Partida Rol por web

Debería de apartarme....Ésto no es una broma...

Es todo lo que piensa Ren mientras Ura se va acercando. Intenta enviar señales a su cuerpo para que responda pero no se mueve. Sigue paralizado, notando mariposas en el estómago.

Durante el primer instante de contacto no sabe que hacer. No quiere apartarse pero un relación con un chico...Serían bastantes problemas. Su cabeza le da vueltas pero finalemente acaba por devolver el beso. Cierra los ojos y se deja llevar, apoyando sus manos en la cintura de Ura.

Mañana será otro día...Siempre se puede decir que era la cerveza...

N... No se aparta...

Algo más seguro de sí mismo, sube las manos acariciándole los hombros, el cuello y la nuca, hasta enterrar los dedos entre su cabello. Cuando le devolvió el beso, sus latidos se dispararon. Pero supo controlarse...

No te arrepientas de nada más, Hiro...

Parecía que se iba a apartar...

¿¿¡Arrepentirme!?? ¡¡Ha bebido más que yo y me ha devuelto el beso!!

... pero justo cuando sus labios se apartaban, antes siquiera de que Ren pudiese abrir del todo los ojos, volvió a cogerle con una mano tras la nuca y otra en la espalda, con la palma abierta y estrechándole contra él, haciendo el beso más profundo y pasional mientras con la mano le revolvía el pelo sobre la nuca.

¿Porqué me gusta tánto...? ¿Porqué he tenido que hacer ésto...? Joder...

Se apartó entonces, poco a poco, como si le doliera dejar de besarle... Y abrazándole apoyó la mejilla en la sien de Ren. No se atrevía a abrir los ojos... Como si hacerlo supusiera que aquel momento se desvaneciera...

Le dijo finalmente, sin apartarse.

La cabeza le da vueltas....El corazón le da vueltas... Todo le da vueltas. El segundo beso, tan apasionado, hace que suspire y agarre con más fuerza a Ura. Tiene el pulso acelerado, al igual que la respiración, y el abrazo le ayuda a notar que Ura debe de estar sintiendo algo parecido...

Dios mío...

Cuando se separan, apoya el mentón en el hombro del chico. Sus palabras le hacen estremecerse.

- Mea culpa entonces...

Abre entonces los ojos y ve como el sol ha ido bajando, hasta el punto de casi tocar el horizonte. No le apetece separarse de Ura...es como un sueño y si lo suelta puede desvanecerse por completo. Sin soltarlo dice las palabras como si le dolieran...

No quiero irme...

- Se hace tarde... - Comienza a decir con la respiración entrecortada - Si pierdo el tren no podré volver a casa...

¿¡"Mea culpa"...!? Entonces es cierto que...

Por unos instantes permanece abrazado a él, perplejo, sin reaccionar. No termina de asumir aquello... Y entonces la realidad regresa en forma de bofetada cuando Ren le dice que debe volver a casa...

Quiere irse... - su gesto decae - No se ha apartado por no ofenderme... No quiere cargarse la amistad... - suspira, sin apartarse aún del abrazo - Supongo que he tenido suerte... - traga saliva y se aparta lentamente.

Sonríe algo melancólico, aceptando que Ren tenga que irse.

- Vamos a por tus cosas... - se gira para ir a la toalla para ponerse su camiseta y los vaqueros y recoger, esperando que Ren lo haga también. No quita la vista de la acera del paseo marítimo mientras le espera... Siente como si su mirada pudiese molestar a Takazuma.

Mejor para todos que haya sido así...

Ren va en silencio hacia la orilla y comienza a recoger sus cosas, completamente cortado. No sabe como comportarse ante una situación así...Ni siquiera ha estado nunca con una chica...

Parece que se ha molestado...¿Debería comportarme en plan colega?...Ummmhh....Aún queda cerveza...

Ve la botella...aún le queda más de la mitad...

- ¡Ey!¡Esto se está calentando! - Dice en tono de colegueo. Coge la litrona y se la empina, bebiéndosela de un trago. Ya estaba algo mareado...¿Qué pasaría si terminaba con...?. Recoge el resto de sus cosas y se viste lo más rápido que puede...lo que viene a ser bastante lentamente.

Cada vez se siente más y más mareado.

Llamada su atención por las palabras de Ren, adelanta una mano a modo de advertencia...

- ¡¡No, no te la termines ente...!!

Tarde.

- ...Serás cafre...

Se va a caer... Se va a caer...

Se pone en posición de agarrarlo si se cae. La arena no era tan dura como el suelo, pero... Una hostia es una hostia.

No debería de haber bebido tanto...

Poco a poco se va poniendo todo borroso. Intenta andar manteniendo el equilibrio pero parece que su cuerpo no responde. Se lanza directamente a los brazos de Ura con una sonrisa de esas que solo aparecen cuando estás borracho.

- Uraaaaaa.... - Lo abraza rodeándole el cuello con los brazos.

¡¡Y AHORA VA Y ME ABRAZA!! ¿¡ES BIPOLAR O QUÉ!?

Le recibe en sus brazos aún así.

- No has bebido nunca, no deberías hacer eso... Ahora estás que no te tienes... - sonríe tiernamente.

Echarle el brazo por encima del hombro no puede, porque le saca una cabeza, y le colgarían los pies. Cogerlo como una princesita ni hablar...

- ¿Crees que te puedes subir a coscaletas, Ren...?

Ren asiente sin soltarse. Si se suelta...va al suelo derecho, y la parte que queda consciente de él lo sabe. Se pone tras Ura, sin dejar de abrazarlo, con la cabeza apoyada en él. Como una buena borrachera requiere....llegan las lamentaciones.

- Lou shieencho...

Ummmhh....que espalda más ancha y cómoda....

Lo levanta a coscaletas sin mucho esfuerzo luego de echarse su toalla y la de Ren al hombro.

Toca llevarle a casa, cojonudo... Me van a mirar los de su familia como si fuese Satán por traerle así...

- No lo sientas... En todo caso... Lo siento yo.

Empieza a ir a su casa y cuando llega, una vez más entra por la cocina y descarga a Ren sobre su cama con cuidado, yendo a por sus cosas al armario. Una vez las ha cogido observa si Ren está o no despierto. No es difícil quedarse sopa en una situación así...

Ren, al notarse caer sobre la cama mullida, no puede evitar quedarse dormido. Tal cual cae, así se queda.

Urahara no puede evitar morderse el labio inferior al verlo dormido sobre su cama. Casi como un reflejo, pone una rodilla sobre el colchón junto a Ren, y ambas manos a cada lado de su cabeza, simplemente observándolo. El corazón se le acelera, el rubor sube a sus mejillas... Una de las manos se desliza por el torso del chico mientras éste duerme y se posa sobre la cintura del bañador de él... metiendo las puntas de los dedos bajo el elástico y quedándose entonces rígido...

No... No puedo... No soy un cabrón... - traga saliva y retira la mano. Resulta que tenía la sangre más caliente de lo que pensaba...

Se aparta y coge el pantalón y la camiseta de Ren, vistiéndole. Luego se echa las llaves al bolsillo, la mochila de Ren a la espalda y a él lo coge en brazos, apoyándole la cabeza en su pecho. De esa guisa va hasta la estación de metro, sin querer despertarle en ningún momento. Algunas sonrisas idiotas se le escapan viéndole dormido durante el viaje de vuelta, y cuando alguien les mira raro, Hirose levanta el dedo corazón de su mano y pone cara de "¿¡Qué coño miras!?". Hacen parada en Shinjuku finalmente, y camina hasta una calle antes de la casa de Ren... Entonces le sentó en un banco y le dijo, dándole palmaditas suaves en la cara:

- Ren... Despierta... Estamos en tu calle... Ve a casa, que yo te vea entrar... ¿Puedes ponerte de pié...?

Debería poder, aunque fuera un poco... Se ha echado una siesta de cuarenta minutitos...

En sueños se había repetido una y otra vez la escena de la playa, lo que hacía que mientras dormía tenía un amago de sonrisa en el rostro.

Nota entonces unos golpes en la cara. Ura le está dciendo algo. Abre los ojos como buenamente puede. Suerte que ya es de noche, de no ser así, la luz le moléstaría horrores. Se lleva las manos a la cabeza, intentando paralizar todo lo que gira a su alrededor. Siente el estómago revuelto aunque no nauseas.

- Voy a intentarlo... - Parece que va recuperando algo de lucidez. Se incorpora dificultosamente apoyándose en el hombro del autraliano. Una vez de pie se vuelve a llevar las manos a a cabeza - Todo da vueltas...

- Mierda... No puedes...

No va a dar dos pasos sin abrirse la cabeza contra el suelo. Vamos, Satán... Llévalo a casita... Ponle un lazo y entrégaselo borracho a su mamá.

Le cogió de nuevo en brazos y llamó a la puerta de la casa. Nadie.

Puto horario japonés... La gente no vuelve a casa hasta las 10... Aghh... - le rebuscó las llaves en la mochila y abrió la puerta, sosteniéndole a él con un brazo. Le llevó hasta la habitación (o santuario del Peluche) y le llevó hasta la cama luego de quitarle la camiseta, arropándole con las sábanas. Esbozó una sonrisa entre tierna y divertida mientras lo hacía.

- Mañana te levantarás y te picará todo el cuerpo de la sal... Pero no me fío de que te metas en la ducha en semejante estado, para que te resbales y te mates...

Tumbado y con los ojos cerrados e deja desvestir y meter en la cama. Contesta un simple....

- Mnnhhh....

Al poco, con las sábanas tapándole la boca comienza a reirse. Lo mira con ojos pícaros para después avalanzarse sobre el australiano cual león sobre su presa. Parece que además de un buen pelotazo tiene un buen calentón encima. Lo hace caer encima de la cama riéndose.

Urahara no da crédito a lo que pasa de pronto.

- R... ¿Ren...?

"No soy gay", dijo Takazuma aquel día. "No, apenas" pensaba Urahara entonces.

Pero los pensamientos duraron poco... El calentón también era monumental en él, y aquel chaval se lo estaba poniendo en bandeja...
Accedió al jugueteo hundiendo de nuevo sus labios en los de Takazuma, entreabriéndolos ésta vez y buscando que él también lo hiciera. Una mano se le fué acariciándole el costado, la cintura y las caderas, para luego meterse bajo su camiseta. Con la otra mano le levantó cogiéndole desde detrás, deslizando sus besos hacia el cuello de forma suave, aunque intensa...

Entonces cientos de ojos de los peluches se clavaron inquisitivos en él.

Bueno: Me está poniendo como una moto.
Malo: No quiero parar.
Jodido: Me estoy aprovechando de su borrachera... ¡¡MENUDO HIJO PUTA SOY!!
Muy jodido: Su familia puede llegar en cualquier momento...

- Ren... ¿Qué quieres...?

Pero Ren no respondió. Acababa de volver a entrar de nuevo en estado de hibernación.

- Se ha... Quedado... Frito!! - se tapa la boca, soltándolo de súbito.

¡¡¡¡¡AAAAAAAAAARRRGGGHHHHHHHH!!!!!!! ¡¡VAYA CORTE DE ROLLO!! - se agarró el pelo, tirando un poco. Suspiró resignado y colorado. Él y su "calentura" tenían que irse antes de que apareciera una señora chillando: "¡¡SOCORRO, SOCORRO, UN MONSTRUO RUBIO ESTÁ VIOLANDO A MI PEQUEÑO!!". Dejó las cosas de Ren ordenadamente sobre la silla y se dispuso a irse. Pero cuando estaba en la puerta se detuvo y se dió la vuelta. Lo miró un instante y se acercó... Cogiendo el gato que le había regalado y poniéndoselo bajo el brazo. Sonrió al verlo, levantando una ceja.

Ese gato va a oler a cerveza y a sal... Se merece llamarse "Ura".

Entonces sí: Cerró las persianas, apagó la luz y se marchó.

A primera hora de la mañana llega un mensaje al movil de Urahara:

Cita:

Urahara, que acababa de salir de la ducha, al recoger el móvil vió el mensaje.
Tragó saliva.

¿Sólo se acuerda de eso...? Bueno... Contéstale cualquier chorrada...

Cita:

¿¡ENCIMA VAS A SACAR TAJADA!? ERES... LA HOSTIA, HIROSE, ¡¡TE QUEDAS SIN DESAYUNO!!

Tras enviar el mensaje, se fué directo a hacerse un inmenso tazón de cereales.