Partida Rol por web

Cuando no estés en clase ni a la calle... En casa ^^

Vives con tus padres y tus hermanos

La casa es de dos pisos, más un tercero que es la terraza.
- En la planta baja hay el garaje con dos coches, el de tu padre y el de tu madre. Y afuera el jardín que tiene perfectas flores y plantas dependiendo de la época en que os encontráis, incluso tenéis un cerezo a la parte de atrás.
- En la primera planta hay la cocina, el comedor, el salón, el lavabo y el baño (el típico con la bañera tan grande).
- En la segunda planta cuatro habitaciones, estudio, el cuarto de tus padres, el de tu hermano y el tuyo.

Necesito que me describas tu habitación y que es lo más importante para ti en tu casa ^^

El cuarto de Keigo es un verdadero desastre de paredes color amarillo huevo -insistió en ese color porque dicen que es el de la energía-
Es lo bastante amplio como meter dentro todos los trastos y cosas y mas trastos que tiene el chico repartidos por varias estanterías y armarios empotrados. Le gusta describir las montañas de papeles, ropa y objetos varios como "Caos Ordenado", y asegura que siempre sabe donde esta cada cosa -aunque luego sea incapaz de encontrar nada-.
Las diversas pilas de ropa se alzan en puntos estratégicos perfectamente dobladas, como edificios de una gran ciudad.
Duerme en el suelo, en un futon sin somier que siempre se asegura de guardar en el armario, porque se mueve tanto que se caería de una cama normal. A veces acaba durmiendo en la esquina del cuarto en la que se encuentra el radiador -en invierno- o la ventana - en verano.
Entre sus cosas se pueden ver varias figuras de animes y mangas conocidos -sobretodo del género tokusatsu-, pósters de grupos de punk rock y futbolistas, alguna que otra maqueta de naves espaciales... y un montón de otros objetos de algunas aficiones que comenzó y nunca termino -caballete de pintura, laboratorio químico de juguete, espada de kendo... y un largo etc-
La reina indiscutible del cuarto de Keigo es una televisión de buen tamaño y pantalla plana. El día que sus padres le dijeron que le comprarían un ordenador, él lo cambió por la televisión y todas las videoconsolas de última generación que había en el mercado.
Se pasa horas sentado delante de la pantalla jugando a cualquier cosa que caiga en sus manos.

Sin embargo, y aunque pasa mucho tiempo en su cuarto, el lugar de su casa que no cambiaría por nada del mundo es su jardín. Allí es donde entrena cuando no puede salir de casa, dando toques al balón o chutando contra una de las paredes que dan al garaje -especialmente preparada por sus padres-.

El domingo únicamente :P

Los días que han ido pasando hasta la llegada de la excursión han ido viendo a un Keigo cada vez mas nervioso y excitado ante la perspectiva del viaje.

Cada noche se acostaba mas y mas tarde, preparando la gran cantidad de actividades que se proponía llevar a cabo. La gran cantidad de sitios que querría visitar. Ilusionado mientras imaginaba, una y otra vez, lo bien que se lo iban a pasar todos.

Por eso, cuando llegó el domingo, el día antes de la excursión, Keigo estaba hecho trizas. Se había pasado dos semanas sin dormir bien, sin comer bien, de un lado para otro y sin dejar de asistir a las clases y las actividades de los clubes a los que estaba apuntado.

Dedicó todo el día a preparar el equipaje, que tuvo que hacer y deshacer cientos de veces para poder meter todo lo que había ido apuntando en su lista de trastos durante todo ese tiempo de planificación...
Pero como todo el mundo sabe, cuanto mas planificas algo, peor sale. Y mucho peor cuando no tienes ni idea de planificar.

Aunque su madre le ayudó en todo lo que pudo (Y demos gracias a la buena mujer por la colaboración, porque de no ser por ella, Keigo bien podría haber ido a la excursión con una sola muda limpia) el chaval insistía en que lo tenía todo pensado... Excepto un par de pequeñas y absurdas confusiones de las que fue víctima por culpa del sueño. Como confundir un par de estuches con sus zapatillas o meter un bote de mayonesa en el neceser junto al cepillo de dientes... Mientras que dejaba la pasta de dientes en la nevera.

Al final, entre unas cosas y otras, perdió todo el domingo en hacer el equipaje. Y aunque al final del día debería de haber estado rendido, los nervios no le volvieron a dejar dormir.

Y el Lunes amaneció zombie perdido. Descolocado, descentrado y somnoliento, cargó con su equipaje y salió de casa rumbo a la escuela.

¡¡Vaaaaamos a ponernos a estudiar!!
Keigo lo tenía todo listo. Hasta el mas mínimo detalle.
Se había pasado todo el día preparando su escritorio -y toda su habitación- para ponerse a hincar codos, que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina.
El futón recogido. La ropa, en lugar de amontonada en pilas que parecían pequeños rascacielos, guardada en el armario. Los trastos, muñecos, posters y demás elementos de distracción a buen recaudo en una caja grande metida en la cochera.
Si no fuera porque Keigo estaba sentado en la silla, con el escritorio desplazado de una de las paredes mas alejadas de la ventana hasta haberlo colocado justo debajo de esta -robándole así el lugar de honor a la videoconsola-, se podría asegurar que ese no era su cuarto.
Escogió uno de los libros del montón ordenado que tenía a su derecha y lo abrió por la página que correspondía. Subrayador de colores en mano, comenzó a remarcar en verde fosforescente los párrafos mas importantes -o los que él consideraba mas importantes- del libro de Lengua...

...

Una hora mas tarde, Keigo dormía sobre el escritorio, con la página 210 del libro manchada de babilla y llena de dibujos absurdos hechos con el subrayador... que por cierto, también le había pringado toda la cara.

Al día siguiente, cansado por haberse pasado "tooooda la noche" estudiando, se fue al campo de fútbol cercano a su casa a pasar un día de descanso y esparcimiento.

Y así pasaron los días: Una o dos horas al día de estudios y un día entero de descanso... Lo que fue haciendo que el cuarto del muchacho estuviera cada días mas y mas sucio y desordenado.

Con semejante ritmo y semejante atmósfera de trabajo, era realmente difícil que al muchacho se le quedara nada en la cabeza.

Peeero... lo que tienen los chavales como este es que cuando algo les entra, se queda para siempre. Gracias a la visita al templo de la excursión, Keigo había decidido ponerse mas al día con la Historia y las Sociales. Le habían llamado mucho la atención las historias y las leyendas que contaran los monjes y la guía, así que esas semanas le entró el capricho de saber mas del tema. Y de paso practicó también su inglés, que siempre viene saber un poco de todo para enterarse bien de algunas cosas -Sobretodo porque todos los manuales de los trastitos que compraba llevaban las instrucciones en ingles delante de las en japonés-

Esto solo provocó una serie de escenas de las que mas tarde se arrepentiría:

Cita:

Y así llegaron los examanes: Con algunas asignaturas estudiadas al dedillo -Historia, Sociales e Inglés- con otras mas o menos bien llevadas -Keigo confiaba en su facilidad para la Lengua- y otras apenas sin tocar -Matemáticas, Tecnología y Experimentales-. Por supuesto, todos los días que había pasado jugando al fútbol al lado de su casa le aseguraban un aprobado bien alto en Ed. Física.

Keigo respondió tecleando a la velocidad del rayo al mensaje de Ura.

Cita: