Partida Rol por web

Veo por un instante las cosas que lleva este tío en las bolsas de su moto y francamente no puedo darme una idea de nada. Es decir, o bien el chock de todo este asunto con los federales aún no pasa. O la falta de chispa en mi vida me evita sentir algo por lo que veo. ¿Qué es lo que veo? Un tío que perdió la razón hace mucho y el hecho que piense que tener dinamita con esas marcas tan llamativas es una buena idea o que volar un tren es algo similar... Joder, no tendré que hacer nada en contra de mis hermanos ellos solos se están yendo por el drenaje.

Sus palabras si bien tan coloridas como sus formas, al menos me dejan ver algo de como están las cosas. Un norte tranquilo y un sur en disputa. Los latinos no son una amenaza nueva sí son algo es que crecieron. Desde antes que me fuera ya eran peligrosos pero por lo que escucho parece que está fuera de control. Supongo que debo ir a ese lugar.

- Pues la verdad me dirijo al sur, esa movida parece interesante. - Eso siendo amable, ¿Qué necesidad tengo de ir a una zona de guerra? En fin, cuanto antes salgamos antes volveré a estar con mis hermanos. Y antes tendré que traicionarlos. Ese pensamiento me hizo dar escalofríos.

Me subo a la moto en espera que termine con la suya para encender y arrancar a ese nuevo destino.

Os despedís de Bend. Belén con el corazón calmado por la charla de la iglesia y la determinación de un nuevo encargo. Kanda con el estómago lleno de comida yanqui. No os da tiempo de charlar antes de poner las burras a buena velocidad y recorrer la carretera en dirección al sur. Ojalá no haya percances, porque se supone que tenéis algo de prisa. Puede que la manada de Scar haya dejado Winters cuando lleguéis y tengáis que rastrearlos por toda la Costa Oeste. Y eso es una vara. Además, tiene fecha límite; Belén lleva un sobre con información para la alfa y no es algo que pueda demorarse en exceso.

Estando ya cerca de la carretera principal, al lado del cartel que marca la salida del pueblo, veis dos figuras. Llevan los colores de la banda, los mismos chalecos que vosotras, con el mismo emblema: The Wyld Ones. Son gente de la organización. Ya habían dicho algo de una escolta, ¿no? ¿Quién escolta a quien? Esa es la pregunta.

El primero está montado en su moto. Es mayor que vosotras, o eso parece. Tal vez sea el pelo y la barba, que dan esa impresión, y la ropa vieja. Tiene más pinta de vagabundo que de auténtico motero, pero bueno, tampoco es que los demás vayáis de traje, ¿no? Su chupa, su chaqueta, sus guantes, aunque deslucidos, parecen resistentes. Y la burra es clásica, que es una bonita forma de decir vieja, y algo destartalada, pero está limpia y cuidada como una patena.

El segundo tipo tiene un bigote de morsa muy llamativo, pero aparte de eso parece un chaval. No lleva bajo el chaleco más que una camiseta con la efigie de Superman. Su moto va bien cargada de cosas. Kanda le reconoce y sonríe, así que sólo puede ser el artificiero chiflado. El tal Donnie, el que va al sur y a cuyo camino os vais a unir, al menos, por un tiempo.

Mientras Damien charla con Donnie y se pliega a hacer el viaje al sur, el rugido de los motores rompe la calma de la carretera. Apenas pasan coches a esta hora, y es demasiado tarde para los camiones. Además, el rugido es más profundo, más digno y poderoso. Son motos. Dos, montadas por amazonas vestidas con chalecos de la banda, que emergen de la última curva del pueblo y llegan hasta donde están esperándolas los Fostern.

- ¡Kanda! - dice Donnie.

En cuanto distingue a la mujer, el Ragabash corre a darle un abrazo. Parece alegrarse mucho de verla, una vieja amiga a la que hacía un tiempo que no veía. Se pierde un momento en una retahíla de frases hechas; "qué tal estás", "cuánto tiempo", "me alegro de que estés bien"...

Luego se dirige automáticamente a Belén y le ofrece la mano.

- Donovan Wyatt. Llámame Donnie, ¿vale? Me llaman Corta-el-cable-rojo. Fostern Ragabash de la Camada de Fenris.

Tras responder al afecto de Donnie, Kanda pone la pata de cabra y se baja de la moto para hacer otro tanto de saludo con Damien. 

- Shappawakanda - saluda con solemnidad -. Significa "Poderoso-relámpago-rojo". En mi pueblo me llamaban Kanda y así me llaman también en la banda.

Ofrece la mano al Roehuesos.

- Cliath Galliard de los Wendigo.

¿Los puristas xenófobos que adoran a un espíritu caníbal de las nieves? ¿Habrás oído bien? A saber cómo ha acabado aquí una pielrroja de la única Tribu que hace parecer a los Garras Rojas gente razonable. ¿Cómo no la hicieron Ronin?

Belleza Negra, mi moto, anda por la ruta con un rugido de esos que me dicen “estoy bien, Belén; tengo mucho viaje por delante”, o en otras palabras “creo que no me voy a descomponer muy pronto”. Toco mi mochila con el sobre dentro, la que llevo sobre la espalda. “Tengo que darle esta cosa al Alfa, esto es algo Gordo”. De pronto el ruido de otras motos me hace ponerme atenta, y atenta es ponerme suspicaz y pensar que todo el mundo podría darme un puto golpe.

Pero veo en la cara de mi compi que reconoce al extraño par que se nos acerca. Nos detenemos, bah… yo me detengo cuando ella lo hace y sigo mirando a los tíos con cara de “mejor que seas de los buenos o te parto un palo por la cabezota” pero uno de ellos le da un abrazo.

-No me imagino un enemigo tan cálido así que…-el otro se presenta mientras me da la mano. Se la cojo para bajar de mi moto y me presento a su vez.

-Belén Rodríguez.

Soy escueta, pero vamos… todavía no me siento cómoda con nadie. Es eso de entrar tarde en un grupo, tiene sus taras. La chica habla y se presenta con ellos. Lo de Wendigo y todo eso me llama la atención, sé que son solitarios (por ser comprensiva) y los Garras Rojas tampoco son muy sociables con los de afuera.

“Miiierda… todavía tengo un despiole mental con esto. UFfff… bien, el plan es darle este sobre al alfa. Pero supongo que… sabré quién es cuando lo vea. ¿La vea? Algo de eso.” 

Estamos por comenzar el viaje. Lo que me dejaría disfrutar de un poco de intimidad. La forma de expresarse de este ragabash es bastante... sobrecogedora. Hay momentos como estos donde deseo reencontrarme con personas, dejar la soledad a un lado, reencontrarme con la familia. Aunque conversaciones o mejor entusiasmos desmedidos como los de Donnie me hacen replantearme todo el asunto.

De repente el sonido tan característico que generan las hermanas de mi deborah inunda el lugar dando cuenta de la llegada de mas como ella. Al menos en el exterior. Pensaba con cierto orgullo. El sonido se hace ensordecedor y dos motos aparecen en mi rango de visión. ¿Comité de bienvenida? En poco tiempo comprendo que no es nada de eso. Dos mujeres que parecen pertenecer a la banda llegan en sus motos. Por supuesto mi acompañante ¿Desde cuando lo considero uno? Sale corriendo a abrazar a la chica india. Al tiempo que parece ignorar la existencia de la latina. ¿Señal que debo considerar? joder parece que muchas cosas han cambiado.

Pongo la pata de cabra y me voy a las bolsas para buscar mi lata auqnue lo reconsidero ya que bueno solo es una presentación seguramente retomaremos el camino en el acto. Escucho la presentación de Donnie y de no ser por que no cambiaría nada me echaría a reír. ¿Como coño se consiguió ese nombre? Solo imaginármelo desarmando una bomba es una imagen lo suficientemente perturbadora para quitarme el sueño.

De repente la chica indígena se me acerca y se presenta con solemnidad. Lo que me intriga un poco, aunque la explicación de su nombre me aclara un poco el tema. Me ofrece la mano y termina la presentación garou. Aunque claro anotando que es de los wendigos. ¿No había nadie mas a quien reclutar? ¿Desde cuando tenemos a esta gente en la banda? Un pequeño escalofrío me recorre la espalda. Mejor no darle la espalda a esta.

- Encantado. Soy Damien Becher escupe-gasolina,Galliard fostern de los rohehuesos. - Trato de hacerlo solemne en respuesta, no me sale muy bien pero al menos lo intenté. Ja, supongo que ahora que sabe mi tribu debe querer lavarse las manos. - Llevo un tiempo por fuera, pero en la banda se conocen por Damien a secas.-

La otra chica tiene una cara que mejor no saber que piensa, parece que le va a llegar la regla o algo. Igual no parece una amenaza así que no importa. Aunque no deja de sorprenderme su forma de presentarse.

- Encantado señorita Rodriguez... Aunque sería de agradecer que al igual que el resto nos compartiera su auspicio, rango y tribu... Ya sabe, por aquello de las tradiciones.- Pero una vez termino entiendo la futilidad de mis actos. ¿Qué más da? si la tía no tiene educación no es mi problema y si resultara ser una pariente da igual. Joder que complejo es esto.

Otro de los hombres se presenta a mi amiga de viaje y tiene el nombre más largo que he oído, como el  de mi compañera indígena. "Joder, ¿es que aquí nadie se llama Juan?" Cuando también me saluda a mí, respondo -Encantada, ¡Qué bueno que puedo decirte Damien! Es que todo lo demás se me va a olvidar -agregué con una sonrisa.

Luego retomé la expresión seria porque me volvió a pinchar la urgencia de llevar ese sobre y tener que hacer entrega al líder del mismo.

Cuando me dijo lo de compartir todo el resto, recordé las normas. "Mierda, esto de ser nueva tiene toda esta cosa que no me puedo acostumbrar. Abuelo, tú y tu jodido ADN"

-Theurge, Hijos de Gaia y no tengo idea de mi rango. ¿Motera principal? Diría que soy un lobo solitario pero quedaría demasiado... literal -pensé en lo del rango de nuevo y tampoco supe qué decir.

-Mi trabajo sí lo tengo claro, pero no sé quién es el alfa aquí. Sí, soy nueva.

"En todo esto... mierda. Era más fácil cuando no sabía que carajo me pasaba y pensaba que estaba loca."

La latina habla y muestra emoción al poder llamarme Damien, lo que me hace sonreír por un momento. Resulta simple contentar a las personas. Theurge, hija de gaia. Curiosa compañía de una wendigo. En fin, cosas mas raras se ven en este mundo y todavía sigue girando.

Repaso un momento la ropa de belén y entiendo que es lo que me intrigaba desde que las vi. JODER, ¿no hay tías feas en la banda? Vale, que eso no define a le gente, pero ¿en serio ni una tía que no este de locura logra incorporarse?

Sonrío, tratando de ser cordial y no amenazador. - Belén, el rango en la banda no es algo que nos competa por el momento, me refería al rango garou que ostentas en la nación. Donnie y yo somos fostern, tu compañera kanda es cliath y teniendo en cuenta que no sabes lo que pregunto intuiré que eres cliath. Aunque la verdad deja mucho que desear del tutelaje que recibiste en el rito de iniciación.- Que clase de ineptos fueron los que descubrieron a esta cachorra y la dejaron partir tan verde. De repente una idea se cruza en mi cabeza.

- Belén, no nos has dicho tu nombre garou... ¿Acaso no has pasado por tu rito de iniciación?- Mostraba cierta sorpresa en el rostro. Ya que es difícil pensar que la banda permita a cachorros tener sus propias burras.

Pensé en esa noche en el bosque: cerveza, carne, personas. Sí, si había pasado el rito de iniciación aunque era tardío comparado con otros Garou.

-¿Nombre? ¿Rango? Rito... -dije -y sí lo pasé. Bebimos cerveza y contamos historias, y...  

Me estaba comenzando a enfadar pero no con él sino conmigo. Con eso de ser una Garou tardía, a esta altura me sentía una especie de fenónemo. Me alejé y me apoyé contra una pared de brazos cruzados. "No sé cuál es mi puto nombre Garou... lo habré anotado en alguna parte??"

-Si tienes dudas llámalo a Eddie. 

"Abuelo... ¿qué nombre Garou me dieron los Wyld Ones?"

Observaba la reacción de ella. Se estaba enfadando lo cual era apenas lógico. Vamos que un tío que no conoces te comience a preguntar cosas... Pero el punto es que SÍ tengo derecho a preguntar lo que pregunto y ella TIENE que saber lo que estoy preguntando. Algo muy raro pasa con esta chica. ¿Será una infiltrada?

- Belén, no debo llamar a nadie a preguntar por tu logia* ya que es tu obligación saberlo y compartirlo en momentos como este. Con lo que veo dos posibilidades: 1. eres una cachorra y por tanto realmente no lo sabes. 2. Finges no saberlo, lo que es mas preocupante es cual es la utilidad de esto... ¿Acaso pretendes infiltrar la banda? -

El giro de esta conversación comenzaba a molestarme. Nadie me va a tomar por idiota y si esta tía es una infiltrada no vivirá para ver un nuevo día. Apretaba los puños pues la paciencia comenzaba a escasear.

Entonces algo en su mirada me hizo recordar las palabras que dijera antes de ser pedante y mandarme a hablar con otro. Respiro profundo.

- ¿Cerveza e historias has dicho? Eres theurge, a menos que las cervezas las tomaras con un espíritu de la umbra dudo que eso fuera un ritual de iniciación.-

De golpe sentí una oleada de agresividad suya que hizo que quisiese voltearme y subirme a mi moto, Belleza Negra, para volver a casa. Claro que no era tan simple y venía a hacer mi trabajo, no era cuestión de ser una cobarde.

-Theurge, Hijos de Gaia, ya dije esas cosas. ¿O simplemente quieres llevarte mal conmigo? Mi nombre Garou es Morocha y mi rango es el más bajo, pero no soy ninguna cachorra.

"Y tengo ganas de despedazarte la garganta por hacerme sentir una enemiga cuando solamente soy nueva en estas cosas, pero no tanto como tú crees... molesto."

-Cliath -aclaré y luego sí me dirigí a mi moto y me subí en ella. No puse el acelerador ni nada, pero vamos que no tenía ganas de compartir nada con estas personas. Apoyé mi cabeza en el manubrio, meditabunda. En realidad estaba enojada con todo el mundo y quería relajarme. Pensé en mi abuelo, su pipa y su voz tranquila y de a poco esa seda que era su carácter comenzó a penetrar en mi alma y calmarla.