Partida Rol por web

Te sientes más vivo en estos minutos a toda velocidad que en todo lo que va de día. Bueno, una buena lucha contra el Wyrm siempre ayuda a desentumecer, pero ¿tanto costaba decirles a los chinos que os dieran un puñetero día para zamparte un filete con patatas y meterle billetes de dólar en el tanga a una rubia con daddy issues, en lugar de a una esclava que ha entrado a contra reembolso en el país? Esos matices importan, joder. En un club de los Wyld Ones, las chicas nunca, nunca, jamás, están contra su voluntad, nunca se les racanea pasta y nunca se las envenena con drogas para que trabajen, y mucho menos se les pone la zarpa encima. Al fin y al cabo, no es coincidencia que sean las Furias del club las que dirijan esos negocios...

En fin, estás consiguiendo dejar de pensar. El Kaos empieza a levantarse con el viento que cortas con tu moto. Percibes a Wyld Lady dándote la bienvenida. Es la forma de invocarla: la velocidad, la libertad, la carretera. Aunque sea en un improvisado circuito, desafiando las reglas de la Tejedora (cosa que, seguramente, será un plus).

Cuando bautizas a tu burra, lo ves: los retrovisores ya no muestran la misma imagen. Ya no son un reflejo de la calle a tus espaldas. Ves una luna mucho más grande que la que brilla en el cielo. Ves unos edificios cubiertos de telarañas, en lugar de un entramado de cables y farolas. Ves neblina donde no la hay. Incluso ves formas, siluetas de cosas que no están contigo en la calle. Los espejos retrovisores están ajustados. Es la señal. La moto está reflejando la Penumbra. Está viendo la Penumbra.

Algunos Wyld Ones terminan el ritual conduciendo a toda velocidad hasta una muerte segura (una pared, un camión o un barranco, por ejemplo) y encomendándose a Wyld Lady para cruzar la Celosía a tiempo con su máquina. Aunque pone en riesgo el Velo más de lo debido, es una buena muestra de fe y valentía. Pero sin nadie que lo vea, supones que tampoco pasa nada por conducir un poco más sin intentar matarte hasta llegar al otro lado...

Kenji parece ciertamente relajado.

- Tu viejo, aunque tiene su reputación, no es alguien que pegue a un hombre sentado y desarmado, y menos aún si ha sido invitado - dice -. Nos hemos informado, bonita, al fin y al cabo, si vamos a trabajar juntos tenemos que conocernos

Sonríe cuando hablas del bushido. Parece que coincide con tu percepción del asunto. Aunque parece ignorar lo anterior, tu sugerencia de atracción mutua. Estirado y presumido japo...

- Créeme que me encantaría buscar un sitio más...tranquilo, pero tengo mis responsabilidades, como tú - dice -. Tiene que llegar en cualquier momento...si, ahí está

Yohiro se pone en pie de pronto, retirando sus brazos de Alex amablemente. Acaba de bajar las escaleras una chica despampanante. No es asiática, por cierto, aunque sí desprende algo de ese aire místico que tienen los seres sobrenaturales orientales. No parece tampoco el tipo de chica que se dejaría caer por aquí, y menos aún con el aire casual con el que lo hace, como si entrara en un Starbucks y no en un local de streaptease ilegal controlado por mafias. De hecho, tiene cierto toque...de alta cuna, de clase alta, por cómo tuerce el gesto al ver los bailes en la tarima.

Vuestro "amigo" yakuza le ofrece la mano rápidamente, y ella la estrecha con firmeza. Parece que hay cierta relación entre ambos. Quizá no de amistad, pero sí de confianza.

- Te esperábamos ¿Todo bien? - pregunta Yohiro

- Llego tardísimo, lo lamento - dice la recién llegada con un clarísimo acento británico (quizá agravado por su mención a la puntualidad). Será inglesa, quizá por eso el aire de buena cuna que arrastra allá donde va y allá donde posa los ojos, de un azul verdoso

Recorre la sala hasta que os ve a todos. Sigue mirando, como si esperara a más gente. No os cabe duda de que sabe quienes sois y cuantos sois. ¿Esta gente os tiene fichados? Fijo que tienen hasta vuestras putas partidas de nacimiento.

- Si queréis hacer esto tienen que estar en la carretera dentro de media hora - dice, haciendo clara referencia a vosotros -. Buenas noches, por cierto - añade, algo apurada, toda modales

El rostro y el cuerpo del viejo seguían tensos, pero al menos parecía haberse frenado un poco. Por un momento había llegado a pensar en la posibilidad de que me diera un puñetazo; pero no, Jeremiah no era de esos.

Con dureza me explicó su llamada, continuando con que no pensaba dejar a Alex aquí. Aquello eliminó mi pensamiento de pedirle que fuera en busca de Scott, si había tomado esa determinación nadie le haría cambiar de opinión, además, yo misma no estaba del todo convencida de quedarnos aquí con mi hermana como único Fostern; no tenía claro hasta qué punto podía estar obnuvilada por el cautivador asiático.

No supe qué responder cuando Jeremiah preguntó por Scott, y su posterior agradecimiento y abrazo me dejaron prendida a su cuerpo en silencio durante unos segundos. Cerré los ojos sujetándome a sus hombros, recibiendo aquel gesto de cariño que hacía tantísimos años que no tenía, y es que se me asemejaba al abrazo de un padre.

Miré entonces a Alex, pensando en la suerte que tenía, cuando me di cuenta de que una guapa chica se acercaba a la mesa. Solté suavemente a Jeremiah, hablándole, pero sin dejar de mirar hacia la mesa.

-No se dónde está Scott, pero alguien debería ir a buscarle, ¿Qué opinas? - Tras la pregunta le hice un gesto para que mirara a la mesa. - No tienes que darme las gracias. - le di un beso en le mejilla. - ¿Pero me prestas esta? - le pregunté tirando ligeramente de su chupa. - Deberíamos acercarnos a ver qué se cuece...

Observo unos instantes la hermosa, aunque reducida, vista que los retrovisores me ofrecen del mundo espiritual. Aún, desde que salí de chirona, no he caminado de lado, no he visitado el mundo de los espíritus. Eso significa cinco años sin poder pasear por el reino de los espíritus con normalidad, sin la sensación de estar en la boca misma del Wyrm a punto de engullirme.

¿Qué te parece, preciosa? ¿Nos estrenamos juntos?

Salgo de la pista y enfilo una carretera recta y poco iluminada, una lo bastante larga para poder pisarle a fondo y sentir el viento golpeando mi rostro. Una en la que, apagando las luces de la moto, no llame la atención que ésta desaparezca.

Estoy deseando circular entre la niebla, ¿tú no, baby?

Espiritus o tal vez hombres que quieren dirigir los designios de los demas...Morton se ocupa de eso, asi que me puedo decantar mas por la parte espiritual, pero a saber...cada vez me recuerda mas a los tejemanejes de mi padre en sus "asuntos"

Señora Wu, creo que las cicatrices de mi rostro y algunas que no se ven son sinonimo de que no fracasamos en nuestras empresas

Doy una calada al cigarro mientras echo la cabeza hacia atras mirando el techo un segundo y la devuelvo la sonrisa
Soy toda oidos 

Nuevas fotografías salen de la carpeta. Parece un puto juego de Quién es Quién. ¿Estaréis vosotros en ella?

- Carla Grimsson - apunta, deslizando la foto hacia tu lado de la mesa, acto seguido, se sirve el licor que estáis tomando tú y su marido -. De la Tribu que ustedes llaman la Camada de Fenris. También da la casualidad de que es la líder de la Hermandad Aria de Australia

Toma un trago del vaso que acaba de servirse antes de continuar.

- Tiene ciertas...ideas que chocan con nuestros planes de expansión en Oceanía. Planes que incluyen a otras facciones de su Nación, Scar. Dado que nuestra organización, y la del señor Yohiro, no tienen ninguna intención de provocar una guerra de hijos de Gaia, hasta ahora teníamos que retirarnos, pero hace una semana conseguimos una...baza. Un informador, por decirlo así

Pega un nuevo sorbo y te mira a los ojos.

- El caso es que el informador tiene sus condiciones, y me temo que una de ellas nos ha sido sustraída por allegados de la señorita Grimsson - sus ojos se mueven hacia la derecha, tratando de organizar lo que dice, te parece, para resumirlo de una forma coherente, deduces que hay más historia detrás -. Para que el informador colabore, necesitamos recuperar a esa persona, y no podemos hacerlo nosotros, porque nos verían venir, puesto que vigilan nuestros movimientos. En cambio, los de unos posibles socios con quienes sólo nos une la rivalidad...

Lo deja en el aire, pero se entiende fácilmente. Nadie esperaría que después de una reunión con una banda rival vayáis a hacerles un favor, y menos aún que ataquéis a la Hermandad Aria por ello. Es una jugada osada, pero tiene sentido.

Una nueva fotografía se desliza de la carpeta.

- Cora Dahl, a quien se puso el apodo de "Canija" en su Rito de Iniciación y que ha cometido el, al parecer, imperdonable pecado de nacer de dos Garou - notas una gran tristeza y una gran rabia en sus palabras -. Está retenida en una de las bases de la Hermandad, les daremos un mapeo del lugar, si aceptan. Presumiblemente será ejecutada si nuestro informador no se entrega, así que quisiera apelar, además de a su honor, Scar, a su piedad para con una criatura que no ha perpetrado otro crimen que nacer

¿Me preocupa que tengan informacion de mi? tal vez, me preocuparia si tuvieran todo lo que hay sobre mi y eso incluye a mi pequeña princesa rubia.

La Nacion mezclandose con otras naciones, es algo que llevo viendo desde hace mucho tiempo y que la Camada se mezcle con hermandades arias no me extraña. Cojo la foto en una mano mientras en la otra tengo el cigarrillo y el vaso con licor al que le doy un trago antes de dejarlo y darle una calada al filtro.
Se que esas, llamemoslas ideas pueden ser un tanto retrogradas para segun que partes de la Nacion entre las que me encuentro y que esas ideas en el pasado nos llevaron a aniquilar a humanos e incluso a otros de nuestros hermanos cambiaformas. 
No es ese el mundo que quiero dejar a mi pequeña princesa.

Cojo la otra fotografia y la miro con detenimiento, en esta guerra no tenemos que perder a los guerreros salgan de donde salgan aunque signifique romper la Letania. Soy un guerrero, no un juez o un filosofo para decir si esta bien o mal....
Madame Wu, apelar al amor de una madre en un guerrero como yo, al que no conoce y que "no sabe nada" de su vida...me parece lo mas rastrero del mundo, pero me gusta y hasta lo usaria yo si fuera necesario.

Nadie ha dicho que los negocios fueran faciles sonrio y bebo de un golpe el vaso dejandolo con un golpe seco sobre la mesa, la mantendremos en un lugar donde la Hermandad no la encuentre y vuestro informante se sienta seguro. Aunque si ese informante es de su sangre, no creo que la señorita Grimsson le mate

Scar no estaba, Scott había partido a quien sabe dónde. Autoridad ahora regia sobre la espalda de Jeremiah?, no pasaron unos minutos entre el abrazo y las palabras de la mujer de acento inglés que aparecía como si fuera Gandalf en el señor de los anillos. Los ojos del Philodox se pusieron como los del chino dos, cada cosa que ocurría le impacientaba más y más pero al fin alguien había dicho las palabras mágicas…. * Ruta y ahora*. – Y entonces?- pregunto ante las últimas palabras de la Mujer, se colocó junto a Zoe pero sin apartar la vista del chino 2 – Que debemos hacer? Si nos das los detalles sería lo mejor para estar preparados -.

Ahora la mirada termino en Alex, solo hizo un gesto con la cabeza para que cortara esa cosa que tenía con Yohiro y se pusiera en condiciones para partir – Cuando hables de las condiciones y la paga nos pondremos en camino cuanto antes, hay que cerrar el trato o no lo cree prudente – La molestia seguía allí, era casi palpable pero trataba de dibujarlo lo mejor que podía.

Se acerco a Zoe - Llama o manda un mensaje a scott, que pronto tendremos el trabajo -

Se escapa una sonrisa incrédula de mis labios, sobretodo porque se nota que no conoce a Jeremiah aunque quiera creer que lo hace. Tratar de leer a Jere, es como querer adivinar las cartas.

¿Trabajar juntos? Lo miro de reojo con cierta picardía en tus sueños

Sería una distracción demasiado atractiva para mí.

Escucho sus disculpas y se en el acto que no me gusta lo que oigo, se ve que ni en un antro chino una puede escapar de una “responsabilidad”. Pero para ser justos era lo que desde el principio había sido.

Sigo con la mirada la indicación que da al señalar al contacto, al mismo tiempo que siento que sus brazos se separan de mi cuerpo con delicadeza. Una mirada suspicaz aparece en mi rostro, mis ojos van desde aquellas piernas torneadas descender por la escalera, hasta Kenji.

Y adiós buen momento. Todo se pone aburrido en un santiamén.

Me quedo sentada en la silla, con la misma actitud relajada como la que mi acompañante tuvo antes con nosotros.

¿Me impresiona una chica de alta cuna? Para nada.

Haz fila cariño.

¿Me molesta el modo en que mira a las bailarinas? Si.

Si hubiera llegado antes hubiera visto a Zoe y si esa mirada fuera para ella...

Bebo de lo último que queda en el vasito rosa, mientras miro el intercambio “protocolar” entre ambos.

Me gusta menos que no se presente, nos mire como contándonos, algo obvio hasta para mí. Alta cuna y no tiene la gracia de decir su puto nombre. ¿Y lo que más le preocupa es la puntualidad?

Sonrío con cinismo.

- ¡Qué tal! Señorita "contacto-llego-tardísimo" –respondo con sarcasmo, me levanto, busco su mano la tomo y la estrecho con firmeza, le mantengo la mirada. Si ¡¿Qué?! no me gustado nada tu desabrido modo de abordar. ¡Estas en américa por un demonio!- Alexia Dankworth. –veo que Jeremiah le responde.

Le echo una mirada a Yohiro, si, acéptalo y me he comportado mejor que tu en la mesa de adentro.

– Gracias Yohiro… –quisiera decirle algo más, pero, dioses la actitud de la mujer me ha crispado ¿cuando dijeron que íbamos a tener que recibir a Miss Londres y hablar con ella como si nada? Empezando con mal pie, ni saludo, ni cervezas ni nada.

Tengo que salir a tomar aire, busco una última vez la mirada del japonés durante algunos segundos.

Me doy media vuelta, ya nos veremos eventualmente– Vamos por Scarr ¿no? –le echo una mirada, de esas que son: “Alex está casi-enojada”.

¿Irnos sin Scarr porque el contacto de los yakuza llegó? ¡¿Y a mi que rayos me importa?! Meto las manos a los bolsillos y camino hacia la salida, mientras con un movimiento de cabeza llamo a los dos compañeros de manada que quedan.

Agarré la chupa de Jeremiah y me la puse, mientras veía como este tomaba las riendas y pedía más datos sobre el encargo. Alex, sin embargo, no parecía nada dispuesta a aceptarlo.

No sé quién trata de joder a quién, pero a mí me están jodiendo ambos...

Con la manada más que separada, hice un gesto a Álex para indicarle que ahora volvía y me dirigí hacia los vestuarios para recoger mi ropa, aprovechando la vuelta por aquel pasillo para llamar a Scott.

Vamos, cógelo... - Pensaba mientras marcaba el numero.

Las luces se desdibujan, el paisaje se emborrona, los edificios desaparecen. Alrededor, empieza a haber más matorrales que casas según te vas dirigiendo a las afueras, conduciendo a oscuras. Entonces, aceleras más, transmites a tu burra tu deseo, el de ser más veloz que el viento, el de ser más rápido que el horizonte. Entonces empiezas a notar un leve tirón, algo que empuja en la otra dirección. Es la Celosía, la Membrana, el Velo, pero a esta velocidad sólo es una brisa fuerte, no es una pared. Vuelves a acelerar.

Tienes la sensación de sumergirte, como si rompieras una superficie, como la que se percibe al atravesar algo. Pero no bajas la cabeza, no, eres un Theurge, y eso implica que quieres ver cosas, incluso un butrón en la Celosía por el que puede entrar una moto rugiendo.

Sigues en tu carretera umbral. ¿Será de las vuestras? Quizá el espíritu esté despierto y haya acordado ayudaros. Puede que, si sigues, te conduzca a una de vuestras casas francas. O no, también podría ir al Ciberreino o a Malfeas o a la Lobera o a la Atrocidad, lo malo de acercarse tanto al enemigo como hacéis vosotros es que hay que pisar con cuidado.

En un lado del camino ves una figura. La sombra de una mujer. Resplandece ante tus ojos entrenados para ver el poder. Prácticamente brilla por su esencia espiritual. Está acompañada de una fanfarria muda, de un enjambre de mariposas que ni se ven ni se oyen, pero se sienten. Vibra de energía estando quieta. Pero tú sabes quien es, claro. ¿Quién no sabe quién es?

- ¿Me llevas, guapo? - pregunta cuando pasas a su lado, a pesar de la velocidad, lo oyes perfectamente por encima del ruido del motor

La mujer recién llegada no pierde tiempo en sentarse y en tomar uno de los chupitos que Yohiro había preparado para él y Alex. Será británica, pero tiene las maneras de la calle. Eso si, es bonita. Joder, si es bonita. Aunque el largo vistazo que echa a una de las bailarinas os hace dudar sobre quién podría conseguir qué de ella.

- No estáis todos - dice, pero una mirada del japonés, que inclina la cabeza como diciendo "adelante" la convence para seguir hablando -. En fin, tendréis que informar al resto cuando vengan...un momento, ¿Han dicho que sí?

- Digamos que sí - confirma Yohiro -. Sólo por el bien de esta conversación

La mirada que lanza a Alex le podría haber desabrochado el sujetador perfectamente. Es una suerte que no sepa telequinesia. Menudo loco, haciendo eso delante de Jeremiah, aunque sigue muy tranquilo y sonriendo. Suponéis que porque siente que os está haciendo un favor. Mientras vuelve a recostarse, saca algo de la camisa, algo que tenía plegado, un mapa, y lo pone sobre la mesa.

La inglesa asiente levemente y se inclina sobre el mapa, señalando puntos con el dedo.

- El sitio está cerrado - empieza -. Hasta que no decidan qué hacer con la mercancía lo dejarán así, pero calculo que dentro de un par de días ya habrán recibido instrucciones - empieza a desplazarse por la mesa y os hace gestos a todos para que os acerquéis. Más que en un steapteasse, parece que estáis en un consejo militar -. Yo entraría en silencio antes de la bifurcación, porque estarán alerta. De hecho, dejaría cualquier vehículo a una milla por si acaso. He echado un ojo a la Penumbra y parece bastante tranquila, pero no me fío de las cosas cuando están tranquilas. Si tengo que apostar diría que tienen el cargamento en el almacén, aunque es muy obvio

Se incorpora, rascándose la nariz.

- Desde arriba he podido ver bastantes guardias, humanos, seguramente, en grupos de dos o tres, tienen bastante cogido el perímetro, acercarse por la carretera es la mejor opción si vais en moto, claro, pero creo que hay una secundaria que os deja a una hora andando del lago, y podríais ir por esa dirección con más cuidado, no sé qué más decir...

Os mira, esperando preguntas.

El teléfono de Scott aparece como apagado cuando intentas conectar con él. Eso es que está en una zona sin cobertura, que no tiene batería (improbable) o que él mismo (u otra persona) lo ha apagado. 

Meredith sonríe con gesto de disculpa.

- Pulsamos los botones que creemos necesarios, Scar, si pensara que podría comprarla, no me molestaría en apelar a su conciencia - se encoge de hombros -. Sinceramente, la gente como usted es más difícil a la hora de persuadir, especialmente cuando uno también tiene conciencia, pero un buen trato entre dos honrados pecadores es un mirlo blanco en estos días

Supones que dice la verdad. La consideración de honor callejero tiene poco valor si no se aplica en las dos direcciones, pero parece que los chinos piensan, como vosotros, que el respeto se gana y que quienes mantienen el honor merecen ser tratados de la misma forma. Es una forma de decirte que aunque pudieran, no irían a por vuestras familias, a por vuestros amigos y, en general a por inocentes. Es una forma de demostrar respeto entre ladrones.

- Estupendo, Scar, me alegra que podamos ver esto de forma común; en cualquier caso, si recuperan a la señorita Dahl, preferiríamos protegerla nosotros, aunque todo puede andarse...

En ese momento, Wu, que permanece en silencio, lanza una mirada asesina a su esposa. 

- Seguro que nuestra exploradora ya ha llegado y está informado a sus compañeros, en compañía del señor Yohiro, ¿Quiere ir con ellos? ¿O hay algo más que quiera que hablemos?

Nada, no había manera de contactar con Scott, no por este medio. Le escribí un mensaje de la que salía del pasillo, dirigiéndome al exterior, de manera que pudiera verlo cuando encendiera el teléfono o volviera a tener cobertura.

"Tenemos un encargo, búscanos en cuanto puedas, te necesitamos. Te necesito, XXX"

Dudé varias veces si incluir o no esa última parte, borrándola y volviendo a escribirla más de una vez. Joder, yo también tenía mi orgullo, pero a saber qué se le estaba pasando por la cabeza ahora mismo...

Al no encontrarle cerca del local volví frente al restaurante chino, comprobando que la burra de Scott ya no estaba allí. Dónde demonios habría ido? Estaría en la Umbra o habría apagado el teléfono? Sería raro esto último, pero... Y si no era él quien había desconectado el aparato?

Apoyé el culo en mi moto y escribí a Jeremiah.