Partida Rol por web

El interior, al menos desde la Penumbra, se contempla rústico, con todo acabado en madera. Unas luces doradas que resaltan mucho contra la neblina gris de la Umbra iluminan todo, y aquí y allá corretean pequeños espíritus. Parecen inquietos, y se mueven de sombra en sombra, evitando las ventanas por algún motivo. En cuanto miráis por una de ellas veis que todas las demás cabañas tienen a su vez las luces encendidas. Ningún espíritu grande, ni ningún Garou patrullando, que se vea a simple vista.

Os pateáis las habitaciones, pero nada. Todo está vacío. De hecho, demasiado vacío. No hay cosas. Es un edificio, muebles y nada más.

Adentrarnos en la cabaña umbral no nos concede una resolución al misterio. Lejos de ello, lo acrecienta aún más si cabe. Caminamos a su sombra, entre la neblina y las hebras de las tenues telarañas. Y de cuando en cuando, escudriño el reino de lo físico en busca de datos sólidos. Pero nada, la casa sólo muestra paredes y muebles. Ni un alma en su interior, pero sí luces encendidas.

La canija no está aquí, pero eso no es lo que más me preocupa... -Le digo a Alex, molesto, analizando los movimientos a nuestro alrededor como si trazase pautas y trayectorias. Ese aliento inspirador que me ha concedido con el tacto de su mano en mi rostro antes de entrar ayuda en la tarea, desde luego- Las ventanas... algo pasa con ellas. -Mis ojos entrecerrados mantienen en su retina las sendas recorridas por los pequeños espíritus, y todas ellas evitan esas ventanas. La sensación de encontrarnos en el interior de una ratonera es cada vez mayor- Deberíamos ir a la siguiente cabaña, pero antes... quiero saber a qué nos enfrentamos.

Me acerco a una de las sombras, donde acabo de ver ocultarse un espíritu menor, una diminuta araña de la red que se movía por lo que parecen las hebras de una radio. Clavo una rodilla en el suelo y me inclino cerca de la sombra.

Ftshhhhch... ftshhshhhch... -Emito el sonido de su voz, el lenguaje espiritual de ese ser. Perdona, pequeña araña, quisiera hacerte una pregunta- Ftshhtch... fsssshch... -¿Por qué evitáis las ventanas de la casa? Le pregunto directamente, con la esperanza de no verme obligado a forzarle a cumplir mi voluntad.

- Garou. Desconocido. Cucaracha - dice la araña con chasqueos regulares, automatizados como los de una máquina -. Peligro. Peligro. Ave de Trueno agitada. Rutina de alerta. Alguien herido. Sangre en el aire. No llamar la atención. 

Menuda carrera. Desde Bend han sido muchas horas hacia el sur para dar con el pueblecito californiano llamado Winters. Un lugar dejado de la mano de Dios, por cierto. Apenas habéis parado para charlar, pero bueno, la vida en la carretera tiene su encanto. Viento, el rugido del motor, el sol sobre vosotros...y trabajo. Trabajo de lo vuestro; de Garou que van a la batalla. Afortunadamente, en Winters habían visto vuestros colores antes. Un chino llamado Leonard Wu mandó gente que os indicó la dirección hacia la que teníais que ir. Joder, si hasta os dejó un mapa del campamento. No llegasteis a verle, pero sus recaderos os dejaron claro que la manada de Scar estaba allí. Una misión de rescate sigiloso, dijeron. No deja de ser extraño. Los amarillos y los Wyld Ones lleváis años a hostias. Sabotajes, palizas y hasta algún tiroteo eventual. ¿Qué ha pasado para que ahora trabajéis juntos? ¿Qué os estáis perdiendo? Donnie no se ha parado a preguntar demasiado. Simplemente ha cogido el móvil para llamar a alguien y os ha instado a seguir en marcha. Ya tendréis tiempo de preguntar cuando esté todo solucionado; vuestros hermanos os necesitan.

Según el mapa que os han dado, se trata de un campamento de verano, de esos con juegos de supervivencia en los que enseñan a los niños a ser locos de las armas. Está bien comunicado por varias carreteras, aunque vosotros habéis seguido la principal, la 38, en busca de rastros de vuestros hermanos. No habéis encontrado nada. Pero eso no tiene por qué ser malo. Seguramente hayan sido prudentes y hayan dejado las harleys a cierta distancia para no anunciarse. Menuda infiltración sería si no.

La carretera os ha llevado casi a la entrada del campamento. Podéis ver las luces de las cabañas. Es noche cerrada y no se ve mucho, pero al menos tampoco se escuchan disparos. Eso es buena señal, ¿no? Significa que vuestros hermanos están consiguiendo escurrirse entre las líneas enemigas...o que todo ha terminado, para bien o para mal.

Os encontráis a poca distancia del cartel que anuncia el campamento a pocos metros. Las motos habrían hecho demasiado ruido, así que las habéis dejado algo atrás. Después de tantas horas con el culo pegado a las burras, incluso unos moteros veteranos como vosotros agradecéis un paseo.

Donnie ha encabezado la marcha, yendo parejo a Damien todo el camino, como corresponde a los Garou de más Rango. Ahora se queda mirando a su camarada Roehuesos.

- Me puedo quedar atrás vigilando la carretera - dice -. Tengo unas amigas que llegarán para cerrar el paso sur y se supone que la manada de Scar está alrededor del lago.

Echa mano de algo que lleva en la chaqueta. Un objeto estrafalario con aspecto a medio camino entre una bomba y una reliquia religiosa. Se la tiende a Belén.

- Ten, joven Theurge - dice -. Es un artefacto espiritual, así que es tu deber llevarlo. Tira de la cruz y cuenta hasta tres antes de lanzarlo. Si lo manejas como es debido, montará unos fuegos artificiales alucinantes. Por si necesitáis una distracción o cargaros algo grande, ¿eh?

La moto rugió en el pavimento a medida que nos adentrábamos en la ruta. Llegamos a un pueblecito californiano llamado Winters. Había que trabajar, hacer lo que veníamos a hacer, y me alegraba de que no había vuelto a tener encontronazos con el otro Garou. Al final me daba la impresión de que todo había sido un mal entendido, y es que yo era relativamente nueva en muchas cosas. Había cambiado por primera vez con más edad que otros cachorros y había aprendido todo más lentamente. Pero ahora las cosas se iban aclarando. “Todo toma un tiempo, Belén” me dije… “las cosas toman un tiempo, como el vino para volverse mejor.”

Un chino, Wu, nos dejó la dirección a donde ir con mapa y todo. La manada de Scar se encontraba allí. Me pareció que facciones que no se llevaban naturalmente bien (joder, también era nueva en entender esas cosas) trabajaban juntos ahora. “¿Para un bien común? ¿Contra un enemigo más poderoso?”

Volviendo a la realidad, veo el mapa del campamento, hasta sería divertido si pudiera aprovechar los momentos para… eso, divertirse, pero hay que trabajar. Pongo todos mis sentidos en alerta, escuchando el plan y eso.

Me dan un artefacto espiritual, Donnie lo hace. Es bonito, eso es lo primero que pienso, parece una mezcla entre una bomba y algo religioso. –Gracias, lo usaré cuando deba. Os agradezco –tampoco sabía mucho el trato que tenía que darle a los de rango superior, así que simplemente hablé con respeto.

Supongo que tengo que avanzar pero no sola así que aguardo a ver cómo nos distribuimos la tarea de infiltración.

El extraño espíritu de la Tejedora no tarda en responder en su peculiar lenguaje. Es un espíritu menor, la comunicación con él es complicada, pues es parco a la hora de expresar los conceptos de su mente incorpórea.

Garou. Desconocido. Cucaracha...

Soy yo. Reconoce mi naturaleza, mi tribu, y más allá de eso, que no pertenezco a este campamento, que soy un extraño entre estas paredes, nunca visto por los espíritus locales.

Peligro. Peligro. ¿Es esa la respuesta, la explicación? Por eso huyen a las sombras... Ave de Trueno agitada. La tormenta, el bosque. No es lo habitual, no es así siempre, como creí en un principio. Algo sucede allí, pero ¿de qué se trata? Rutina de alerta...

Rutina de alerta... -Repito en voz alta, con el ceño fruncido, pensativo. Alzo la mirada, cruzándola con el rostro de Alex y mirando acto seguido a la ventana más cercana- Algo está pasando en esa puta arboleda, algo que no es habitual, algo que tiene a los espíritus inquietos, en alerta. -Y una idea cruza mi mente, de repente, haciéndome resoplar. ¿Y si me equivoco? Por eso no valgo para liderar nada, esto es una mierda- Si el resto de cabañas están tan vacías como ésta... -Vuelvo a mirar a Alexia, alzando una ceja- ¿...donde está la peña?

Pero el espíritu continúa hablando, y los conceptos hechos palabras que expresa me desconciertan aún más. Alguien herido. La hostia puta, ¿nuestros hermanos? No, al escudriñar todo se veía aún tranquilo. No ha empezado. Sangre en el aire. Si no es de ellos... ¿De quién? Es un rastro a seguir, pero no sabemos a dónde nos llevaría. No llamar la atención.

El espíritu continúa preocupado. Su rutina de alerta es lo que le dice que evite las ventanas, de modo que tomaremos nota de ello. Me preocupa más la sangre. Me preocupa más la gente que no está aquí. Me preocupa más ese pájaro del trueno.

¿Un... sacrificio? -Pregunto, incrédulo, mirando a Alexia- Me preguntaba para qué podía querer está panda de pirados a una Metis. El espíritu me habla de alguien herido, sangre en el aire... ¿Podría ser una posibilidad? Casi pondría a esta gente al nivel de putos Danzantes... -Tomo aire, suspirando. Todo esto no me gusta, no me gusta una mierda- ¿Que tal se te da rastrear? Si él ha detectado la sangre, quizás nosotros también podamos. Pero no sabemos seguro si ese rastro nos llevará a la canija...

-Carajo- Solo eso salió del Fenris, los japos le habían maldecido… lo tenía claro. La china esa que quería darle sexo oral al Prospect de eso estaba seguro. No estaba en sus cabales para pensar pero miro a Zoe, -vete a ti no te han encontrado – comento susurrando mientras se sacaba la chupa para digamos no dejar evidencia alguna – Toma esto y ve si puedes flanquearles, algo inventare en el camino –

También le hizo una seña a Scar para que se moviera, jere se levantó y fue caminando hacia los sujetos, balbuceando a regañadientes – Maldito perro, donde se metió, mi mujer va a matarme – dejando el lugar de cobertura y dando asi la oportunidad a Zoe y scar para que pudieran flanquear o dirigirse hacia otro lugar.

-1 gnosis (Activo sentidos aguzados) -3dif en hispo/lupus/crinos -+1d en impulso primario - Tirada de rastreo: percep + imp primario dif básica 7 (varía a menos dependiendo de n mil cosas) tons use el bonif del don. Cualquier cosa me dices y ya. Redactare el post ahora que voy en la ofi y todo tengo que hacerlo por partes. Xd

¿No hay nada? Me quedo sorprendida por lo que veo, el sonido que empieza a hacer Claine también me descoloca; pero bueno todo lo que hacen los theurges en menor o mayor medida logran descolocarme.

- Cada quien a lo suyo -me repito de nuevo.

Puede que no entienda mucho sobre sentimientos en otros y eso, pero si que puedo leer la cara de alguien que está preparándose para un combate. Y Claine tiene toda la pinta de haber tomado la punta del hilo de una madeja sanguinolenta. Puede que lejos de intimidarme, haga que me emocione de una manera que, cada vez, siento como si fuera la primera.

- ¿qué dices? -le respondo en un susurro al theurge, con gesto de extrañeza. No voy a preguntarme con quién habla, ya me hago idea de con qué. Nuestras miradas se cruzan y siguen la indicación de Scott hacia las ventanas. ¿Qué tienen? ¿Nos están espiando? ¿Esto es una emboscada y entrarán desde allí? ¿Qué? Siempre tan crípticos los habla con espíritus. Afortunadamente no decide dejarme en blanco y comparte parte de la información que ha sonsacado.

La arboleda, la arboleda, pienso en el mapa que nos enseñó la rubita snob, me hace una pregunta sobre dónde está la Peña - Supongo hacia donde miran tus espíritus ¿no? Si no están aquí estarán congregados en... -digo y utilizo los regalos de la madre para ver si capto yo algo, pero no. Luego me interrumpe, ha estado balbuceando desde que llegamos y ahora balbucea aún más. Mierda, no puede hablar con todos al mismo tiempo, tengo mis debilidades también, no sabe como estoy luchando por no...

La palabra sacrificio me para en seco, todo, el cuerpo, la mente, la respiración, pero lo que me enerva más de todo es que incluye la palabra "una" Una metis, hembra, una hermana ¿por qué? ¿por qué querrían lastimar a alguien así? ¿quitarle la vida?

Mi cuerpo se tensa y cambia a su forma hispo, mi pelaje negro se encuentra erizado. No puedo evitarlo, no lo controlo, ese es el efecto y la maldición de la rabia que cargo dentro de mi cuerpo. Una que me pide ir a destrozar a cuánto osado se atreviera a dañar a una muchacha, ya agredida tan solo por su condición de metis seguramente. No le respondo a la pregunta sobre si se rastrear o no, alguna vez lo intenté, no es mi expertise pero sé cómo hacer las cosas y si no las sé las aprendo a trompicones en el camino.

Levanto el morro intentando percibir el rastro del que me ha hablado el saco largo, al principio me cuesta, es tan tenue, tan débil ¿lo estarán intentando ocultar a propósito? pero ahí está, algo que se nos había escapado a ambos por nuestras formas humanas. Aquellas en las que confiamos tanto porque es la manera en que vinimos a este mundo, me cuesta aceptar que no se me hubiera ocurrido utilizar el lobo desde el principio.

Avanzo despacio, aún con mis patas amortiguando cualquier sonido, el hocico húmedo arriba << tengo olor, allá >> me remuevo sobre mi sitio, moviendo la cola vaporosa ahora, hinchada por la rabia que bulle en mí. << allá >> indico otra vez y avanzo << vamos >> le digo al final, pero no me muevo. Le espero.

Si hay algo que tengo es palabra y la mía la tiene Zoe.

Salís de la cabaña, aún algo preocupados porque en una noche despejada como esta sintáis nubes de una tormenta tan negra. Lo que ha dicho la araña sin duda ha sido inquietante. ¿Tal vez los arios estén pensando en sacrificar a la Metis que tenéis que rescatar? No suena descabellado. Últimemente ha habido rumores muy extraños sobre klaives de plata que se bañan a menudo en sangre de Metis, en manadas que vuelven a tener grabadas esvásticas en la carne y acuden orgullosas de ello a los consejos. Las mareas de la Teluria se agitan, y los Garou os movéis con ellas. Es Siglo XXI será el Siglo del Odio, por lo visto. Bueno, y más cosas.

La carretera de tierra que conecta todo el campamento arrastra el olor de la sangre. Sangre. ¿Está sangrando y la llevan a sacrificar? No tiene mucho sentido. O tal vez si, si han esperado, por ejemplo, a su período. Es una de las guarradas que se les pueden ocurrir a unos neonazis paganos, ¿no?

La Penumbra sigue tranquila. Ni siquiera hay espíritus en los alrededores. Las cosas tienen luz y no hay señal de Garou a este lado. Ni de nada, a decir verdad. Sea lo que sea esa sensación ominosa, parece que afecta a todos.

Al usar los ojos espirituales para ver el reino físico, efectivamente llegas a ver gotas de sangre en el suelo. Gotas que no están en el mundo espiritual. Hay huellas, muchas, en el camino. Botas, pisadas muy recientes, por lo que parece. Al contrario que en la Umbra, hay bichos; luciérnagas, cucarachas, escarabajos y demás, moviéndose por el suelo, cruzando hacia la hierba a ambos lados. 

Sin embargo, no es eso lo que te llama la atención, sino el tipo que está plantado en solitario en mitad del camino. Botas militares negras, pantalones de camuflaje, camisa blanca de tirantes...todo un estereotipo. No parece molestarse en ocultar su presencia, así que probablemente no esté vigilando. De hecho, se está fumando un cigarro. Ves que tiene sangre salpicándole la camisa.

Sigue sin gustarme, sin gustarme una puta mierda. Todo esto es muy raro, antinatural. No me gustan los mecanismos que no comprendo cómo funcionan. Ocultan algo, y ese algo suele ser importante.

Pero seguimos el camino, ese que nos muestra el olfato de una Alexia convertida en un precioso ejemplar de loba de figura estilizada. Yo, en cambio, me limito a potenciar mi poco impresionante físico haciéndome un poco más grande, un poco más fiero, pero aún vagamente humano. Y con largas zancadas sigo los pasos de Alexia, empujando mi burra con el motor apagado para no hacer ruido de momento. De cuando en cuando, dejo que Alexia asegure el rastro que sigue mientras yo cubro mi parte, observando a través del muro de nuestros mundos.

Bingo... -Es al tercer o cuarto vistazo, cuando lo detecto, cuando ese rastro de sangre en el suelo me guía a una figura tangible, al fin. Y verla ahí, de pie, disfrutando del maldito humo, supone toda una provocación- Tenemos un ganador...

Retraigo mis sentidos a la Penumbra, mirando a Alex con una divertida sonrisa.

Uno de esos cabrones está ahí mismo. -Señalo el punto equivalente a su posición en el Reino, antes de desprenderme del guardapolvos y echarlo sobre mi burra- Creo que va siendo hora de que alguien nos de algunas respuestas ¿no te parece? -Aunque mi voz en esta forma suena mucho más bronca y rasgada, se puede detectar el humor en ella. No soy un guerrero, pero digo siendo un Wyld One, y la adrenalina me activa, hace que me sienta vivo- El capullo está ahí parado, pero no parece estar vigilando, y su ropa está manchada de sangre. -Saco una de mis gemelas de la funda y me aseguro de que sea la que tiene el cargador que busco, las balas halcón. Vuelvo a introducir el cargador con un chasquido que me sabe a gloria- Puedes observarlo todo desde aquí y, si no atiende a razones, caerle desde atrás. He visto lo que haces de frente, así que... -Me encojo de hombros, recordando su actuación con aquellos polis. Un ataque imprevisto suyo tiene que hacer papilla aún descerebrado como ese. Y lo prefiero, porque las pipas sirven para amedrentar, pero si eso no funciona prefiero no hacer tanto ruido- ¿Te parece bien, compañera? -Pregunto guiñándole un ojo, con complicidad.

¿Quitarse solos de nuestro camino? Inocente…

A punto estuve de llevarme una mano a la cara, en gesto de desesperación, al ver como Bastard y Scar se quedaban pasmados ante la aproximación de aquellos tipos. No les había dado tiempo a esconderse, o no habían sabido cómo, pero ese no había sido mi caso.

Jeremiah me instó a continuar oculta y me dio su chupa para que se la guardara, asintiendo con desconcierto mientras la cogía con una de mis manos.

¿Qué pretendes viejo Fenris?

No tardé en averiguarlo, viendo como el philodox trataba de usar una burda treta para justificar su presencia allí.

Joder, dudo que cuele, pero al menos ganamos tiempo.

Entonces, oculta como me encontraba, intenté avanzar cubierta por la oscuridad para flanquear a aquellos dos sureños.

Algo cabreado me subí a Deborah y comenzamos el camino. La verdad me gustaba el hecho de cabrearme por pequeñeces. Es claro que todo el jaleo fue una confusión sin sentido. Pero teniendo en cuenta la poca emoción de mi corazón creo que fue algo refrescante. Claramente necesito un cambio.

La carretera me ofrece ese lugar agradable donde puedo reconectarme. Puedo perderme en mis pensamientos sin necesidad que nadie me interrumpa.

Alguna parada ocasional para merendar y continuar el camino. Es algo muy agradable la sensación de devorar pavimento a cada segundo y mi deborah es la mejor en ello.

Al cabo de muchas horas llegamos y nos reciben los emisarios de Wu, ¿Desde cuando trabajamos con los amarillos? Hasta el último día que estuve con la banda nos guerreabamos con estos. Algo grande debe estar pasando para trabajar de la mano.

Después de mucho esperar y no sé cuantos recaderos atender. Nos dirigimos al lugar en que estará la manada de Scar, parece que el momento de la acción será antes de lo esperado.

Nos bajamos de las motos antes de llegar al campamento y continuamos caminando. Donnie me acompaña adelantando a las dos cliath. De repente me habla y no puedo mas que asentir. - Bien, continuaremos desde este punto. - Espero mientras morocha recibe el amuleto.

Una vez Donnie se aleja me acerco a las chicas.

- Morocha, kanda. Estamos distantes del lago, con lo cual falta camino para llegar. Lo mas dircto sería seguir la carretera pero serpiamos facilmente detectados. - Espero un momento mirando las luces de las cabañas. - No soy conocedor de este tipo de campamento. Considero que giremos al sur y busquemos el sendero apache. Lo podemos seguir hasta estar cerca de los establos. Debemos alejarnos de los caballos para evitar asustarlos. Luego de rodearlos llegaríamos al lago. - Espero un momento mientras las observo a las dos a los ojos. - Es bastante mas largo pero estaríamos fuera de ser descubiertos por error por los residentes actuales.-

Espero un momento. - Tal como dije, no conozco estos lugares, ¿Tienen una idea mejor?- Espero ya que quiero de verdad escucharlas. Si no hay consenso ya me decidiré yo.

Todo ha sucedido muy rápido. De pronto me he visto engullendo aquellos -ya lejanos- deliciosos huevos, West me ha presentado a una joven que, por lo que parece, es completamente nueva en todo esto y ahora resulta que es a ella a quien tengo que acompañar a entregar un mensaje a una tal Scar. Y todo esto, por si fuera poco, acompañadas de Donnie. Al escuchar su nombre, mi humor ha cambiado por completo esta mañana, la verdad es que tenía ganas de volver a verlo. 

El abrazo que le he dado al loco de los fuegos artificiales cuando lo he visto no ha sido menos cálido que el suyo. "Maldito Fenris... Cualquiera que no nos vea, no se lo cree..." Y eso me hace esbozar una sonrisa sesgada cuando le saludo. 

Tras presentarme al otro Garou como es menester, he acabado presenciando la "pequeña discusión" entre él y mi compañera. Morocha me cae bien, así que no me gusta que haya malentendidos, sobretodo si tenemos que trabajar con él que, por lo visto, es amigo de Wyatt. Y si el calvo del bigote confía en él, yo también. 

Cuando Belén se ha subido a su burra, me he acercado un momento para susurrarle:

-Si necesitas ayuda con algo o tienes cualquier duda, pregúntame... Dentro de lo poco que sé, intentaré ayudarte -le he sonreído. 

Después, sin más, hemos emprendido camino...

***

Maravilloso, sencillamente maravilloso... El viento contra mi rostro... Los árboles verdes pasando a mi lado a una velocidad vertiginosa, los bosques de los alrededores de Bend que tanto me gustan quedando atrás, siendo sustituidos por nuevas pinedas, matizadas de arces; un manto verde jade con motas esmeralda y granate. El sol sobre mis hombros es -a pesar de que para muchos aún no tan cálido como habrían deseado- demasiado caliente para mí, acostumbrada a los hielos del Norte. Es lo único que aún no llevo del todo bien de las carreteras, pero en fin, es lo que toca... Ya me acostumbraré. Como siempre. 

Cuando nos detenemos y dejamos las motos entiendo que ha llegado el momento de actuar y pasar a la acción. Me despido de Corta-el-cable-rojo con un abrazo de nuevo. No me gusta la idea de que no venga con nosotros, pero él es de mayor rango que yo al fin y al cabo, así que no le replico.

-Sa ah naaghasi, alah.

"Mi pensamiento está contigo, amigo". Es una fórmula kwakiult, ya se lo he dicho más veces antes y él ya la conoce. Es una manera sutil de decirle: "ten cuidado". 

Tras despedirme de Donnie, me acerco al mapa que están observando los otros dos y echo un vistazo. El mapa del chino está bastante bien detallado y la idea de Damien es buena, pero no lo suficiente, a mi entender.

-Yo me siento mejor completamente fuera de los caminos... Aunque sean sendas "apache". Creo que si vamos por esa zona pero atravesando el bosque, fuera de los caminos, será más fácil que no nos detecten. Por otro lado, no te preocupes por los caballos, creo que podría calmarlos si fuera necesario...*

Cuando Kanda me dice que le pregunte en caso de tener alguna duda, le sonrío con un enorme alivio y respondo –¿Tanto se me nota? Gracias –es que soy nueva en muchas cosas y por eso puede que casi hubiera tenido problemas con ese chico, aunque al final todo salió bien. En mi corazón me siento muy agradecida, es todo un alivio.

Toca el momento de pensar un plan de acción y escucho atentamente. –Yo también prefiero alejarnos de miradas extrañas –comento mientras miro el mapa con suma atención –girar al sur y buscar el sendero apache me parece un buen plan. Aunque si tenemos que ir directamente por el medio del bosque, tampoco me opongo –finalizo diciendo. “Tengo aparte ese amuleto que usaré cuando sea necesario, si es necesario. “

Me encuentro nerviosa, no por la discusión anteriormente dada entre ese Garou y yo sino por ser mi primera misión, la primera realmente en el sentido de “tener una misión” y tengo algo de miedo. “¿Qué tal si fallo, abuelo? ¿Qué tal si mi Theurge interior no sabe manejar las cosas? Para la manada seré Morocha porque dicho es mi apodo pero para ti siempre seré aquella Mariposa inquieta que no se podía mantener en un lugar mucho tiempo. Sígueme, abuelo… necesito tu compañía y consejo.”

Tomé una bocanada de aire puro, el bosque hinchó mis pulmones con su aroma tan puro y me preparé para empezar.

Escuchaba atento las opiniones de ambas cliath. Por un lado me apetecía hacerlas participe de las decisiones igual estamos arriesgando la vida en igual forma. Ja, parece que soy un comunista. Una rafaga me impacta y abanica me cabello.

- No podemos.- Le contestaba a kanda. - Esos bichos pueden oler nuestra rabia a metros. si no los rodeamos tendremos toda la atención de este campamento sobre nosotros.- Es notorio que no llevan mucho tiempo en este negocio. Aunque la verdad tampoco es que sea algo malo. Todos tenemos un inicio. ¿Verdad?

- aunque es cierto lo que apuntas, que los caminos aunque sean secundarios podrían tener algún tipo de seguridad.- Miraba a morocha. - Eres nuestra theurge, ¿si caminamos de lado podrías guiarnos hasta el lago en caso que las cosas salieran mal? - Caminando de lado evitamos todos los ojos indeseados humanos y este campamento no debe tener perdiciones en él. Aunque claro en la umbra nunca se sabe.