Partida Rol por web

El sonido de la sirena acompañado con una voz dulce os anuncia la hora de la comida. Es hora de que todos os dirijais al comedor.

Cuando abris la puerta podeis ver el tipico comedor de instituto como el que habeis visto en las peliculas americanas.

Desde lo alto entra una luz potente por la claraboya del comedor y algunas ventanas elevadas. Podeis fijaros que en algunas de ellas hay muñecos titeres sentados como vigilando el comedor. Las mesas estaban dispuestas en filas de a cuatro con un banco a cada lado con sitio para 3 personas en cada uno.

En una de las esquinas del fondo veis dos mesas en las que estan sentados y atados algunos alumnos. Podeis ver a Nathan como un guardian entre ambas mesas.

Al fondo esta la cocina y la barra para pasar la bandeja desde donde os observa una mujer que con solo un golpe de vista os hace tener un escalofrio.

Un muchacho junto a la puerta estaba tocando una flauta. Para os mira y con una sonrisa comienza a cantar.

“Cuando un viento helado sopla,

tiemblas de verdad”

Una muchacha pelirroja con claros sintomas de abstinencia aunque una mirada color miel preciosa, contesta desde una mesa cercana.

“Pero nada congela tu espiritu,

como años de soledad”

Un chico grandote con pinta de bruto y una camiseta de Sonic deja pesadamente su bandeja sobre la mesa y se gira tristemente hacia vosotros.

“Te escondes de la realidad,

como lo hace una avestruz”

Dos gemelos jovencitos de unos 13 años rubios de ojos azules y con unas ropas en blanco y negro a juego se unen a la cancion.

“El peor de los peor”

“Que nos causa rencor”

“Es aquel de nombre Discord”

Poco a poco las voces en el comedor se van sumando a la cancion, parecia que Discord no era tan apreciado por todos como queria hacer parecer.

“El mas huraños

que nos hace daño

ese es ¡Discord!”

Una risa histerica explota en la zona de los alumnos atados, donde algunos comienzan a coro.

“¡El señor Farsante,

el señor Atroz!

Si le dieran premio al mas cruel

¡Seguro gana dos!

El viejo Discord, tacaño es,

el oro es su alegria.

Si fuera algun sabor,

amargo el seria”

Nathan corta la cancion con un golpe en la mesa y murmurando algo entredientes como “No lo quieren ni los vegetales...” Sin embargo un grupito de alumnos que estaban sentados un poco alejados, todos con pinta de hippsters, continuan la cantinela.

“El señor Avaro, el señor Maldad

y nadie lo aventaja en ser, el Rey de la Ruindad.

¡Le cobra al pueblo un dineral,

por unos tristes colchones!

La gente en el suelo esta y es peor con los ratones”

Por el fondo veis a un chiquito rubio que se encarama a otro moreno, fuertote y alto. Hiperventilando mira a todas partes. En ese momento unas chavalitas que iban vestidas de tal manera que os recordaban vagamente a Discord se acercan a los hippster.

“Se siente muy solo, tristeza nos da y quiere mostrarse malvado en verdad, es victima de su orgullo y temor, pero muy adentro esconde amor....”

Alguien se empieza a desternillar con una pedorreta, antes de que podais giraros a ver quien ha sido los vigilados vuelven a cantar.

“El señor Siniestro,

el señor Gruñon.

No tiene tiempo de amistad,

ni para diversion.”

Los hippsters contestan cantando.

“Ningun favor le pidan,

o su enojo va en aumento.

A los mendigos no da pan,

ni un queso al hambriento..”

Finalmente el comedor casi al completo se mueve siguiendo en sus asientos el ritmo.

“¡El señor Verdugo, el señor Crueldad!

El nunca da y quitara, en su alma no hay piedad.

¡Para vivir haciendo el mal, la practica es mejor!

Aqui se ve, que resulto, Discord se vuelve peor.

¡Cada dia, cada vez Discord se vuelve peor!”

Unas palmadas se oyen desde el fondo del comedor. El mismisimo Discord  se encontraba junto a la barra de las comidas sonriendo ante la coreo improvisada de los alumnos. De su brazo salen dos correas que van a dos collares bien dispuestos. Uno a un muchacho* muy bello sin camiseta que va mirando al suelo. La otra termina en el cuello de una preciosa rubia** con orejitas de gato y patitas, esta sentada a cuatro patas completamente desnuda y por la parte de detras de ella asoma una cola nivea como el resto de su “pelaje” sin cinturon a la vista os podeis imaginar como esta sujeta dicha cola.

- ¡Me ha encantado, chicos! Jajajaja... Muy bien... pero avisadme a la proxima, que casi no llego.

Daniel estaba junto a Danae, asustado…intrigado por todo esto…pero lo que más le sorprendía era ver a una chica desnuda y a cuatro patas en el suelo. ¿Qué clase de escuela era esta?

-D…Danae, ¿Qué narices ocurre…¿Quién es ese?.-Preguntó en un susurró mientras extrañado notaba como su corazón se le aceleraba. ¿Qué clase de persona podía hacer todo eso?.-Creo que deberíamos marcharnos de aquí o algo…no me gusta este comedor, no tengo ya hambre…-Daniel a este paso entraría en pánico y tendría un ataque…

-¿No has visto la pelea de antes en el patio? Ese es Discord. El mandamás aquí... 

Danae te mira y te coge las manos.

-Tranquilo, Daniel, yo estoy a tu lado. Debemos comer. Sino no conseguirás nada de comer hasta la cena...

El muchacho hizo una clara mueca de desagrado, estaba preocupado….pero al menos Danae le estaba sujetando las manos.-Pero aun así…¿Qué pasa en esta escuela para que ande desnuda esa chica?.-Preguntó realmente intrigado.

Sammy entro seguida de Sasha y Ray tropezandose con toda aquella escena. Se tapa la cara entre avergonzada y divertida cuando pueden ver a Discord al final del comedor. Con una exasperancion se frota los ojos y va andando hacia la barra de servicio donde coge una bandeja.

- Chicos... esto no es el Hilton ¿Vale? -dice con una sonrisa de circunstancia- digamos... que podeis llegar a preferir una hamburguesa de Mcdonalds... asi que animo.

La cola habia ido avanzando hasta que Sammy se situo frente a la zona de servicio donde una cocinera de aspecto decrepito, insulso, horrible y rompeespejos, junto a una mujer tambien mayor aunque con una mirada que daba miedo, de aspecto aguileño y peligroso. Que mas peligroso se volvio cuando se giro hacia Sammy con una sonrisa, os fijais de que lleva un muñeco ventrilocuo que parece ser el primero en reaccionar y comenzar a hablar.

"¡Anda mira! Ya ha llegado la anorexica esta"

Ante la extrañeza de muchos habeis podido ver perfectamente que la mujer no ha movido un labio.

- Billy, hijo no debes decir esas cosas. Hola Sammy, Billy tiene razon, se te ve muy delgada ¿Seguro que comes bien?

- Si, si claro, señora -contesta Sammy amablemente.

- Ah... de todos modos.... -se gira hacia la cocinera que estaba sirviendo y con voz vehemente le ordena- ponle racion doble...

La aludida deja caer dos cazos de una plasta que muchos compararian con los deshechos fe un perro enfermo, pero que aqui amablemente llaman comida.

- ¡SIGUIENTE! Hasta luego Sammy...

Se despide con una sonrisa.

Siguiendo a Sammy y a Ray, Sasha llegó al momento de escuchar como los alumnos del internado comenzaban a cantar, a coro, una canción que hacía mención a Discord, aquel chico que parecía ser el mandamás de aquel lugar. Alguien a quien temer y a quien respetar por partes iguales y quien parecía manejar todos los chanchullos del lugar.

La actuación de los alumnos parecía estar sacada de una obra de Broadway, si no fuera por el hecho de que algunos de los estudiantes estaban atados, y eso no era parte de la actuación. Además, lo que la letra decía sobre Discord y sus leyes no era demasiado agradable. Era solo una forma melodiosa de explicar como funcionaba la vida dentro de Black Rose.

Siguiendo de cerca a Sammy, Sasha se acercó a la barra sin perder de vista los títeres que había situados en algunas zonas del lugar, los cuales solo hacían parecer el lugar más lúgubre, a ojos de la chica. Cuando escuchó la voz de la marioneta, No pudo evitar fijarse en esta algo sorprendida.-¿Acaso tenemos que fiarnos de la comida que nos de alguien así..?-

Sin tener muchas opciones, se adelantó a pedir justo después de Sammy, no sin antes coger una bandeja.

-Bu.. buenas..-Dijo a la cocinera con la voz que pudo mientras esperaba a que se le sirviera su ración, fuese lo que fuese que se suponía que era.

A un paso paulatino, Logan llegó al comedor. Si ya de por sí se sentía incómodo a la hora de estar rodeado de gente, la escena que se encontró le hacía estarlo más. - ¿Pero qué es todo esto? - Se preguntaba a la vez que enarcaba una de sus cejas y observaba el recital que se estaba formando dentro de aquella sala. No cabía duda que aquella canción iba dedicada a Discord. Cosa que le sorprendió al verlo luego en la barra aplaudiendo. 

Cada vez estaba más confuso, no entendía qué es lo que pasaba en este sitio. ¿Por qué algunos estaban atados a las mesas, otros amarrados y desnudos y ningún monitor hacia nada? Sin duda alguna, éste centro no era como el resto. Solamente tenía claro una cosa, y era que no acabaría como ellos.

Logan agarró una de las bandejas, se aproximó a la barra avanzando a medida que los de delante iban siendo atendidos y esperando su turno sin rechistar a lo que le echaran. 

-Tranquilo, Dan... Esa chica es la mascota de Discord. No sabría explicarte qué le pasa... Al parecer se cree un gato

Danae se coloca entonces ante ti y te mantiene las manos cogidas.

-Podemos irnos si quieres a otro lugar. Pero no podremos comer

-¡P…pero que va desnuda!.-Espetó Daniel mientras se llevaba una mano a la cabeza y se quejaba.-Ay…vaya dia…-Comentó para entonces soltar un largo suspiro y asentir con la cabeza.-Es…está bien, vamos a comer…-Declaró con un hilillo de voz.

Daniel apareció acompañado de Danae. Se le veía realmente tenso, seguramente porque no estaba acostumbrado a ver algo así…a fin de cuentas que una chica este a cuatro patas, desnuda y…haciendo...esas…cosas raras… no se ve todos los días. Discord no le daba muy buenas vibraciones…y eso solo acentuaba su ansiedad que podía notarse mientras hacía cola.

Cuando llego su turno, miró a ambas señoras a la cara. Estaba pálido y no sabía muy bien que decir.-B…buenas…s…soy Aber...Aberforth, humm…y...yo solo una cucharadita…g…gracias…-Comentó mientras miraba con terror y horror la enorme olla que removía la cocinera.

Pero la señora por lo visto…entendió todo lo contrario. Le pusieron cuatro cazos, mientras le servían con una sonrisa de oreja a oreja.-No me gusta sus pintas Madre, fíjate la forma extraña de sus pies…apuesto que se baña cada año.-Comentó el muñeco mientras la mujer soltaba una ligera risita.

-G…g…g…-Lentamente se dio media vuelta y se sentó en un extremo de la sala, junto a su bandeja y un aura de depresión inaguantable. Posiblemente se estaba preguntado si este era realmente su lugar... Si hizo bien en venir.

Nephthys que había llegado al comedor casi de las primeras, se había quedado poco más adelante del umbral de la puerta, parada como una estatua, escuchando lo que estaban cantando todos aquellos alumnos. No comprendía absolutamente nada, y ese tal Discord, hacía que se le pusieran los bellos de punta, era realmente escalofriante y le daba muchísimo miedo. Una vez aquella actuación terminó, y vio que Discord estaba allí, sintió de nuevo, la oleada de miedo que había podido sentir al verlo antes, cuando ocurrió aquella pelea. Miró a otro lado, prefería ni siquiera mirarlo, aunque no estuviera cerca de ella, apenas. Se encaminó a la barra, cogió una bandeja y fue avanzando para que le echaran la comida, en silencio. Ni siquiera, se había dado cuenta de que Logan había entrado allí también, estaba sumida en sus pensamientos, y con un tembleque bastante notable. Pues, menos mal que la bandeja estaba apoyada, sino, seguramente, habría caído ya al suelo.

Stefano entro con magdalena tras volver de la habitación,  el llevaba el labio partidi y la ropa y el peli algo descolocado pero le daba un ounto atractivo,  el muchacho escucho la canción incluso la contó a voz para dentro mientras que se separaba de la ruvia para coger una bandeja y ponerse a hacer cola. 

- Buenos dias hermosa,  que rica comida tenemos hoy?  

Pregunto a la cocinera amablemente mientras pasaba la bandeja por el pasamanos mirando de reojo por encima del hombro hacia atras al chico que de la sudadera gris que nunca le quitaba el ojo de encima jeff creo que era su nombre,  a la entrada de Discord Stefano se sigo para observar con suma pulcritud al chico de la cadena,  su amor secreto,  tan secreto que ni el propio Gabriel lo sabia,  lo miro de arriba a bajo incluso se llego a morder el labio de forma provocativa sin darse cuenta,  cuando salió de su ensimismamiento siguio la cola y fue a una mes a sentarse sin cruzar mucha palabra con nadie,   persar de ser una persona abierta no era muy amigo de nadie a excepción de Danae

Las cocineras tenían una pinta poco fiable como poco. Los que os asomáis a la olla podéis ver algo parecido a una masa gris que borbotea. No huele mal, no huele bien, no huele a nada pero no tiene pinta de apetitoso.

Tras servir a cada uno un par de cazos de la sospechosa mezcla con un trozo de pan, os mandan a vuestras mesas. No hay fruta ni segundo plato aparente y además debéis aguantar los socarrones y burlones comentarios del muñeco que se dedica a criticaros a todos y cada uno de vosotros ya sea por vuestro peinado, cuerpo o en el caso de Stefano porque ahora está mucho más guapo que antes aunque sigue siendo feo.

Las mesas y sillas están ancladas al suelo y los cubiertos se simplifican en una cuchara de plástico duro y un vaso igual. Por lo menos en las meses encontráis una jarra de agua.

Es hora de decidir dónde os sentaréis.

Caminaba junto a Sammy y les seguía Sasha, iba algo intranquilo pues tenía muchas cosas en la cabeza y de pronto, al cruzar las puertas se encuentra con tale escenita. La canción podía ser... pero ver a la gente atada, el chico aprisionado y la chica totalmente sometida le incomodaba de sobre manera, se quedó unos segundos parado mirando, como queriendo hacer algo al resto; pero de inmediato desiste y pretende seguir a Sammy como si nada.

Se puso en la cola como cualquier otro, de todas maneras los "atados" no estaban retorciéndose por liberarse o algo... ya dejaría de pensar en ello y simplemente tomaría su bandeja para servirse lo que fuese que sirvieran ahí.