Partida Rol por web

y las difundieron los mismos Dannett.

El escudero no pudo por menos que sorprenderse, y acerco su montura a la de Albian para hablar en voz baja, de modo que los emisarios no le escucharan. Me parece un error demasiado obvio hasta para los Dannett.¿por qué difundir ellos mismos las ofensas? Eso da lugar a que les podáramos atacar directamente por calumnias ante la justicia del rey….. me huele a trampa, seguro que hay algo más. El joven escudero estaba obsesionado con la justicia y la nobleza, y como en los cantos de los juglares el noble caballero siempre se veía envuelto entre las redes de mentiras y trapas tendidas por sus enemigos para deascreditarlo. El nunca haría algo asi.

Turno 18

Observo atenta todos los acontecimientos, el enfado de mi prima ante las palabras de estos caballeros y las calumnias que soltaban por su boca, y su repentino cambio a la hora de hablar. Primero con asco y ahora incluso podría decirse que parecen arrepentidos por la forma anterior de hablar.
Asiento con la cabeza levemente pensativa ante las palabras de Dickon
-sí... además, normalmente, si son rumores, no sabes de dónde proceden, sólo de dónde los has escuchado... Además, cómo podrían los Dannett afirmar estos sucesos si nunca han ocurrido?- ma muerdo el labio inferior pensativa tratando de encontrar alguna respuesta lógica a rodo esto... pero si le preguntamos a los caballeros... quizás se molesten por poner en duda su palabra. Bueno, por intentarlo....
Elevo un poco la voz y me atrevo a hablar
-Disculpad mi osadía, pero me gustaría preguntar algo a lo que le estoy dando vueltas. Qué clase de pruebas tienen los Dannett para acusar a la familia Bredford sin más y que la gente crea esas mentiras?-

El escudero miro a la joven dama,  estaba radiante a pesar del polvo y la suciedad del viaje. Podría ser cualquier cosa…. Incluso podrían acusarnos de algo que no hemos hecho, es su palabra contra la nuestra.

No sabemos qué pruebas tienen contra ustedes, señorita, lo único que podemos deciros es que los rumores que corren en vuestra contra se espanden como la espuma, y según nos contaron son los propios Dannett quienes los afirman, os dice uno de ellos.

Y ahora, con su permiso, tenemos una tarea que llevar a cabo, y dicho esto se marchan.

- Esto va a requerir un resarcimiento por infámias. Es muy grave, tanto que se pediría la cabeza de los charlatanes. Es vuestro derecho mi señora, Dice, comentando en alto, tras marcharse los caballeros, pero encaminando las palabras hacie el caballero y la dama.

Cierto Namir, estas calumnias que inventan sobre nosotros debe de ser por algún motivo. Podemos preguntar en la posada que nos dijeron esos estúpidos emisarios reales. Según dijeron está a unas horas camino a Desembarco. Quizá allí nos saquen de dudas. ¿Qué opinais mi lady? pregunto a la señorita Nymeria

El escudero resoplo, las calumnias y los enfrentamientos solo traerían más problemas en el viaje y en la llegada de a Desembarco del Rey. Si creo que deberíamos de pasar por la posada para reunir algo más de información.

Continuais por el sendahueso en dirección a Bastión de Tormentas y, en efecto, un par de millas antes de llegar a la ciudad, una gran posada se muestra a un lado del camino. En un letrero podéis leer "El gran venado".

Turno 20

Viendo que se acercaban a la posada, el escudero se dirigió al grupo, me adelantare y veré que puedo averiguar, puede que al ver los escudos de la familia Berdford, no quieran hablar. El caso es que Dickon no llevaba el escudo Berdford si no el de los Manwoody, su verdadera familia. Antes de avanzar hacia la posada se aseguro de quitar cualquier enseña que le reconociera como de la familia Berdford.

Tuno 20

Namir ya empezaba a pensar como sería lo que había que hacer para salir de esto adelante, a cuantos tendría que matar y si habría que escapar como un renegado. Él no hera un caballero, pero ... estaba en el grupo, era uno más ... y medio estaba dentro de la familia, así que le afectaba como al que más y trataría de solventarlo.

Había que llegar rápido y solucionarlo pronto. Fuera para bien o para mal. Pero pronto.

Turno 20

Veo a los tres soldados marcharse sin más florituras y nosotros seguimos adelante por el camino. Por suerte la posada no estaba lejos, pero la idea del escudero hace que me pare a pensar un momento y asiento varias veces con la cabeza con suavidad. 

-De acuerdo... de todas maneras creo que sería mejor no llamar la atención, ya habéis visto cómo han reaccionado los caballeros con los que nos hemos cruzado al comprender que pertenecíamos a la familia Berdford.- Acaricio la cabeza de mi caballo para tranquilizarlo un poco y miro a los demás, después de todo una "cría" como yo no puede decidir lo que debemos hacer todos, por lo que prefiero esperar a que diga algo Nymeria. 

El caballero asintió antes las palabras del escudero. Bien, adelántate, pero ten cuidado si te pasa algo, la ira de tu padre caerá sombre esta familia.

Cuando el escudero se hubo alejado un poco miro a Albian, la dama tenía razón habría que ocultarse pero no eran ni cobardes ni tampoco tenían nada que ocultar. Señora, dijo finalmente dirigiéndose a  Nymeria. Creo que deberíamos de esperar a la llegada del escudero o que alguno de nosotros se adelantara sin las enseñas de la casa, temo que pueda ser peligroso entrar en la posada sin saber que nos espera dentro.

Entrais en la posada, bastante mas grande que la de la noche anterior, con varias sirvientas y cocineras atendiendo a varios huespedes que pernoctan de camino a Desembarco del Rey y otros que viajan al sur por el camino del Sendahueso que une Desembarco con Dorne, pasando por Bastion de Tormentas.

Os sentáis en una mesa y esperais sin que os presten mucha atención ninguno de los clientes. Un rato despues una joven señorita os atiende y pregunta si queréis habitación, que quedan pocas.*

Una mujer mayor sale de la cocina y os pregunta si vais a cenar, el precio es de 5 vp comida y alojamiento por persona, y el olor que sale de la cocina os hace la boca agua.

Si hemos entrado aquí será por algo, no para ver las gritas de las paredes, y con una sonrisa espera que la Señora de una respuesta.

El caballero observa a los parroquianos que atestan la posada en busca de alguna mirada de odio. Mi señora, creo que deberíamos de descansar antes de reanudar la marcha y este parece un sitio tan bueno como otro cualquiera. Pero se mantuvo alerta en todo momento asegurándose que tanto la daga como la espada seguían en su sitio.

Os sirven la cena y os preparan las habitaciones para vuestro hospedaje.

Una joven os trae la comida, con su sonrisa y agasajando al guapo de Namir le pregunta que de donde sois y si vais al torneo del Rey en Desembarco.

Intento hablar con ella separado de los demás. Otra chica que me caliente la cama ... es lo que tengo intención de buscar.

La posada está bastante concurrida de gentes que van hacia Desembarco o que están de paso. Muchos hablan de vanalidades pero una escucha atenta os permite entender algunos rumores que cuentan.

El escudero en un par de ocasiones se presento voluntario para acercarse a la barra a por pan o bebida, era las escusas perfectas para merodear entre las mesas y prestar oídos a otras conversaciones sin parecer muy descarado.