Partida Rol por web

Zoe envía este mensaje a Jeremiah por el móvil:

"Jere, estoy fuera. Scott está apagado o fuera de cobertura. No se si estará en la U o pasa algo. Qué hacemos? Z."

La carretera...

Esto sí, esto no puede defraudar la añoranza acumulada durante años. La gente cambia, el juego de cada día en el seno del club puede cambiar, pero la carretera perdura. El viento en mi pelo, el rugido del motor en mis oídos, el vibrar de la maquinaria en mis manos, el calor de un motor entre mis piernas... Un paisaje u otro, da igual, es la carretera, es la libertad, es olvidar todo lo demás y vaciar la mente mientras el cuerpo es transportado por este río interminable de asfalto.

Esto es ser un Wyld One.

Y un Theurge. Porque, si recorrer una carretera es un placer, para un vidente no hay mayor éxtasis que recorrer el mundo espiritual a través de sus carreteras tenebrosas, dejando una estela de vacío en la bruma espectral de la Penumbra, iluminando a los espíritus con el faro de una burra que vive ya a medio camino de ambos mundos.

Y entonces, la veo.

No necesito que el faro la ilumine, incluso en plena oscuridad su cuerpo irradia una luminosidad sólo comparable con la de las lúnulas que crean los puentes lunares, aunque aún más hermosa. Su voz resuena por encima del motor rugiente de mi moto, insertándose en mis oídos, cuando paso a su lado, y haciendo que frene lentamente y de media vuelta.

Es ella. Por supuesto que es ella. Aquella de las historias, ese espíritu que sólo bendice con su caprichosa visita a los miembros de la banda, y no a cualquiera. Haberla visto es, como Wyld One y como Theurge, todo un privilegio.

Lo que me ha dicho... va mucho más allá.

La miro sin disimulo, girando mi moto ante ella hasta situarme justo frente a ella, de lado. Me quito las gafas de sol, guardándolas en un bolsillo interior de mi guardapolvos, y disfruto del acontecimiento. Veo los pantalones desgastados, el top, las mariposas que la rodean, esa piel tatuada con motivos que, por instantes, parece variar su complejo diseño. Y sobre todo, su vibrante y rebelde mirada, descarada, libre de ataduras, salvaje.

¿A algún lugar en concreto, preciosa?

Claro, ¿por qué no? ¿Cuantas veces tiene uno la ocasión de codearse con una leyenda espiritual? Según cuentan, su favor no dura más de un paseo o una noche, y esta es mi primera noche tras salir de la trena, y mi primera carrera por la umbra en esta burra. No concibo un estreno mejor.

Bueno, en realidad sí, pero ella no está aquí conmigo...

Wyld Lady se sube en la grupa de tu moto recién dedicada. Mete las manos en los bolsillos de tu guardapolvo, como si fuera tu chica y se te pega mucho. Mucho.

- No me esperan en ningún sitio. Arranca y ya veremos donde nos deja la carretera

Lo dice con un susurro en tu oído, pero aún sientes cómo chisporrotea el aire su alrededor, a vuestro alrededor, ahora. Sus palabras tienen implicaciones. ¿Te está pidiendo que pases un rato de tu manada y de los chinos? ¿Que te tires millas y olvides el mundo? Vale que sea un espíritu de la libertad y el rock y todas esas cosas pero, ¿No es un pelín alocada?

Jere termino de teclear en el móvil un mensaje en tono afirmativo, guardo el aparato y luego extrajo desde la camisa a cuadros unos lentes algo viejos. Se los coloco y observo con atención el mapa, se rasco la barbilla un par de veces.

-Tanto hablar de mercancía esto y mercancía lo otro – Miro a la Mujer – Podrías ser más específica, del que… no arriesgare el culo de los míos por una caja de zapatos -  espero la respuesta de la mujer pero antes de que pudiera decir algo  y tras idear algo en su mente comenzó a explicar marcando con el dedo.

-Tienes un punto en dejar los vehículos alejados de la zona, eso nos daría via libre si malogramos un par de cosas para tener una ventaja sobre los guardias – hizo una pausa – pero no contamos con la información necesaria de cuantos son y que tiene encima como armas u otras cosas que nos puedan joder de parados- coloco las manos sobre el mapa.

- hay demasiados puntos de acceso no creo que puedan cubrirlo todo a menos que desde la umbra tengan algún espíritu soplón- respiro pesado – tampoco sabemos cómo es el terreno o donde esta exactamente el *cargamento*, asi que propongo lo siguiente – dijo Jeremiah.

- Porque no hacemos que ellos nos lo entreguen, obligarlos a mover el cargamento hacia la ruta, ya saben la ruta es nuestra aliada… conocemos cada centímetro de ella- marco cuatro puntos en el mapa – logrando atraer la atención en estos lugares les obligaremos a salir del escondite, deben tener una ruta rápida de salida por si el objetivo se encontrara comprometido, mis años en el ejercito me lo enseñaron – se pasó la mano por la nuca.

-Pero debemos tener cuidado de no herir civiles, y cubrir ambos lados… la umbra y nuestro plano, con eso tendríamos todo listo y las motos generalmente son mejor maniobrables que un camión o auto a la hora de realizar un escape –

Ahora volvió su mirada a la mujer inglesa o al menos el acento decía eso y luego a su manada.

-Alguna opinión?-

Bien, vuelve cuanto antes, ya nos ocuparemos de encontrar a scott

Wyld Lady...

Dama salvaje...

Un espíritu unido a la banda, a los Wyld Ones... Salvaje, libre, como lo somos nosotros. Claro que nadie la espera, y si lo hiciera dos problemas tendría. Tener que esperarla, y que a ella le importara una mierda. Aquí está, de paquete en mi burra, agarrándose a mí como una amante, dispuesta a que olvidemos juntos todo y a todos...

Un juego peligroso...

Cantos de sirena. La analogía me hace entornar los ojos con precaución. ¿Cuantos garous se habrán perdido aceptando vagas promesas de espíritus caprichosos, a lo largo de la historia? Escuchar el bello canto hipnótico, enamorarse, dejarse arrastrar... Y lo más jodido del asunto es que, hace cinco años, ni siquiera me lo habría planteado. Me habría dado igual. A la mierda, soy libre, salvaje, sin ataduras, puedo ir donde quiera, perderme... Eso hubiera dicho.

A mí sí, guapa... -Digo acelerando el motor, haciéndolo rugir en punto muerto sólo por oír su grito- Soy salvaje, un Wyld, pero no tan libre como tú. Dos esposas me atan. Tengo una manada, y en algún momento debo regresar junto a ellos. Puedo dedicarte un rato, una carrera, un bonito paseo, pero no mucho más... -Y hay algo más. No sólo tengo una manada, también tengo una chica. Y a pesar de los motivos que me han llevado a apartarme de su lado, deseo regresar junto a Zoe- ¿Te vale con eso, cariño?

- Te sorprendería lo a menudo que camino y destino son la misma cosa, Scott Claine - dice con voz oracular, pero parece estar sonriendo -. Conduce, tártaro que cabalgas bajo mi estandarte, concede a tu khan el tiempo que estimes conveniente

No se lo ha tomado mal, por lo que parece. No sabías que era sarcástica, claro que es imposible saber cómo es Wyld Lady, cada Garou que se la ha encontrado cuenta algo diferente. A veces, es consuelo en la tristeza, a veces, es danza y embriaguez, a veces, es furia y victoria. Pero siempre es ella, porque lo único constante en ella es que es salvaje.

- Mi estimada Puta Calle me ha contado cosas interesantes sobre tu manada, Scott Claine - afirma -. Algunas de ellas me preocuparían si fuera una pomposa como Halcón o una necia como Fenris

Pero ella no es así. Es un espíritu de los Moradores del Cristal y los Roehuesos, ¿no? Aunque hay historias de los Fenrir y Fianna de la banda que quieren relacionar a Wyld Lady con sus mitologías, tiene más en común con Boom-boom que con cualquier otro espíritu, al menos en apariencia.

- Ya sabes cómo funciona el submundo, Scott Claine; es preferible castigar que prevenir, es mejor no hacer nada de lo que puedas arrepentirte, porque las penitencias aquí abajo no suelen ser simbólicas

Apoya la cabeza en tu espalda y suspira mientras se aferra a tí más fuertemente.

- Pero, ¿Qué se yo? ¿Qué sabe nadie? Todos han hecho cosas que les pondrían fuera, ¿Por qué iba a ser yo mejor que Grifo, o que Pegaso o que Wendigo? Sólo soy lo que es mi esencia, lo que otros han hecho que sea. Tú eres Theurge, Scott Claine, dime lo que piensas, ¿Qué soy yo, y qué derecho me da serlo?

"Camino y destino son la misma cosa..."

Palabras sabias y enigmáticas, dignas de retener en la memoria. De analizar y discurrir, de sopesar en tiempos de calma. No ahora, no cuando la carretera te reclama para disfrutar del simple placer de recorrerla. Acelero la moto y dejo que el paisaje discurra a nuestro alrededor, que el mundo aparezca y quede atrás kilómetro tras kilómetro. El espíritu hecho chica continúa abrazada, convertida en el objeto de deseo de cualquier motero. Porque ¿qué es lo que más ansía alguien que vive en la carretera, sino una burra entre las piernas y una hermosa chica abrazada a su espalda? No hay nada más en el mundo, tan sólo dos amores y una carretera por recorrer.

¿Es eso lo que me hace replantearme todo? ¿Ver cómo uno de esos amores está prohibido en mi caso? Podría ser, podría estar viendo arruinarse el ideal, la belleza de colores de una estampa futura que se vuelve un poco más gris cada medio kilómetro...

¿Cosas interesantes...? -Me hago eco de sus enigmáticas palabras, precavido- Bueno, he pasado un tiempo lejos de mi manada, me pregunto a qué te refieres...

Se me hace un nudo en el estómago al pensar en qué pueda ser. Algo que preocuparía a Halcón o a Fenris, algo que podría acarrear penitencia y castigo. ¿Acaso se refiere a...?

Eres la que eres, Wyld Lady. -Respondo de forma tajante, tras meditar la respuesta unos segundos y sonreír al darme cuenta de que esta era demasiado evidente para tener que pensarla- Una parte de la esencia del corazón de los hombres. Y los lobos. Halcón es el honor, Fenris es la ira, ambos sentimientos que priman en el ánimo de unos u otros, por ese motivo eligen su guía. Tú eres el ansia de libertad, por eso nadie habla de ti fuera de nuestras filas. Para nadie, como para nosotros, la libertad es tan importante. -Cierro los ojos unos instantes, aprovechando que la carretera umbral discurre en una extensa línea recta. Ese instante de libertad, de anular un sentido y disfrutar de los demás a plenitud, me permite terminar mi exposición en calma- No precisas derecho para ser lo que eres. Esa es una reflexión propia de otros, no tuya. Tú eres libre, libre para ser lo que quieras, mejor o peor ¿qué importa? Eres libre para ser tú. Eres un ideal, al que algunos sólo podemos aspirar...

Leí un par de veces el mensaje de Jeremiah, aún sentada en mi moto, pensando en qué hacer. Una parte de mí me pedía volver a entrar y colaborar con mis hermanos, mientras la otra necesitaba saber de Scott. Quería saber qué se le pasaba por la cabeza, cómo estaba... Pero no podía engañarme, eso era lo que yo necesitaba, no lo que necesitaba él. Si había decidido dar una vuelta u ocuparse de otro asunto en la Umbra, lo mejor sería respetarle.

Acabaría volviendo, era más que capaz de encontrarnos, y estaba segura de que lo haría cuando estuviera listo. Había prometido no echarse atrás, ir siempre hacia delante, juntos.

Suspiré mientras guardaba el teléfono, recolocándome la chupa de Jere y volviendo en busca del callejón.

Volví al interior del local, acercándome al lugar donde continuaban mis hermanos con aquella gente. Parecían concentrados en algo, y al llegar me di cuenta de que se trataba de un mapa. La jovencita despampanante terminaba de dar instrucciones cuando me coloqué junto a Jeremiah.

- La burra tampoco está, le he dejado un mensaje. - informé a Jere en voz baja. - De qué va todo esto? - le pregunté sobre el asunto que trataban, intentando ponerme al corriente.

Ves a Yohiro, a la bonita inglesa y a tu gente inclinados sobre la mesa en la que Alex y su japonés estaban tomando chupitos. Ahora hay extendido sobre ella lo que parece el colorido mapa de un campamento de verano.

¿Apelar a la conciencia de un señor de las sombras? algunos dicen que no la tenemos y la poca que tuvieramos la perdimos el dia que  conseguimos nuestro pelaje. Sonrio mientras apago el cigarro y cojo el zippo para guardarlo en el bolsillo del pantalon. 

Se hara lo que se pueda, pero si la señorita Dahl consigue un lugar seguro de cualquiera de las dos partes nos daremos por conformes de momento. No le gusta al marido, me importa poco, esto lo estamos arreglando las que llevamos los ovarios, deberian recordar que nosotras los parimos y de nosotras vienen los grandes heroes de la Nacion.

Por supuesto que me reunire con ellos en cuanto terminemos el licor, al que parece que no le queda mucho y... esto seguro que no se lo espera ninguno, pero el honor entre ladrones es lo mas importante ahora.

Perdirles disculpas por el mal entendido que ha habido antes, los animos estaban caldeados por el intento de emboscada que habiamos sufrido en la frontera del estado y que me imagino puede estar relacionado con nuestro negocio. La quiero pedir su opinion ¿opina lo mismo que yo?

- Apenas supe de tí el tiempo que pasaste encerrado - esas palabras suenan extrañas, dichas con una tristeza infinita incluso con...¿miedo? Wyld Lady teme a las jaulas, por supuesto, ella es la libertad -. Pero estabas en compañía del mejor de los demonios, que es también el peor de los ángeles

Habla de Morton, probablemente, desde luego, encaja con la descripción. Ahora apoya sus brazos en tus hombros y te rodea con ellos.

- Y por ser lo que soy tú me perteneces, Scott Claine - ha cambiado de tono, ahora parece divertida -. Aunque el significado de esa palabra se me escapa...Si mi esencia es vivir desatada, ¿cómo puedo exigir nada a nadie? Te darás cuenta de la situación en la que me has puesto

Sigue sin enfadarse, aunque hay algo debajo de la risa que casi acompaña a sus palabras. La misma incertidumbre que ha quedado patente cuando te ha preguntado quién era, ¿acaso no era una prueba? ¿Wyld Lady se siente...insegura?

- ¿Por qué tomo esta forma cuando me materializo? ¿Es para haceros sentir que tratáis con alguien que os entiende? ¿O para sentirlo yo? Créeme, Scott Claine, este no es mi rostro, o, mejor dicho, este es una ínfima parte de todos mis rostros, de todas las formas de las que puedo doblar mi esencia como tú doblas el metal al calentarlo, pero, ¿Es por mí o es por vosotros? ¿Soy realmente libre cuando vivo bajo los designios de Gaia? ¿Lo eres tú? ¿Tus deseos no forman parte del gran patrón de la Madre?

Se suelta, supones que se está sujetando al capó. O que ha abierto los brazos directamente para hacer el águila.

- No puedo saber si está bien lo que siente tu corazón, Scott Claine, sólo te puedo avisar de que, tomes la decisión que tomes, tendrá consecuencias, y serán irreparables

cuando terminaba de marcar los puntos, miro a Zoe que entraba diciendo aquellas palabras - Tenemos que buscar *algo* - miro nuevamene a la mujer de acento ingles - Estoy pendiente de que sera lo que debamos tomar prestado de esta gente -

Me empieza a enervar esa laxitud ¿qué es eso de no respetar a sus mayores? No espera, si yo no lo hago... Niego y al ver que ellos se acercan a la mesa, entorno los ojos y termino por empezar a acercarme también ahí, cuando escucho el intercambio de palabras y veo a la mujer mirar a una bailarina suena a que le gusta enrolarse con otra mujer, gay...

Kenji me mira y algo se prende dentro de mí, si sigue mirandome de ese modo, no podré contenerme por mucho tiempo, la rabia en mi me impide pensar con claridad cuando se trata de sentimientos. Y el de deseo es tan traicionero.

Me acerco hacia él y me pongo a su lado, a propósito. Apoyo mis manos sobre la mesa en donde la guapa ha soltado el plano, e inclino mi cuerpo hacia adelante mientras miro las locaciones marcadas

- Primero, exactamente como ha dicho el viejo ¿de qué va la mercancía? y si no sabemos en dónde exactamente está no podemos movernos a ciegas. Habría que descartar, los posibles lugares y eso requiere un especialista en sigilo. -Road-bastard ya me conocía de pe a pa, así que sabía que podía con el trabajillo o mantenerme en la ofensiva, pero tendría que enviarme con alguien que pudiera controlar mi impetuosidad- dos, deben tener instrucciones por si ocurre algún ataque. Además de avisar el moverla o trasladarla, en ese caso podría funcionar lo que ha propuesto Jeremiah. 

Suspiró sobre el mapa, miro a Yohiro y le guiñó un ojo con descaro.

- Antes de todo, debemos cortar las comunicaciones con el exterior, prefiero evitar que se estén informando y que vayan a ciegas, otra cosa... ¿con qué estamos tratando? ¿mortales o cambia formas, cariño? -pregunto mirando a la mujer.

- Sobre la umbra, si Scott no vuelve... me voy a cabrear en serio... porque es arriesgado ir a ciegas, no sabes cuando esos jodidos caminos cambiarán o, por lo que miro de la zona, si nos topamos con espíritus del kaos y se les ocurre seguir a lo suyo y termina perjudicándonos... -miro a jeremiah ¿Y scarr? ¿y Scott? sin ellos somos disfuncionales, al menos sin scott...

En ese momento, el señor Wu sonríe con amabilidad. Parece que recupera el habla mientras su mujer se echa al coleto una copa y se llena otra. No tiene saque ni nada la irlandesa-china.

- No hay nada que disculpar, Scar - dice con calma -. Las barreras que nosotros mismos hemos levantado nos impiden entendernos mejor, esperemos que el tiempo y una buena relación nos ayuden a comunicarnos 

Luego se pasa la mano por el mentón, meditando. Puede que confíe mucho en su esposa, pero desde luego, la última palabra en cuanto a lo estrictamente militar la tiene él, por lo visto.

- Seguramente lo estuviera - afirma -. Aunque en la Hermandad no podían saber que íbamos a hablar de la señorita Dahl, dado nuestro pasado con los Wyld Ones, y además, no son los más brillantes estrategas. Seguramente se trate de un adversario desconocido, habrá que abrir los ojos

Sonríe con culpabilidad, como haciendo un chiste a su costa por sus rasgos asiáticos. Acto seguido, mira a su mujer.

- Cuando Scar lo desee, muéstrale el sitio, ¿querrás?

Meredith simplemente asiente.

- ¿Cómo que...? - la inglesa taladra con los ojos a Yohiro -. ¿No les habéis contado nada? ¿Y para qué era esta reunión, amigo mío?

Mira a Alexia de forma muy significativa. Seguramente una parte de ella comprenda perfectamente por qué Kenji no os ha explicado nada, pero parece que la rubita se toma este trabajo muy en serio...

- ¡Se han puesto en plan Bruce Willis! - se defiende Yohiro -. Ya me gustaría haberte visto a tí manejando la situación, bonita. Su alfa está hablando con los Wu, le estarán contando todo sobre la Madre Esmeralda y Confucio, así que puedes darles detalles, mujer, para eso estás en la operación, después de todo

Traza una media sonrisa despectiva y hace un gesto con la mano, como pidiendo por favor con parsimonia a la británica que exponga todo con más calma.

Un nuevo ruido de fastidio, más gruñido que suspiro, emerge de la garganta de la "mujer". Seguramente esto valdrá un mal informe para alguien. Alguien malo y serio, si un yakuza y el jefe de un tong han incluido alguien externo en la susodicha operación, aparte de a vosotros.

- ¿La Hermandad Aria les suena de algo, caballeros? - entre el acento británico y el "caballeros" parece sacada de las películas de Sherlock Holmes -. Son los dueños de este complejo, se encuentran en posesión de la mentada "mercancía" o "cargamento"

Yohiro le hace un nuevo gesto, señalando a Jeremiah. Parece decir "responde a sus preguntas". La chica asiente levemente y pone la que parece su voz más profesional. Es una soldado recitando las notas de campo.

- La Hermandad Aria es un grupo neonazi extendido por todo el mundo, como sabrán los respetables miembros de un hampa de harleys - explica -. En este caso nos encontramos ante la facción Garou de la Hermandad, la mayor parte de ellos mancillan el nombre de la Camada de Fenris, aliada de mi gente

El desprecio ha teñido su voz. Sí que se siente cercana a los Fenrir.

- Nos enfrentamos a una, puede que dos manadas, apoyadas por una buena cantidad de Parientes hábiles; monitores de este tipo de sitios, pirados de la supervivencia y demás. No descartemos tampoco a los locos de las armas - toma aire de nuevo -. Tienen bajo custodia a una persona a la que hay que sacar de allí y a la que moverán pronto, seguramente, el señor Wu ya haya dado los detalles sobre dicha persona a su alfa, yo no estoy autorizada a darlos, lo siento

Extiende la mano, sin decir una palabra, y al instante Yohiro pone sobre ella unos pocos bolígrafos. ¿De dónde coño...? En fin.

- Hay cuatro accesos posibles, y por tanto, cuatro potenciales rutas de huida - dice trazándolos con tinta azul -. He percibido algo muy extraño en la arboleda donde pone "Pájaro de Trueno", no me arriesgaría. Esta vez no

Vuelve a inclinarse sobre el papel usando otro boli. Cuando termina, señala la x dorada que ha inscrito.

- El sitio más adecuado tácticamente para tener un rehén es esta casa, porque tiene una buena salida a esta carretera y, si es atacada por detrás, les da acceso a todo el campamento para ponerla a salvo mientras responden - apunta levemente a las dos flechas amarillas -. Como ya he dicho, me parece demasiado obvio, pero bueno, los arios nunca han sido muy listos

Luego, cuando Alex habla de la Umbra, se recuesta y se encoge de hombros.

- He echado una ojeada corta porque no quería arriesgarme a que me descubrieran, como he dicho, lo único raro que he notado ha sido en la arboleda, pero nunca me fío de los sitios demasiado tranquilos, señorita; cuando las aves no cantan es porque hay algo que les da miedo

Os mira uno por uno. Parece esperar nuevas preguntas o un "gracias", al menos.

Entrecierro los ojos, frunciendo el ceño, cuando Lady me habla de mi estancia en la trena. Ella es libertad, no puede tener contacto con quien está entre cuatro paredes. Sin embargo, sabe lo de Elijah. También dice que le pertenezco, aunque esa idea le confunde. Hace que se plantee su propia naturaleza, su esencia. ¿Qué es ser libre? ¿Qué es la libertad? ¿Hasta donde alcanza?

Con esas dudas en la cabeza, me planteo yo también el dilema, tratando de encontrar una solución. Es mi mentalidad, como Morador y como Theurge. Práctica, resolutoria de puzzles y enigmas. Siempre buscando el mecanismo que hace funcionar las cosas. Lady me suelta, y por el retrovisor la veo abrir los brazos y disfrutar del paseo haciendo el águila.

Y me suelta una bomba que me lleva a apretar aún más mis puños a los mandos de la moto.

Lo que siente mi corazón...

¿Lo sabe? Lo sabe, claro que lo sabe... ¿Se refiere a mi idea de dejar la manada y la vida errante... o a Zoe? Siento calor en el rostro, mientras pienso en ello, aunque ambas opciones se reducen a lo mismo en realidad. Todas ellas, incluso su principal preocupación. Una triste sonrisa se dibuja en mi rostro.

La libertad absoluta no existe. -Digo tajante- La libertad siempre trae consecuencias. -Otra verdad incuestionable- Si decidiera seguir conduciendo en línea recta, sin girar las ruedas, tarde o temprano esa decisión me llevaría a una curva. Tendría que cambiar de opinión, coartada mi libertad, o estrellarme. ¿Y si amo a alguien, y ella no ne amase? ¿Y si ese amor fuera imposible? -Araño la verdad de mi corazón con preguntas sinceras- La libertad está en nuestras decisiones, preciosa. Todos estamos atados de alguna manera. Los Wyld Ones somos "más libres" que otros, porque decidimos apartarnos de leyes y costumbres que suponen una soga demasiado prieta en nuestros cuellos. Pero no podemos hacerlo sólos, debemos agruparnos para sentir esa libertad con alguna posibilidad. Cambiamos la soga prieta por otra más larga, más holgada. Pero la soga sigue ahí, siempre está ahí. -Ladeo la cabeza un instante para ver su expresión- La libertad está en nuestras decisiones. En el modo en que las tomamos. En tomarlas sin miedo a las consecuencias, sean las que sean. -Aprieto los labios con decisión, mirando al frente- Eso es lo que tengo intención de hacer, preciosa. Decidir sin temor, actuar como me dicte el corazón, ser libre.

Es un momento de iluminación. ¿Es lo que pretendía Wyld Lady? ¿Recordarme lo que es tomar una decisión libremente? ¿Pretende algo, en realidad? Lo que sucede en la mente de un espíritu es un misterio insondable...

Y ahora, mi corazón me dice que debo dar la vuelta. Aún queda el paseo de vuelta, y debo regresar junto a mi banda... -Y junto a Zoe.