Partida Rol por web

-El Comandante está en el Centro de Comunicaciones. Probablemente esté allí toda la mañana, pero no estoy seguro de que pueda atenderle. Hoy hay algunos asuntos de importancia que requieren su atención. ¿Es posible que yo pueda ayudarle en algo?

No, creo que no es nada urgente, simplemente el señor Dunoyer dijo anoche que quería mi opinión sobre la seguridad de los edificios y tenía intención de reunirme con él para darle mi valoración, que por lo demás es excelente. Supongo que nos veremos a la hora de la comida y entonces podremos hablar. Mientras tanto me dedicaré a revisar algunas zonas del complejo en las que Dunoyer me indicó que los trabajadores ajenos al halcón etéreo podemos movernos. Aunque, ahora que lo pienso... ¿sobre qué hora es la comida?

-La mayoría de la gente come entre las 12 de la mañana y las dos de la tarde, pero comprobará que a veces aquí los horarios son bastante raros-Dijo Wenning riendo-Pruebas que se alargan más de lo previsto, experimentos que no pueden interrumpirse antes de terminar...Un científico no tiene horarios, y probablemente un soldado, siempre listo para que lo llamen, tampoco. Así que el Comedor Comunal está abierto en todo momento, y siempre habrá al menos una persona dispuesto a atenderle, no se preocupe por el horario. El Comandante probablemente esté en casa por la tarde y se tome ese descanso que tanto se merece. Si se pasa entonces por allí, estoy seguro de que estará deseando escuchar lo que tiene que decirle. Yahora, si me disculpan, me marcho ya. Oh, y no sé si lo saben, pero existen caballos y vehículos a disposición del personal, si les apetece aprovechar el día conociendo los alrededores. Tenemos la suerte de poder disfrutar de un bonito paisaje y caminar por la rivera del río es un paseo muy agradable. Los encargados de su alojamiento podrán contestar a cualquier duda que tengan sobre la zona.

Saludándolos con una inclinación de cabeza, Wenning se dió la vuelta y se encaminó a la zona norte del Nido.

-gracias por ofrecernos esta visita tan interesante profesor- digo despidiéndome de el

Una vez acabada la visita parezco bastante animado -bueno, lo que ha propuesto el profesor parece una buena oportunidad de disfrutar de este agradable paisaje, ¿a alguien le apetece acompañarme en un paseo a caballo a conocer los alrededores?-

Tras la proposición del señor Charles, decidí aprovechar la oportunidad que se me ofrecía.

- Si no le molesta mi compañía, señor Du Lapin, me gustaría aceptar su ofrecimiento. Aun no conozco mucho los alrededores, y también es una oportunidad perfecta de conocerle a usted en mayor profundidad. Por supuesto, no rechazaré la compañía de cualquiera de los presentes, si gustan de venir.

-Señor Du lapin aceptare con placer vuestra educación, y ya que con el señor Moreau  formamos la tercia, pienso que sera interesante.

Tras reflexionar un momento, dudando entre la opción de recorrer el nido del halcón por el interior o por el exterior, Sven intervino animado - Pues si no les molesta mi compañía, creo que seremos cuatro los que vayamos a montar. Será una manera perfecta de conocer el entorno del nido del halcón.

Nada como un grupo de camaradas recorriendo el lugar... Aún que a mi parecer, solo nos faltaría la compañía de las encantadoras damas para completar la cuadrilla.

Sonrei por la sugerencia del Vizconde que parecia realmente encaprichado con la hermosa Miranda

-creo que la señorita Wenning ya dijo ayer que estaría ocupada el dia de hoy, una pena. Y respecto a la Dama Tsubasa.. bueno, no creo que pasear a caballo sea muy de su gusto, sinceramente creo que no deberiamos preocuparnos mucho por ellas en esta ocasión, aunque es libre de preguntarles por supuesto. Yo al menos necesitare unas ropas mas cómodas para un paseo a caballo, si les parece bien nos encontraremos en veinte minutos en las caballerizas-

Realice una leve inclinación de cabeza y me dirigi hacia mis habitaciones

- Señor Du Lapin, a dicho bien el recordarnos lo dicho por la señorita Wenning -tono mordaz-, y los casi "seguros" gustos de la Dama Tsubasa..., de los cuales por cierto no dudare, dado que confío en sus palabras.

-Entonces, nos veremos en las caballerizas en 20 minutos. -Realizo una reverencia y me encamino a mis habitaciones.

sí - coincidió Sven con el Vizconde - tal como se comportó ayer no parece posible que la misteriosa dama tenga interés en hallarse a menos de cien metros de un caballo, ja ja ja. - Después, mientras comenzaba a alejarse añadió - sí, enseguida nos vemos. - y comenzó a alejarse hacia el edificio de alojamientos en el que estaba ubicado.

Obviando los comentarios sobre las damas ausentes, me despedí del resto de compañeros.

- Señores, hasta dentro de veinte minutos, pues.- Careciendo de un traje de montar propiamente dicho, me dirigí a mis habitaciones a ponerme las botas de equitación, indispensables para el paseo a caballo.

Los expedicionarios se reunieron en el punto convenido. Algunos llegaron a la hora acordada, y otros tardaron un poco más.

Los establos estaban a cargo de un hombre del pueblo cercano, que al saber que iban a visitar los alrededores se mostró encantado de poder hablar de la zona: "todo este sitio es precioso, ya verán. Pero no se acerquen mucho al borde del río, que con lo que ha caído estos días, la tierra estará toda blanda y los caballos casi no podrán andar con tanto barro". También les habló de los bosques, donde se podían recoger castañas y setas, y de las ruinas de una torre medieval. "No la visita mucha gente, aunque de vez en cuando viene algúno de la ciudad a ver las tallas que aún se conservan. Y a veces también la visitan de dos en dos la gente de por aquí. Sobre todo por las noches, ya me entienden", dijo guiñándoles un ojo. "Y si se cansan, siempre pueden acercarse a las tabernas de Nouvion, o al café René. Si siguen el río, en 15 o 20 minutos se plantan allí"

Salieron de los establos con cuatro caballos, que aunque no eran una belleza, eran mansos y parecían fuertes y bien cuidados.

-así pues, ¿que les gustaria visitar? yo personalmente no tengo preferencias, simplemente queria conocer los alrededores. Pero desde luego tenemos bastante para elegir- coloco mi caballo al lado de el del joven periodista con visible buen humor -después de un dia de lluvia el aire del campo esta cargado de olores estimulantes-

El vizconde llega puntualmente a la cita, a pesar de que no pensó necesitarlo, su previsión lo llevo a incluir su ropa de equitación; y ataviado con ellas se encamino hacia las caballerizas, llevando una pequeña alforja en una mano.

- En lo personal no tengo ninguna preferencia. Aun que no esta rai de mas recorrer un poco los bosques y aquella vieja torre, charlar, y terminar con una buena copa de vino...

Sven había aparecido con un uniforme adecuado para montar, y enseguida eligió a uno de los caballos y se montó ágilmente.
- Yo tampoco pensaba en ir a ningún sitio concreto, simplemente dar una vuelta para conocer la zona y de paso examinar el contorno del nido del halcón por el exterior por si algo me llama la atención en relación con su seguridad. El simple hecho de dar una vuelta a caballo por estos parajes campestres y respirar este aire es ya un placer suficiente.

-bien, pues vamos a ver este bosque, el exterior del que sera nuestro hogar durante un tiempo, y finalmente esta torre que tanto gusta a los locales- respondí de buen talante y puse en marcha mi caballo dirigiendo la marcha

En ese caso, y almenos que el señor Moreau objete algo, creo que nuestra ruta ya esta establecida.

Acomodo la alforjas y me subo al caballo, guiándolo junto al militar.

- No tengo ninguna objeción con tal ruta, Vizconde. Podemos partir en cuanto deseéis, y disfrutar tranquilamente de estos bellos parajes.- Subo al caballo, siguiendo los pasos del secretario.

 vamos cabalgando a paso lento, disfrutando del panorama y del esplendido tiempo y le pregunto a nuestro joven periodista

-y dígame Señor Moreau, ¿ya ha empezado a trabajar en su artículo?, ¿con entrevistas personales decia? es un enfoque original-