Partida Rol por web

Abierta recientemente, desde principios de verano, dos edificios más allá del Centro Comercial 109, se encuentra la pastelería de los Otomiya. Se ha echo famoso en poco tiempo, puestos a los numerosos y variados pasteles que crean, todos con ingredientes caseros.

Además, tienen surtido todo el año de regalos de chocolate, con fantásticos lazos.

Claro, ahora iba a hacértelo... xDDDD

Nada más entrar te embriaga la sensación de calidez, está todo decorado con tonos suaves y agradables, además, todas las paredes estan llenas de fotos, enseguida distingues a la chica de tu clase: Miaka Otomiya, sale en casi todas las fotos, y hay una, detrás del mostrador, que sale con el otro chico, Furen. En todas las fotos, todos los participantes, estan sonriendo, la verdad es que aun le da un aire más bonito a la pastelería en general.

El mostrador está lleno de pasteles con una pinta genial, se te hace la boca agua solo de verlos.

Detrás del mostrador hay una mujer de joven edad, sonriendo con una sonrisa preciosa y con unos ojos verdes que te observan divertida y amablemente.

Cuando habla, su voz es melódica y amable.

Hola cielo, ¿qué te pongo?, te pregunta, sin dejar de sonreir, y en éste momento te das cuenta que Miaka es, físicamente, una réplica exacta de su madre.

Me quedo petrificado al verla, ¡que guapa es! Me siento en uno de los taburetes de la barra, agacho la cabeza, y tras pensar unos segundos le contesto:
Hola, bonito lugar, me gusta mucho la decoración, hace que pastelería sea muy familiar para los clientes. Bueno, me gustaría un batido de chocolate de bola de helado, ¿tenéis? y un pastel pero no sé por cual decidirme, son todos tan apetitosos, ¿qué me recomiendas? tras lo cual, vuelve a bajar la cabeza, es tan mona que me da vergüenza no dejar de mirarla

Claro que sí, cariño. Tenemos lo que quieras ^^ Sin dejar de sonreir, te prepara el batido de chocolate y te lo deja delante Tengo que aconsejarte la Tarta de la Casa, con tres suaves chocolates distintos, natas, y una fresa de complemento... Si te gusta el chocolate vas a ver a los Dioses con ella...
Te responde, inclinándose hacia a ti y sin dejar de sonreir amablemente. Y muchas gracias por el halago de la decoración... Siempre he querido tener una pastelería, así... añade, mirando las fotos con cara de completa felicidad.

Al acercarse, no puedo dejar de temblar, notando como la piel se me pone de gallina, al tomar la copa con el batido y tocar su tierna mano. es tan linda, piensa suspirando.

Ah, perdona, pues si me encanta el chocolate. Así que aceptaré tu tarta, seguro que me encanta. Ah, por cierto, ¿la has hecho tú? si es así estará para chuparse los dedos., y le sonríe mientras se lo dice.

Sonríe complacida, mientras pone un trozito de la Tarta de la Casa en un platito.

La ha hecho mi marido, responde, enterneciendo la mirada ¡Estan hechas todas con taaaaaanto amor y cariño!, suspira, dejándote el plato delante, ¡Que aproveche, ricura!

Cojo la tarta, e iba a empezar a comer, cuando escucho, que la hecho su marido, me asombro, por lo joven que es, y que ya este casada. Le pregunto con timidez: ¿ya estas casada? pareces tan joven

Si esperar respuesta, agacho la cabeza, cojo la cuchara, y me pongo a comer de la tarta, todo avergonzado. La verdad, es que su marido, sabe hacer las tartas, esta riquísima

La vuelvo a mirar, y sonriendo le digo, esta divina, muchas gracias

Se ríe melódicamente, parece que disfrute viéndote comer con tantas ganas, se ha sentado a un taburete al otro lado del mostrador.

Me halagas, chiquillo pero... No soy tan joven, ¡tengo una hija de 15 años! responde ella, sin dejar de reir.

Sigo comiendo mi tarta, esta riquísima, pero ¿por qué se sentó junto a mi?, cada vez se nota más ruborizado. A decir verdad, cada vez se come el trozo de tarta más rápido. La miro una vez, y cojo el batido, empiezo a beber mientras escucho sus palabras. Vuelvo a la tarta, aunque apenas me queda 2 bocados, es una pena

Si, se que tienes una hija de 15 años, somos compañeros de clase. ¿no ha venido nadie por aquí del instituto? le comenta, cuando me acabo la tarta.

Cojo una servilleta de un servilletero que ella me ofrece, y me limpio la boca. Muchas gracias, a decir la verdad, la tarta estaba estupenda. ¿no podría decirle a su marido que me enseñe, no? le comento mientras me rio.

Entonces, me levanto, y vuelvo a darle las gracias. Meto mi mano en el bolsillo izquierdo del lateral de mi pantalón, y saco mi cartera. Muchas gracias, por todo. Ahora tengo que irme. Podría decirme cuanto es, y donde podría encontrar una librería, gracias/B]

[B]

Ella se sorprende. ¿Vas con mi niña al instituto? Ah que es mona... dice ella, poniéndose las manos a las mejillas y sonrojándose.

Pues ha venido Miaka con un amigo... Me ha sorprendido que no fuera con Furen... ¿Cómo se llamaba...? ¡Ah, sí! ¡Indor! ¡Indor Daramau! El hijo del propietario del club nocturno Galaguer, un chico muy guapo, responde ella, sonriendo y pensando.

Seran 7,15 yenes, cielo, se levanta de su taburete, Mmmm... No conozco ninguna librería, cerca de aquí pero si no me equivoco creo que a la última planta del 109 hay la sección de papelería

Empiezo a sacar el dinero, ay que ver, aquí todos tienen negocio, se nota que no les falta el dinero. Saco dos monedas de 2, y las pongo en la mesa, van 4, pues la verdad, es que es mona, pero por clase no hemos hablando mucho. si siempre va con Indor, parece que están tonteando, o eso pienso yo, je je, no se lo diga, vaya a rebotarse conmigo, porfi.

Saco 3 monedas de 1, y dos de 0,50, esto hace ocho, quedese con el cambio. Muchas gracias por todo, le prometo que volveré, hasta celebraré mi cumpleaño en esta pastelería, si todos los pasteles están igual de buenos

Me levanto, y me inclino, dándole de nuevo las gracias, y me dirijo hacia la puerta, cada dos por tres, dándome la vuelta y mirándola, es tan linda la madre de Miaka . Voy tan despistado, que cuando llego a la última mesa, choco con una de las sillas, uf, menos mal que no había nadie, aunque escucho algunas risas en la pastelería.