Partida Rol por web

El Aquelarre es una de las salas ocultas del Instituto Black Rose; una sala creada sólo para Discord y su Coro.

Una sala de aspecto gótico con butacones, mesas, chimenea, nevera propia y hasta una cama tamaño Epic King Size.

El muchacho entras con el resto de compañeros y va directo a su sillón donde su querida mascota Maria le espera vestida sólo con un bozal en la boca, un plug en el trasero, manoplas y orejas de gato que se encuentra atada con una correa, arrodillada en pose de sumisión.

Tras la pelea, Discord siente un resquemor. Aunque se vaya a llevar a Sammy a la cama esa noche, habían estropeado su muestra de poder ante los nuevos y Danae no había aceptado aún.

El Coro empezó a dispersarse a sus tareas cotidianas en esa sala, unos comiendo, otros bebiendo, otros jugando a la consola...

Covadonga en cambio se acercó a su amado señor sentándose en sus piernas.

Un mohin nublaba el rostro de Discord cuando se sento en su sillon orejero. Era el unico de la sala y era para el, evidentemente, da un par de palamaditas a la cabeza de Maria a modo de saludo y se sienta.

Pese a todo no habia ido del todo mal. Habia ceado el caos entre los recien llegados, lo cual era bueno, habia reafirmado su poder, aunque...

De pronto el dorso de la mano de Discord golpeo de manera contundente, aunque con la fuerza del golpe medida, el rostro de Covadonga. El sonido se propago por la habitacion apagando momentaneamente las conversaciones y el sonido de las actividades del coro, todos se giraron hacia Discord. Covadonga se llevo la mano a su rostro y mira a Discord con una mezcla de terror y sorpresa.

- ¿Sabes lo que has hecho?

Le pregunta seriamente. Covadonga durante unos instantes dudando. No...

- No vuelvas a interponerte entre Danae y yo. Nunca.

Lagrimas empezaban a florecer de los ojos de Covadonga, sin embargo Discord le enjugo las lagrimas y beso sus labios para calmarla.

- Tranquila Covadonga... todos cometeis errores, es normal, el perdon es posible, pero ha de haber arrepentimiento. ¿Vale?

Covadonga cierra los ojos al contacto con Discord y asiente con la cabeza.

- Tu eres mi angel mas importante Covadonga... no lo olvides, eres mi mano derecha, mi primer teniente y eso no va a cambiar bajo ninguna circunstancia ¿Vale? -acaricia la mejilla de la muchacha- Anda ve a jugar...

Covadonga asiente con la cabeza con una mirada de gratitud y marcha junto con el resto, los cuales habian vuelto a sus quehaceres. Una vez se ha marchado silba para llamar a Maria como a un perro, esta se acerca a cuatro patas moviendo sus caderas provocando que el plug con cola que llevaba puesto se moviera de lado a lado.

- ¿Quien ha sido una buena chica...? ¿Quien ha sido una buena chica? -le pregunta sonriente como si estuviera hablando con un animal, la rasca detras de las orejas y con la otra mano le acaricia el pelo- Muy bien... muy bien... te has portado muy bien ¿Quieres tu premio? ¿Si? ¿Lo quieres?

Maria moviendo las caderas nerviosa asiente varias veces.

- Muy bien...

Discord quita el gag que llevaba la muchacha en la boca, la cual lanza un maullido jugueton acercando su rostro a la entrepierna del muchacho y dando suaves mordisquitos por encima de la tela.

- Tranquila... no seas impaciente.

Deja el gag sobre una mesa que habia al lado y con la mayor naturalidad del mundo saca su miembro duro del pantalon, el cual Maria se lanza a engullir con fruicion.

Maria obedece las órdenes de su amo Discord sin rechistar; siempre complacida de poder dar placer a su querido dueño o a quién él crea oportuno que se lo de ya fuera con la boca o con cualquier parte de su cuerpo.

Maria era una buena gata a la que Discord había enseñado a lamer a su gusto y satisfacción: Humedeciendo toda su erección con la lengua primero para que resbale bien y luego moviendo la cabeza lentamente, apretando el tronco con los labios hasta llegar al fondo; una vez se había acostumbrado, Maria comenzaba a "atacar" con más velocidad el miembro de su amo, provocando que su garganta y su saliva hiciera un sonido excitante a pesar de todo. Un hilillo de saliva comenzaba a recorrer la comisura de los labios de la pet que aprovechó que Discord tenía una pierna estirada para empezar a restregar su húmeda raja contra la punta de metal de la bota del muchacho.

Sus ojos cual oceano se posaban de vez en cuando en los de su amo buscando una palabra de refuerzo y premio más allá de que se llevara el más grande de todos.

Mientras Discord disfrutaba de la boca de su pet, Gabriel, un chico del Coro al cual Discord usaba también como esclavo, se acercó a él por detrás, insinuante, inclinándose por detrás de él para acariciar su pecho por dentro de la ropa.

Discord dice en un tono gelido cuando Gabriel le acaricia.

- ¿Quien te ha dado permiso para tocarme?

Baja la mano acariciando el pelo de su gata al tiempo que mira de soslayo al muchacho que se ha acercado mimoso.

- Sabes que los premios debes de ganartelos... -dice mientras mueve claramente la cadera para que Gabriel viera como penetra la boca de Maria- solo con trabajo duro...

Prosigue aumentando el ritmo y la fuerza de las embestidas, cogiendo a la muchacha-pet de la cabeza y forzandola a mantenerse sin respirar con su barrar de carne alojada en la garganta, justo cuando notaba ese tipico hormigueo preeyaculacion de un tiron de pelo la arranca de su falo dejandolo a la vista y evitando venirse. Fuerte, duro, brillante, apuntando directamente al cielo y con hilillos de baba que lo unian con la boca que hace unos segundos lo acariciaba.

- ¿Lo quieres...? -pregunta retoricamente- Trabajatelo

Gabriel se sorprendió cuando Discord le regañó y aparto en seguida la mano de su pecho mientras observaba como follaba la boca de la pet la cual tenía cara de plena satisfacción y hasta se quejó un poco cuando Discord la separó de su tan amado miembro.
Cuando Discord le "ordenó" que se lo ganara, Gabriel no lo dudó ni un instante. Sabía donde estaba el armario de juguetes y no dudó en coger de allí unos cuantos.
Gabriel sabía que si Discord decía "Trabájatelo" significaba "trabájatelos" y sin dudarlo a eso se dispuso.
Desnudándose sensualmente con un erótico baile, Gabriel miraba a Discord mientras contoneaba su trasero y caderas en sentido al resto del Coro. Arrodillándose en posición de sumisión con el trasero apuntando hacia sus compañeros, Gabriel comenzó a estimularse lenta y profundamente, totalmente expuesto.
Sus compañeros dejaron sus quéhaceres para mirarles, comenzando a excitarse por tan tentativo espectáculo.
Gabriel exploraba su interior con más rápidez y fuerza a cada segundo, dejando escapar suaves gemidos.
Uriel y Rafael, dos de los otros chicos del Coro se acercaron a disfrutar mejor del espectáculo. Uno de ellos cogió uno de los vibradores, el más grande y lo puso de pie. Gabriel captó la indirecta enseguida y, primero poniéndose en pie, se acercó al enorme vibrador y se acuclilló para empezar a introducirlo en él muy lentamente; ofreciendo la mejor vista ahora a Discord.
Una vez todo dentro, el muchacho miró a sus compañeros con la lengua fuera y la boca abierto. Sin dudarlo, Uriel se acercó en primer lugar y empezó a penetrar con grandes estocadas la boca de Gabriel mientras Rafael controlaba el mando del vibrador. Ambos torturaban a Gabriel ante los ojos de Discord que seguía con su hermosa mascota y el resto del Coro que se relamía o miraba simplemente con curiosidad.
Pronto Uriel se hubo descargado, Rafael ni siquiera dejó que el esclavo tragara y empezó a follar su boca. Querían convertirlo en una preciosa copa humana.
 

Con fuertes lametones Maria seguia acariciando la verga de Discord, el cual miraba entre complacido y entretenido el espectaculo que Gabriel le estaba ofreciendo, aun pensaba dejarle actuar un rato mas, asi que simplemente se apoyo en una de sus manos mientras la otra seguia acariciando el pelo de Maria.

Parecía que Rafael y Uriel no habían acabado y que torturar a Gabriel era un juego mejor que cualquier videoconsola. Durante largo rato, Gabriel se dejó torturar por sus compañeros con distintos juguetes hasta acabar totalmente exhausto, con la lengua fuera, bocarriba y con las piernas abiertas mirando a Discord.

Por su cuerpo se ven aun las gotas del semen de sus compañeros mientras sus manos permanecen esposadas sobre su cabeza, con un consolador en su entrada y una ordeñadora recién colocada en su erecta polla. Suplicante, el muchacho mira al patriarca del lugar con el pecho subiendo y bajando de la excitación.

-A-amo... Por favor...

Discord estaba bastante complacido ante el espectaculo que Gabriel habia dado para su sequito y por supuesto para el, quiza si se habia ganado que el le hiciera caso.

Colocandole la correa a Maria, y ya sin pantalones, se acerca tirando de su gata hasta donde Gabriel se encuentra maniatado, con un tiron acerca la boca de Maria hasta el cuerpo del esclavo para que lo limpie. Poniendo la cabeza del muchacho entre sus piernas y con su polla a punto de reventar la deja a escasos centimetros del muchacho y acerca su mano al boton de la maquina de ordeñe.

- Si... te has portado bien.

Lo pulsa y de manera inmediata Gabriel lanza un gemido de placer al notar como su pene comienza a ser succionado, sin embargo pronto ese gemido es tapado por la polla de Discord que le empieza a follar la boca con furia, con ansia y lujuria, dispuesto a terminar lo mas dentro posible de su esclavo.

Agarrandole con las dos manos la cabeza se folla su boca hasta que una explosion de semen inunda su garganta.

Gabriel tragó toda la corrida de Discord prácticamente, intentando no atragantarse aunque no pudo evitar toser cuando el patriarca sacó por fin su verga de su boca. Gabriel estaba exhausto de placer, sudado, jadeando sin parar, pero seguía siendo igual de hermoso; un chico que estaba hecho para ser pervertido por el resto.

Maria lamía gustosa la leche del cuerpo del esclavo hasta dejarle limpio y cuando Discord libró a Gabriel de la lechera no dudó en lanzarse a limpiarlo también, haciendo que Gabriel se revolviera de sobreexcitación ante las sonrisas pervertidas del resto del Coro a excepción de Covadonga que permanecía sentada a un lado mirando la escena con celos y repulsión, cosa que Discord no pudo ni quiso pasar desapercibida.

Discord con una media sonrisa saco lentamente su tranca de la garganta de Gabriel y sin vestirse, aun con ella semi erecta se acerco a Covadonga, dejando que la notara en su entrepierna.

- Pareces no estar muy a gusto con el espectaculo ¿Hay algo que te disguste, angel mio?

Covadonga sintio un escalofrio al notar el miembro semierecto de Discord en su entrepierna.

-N-no me gustan mucho los espectáculos tan... burdos, mi señor...

Covadonga miraba a los ojos a Discord con rubor por su cercanía y hablaba con voz precavida.

Discord acaricio los hombros de Covadonga y se acerco a ella haciendola sentir como su pene hacia presion en su entrepierna, calentandola y humedeciendola a partes iguales. Aprovechando su posicion, hizo un movimiento dejando encajada su semierecta herramienta, agarrando a la muchacha de su cintura.

- Hoy no... pero puede que mañana me puedas enseñar como no ser tan... "burdo" como me has llamado.

Le dice aunque no sabria discernir si es una amenaza, una broma, una invitacion o una insinuacion.

Covadonga estaba entre tensa y excitada por las acciones de su amado líder. Un suave suspiro placentero escapó de su garganta, cerrando los ojos.

-N-no lo llamaba burdo a vos... Sino al espectáculo... Y-yo pienso que usted merece algo con más clase... Más elegante...

Discord se aparta y marcha a sentarse en su asiento procurando ponerse los pantalones por el camino. Se acerca al estante donde tienen algunos refrescos y toma uno de ellos. Sigue mirando a su esclavo y su gata, aunque ahora no con lujuria, solo divertido.

- Magdalena... -dice suavemente- pequeña, acercate.

Le pide, el resto del coro sabe que puede volver a sus cosas.

Magdalena que miraba con diversión toda la escena sexual mientras mascaba un chicle y hacía pompas dejó de mirar el espectáculo para acercarse a Discord.

Al llegar ante él, la muchacha hace una reverencia leve.

-¿Sí, mi señor Discord?

Discord la mira con una sonrisa de autocomplacencia. Le encantaba la docilidad de esta chica.

- Me gustaria que averiguaras lo que pudieras sobre los nuevos, de donde vienen, su historia, sus anhelos dentro de Black Rose... todo lo que pudieras. Es importante saber hacerlos sentirse... como en casa.

Dice sonriente.

- Y que estes al tanto de lo que vayan necesitando, pequeña.

Magdalena presenta una sonrisa gatuna, traviesa, divertida...

-Será un placer, mi señor Discord. ¿Quiere que me disponga a hacerlo ya?

Magdalena estaba encantada de conseguir información y estaba muy orgullosa de poder servir a quien la eligió para ser una privilegiada.

Discord acerca su mano a la frente de la chica y acaricia su pelo como quien da dos palmaditas a la cabeza de un niño.

- Tan pronto como puedas, pequeña Magdalena.

Le contesta en un tono casi paternal.

Magdalena ronronea por la caricia y vuelve a hacer una reverencia antes de marcharse por la puerta.

Maria parecía haber acabado de limpiar a Gabriel que había tenido casi que luchar por quitársela de encima. La pet se acercó gateando a su amo y apoyó la cabeza en su pierna dispuesta a tener unos mimos, mordisqueando sus dedos con cariño. Era su forma de decirle a Discord que lo quería.

Discord mira como Magdalena se marcha, a todos en su coro los tiene en cierta estima, a fin de cuentas son sus elegidos. Maria se acerca a el mimosa, quiza sea la unica que consiga despertarle algo de ternura, aunque nunca lo admitiria frente a nadie.

La sienta sobre sus piernas y coge de la mesita cercana un peine.

- Nos vamos a arreglar ¿Vale?

Le dice en tono jugueton, Maria cierra los ojos dejandose hacer notando como el peine comienza a repasar su cabello lentamente.