Partida Rol por web

Proyecto Halcón Etéreo

Capítulo 1. La inauguración

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10/09/2010, 02:49
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Al escuchar la voz del comandante Dumoyer no puedo evitar levantar la vista hacia mi interlocutor, y al percatarmed e su inmediates cierro mi diario mientras elarbolo una sonrisa.

-Comandante Domyer, un placer conocerlo, o perdone la descortesia -me levanto dejando mis cosas en el asiento- mucho gusto - extiendo cortez mente mi mano - hacido increible la recepcion, estimado comandante, no me ha decepcionado en lo mas minimo, todo lo contrario; y permitame reconocercelo comandante, pero la labor hecha por sus hombres en cuanto a seguridad ha sido impecable; o pero perdone nuevamente mi impaciencia y falta de modales, pero podria preguntar ¿quien es el caballero que lo acompaña.

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10/09/2010, 11:52
Pierre Dunoyer

Aceptando la mano que se le ofrece, el comandante Dunoyer contestó

-El placer es mío. El caballero que me acompaña es el capitán Hochner, mi segundo al mando, que se incorpora hoy a la base. Probablemente los tres tendremos que colaborar frecuentemente durante el tiempo que dure su labor aquí.

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10/09/2010, 12:48
Jalabar

Me llevo el carruaje contratados por el proyecto hasta Nouvión donde deberían recogerme de nuevo con destino a la zona del proyecto Halcón Etéreo, habia reparado en que los cielos del bello lugar habian dejado de lagrimar su lluvia y cuando el carruaje paró en la provincia de Nouvion suspire aliviado por no tener que mojarme y espere no tener que pasar mucho tiempo al aire libre, alejado del trabajo y los trastos que tanto me tranquilizaban...

Baje del carruaje, maldita suerte la mia cuando pise un charco y moje la parte inferior de uno de mis pocos pantalones de gala, ya que era una ropa que debido a mi trabajo no usaba mucho, aferre con fuerza mis pertenencias y el pequeño cofre donde guardaba mis objetos personales de mayor importancia y las cartas enviadas por mi queridísima Miranda y su padre el buen Dr. Otto Wenning las cuales leí muchisimas veces durante el trayecto, luego me dispuse a encontrar el carruaje recomendado en las misivas para alcanzar el nido del halcón esperar que grandes ideas y proyectos me esperaban en aquel lugar, esperando hacer historia en mi comunidad y en mi vida con la ilusión de ganar un apellido que me reconociera.

Casi no llegue a tiempo para la presentación, cuando pude sentarme cerca del estrado, el Dr. Wenning parecia ser reprochado por mi admirada Miranda y reparé en que quizás a mi poca estatura y el gran ambiente del lugar no se habian percatado de mi presencia, me acercaria después a saludar. Terminado el discurso la multitud se organizó para acudir a los aperitivos y bebidas ofrecidos, bastante me habia costado acercarme apenas unos metros a la presencia del Dr. Otto Wenning y sin lograr ofuscarme por la emoción de empezar un proyecto de tal magnitud llame al eminente doctor...

- Doctor, Dr. Otto, Aquí, encantado de verle!!! - dije a mano alzada intentando hacerme ver y oir por encima de la multitud... hablare con el señor Friedrich y buscare a la señorita Miranda, echaba de menos su compañia.

Notas de juego

Y con esto vuelvo!!! siento la tardanza ^^ y espero que este bien.

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11/09/2010, 01:13
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

-Cápitan  Hotcher-tendiendole la mano- un placer el conocerle, y puedo asegurarle a usted y al Comandante Dunoyer que cooperare en todo lo que sea necesario.

 

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11/09/2010, 00:31
Jacob Moreau

El viaje de París a Nouvion fue largo, pero tranquilo y apacible. En él pude disfrutar de los maravillosos tesoros que el Gran Imperio Francés ofrece, tales como la grandiosa visión de la campiña o el proceso de la vendimia. El tiempo no acompañó durante todo el camino, pero el viaje en carruaje me ahorró problemas. Pese a todo, estos deliciosos paisajes quedaron atrás, y tras el largo viaje alcancé el pequeño pueblecito que albergaba el llamado "Nido de Halcón".

He de decir que el pueblo no me pareció gran cosa. Si, tenía su encanto campestre, pero cuando has vivido en la capital del Gran Imperio Francés, con todo lo que ello conlleva, cualquier pueblo se te queda pequeño. Los vehiculos motorizados y de caballos estaban ocupados en el transporte de los distinguidos visitantes que asistirían a la inauguración, por lo que decidí ir andando. La caminata no se hizo muy dura, y aun iba con cierto margen de tiempo. No me podía esperar la visión de las instalaciones según me acercaba al Nido.

El lugar era toda una muestra del progreso del ser humano. Aquél magnánimo edificio bien podía haber sido la insignia de una nueva exposición universal, dada la envergadura y capacidad del mismo. Alrededor del edificio se alzaban impresionantes artificios, que incluían grúas y otra maquinaria de inusitado propósito. A su alrededor se alzaba un enorme complejo lleno de edificios. Por todo el recinto se observaba a personas ajetreadas. En su mayoría serían obreros, pero la sensación era de laboriosa actividad. Apabullado por todo esto seguí el camino que me llevó hasta el centro del edificio principal, ya en ese momento bastante lleno.

En el hangar se alzaba un estrado, destinado a los personajes de importancia en el proyecto. Yo me quedé discretamente apartado entre el público, dispuesto a asimilar cuanta información pudiese antes de presentarme oficialmente. Tras el poco ortodoxo discurso del Profesor Otto Wenning decidí abandonar mi pasividad y acercarme hacia el reputado científico. Cuando llegué a su encuentro alcancé a oír una voz que le llamaba, aunque no llegué a ver a nadie. Así pues, me presenté ante el director del proyecto, a quien tendría que rendir cuentas desde ese momento.

- Saludos, Monsieur Wenning. Mi nombre es Jacob Moreau. Es un placer para mi coincidir con un respetable hombre de ciencia como usted, y más aun en un proyecto de ésta envergadura.- Tendí mi mano hacia el científico, intentando causarle la mejor impresión posible.

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11/09/2010, 14:21
Friedrich Otto Wenning

Friedrich Wenning, que parecía estar mirando a otro punto de la multitud, se volvió hacia el periodista cuando este se presentó. Estrechando la mano que se le tendía, contestó al saludo:

-Creame, Señor Moreau, también es para mí un placer tenerle aquí. Seguí con interés sus crónicas para el Diario Oficial del Imperio Francés en cuanto me comunicaron que vendría usted a esta base. Diré que me siento muy satisfecho de que haya sido usted la persona escogida, y que espero que disfrute de su presencia aquí. Déjeme presentarle a mi encantadora Miranda, mi hija-dijo Herr Wenning con voz cargada de orgullo, indicando a la muchacha que estaba a su lado.

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11/09/2010, 14:31
Miranda Wenning

-Encantada, señor Moreau-dijo tendiéndole con gracia su pequeña mano-Aunque puesto que mi función en el proyecto se limita a la ingeniería de cálculo, estoy segura de que habrá personas que tendrá más interés en conocer. ¿Por qué no le presento a uno de los principales ingenieros del proyecto? Conduciendo al señor Moreau y a su padre unos metros más allá, Miranda se detuvo junto a un enano vestido de gala, al que dedicó una cálida sonrisa.

-Señor Moreau, éste es Jalabar, el talento encargado de la creación de los motores de Halcón. Jalabar, te presento al Señor Jacob Moreau, periodista del Diario Oficial del Imperio Francés.

Notas de juego

Y bienvenida a los dos roleros pródigos, Mitheihel y Darkhar :)

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11/09/2010, 15:42
Jacob Moreau

El profesor Wenning correspondió a las presentaciones con cortesía, e indicó conocer mi trabajo. También me presentó a su hija, Miranda, una bella joven de rubia cabellera. Ella a su vez me presentó a Jalabar, quien se encontraba entre la multitud. No me sorprendí al ver que formaba parte de la raza de los enanos. Solo su increíble habilidad podría estar a la altura de lo necesario para la construcción del halcón. El caballero en cuestión tenía un aspecto algo desgarbado. Su barba estaba prendida por unos aros de color cobrizo, y era de un blanco canoso. Su traje de gala no se encontraba en las más perfectas condiciones, presumiblemente por el viaje hasta el lugar, y su rostro mostraba una ceñuda expresión al verme, en oposición a la sonrisa que había iluminado su rostro al ver a Miranda.

- Es un placer conocerle, señor Jalabar. Según me acaba de mencionar la señorita Miranda es usted un importante miembro del grupo de ingenieros.- Ofrecí mi mano al enano.- He de decir en mi favor que soy el informante oficial sobre el proyecto, un privilegio que realizaré con orgullo.

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12/09/2010, 01:45
Jalabar

Lleno de alborozo se encontró mi rostro al sentir las atenciones de mi estimada Miranda, y adusto se volvio durante unos intantes cuando decidieron presentarme al Señor Moreau, caballero y literato de magnánime porte y distinguidos modales, ya que trás el largo viaje solo pensaba, egoistamente, en compartir el mayor tiempo posible con mi apreciada señorita Miranda, animoso pensamiento que deseche al descubrirme en una reunión social de tal magnitud y en tan importante proyecto donde debía centrarme como jamás habia echo en mis deberes sociales y laborales.

- El placer es mio Señor Moreau, en mi caso no todos los dias se tiene la oportunidad de relacionarse con un célebre periodista y otras personalidades como vos - exprese con mi, intento, de más sincera alegría mientras estrecho la mano del publicista cortésmente... - Me alegra saber que mis ideas para este proyecto han interesado a la comunidad de científicos e ingenieros encargados de este proyecto, empezando por el insigne Dr. Otto Wenning por supuesto, y no dudo ni un momento sobre su capacidad para relatar y hacer pasar a los anales de la historia los echos que aqui aconteceran con todo el esfuerzo y trabajo del equipo y la ilusión y sueños de nuestras naciones... verdad señorita Miranda? - declare con mi voz más afable al señor Moreau.

Me acerque un poco más al renombrado periodista, mirando a los lados, como si preocupara que alguien más escuchara lo que queria decirle al joven caballero... - Disculpe mi etiqueta y aspecto señor Moreau, confieso que me encuentro perdido en una congregación de estas magnitudes, suelo pasar mi tiempo entre máquinas y talleres... usted deberia entenderme... - exprese algo azorado...

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12/09/2010, 22:01
Sven Hochner

El capitán Sven Hochner estrechó la mano que se le ofrecía y, pasando por alto el error de pronunciación de su apellido respondió lo mejor que supo - Señor Vizconde, es un honor para mí haber sido escogido para trabajar en la seguridad de este proyecto. Espero poder servirles a su completa satisfacción. -
Después retiró la mano y se quedó ahí plantado sin saber muy bien dónde mirar.

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12/09/2010, 22:25
Charles du Lapin

Hablando con algunos de los invitados cerca de la mesa de los aperitivos observe con curiosidad como el profesor Wenning y su hija recibían a mas gente, algo muy normal en una recepción de este tipo claro, aunque no creí que el enano hubiera venido simplemente a la recepción. Tal vez tuviese oportunidad de conocerles mas tarde, tal vez en la cena.

Continúa en la escena "Expediente 104" Post del 15/09/2010, 20:30

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12/09/2010, 22:54
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Tras el segundo surgido en el que la conversación se estancó pienso rapidamente:

-Y decidme caballeros, ¿alguno de ustedes ya habeis saludado al Dr. Wenning, o... a su encantadora hija...?

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12/09/2010, 23:18
Pierre Dunoyer

-Por mi parte, estoy instalado en la misma casa que Herr Wenning, puesto que nuestro trabajo requiere que trabajemos con frecuencia de forma conjunta. Llevo travajando con Herr Wenning casi desde que este proyecto comenzó a gestarse, y cuando los trabajos de construcción de las instalaciones comenzaron, ambos nos trasladamos a la zona, y nos resultaba más cómodo compartir residencia. Por supuesto, la señorita Miranda, está alojada con su padre, por lo que tengo la satisfacción de poder conversar con ella con frecuencia. Si desea tener la oportunidad de conversar con ellos y otros miembros del proyecto con calma, esta noche celebramos una pequeña cena de bienvenida, y nos sentiriamos honrados de que aceptase participar, señor Vizconde. Usted también está invitado, capitán Hochner

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13/09/2010, 00:14
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

-Seria para mi un honor comandante,  pueden contar conmigo esta noche. Aunque... eso me deja en un dilema, ¿que presente llevaros?, pero perdone de neuvo mi indiscrecion comandante, ¿sabe de casualiad cuales son los gustos del profesor Wenning, los de su adorable hija, o los de alguno de los presentes?

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13/09/2010, 00:31
Pierre Dunoyer

-Podría decirle los míos, puesto que seré uno de los anfitriones, pero creo que es mejor que no se preocupe por eso.-Dijo Dunoyer, divertido por la propuesta-Después de todo, nos corresponde a nosotros agasajarlos, ocúpese tan sólo de disfrutar de la velada. Lo que sí le agradeceriamos Herr Wenning y yo sería que nos concediese unos minutos de su tiempo antes de la cena, para poder tener una entrevista privada. Puesto que se incorporará a este proyecto, sería bueno que aclarasemos algunos puntos sobre su función y las medidas de seguridad necesarias

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13/09/2010, 04:27
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Caballero,-con un tono teatral- por favor permitame ese pequeño capricho... digamos que es mi agradecimiento por tan atenta invitacion. Por favor, insisto...

...y sobre esa entrevista, puede tener por seguro que se consederá. No podria jamas faltar a mi deber, y a vuestras atenciones.

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13/09/2010, 16:52
Jacob Moreau

Recibí los elogios de Jalabar con complacencia, Y respondí rápido a sus disculpas.

- Tranquilo, señor Jalabar, claro que le entiendo. Esto no es ni mucho menos una audiencia real, y un mínimo error en la compostura no le va a importar a nadie. Incluso le digo más, puestos a ir a la base del asunto, esto es solo un taller de grandes magnitudes, por lo que no se debe sentir incomodo.- Le procuré una sonrisa tranquilizadora.- Sobre mis capacidades, he de decir que me halaga usted. No soy ni mucho menos una figura de alta importancia en la prensa actual, pero espero que ésta oportunidad me ayuda. Menciona también usted sus importantes ideas... He de admitir que mis conocimientos técnicos están bastante limitados. ¿Podría usted darme algún dato?

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13/09/2010, 22:01
Pierre Dunoyer

-Se lo agradezco, Excelencia. Podrá encontrarnos en nuestra residencia en cuanto terminen las celebraciones. Si nos disculpa, el capitán Hochner y yo tenemos otros asuntos a los que atender ahora mismo, pero será un placer volver a hablar con usted más tarde.-Dijo Dunoyer, inclinándose para despedirse.

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14/09/2010, 09:27
Sven Hochner

Sí, el deber es lo primero, pero pueden contar conmigo para la cena, si mis rudos modales militares no son obstáculo para ello - Respondió el capitán Hochner mientras comenzaba a girarse. - Así de paso quizá tenga la suerte de conocer al iniciador de tan grandioso proyecto, el doctor Wening, y a su no menos importante hija. - y dicho ésto comenzó a alejarse en compañía de Dunoyer

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14/09/2010, 12:47
Jean Paul Atreides. Vizconde de Morcef

Encantado Caballeros.

Parto en busca del Doctor Wening