Partida Rol por web

The Wyld Ones

2 - Los Suburbios de la Nación

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31/01/2016, 21:02
Zoe Sheridan "Lengua-de-plata" [G]

Su pícara sonrisa, establecida en su rostro al jugar conmigo en la concesión de aquel billete, desapareció cuando hice mención a la misión y a que volviera sano y salvo. En seguida se acercó a mí, abandonando la pared enladrillada en un ligero impulso, situándose cerca de mí, sosteniendo las solapas de mi chaqueta con delicadeza mientras me decía que no me preocupara.

Pero no se quedó ahí, haciendo toda una declaración de intenciones que provocó que se me pusiera la piel de gallina. Entonces acercó su rostro al mío, con nuestras narices acariciándose y nuestras bocas tan cerca que tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no besarle.

Ojalá volver sólo dependiera de ti…

En ese momento me pidió lo mismo, mantenerme a salvo hasta su regreso evitando las locuras de Jeremiah. Que no me arriesgara, que ese era el trabajo de los demás… No pretendía hacerme la heroína, pero correr riesgos… Eso formaba parte de todo esto. Siempre había riesgos que asumir, y que asumía con gusto; claro que ahora..., las cosas han cambiado.

Me recordó cuál era su sentimiento ahora, habiendo abandonado el espíritu nómada, y tras concederme un suave beso que me supo a poco, añadió que necesitaba un hogar al que regresar. Otro escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar aquello. Hogar… Ni siquiera había tenido uno, ¿Cómo podía ser yo el hogar de nadie?

Pero aquella idea no permaneció mucho en mi mente, removida cuando las manos de Scott apretaron las solapas de mi chaqueta para acercarme a él, besándome de forma apasionada, ansiosa, en un cúmulo de caricias mutuas. Y sin cesar en ello, me alzó por debajo de los brazos, haciéndome girar un par de veces en el aire a la vez que nos apartaba de la pared del callejón. Un hormigueo invadió entonces mi estómago, estaba contenta, feliz, y él también parecía estarlo.

Esto es lo que llaman… ¿Felicidad?

Al volver a posarme en el suelo, el theurge comenzó a caminar calle abajo, instándome a comprar aquel tabaco y regresar así con el resto. Esbocé una gran sonrisa mientras asentía, metiendo mis manos en los bolsillos para evitar así tocarle, y cuando llegamos al final de la calle, me decidí a entrar a por los puros.

- Ahora vuelvo… - le dije, guiñándole un ojo, entrando en el local después.

No tardé demasiado en conseguir el tabaco, el tiempo necesario como para intentar comprar una cajetilla de puros, aguantar los comentarios de dos tipos sentados en la barra, y salir con dos cajetillas gratis tras aguantar sus tonterías.

- Ya estoy aquí. – anuncié a Scott con una sonrisa al acercarme, aunque ya me había visto salir. – Toma. Había 2x0. – reí, ofreciéndole su billete con una mano, mientras le mostraba las dos cajetillas que llevaba en la otra.