Partida Rol por web

Rincón

CAPÍTULO I: TIEMPOS DE PAZ

Cargando editor
25/01/2013, 09:55
Ventura Montesinos

Miro a mi alrededor incrédulo de lo que acaba de pasar. Yo no soy un guerrero y ahora es cuando más lo noto. La adrenalina de la batalla me ha mantenido en pie en el combate pero ya no puedo más, me fallan las piernas y caigo al suelo boca arriba.

Mi respiración es atropellada, casi pareciera que fuera a echar los pulmones por la boca. Me duele todo, donde me han dado y donde no.

En un instante de lucidez miro a Ruperto y le sonrío. Un instante después miro al cielo y pierdo la noción del espacio. Todo es cielo, nada más.

Cargando editor
25/01/2013, 11:32
Íñigo de Arreba

Desde el suelo escucha un gran jaleo y griterío fuera de lo común. Para alguien que ha participado ya en un par de docenas de encuentros, esos sonidos sólo pueden responder a una gran cantidad de hombres armados desplazándose a toda velocidad, al ponerse en pie el de Arreba comprueba que sus sospechas eran ciertas.

Tras recoger el cuchillo del suelo y sin hacer caso a la ballesta, mira por un momento el cuerpo de Xoan Manuel tirado a no mucha distancia en medio de un gran charco de sangre, el navarro corre hasta el noble y mostrando una amplia sonrisa se agacha sobre el cuerpo, inspira con fuerza rescatando una flema y la esputa con fuerza sobre la cara del noble.

- ¡ POR CABRÓN!

Y mira hacia la turba mercenaria y se une a la carrera.

Cargando editor
25/01/2013, 18:28
Simplicio Ruipérez
Sólo para el director

-1- ¿ ciantos asaltos tenemos antes de que vengan los del sanfermin?

-2-¿ cuanto tardaria en mirar-cachear a cada caido, en busca de las llaves, o de su bolsa de dinero y objetos? ¡

-3-¿hay 3 muertos o alguno más de antes?

-4¿ el sanfermin ese, va en direccion al pueblo, o ala salida de la murallas?

Notas de juego

como hay alguna información valiosa para mi, sobretodo la relacionada con el posible saqueo-robo a los muertos, he optado por hacerte un " solo para el director".

Cargando editor
25/01/2013, 19:49
Ruperto

Por muy increíble que pueda ser, parece qué, de alguna forma, el resto de mi grupo ha escapado. Qué insensatos, podrían haber esperado a que llegase con los refuerzos. ¡Deberían de saber que yo nunca dejo abandonado a su suerte a nadie!

Pero eso ahora da igual. Parece que están en muy mal estado. Ventura se desmaya según me ve aparecer, o al menos, cae al suelo rendido. Rápidamente, me dirijo hacia él, para intentar reanimarle, y que no sea pisoteado por los mercenarios que vienen tras de mí.

Y no es hasta que me acerco a él, que no veo a Xoan Manuel tendido en el suelo, moribundo. Tiene varias heridas por las que sale mucha abundantemente. Intento taponar las heridas, pero yo solo no puedo. Así, grito—. ¡Que alguien me ayude, este hombre es de los nuestros!

Tras mi grito de auxilio, me acerco a Ventura y Simplicio, para intentar levantar al primero. No obstante, mi fuerza es insuficiente para esta labor, así que intento que el cuerero haga un último esfuerzo—. Vamos Ventura, he venido a por vosotros. Tenemos que escapar. Venga, levantaos...

¿Estáis bien, Simplicio? —digo por último al pardo, que seguramente sea el que mejor se haya defendido, y que esté acostumbrado al combate. No obstante, no sólo me importa su salud, también necesito algo de él—. Ayudadme a mover al santiaguista a un sitio seguro, tenemos que atenderle o morirá.

—¿Dónde está el navarro? —pregunto a nadie en particular, en busca de Íñigo. Al atender al resto, no he podido ver como escapaba con el resto de mercenarios.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Casi...

Cargando editor
25/01/2013, 20:08
Director

Notas de juego

Puedes hacer más tiradas hasta que muera o se salve; por cada tirada (tengas éxito o no), Xoan Manoel pierde 1 PV (ahora mismo tiene -10, morirá cuando llegue a -13).

No tenéis tiempo para más: supondré que taponáis la herida de Xoan Manoel mientras cargáis con él y huís con la turba hacia el portillo (con esto contesto a Simplicio).

Cargando editor
25/01/2013, 20:18
Ruperto

Notas de juego

¿No se puede hacer algo así como ayudarnos entre todos para tener más posibilidades de curarle?

Cargando editor
25/01/2013, 20:21
Director

Notas de juego

Sí, se haría una tirada colectiva. En cuanto llegue a mi casa repaso las reglas, a ver cómo se hace. Tenéis que decirme quiénes vais a ayudar a Ruperto.

Cargando editor
25/01/2013, 21:01
Ventura Montesinos

Reacciono un poco cuando Ruperto me arenga y me ayudo de su brazo para levantarme.

—Gracias amigo, te debo una —digo sonriendo.

Con urgencia hago lo que me pide Ruperto y le ayudo a mover a Xoan Manuel mientras miro con recelo al navarro en su huida.

—¿A qué ha venido eso? —me pregunto.

Notas de juego

Yo ayudo.

Cargando editor
25/01/2013, 21:17
Director

La sorprendente reacción de Íñigo os deja descolocados; ¿qué le habrá movido a actuar de esa manera con alguien con quien ha luchado codo con codo tantas veces? Lo veis alejarse junto con los hombres más adelantados. Los demás, como os habéis entretenido en cargar con Xoan Manoel e intentar detener su hemorragia, huís junto a los más rezagados, que caen por doquier abatidos por lanzas y flechas.

Cuando llegáis a la altura del portillo, abandonado este por los alguaciles cuando los vuestros lo destrozaron, ya no veis a Íñigo: vosotros sois los últimos; pero, aunque sois perseguidos por los ballesteros, estos aún tienen que detenerse a recargar sus ballestas, cosa que harán, seguramente, cuando hayan salido por el portillo tras vosotros.

Notas de juego

Bueno, pues todos los que ayuden deben hacer una tirada de Sanar; aquellos que la pasen, proporcionarán un +10% a las tiradas de Ruperto.

Cargando editor
25/01/2013, 22:32
Simplicio Ruipérez

Simplicio cansado a más no poder, no encuentra palabras con las que dirigirse a sus rescatadores, pero si encuentra fuerzas para intentar sanar al compañero caido.

Sorprendentemente el grandullon de la lanza, consigue ayudar en algo, o por lo menso no entorpecer.

- Tiradas (1)
Cargando editor
25/01/2013, 22:34
Simplicio Ruipérez
Sólo para el director

 

¿ he podido registrar a los caidos?

Cargando editor
25/01/2013, 22:36
Director

Notas de juego

No te ha dado tiempo, los ballesteros de Gonzalo de Tarazona corren tras vosotros.

Cargando editor
26/01/2013, 13:07
Ruperto

Notas de juego

Estoy a la espera de saber si Ventura ayuda para tirar...

Cargando editor
27/01/2013, 01:27
Director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago yo la tirada por Ventura.

También tiene éxito, así que tienes un 40% en Sanar para todas las tiradas. Sigue las instrucciones que he dejado en la escena Sistema de Juego para las tiradas de Sanar y ánimo, que si no se nos va Xoan Manoel, y lo que es peor, también Kilder ;)

(y además quiero ver la cara que se le queda a Íñigo cuando se entere de que está vivo XD)

Cargando editor
27/01/2013, 01:34
Ruperto
- Tiradas (4)

Notas de juego

Pa mí que se muere el pobre... (La última la he hecho por quedarme a gusto xD)

Si me confirmas que la palma, hago un bonito post o algo así.

Cargando editor
27/01/2013, 01:38
Director

Notas de juego

No, aún no ha muerto. Tienes que poner los PV que le quedan en el Motivo de cada tirada. Empezaba con -10, y al llegar a -13 has tenido éxito, así que tienes que tirar 1D4 y sumar los PV, y antes de la siguiente tirada, volver a restar 1 PV.

Por ejemplo, ahora mismo tiene -13; si en el 1D4 sacas 3, bajaría a -10, pero para la siguiente tirada tendría -11.

No sé si me entiendes...

Xoan Manoel solo morirá si fallas la tirada cuyo Motivo sea "-13 PV".

Si te resulta engorroso, yo mismo puedo hacer las tiradas.

Cargando editor
27/01/2013, 01:43
Ruperto
- Tiradas (14)

Notas de juego

No sé si el 4 es crítico. Voy a suponer que sí, sino, ignoramos el resultado del 2º dado, lo que lo dejaría a -3, y sigo tirando.

Cargando editor
27/01/2013, 01:51
Director

Notas de juego

Sí, es crítico. Hay una cosa que no has interpretado bien: antes de hacer la tirada, había que restar 1 PV; así que, cuando al principio en la tirada de sanación en el 1D4 sacaste 4, el siguiente "Sanar" estaría a -10 y no a -9, ya que por una parte recupera los 4 puntos, pero por otra pierde 1 al siguiente asalto.

PERO...... bien está así. Ha sobrevivido, y Kilder seguirá jugando.

Hago públicos los mensajes anteriores para que todos vean que no hay trampa ni cartón.

Cargando editor
27/01/2013, 01:55
Ruperto

¡Ventura, Simplicio, ayudadme a contener la sangre! —grito a mis antiguos compañeros mientras presiono el pecho de Xoan Manuel para intentar reanimarlo. Apenas si respira.

Pese a la ayuda de ambos, por un momento, parece que se va. Incluso que deja de respirar—. ¡No! ¡Haced tapón ahí, tan abajo no sirve de nada!

No obstante, en el último momento, me hago cargo de la situación, y cortando un poco de tela de mi manta, consigo "vendar" un parte del pecho, donde tiene la herida más fea.

Así, la cosa comienza a estabilizarse, y deja de sangrar. Por fortuna, el santiaguista vuelve a respirar de nuevo, aunque sigue inconsciente y su pecho se mueve de forma bastante arrítmica.

Venga, rápido, vámonos de aquí, antes de que nos maten las saetas. ¡Ayudadme a cargar con él, que yo solo no puedo!

Tras esto, sólo nos queda huir de este lugar. Ya habrá tiempo para hablar cuando escapemos. Ahora hay que actuar, antes de que una lluvia de flechas nos deje como un alfiletero.

Cargando editor
27/01/2013, 02:57
Director

"Xoan Manoel ... Xoan Manoel"

Abres los ojos. Una intensa luz penetra en tus pupilas, tan intensa que vuelves a cerrarlos. ¿Dónde estás? Te parece haber oído a tu abuela llamándote. ¿Es esto el cielo? Cuando vuelves a abrir los ojos, muy lentamente para que tu vista se acostumbre a la luz, ves un cielo rodeado de hojarasca. ¿Árboles en el paraíso? Claro, del árbol de la ciencia proviene la maldición del género humano. Al menos te has ganado la gloria, pues Dios ha perdonado tus muchos pecados acumulados en estos últimos años al servicio de ese heraldo francés de la Muerte. Intentas incorporarte, pero te es imposible: te invade el dolor más intenso que has sentido nunca, proveniente de tu costado; te cuesta hasta respirar. Pero, espera... ¿dolor? No deberías sentir dolor... Giras la cabeza y ves unas siluetas. Poco a poco se dibujan los rostros de Íñigo, Ruperto, Simplicio y Ventura. ¿Ellos aquí? No puede ser...

Entonces, comprendes: no has muerto. Es Ruperto el primero que se da cuenta de que has vuelto del más allá. Se acerca a ti y te ofrece algo de agua. Aún no oyes con claridad lo que te dice: tu oído anda adormecido todavía, o tal vez eres tú mismo, que sigues aturdido. Pero, poco a poco, recuerdas todo: el pueblo, vuestro arresto, la batalla... os rodearon, estábais encadenados y apenas la mitad de vosotros se defendía con un cuchillo frente a unos adversarios bien armados que os doblaban en número; uno de ellos hincó su lanza en su costado, y empujó destrozándote las costillas hasta que perdiste el conocimiento... Esto parece un milagro; o varios de ellos, pues no sabes si es más sorprendente que hayas vuelto a la vida o que todos hayáis salido vivos de aquella situación tan crítica. Nunca has estado, ni seguramente estarás, tan cerca de la muerte, ni tú ni tus compañeros.

Una vez que vuelves en ti del todo, Ruperto te lo cuenta lo sucedido: a diferencia de Íñigo, él consiguió escapar cuando los alguaciles llegaron a la posada para arrestaros. Saltó una tapia, cayó en la posada de al lado, se metió por un agujero lleno de cenizas que resultó ser un horno, y salió a una cocina; allí dos mujeres se llevaron un susto de muerte al verlo emerger todo sucio y negro, pero él logró escapar por una ventana, se disfrazó de viejo pordiosero y salió por el portillo fingiendo que era un viejo rezagado del arrabal. Después corrió al campmento para informar a Pierre; este no tuvo más remedio que atacar el pueblo, pues de lo contrario su tropa se dispersaría por el hambre, así que movilizó a todo el mundo y urdió un plan para entrar por el portillo sin apenas resistencia: mandó a Ruperto que guiara a un pequeño destacamento por el bosque y atacaran el portillo con un ariete mientras Pierre entretenía a Gonzalo en la puerta sur. Cuando reventaron el portillo, Pierre salió al galope con todo el resto de su tropa y entró por él, entablándose una batalla a muerte en pena plaza. La milicia de la ciudad no estaba bien organizada, y el francés había conseguido adoctrinar bien a su tropa para que no quedara atrapada en las callejuelas entre los ballesteros y los jinetes que habían salido en su persecución por la retaguardia. Así que en un primer momento, los mercenarios superaron las defensas y avanzaron hacia el castillo; pero luego, el caballo negro del francés fue visto sin jinete, y cundió entre los vuestros la noticia de que vuestro jefe había sido abatido. La tropa entera se lanzó en una deseseperada huida de vuelta hacia el portillo, y eso fue lo que salvó a tus compañeros de sucumbir ante los lanceros que os habían rodeado; aunque Ventura dio buena cuenta de dos de ellos, sin tu ayuda estaban ya agotados y solo habría sido cuestión de tiempo que terminaran como tú. A la cabeza de los fugitivos estaba Ruperto, que dirigió la turba hacia vosotros para tratar de ahuyentar a vuestros adversarios, y así ocurrió.

Luego, cargaron contigo mientras huían de los ballesteros de don Gonzalo, que trataban de reorganizarse para descargar sus saetas sobre vosotros. Docenas de los vuestros murieron asaeteados por la espalda antes de llegar al portillo, pero tus compañeros lograron salir ilesos a pesar de que iban más lentos debido a tu peso. Al salir al exterior, vieron con horror docenas de cadáveres de mujeres y niños desperdigados cerca de la muralla, los cuales habían sido masacrados por los jinetes. Ventura tuvo que huir de allí sin saber si su mujer y sus hijos estaban entre aquellos desgraciados. Corrían ya a la zaga de los huidos tus compañeros cuando los ballesteros de don Gonzalo formaron ante el portillo y descargaron otra lluvia de saetas; y quiso la suerte que solo vosotros y otros tres o cuatro hombres más quedárais a salvo de los furiosos proyectiles que volaban por doquier. Tus compañeros corrieron en dirección al cerro para adentrarse en el bosque y esconderse en caso de que mandaran efectivos para capturar o matar a los huidos. Pero aquello no ocurrió, y habéis permanecido ocultos hasta ahora, la mañana del día siguiente.

Tras escuchar toda la historia, y entre dolores, reflexionas sobre lo ocurrido en el pueblo. No tomaste la decisión correcta; debiste huir como hizo Ruperto, como intentó hacerlo Íñigo, cuando los alguaciles vinieron a por vosotros. Los apellidos no son nada cuando uno es miembro de una compañía de mercenarios y es delatado por un traidor como Bonifacio. Has estado a punto de llevar a la muerte a tus compañeros...

...pero aquí estás, gracias a ellos. Sin tu caballo, sin tus armas, sin lo poco que habías conseguido ahorrar para comprar el perdón del Papa; con un infierno por delante tratando de huir de la justicia, pasando hambre y miserias mientras tu cuerpo soporta un dolor indescriptible. Pero aquí estás, Dios así lo ha querido; y si aún no te ha permitido reunirte con él, es por algo. Ya basta de muerte y destrucción, ya está bien de aplastar a los débiles para conseguir un perdón bañado de sangre; puede que tu orden te haya expulsado, pero en el fondo de tu corazón sigues siendo un caballero, y eso nadie te lo puede arrebatar. Aún te queda la nobleza de tu apellido, y de ti depende devolver la grandeza a tu linaje. La vida te da otra oportunidad, Dios mismo te la da; no la desaprovecharás.

 

FIN DEL PRIMER ACTO