Partida Rol por web

Ren sonrie y se pone manos a la obra. En la cocina ya estaban los fogones trabajando así que en unos minuto ya para el fuego y pone rápidamente la mesa...

- Come lo que te apetezca... - Rie nervioso sin saber si era demasiada comida - Hay que coger fuerzas : D - Se rasca la nuca y se quita el delantal, dejándolo cogado en una percha. Le hace un gesto invitándole a sentarse y se sienta al otro lado de la mesa

Qué difícil va a ser digerir ésto.

Se da una toba en el sombrero, que queda colgando de una cuerdecilla tras su nuca, sentándose a la mesa.

- Tienes razón. Ite... Itada... Eh... - se queda un momento pensativo, cogiendo los palillos torpemente - Como sea - ríe de sí mismo, pareciendo recién levantado. Le da el primer bocado a lo que tenga delante y sonríe - Está buenísimo... ¿Cómo tienes tiempo de sacar unas notazas y aprender a hacer éstas cosas?

- ¡Itadakimasu! - Dice antes de dar el primer bocado riendo levemente por el intento de Ura - ¿Notazas? Que va...normales, supongo...Además voy fatal para éstos exámenes - Dice poniendo cara de pena.

- Seguro que al final los sacas bien. Si vieras cómo está mi habitación te harías una idea de mis futuros resultados académicos - rió, serenándose - Pero no te preocupes por eso éste fin de semana. Son dos días y dos noches en los que, a menos que llueva, no tiene porqué salir el tema de estudios, Ren... Es nuestra primera cita y el primer día que pasaremos juntos como pareja, sin peleas y sin nadie más... - parecía sonreir bastante contento con la idea.

Ren se sonroja levemente y asiente con una sonrisa que irradia felicidad - Sí, tienes razón... Es increible que no hayamos tenido todavía la primera cita - Apoya el mentón en la mano y le mira a los ojos sonriente, ilusionado.

- Siento no haber traído rosas, pero tengo una barbacoa portátil que a tí, como freaky de la cocina, seguro que te encanta - ríe entre bocado y bocado. Ese chiste le había costado Dios y ayuda sacarlo - Está todo buenísimo, Ren. Deberíais hacer un club de gastronomía los de la clase... Hay más de uno que cocina. La cantina se vería sustituída por vuestro club rápidamente - reía de nuevo, mirando los platos mientras comía.

Ren rie abiertamente - Oye pues no es mala idea...Sería una interesante fuente de ingresos - Vuelve a reir - ¡Ah! para la barbacoa he preparado esa nevera - Señala una nevera de color rojo encima de la encimera - He puesto tanto carne como pescado ^^

Mi madre me mata en cuanto vea como le he dejado la despensa y el frigorífico : D

Urahara se volvió apoyándose en el respaldo de la silla para mirar la nevera.

- Vaya. Yo había pensado pescar... ¿Lo has hecho alguna vez? Es muy relajante.

Nombre científico: Homo (sexual) Uraharus playerus.
Nombre común: Ura.
Éste especímen se diferencia del resto de homo sapiens en que encuentra pescado antes con un anzuelo que en un supermercado, corre más rápido en arena que en suelo liso, tiene más equilibrio encima de una ola que en una escalera mecánica y nada más rápido contra una resaca marítima que en una apacible piscina. Sí: Parecía sacado de la Atlántida o del "Robinson Crusoe". La playa era su territorio, su entorno natural.

- Pues mejor entonces - Rie - Pescado fresco y un susto menos para mi madre cuando abra el frigorífico en busca de comida. - Da un sorbo a la sopa de miso - Nunca he pescado : O

Con el estómago revuelto y la mirada un tanto descentrada, Urahara va a por su próximo plato. Demasiada buena comida para dejarla, sería una pena.

- Está muy bien. A mi hermano y a mí nos enseñaron en Tailandia, que por si no te lo he dicho, es la leche - eso es: mantén la mente ocupada, Rai - y yo como siempre, lo de playa es lo primero que aprendo de todo lo que me enseñan. No sé hacer un masaje tailandés pero sí una de las barcas que hacen ellos con madera de balsa. ¿A tí te gusta la playa...? Te vi poco desenvuelto la última vez - la pregunta era totalmente inocente, sin ánimo de ofender y por pura curiosidad.

- La última vez tenía muchas cosas en la cabeza... - Sonrie tímidamente - La playa me encanta ^^, aunque no me desenvuelvo tan bien como tú, la verdad ^^ - Le dice en un cumplido a la vez que se da cuenta del sobrehumano esfuerzo que está haciendo ura para acabar el desayuno - ¡No hace falta que te lo comas todo! No quiero que te siente mal

- Me quitas un peso de encima, pero... ¡Está tan bueno...! - sonríe y continúa conversando durante el desayuno, hasta que se acaba y ayuda a recoger a Ren.
Cuando al fin cogen el tren a Shimoda y de ahí llegan a la playa de Shiharama, nada más pisar la arena Urahara deja caer todos los trastos y, con una sonrisa como de quien ha alcanzado un trozo de cielo, se deja caer de rodillas y aprieta la arena entre las manos, comprobando de qué tipo pueda ser. Luego se queda observando maravillado el paisaje:

Hace viento y hay buenas olas... Pero lo primero es lo primero.

- Bueno... Hora de montar el campamento.
Escoge un lugar junto a las rocas pero sobre la arena más dura. Una vez ahí, de la enorme bolsa circular que abre por una cremallera, saca una tienda de campaña para dos que se monta solita...


Sonríe satisfecho. Le encantan sus cacharros, por lo visto.

Saca de la mochila entonces un saco de dormir doble, de aspecto cómodo y blandito...

Para rematar el almacén de trastos convertibles, resulta que la mochila es también una banqueta...

...Y que el extraño tubo de metal que llevaba en ella es una parrilla portátil.

Cuelga en el interior de la tienda una linterna de larga duración, que aún no enciende.

Rebusca ramitas de árboles secas y cava un hoyo en la arena en el que las mete y rodea de piedras para poner encima la parrilla y encenderlas con un mechero. Entre unas cosas y otras, conversando mientras lo monta todo, se ha pasado la hora de comer y el hambre pega fuerte.

- Te toca, ama de casa...

Ren inspira el aire salado al llegar a la playa. Deja que Ura se encargue de todo el montaje, ayudándole en lo que puede...que es bastante poco ya que el gaijin se desenvuelve perfectamente. Cuando saca el saco de dormir doble, la imaginación del inocente Ren se dispara a límites insospechados...

O///O Ay....ay madre...

Habían dormido juntos en la excursión pero los futones habían estado separados y en una habitación con más gente...Claramente no era lo mismo.

Adios virginidad...Adios : D - Se despedían las hormonas con alegría, agitando sus pañuelos rosas.

Sacude la cabeza intentando quitarse los pensamientos impuros de la mente, de la que termina de salir cuando Ura lo llama ama de casa...

- ¬¬...¿A que te quedas sin comer? - Bromea mientras se dirige a la nevera repleta de comida, de la que extrae la carne que habían llevado con ellos (no han pescado así que toca carne : D). Se pone manos a la obra en cuanto se han hecho las brasas. Había traido ya preparadas unas brochetas de carne y verduras que asa mientras adoba la carne - Si quieres también hay salchichas - Dice sonriente.

- ¡Et voilà! - Dice satisfecho cuando todo está listo - ¡¡Itadakimaaaaaasu!!

- ¡UOH! - exclama al ver la carne - ¿Cómo puedes hacer algo tan bueno con tan poca cosa? - se sirve en un plato de plástico que llevaba en la mochila y corta la carne en trozos con una navaja, con la que se la come también - ¡Itadakimasu! - por fin. Parecía que nunca lo diría.
Le encantaba comer en la playa. Le encantaba hacer cualquier cosa ahí, pero estar con Ren era un sueño que nublaba todo lo demás. ¿Se podía pedir algo más de ese día? Comida buena, playa estupenda, compañía perfecta, surf y pesca.

- ¿Sabes? Estoy en la gloria. Me encantaría no tener que volver. Cuando era más crío, sobre los trece años... Dije que algún día cogería todos mis bártulos y me iría a vivir a la playa, recorriendo Australia por toda la costa hasta llegar de nuevo a Bondi. Tengo una barbaridad de libros acerca del tema... ¿Te imaginas? Como un nómada... ¡O un pordiosero con clase! - se ríe - ¿Tú cómo te ves en el futuro? ¿Alguna vez has soñado algún disparate así?

Sonrie al imaginárselo viviendo en la playa. La verdad es que era un sueño de lo más romántico...Vivir libre y en su entorno. Ren por su parte había sido siempre un niño responsable...Nunca había tenido ninguna fantasía semejante a esa y tal vez se sentía un poco avergonzado por ello... - Nunca me he planteado ninguna cosa semejante la verdad - Sonrie - Lo típico de ver mundo y viajar de allí para acá... Mi padre viaja muchísimo promocionando sus libros pero nunca le hemos acompañado - Comienza a juguetear con la arena y el palo de la brocheta haciendo dibujitos mientras habla - Apenas he visto nada de Japón para ser mi propio país... Si me preguntan que quiero hacer en el futuro...Por un lado dedicarme a viajar y por otro enseñar...Y creo que no son muy compatibles - Rie finalmente.

- Todo se puede compaginar si lo deseas y no hay nada que te lo impida. Yo lo creo así... - después de comer se dejó caer sobre la arena sin cuidado de llenarse el pelo o de ensuciarse - ¿Tu padre es escritor? ¿Qué escribe? ¿Y de qué quieres ser profesor tú?

- Sí, tienes razón... - Dice recogiéndo los bártulos y poniendo los desperdicios en una bolsa - Mi padre escribe de todo un poco pero sobre todo novelas románticas - Pone los ojos en blanco - Es muy conocido entre las amas de casa...Ahora están promocionándolo en el extranjero, así que está cada vez menos tiempo en casa - Una vez recogido todo se tumba junto a Ura - (Mmmhh...que bien se está... ^ w ^) Me encantaría enseñar literatura... - Dice con voz algo amodorrada.

Se gira un poco hacia él, con la cabeza apoyada en una mano, y empieza a pasarle las yemas de los dedos sobre la cara suavemente, acariciándole el contorno de los rasgos.

- Enseñar literatura... Qué guay: Seremos la clásica pareja de gays bohemios - se ríe - el profe de literatura y el fotógrafo, con una casita a la orilla del mar, uno vestido de traje de Armani y el otro con trajes de lino y demás rollos exóticos, que se escaparán de vacaciones por el mundo - susurraba - cuando terminen las clases del chico elegante... Y podrá oler... - un dedo acariciando desde el puente de la nariz hasta la punta - el almizcle de Egipto... - deslizó la caricia al pómulo - Sentir la brisa ululante del centro de Europa - una breve pausa sobre el lóbulo - escuchando las historias de castillos y supersticiones que cuenta el viento... - le besó con cuidado y delicadeza los párpados - Ver las danzas y los colores brillantes de Turquía... - finalmente acercó los labios a los de Ren, y el susurro apenas se confundía con el silbido de la brisa marina, mientras a cada palabra, los labios casi juntos, se rozaban - Saborear las especias de la India... - entrelazó una de sus manos con la de Ren - Y tocar la seda y los tapices de China... ¿Entraría todo eso en tus planes, Ren...? - tan sólo un beso frágil sobre los labios de Ren, cerrando sus ojos para degustarlo... Y luego apoyar la sien en la del chico japonés, atrapando el lóbulo de él entre los labios y acariciándolo con la lengua.

Cada palabra se había convertido en un escalofrío de placer. Cerró los ojos dejándose mimar, con una ligera sonrisa mientras iba imaginando cada una de las cosas de las que le iba hablando, como si viviera un sueño. Pero no era un sueño, todo era real y con el último estremecimiento, rodeó con los brazos a Urahara, como si no quisiera dejarlo ir nunca - Si estás a mi lado sí... - Respondió al fín en un susurro.

Hirose se puso a horcajadas sobre él, sujetándole las manos contra la arena a la altura de la cabeza, pasando los besos de la oreja al cuello.
"Dalo por hecho", iba a decir... Pero...

..."Merecerías la pena sólo por tener un buen cuerpo y una cara bonita"...

Una punzada de temor le atravesó el pecho. Algo no iba bien...

Todo está en tu cabeza, Raeden... Tranquilo... No pasa nada, tus presentimientos nunca se cumplen, tío... Díselo y todo estará bien... No te lo puedes quitar de la cabeza, sabes lo que es eso. No puede ser otra cosa...

Se detuvo. Por alguna razón no pudo continuar. Sonrió un poco con disculpa.

- Perdona... Creo que me ha sentado mal moverme tánto después del desayuno...