos...

Dicho esto salta el parapeto  y con cautela se mueve hacia las escaleras. Anda con cuidado temiendo que el extraño no esté solo...

Silvia sube las escaleras seguida de Álvaro y Xabier. Hay un rastro de sangre que lleva hasta la habitación en la que dormía Diego. Entráis en ella y veis que la contra está abierta y uno de los cristales roto. Debió quedar mal cerrada. Os asomáis con cautela y podéis ver al extraño caminar hacia el bosque, camina encorvado y se tambalea un poco aunque parece recuperado ya que cuando recibió el disparo en el salón lo visteis mucho peor. A su lado podéis ver varios lobos que se acercan a él pero no lo atacan.

Hay bastante altura para saltar desde la ventana aunque lo podríais hacer si es necesario. El individuo se escapa y deberíais salir por una de las puertas si queréis darle caza... 

Tras seguir el rastro de sangre llegan a la habitación de Diego y comprueban que el individuo está huyendo. Silvia siente un escalofrío por todo el cuerpo. ¿Qué clase de hombre es, que tras aguantar dos disparos mortíferos de escopeta de caza no cae muerto? Además, no puede evitar pensar en el salto que habrá tenido que dar para encontrarse ya a tanta distancia.

La joven se aparta de la ventana, toda la adrenalina que la ha hecho subir corriendo las escaleras parece intentar escaparse por algún agujero invisible. Se muerde el labio con nerviosismo y mira a los dos chicos.

- ¿Qué hacemos? - Pregunta con un hilo de voz casi rayando el histerismo.