Partida Rol por web

Mientras íbamos cabalgando le dije a Calisto:
-“Al llegar a ese lugar, tienes algo planeado? Desde mi punto de vista yo podría comenzar un revuelo y combatir mientras tu te escabulles a recuperar el casco, aunque primero deberíamos ver como es el lugar donde están y cuantos enemigos hay en el lugar…”-

Gabrielle se encogió de hombros.

Nuestros compañeros han ido a derrotar al jefe que lidera el ejército, pero éste viene hacia aquí sin pausa. Dijo resumiendo lo que habían obtenido. Luego se mantuvo en silencio, pues esperaba que su compañera, con más habilidad de líder que ella, diese órdenes. Miró con tristeza a la mayoría de hombres flacuchos que había ahí. Probablemente muchos morirían.

xena ve los pocos musculos con los que cuenta para la batalla y se da cuenta de que la unica foirma de ganar es con la mente, por suerte habia estado pensando en un plan desde hacia rato

-Muy bien señores, tenemos que actuar rapido, no sabemos cuantos hombres enfrentaremos, pero no importa cuantos sean, podemos vencerlos, pero necesitamos estar preparados...-

como es clasico en xena, da un discurso motivacional antes de la batalla, levantando el animo a todos y expolicandole a todos su plan... quemar la ciudad.

le pide a todos que junten toda la paja, leña, cualquier cosa flamable que tengan y la lleven a la entrada de la ciudad, el plan era armar una especie de pasillo a la entrada del pueblo, rodear todo lo que se pueda con las cosas flamables y hacer que el enemigo entre por ahy guiandolso con una lluvia de flechas, ya que esten sobre el pasillo, porenderle fuego para quemar ese ejercito, habia mucho trabajo por hacer

-Sí, es mejor ver qué nos espera allí. Nos hemos enfrentado en varias ocasiones a los érgidos, y no son fáciles de vencer.. Para deshacernos de ellos deben ser quemados, y eso en medio de una batalla no es fácil. Así a priori, diría que una maniobra de distracción no nos vendría mal, pero debemos entrar los dos, posiblemente uno no sea suficiente.. Pero eso mejor cuando veamos lo que nos espera.

Siguen cabalgando y llega la primera luna. Se encuentran en un claro de la selva. Hay un riachuelo pasando cerca y unos árboles frondosos dan, de sus ramas, unos frutos carnosos, parecidos a los mangos.

Las estrellas titilan en lo alto. Desde esta perspectiva parece tan lejano que algo esté mal. La Tierra parece ser un gobierno de armonía en donde nadie desafía el poder de los Dioses.

Cuando la luna está asomando el cielo los fulgores de las estrellas hacen pensar que todo estará bien, que de alguna forma los dioses protegen a sus guerreros. La mayoría de la gente se ha ido del pueblo, solo han quedado los cinco guerreros y Xena con Gabrielle.

A entradas del pueblo se han dejado carretas con heno, muebles desperdigados, leños, y tantas otras cosas que pueden encender con facilidad.

Las casas también han sido vaciadas de lo necesario y dejando en ella los muebles y las telas... y los recuerdos.

Gabrielle está junto a Xena cuando escucha el cuerno sonar. Ese cuerno es mágico, regalo de la diosa Artemisa, y solo es oído por las dos compañeras, pero indica algo certero.

El Ejército está llegando...

Desde las entradas del pueblo, ocultas tras los muros, Xena y su compañera ven a los diez primeros hombres aparecer: fuertes, macizos, con armas básicas y dispuestos a todo.

Los Érgidos están aquí...

Al llegar la noche comenzamos a buscar un lugar donde dormir, tras dar con el mismo procure comenzar a hacer una fogata.
-“Porque no te fijas si aquellos frutos son comestibles?-le dije a Calisto mientras preparaba el fuego- yo hare la primer guardia si quieres…”-

-Vale.. de todos modos si puedo, cazaré algo. Pero es más el cansancio que el hambre, en mi caso -dije, y era cierto. Han sido días muy intensos, sin parar apenas a descansar. Pero debíamos terminar cuanto antes con los érgidos, de eso no había duda.

Gabrielle agazapada y en silencio, espera la señal de Xena, para hacer correr la voz y dar la orden de incendiar todo.

Podían ocurrir dos cosas... o que el plan surtiese efecto y acabasen con el ejército de golpe o que algun contratiempo hiciese acabar esa batalla en una masacre. Gabrielle rezaba por que fuese la primera opción.

esto empezaba pintando mal, parecia ser que los embiscadores estaban por ser emboscados.

Xena llama a 2 de los soldados para que la acompañen, le dice a gabrielle que se quede con los demas y que no hagan nada a menos que algo salga mal, toma arcos y flechas para lso 3 y se dirije a la ciudad, da un arco y flechas a los soldados y les dice que se escondan

-ocultense y preparense para disparar, parece ser que ellos solo son el señuelo-

Xena espera a que esten a tiro y ordena disparar, esconderse, escabuirse y volver a disparar, evitar lo mas que se pueda el combate cuerpo a cuerpo

Detrás de esos diez primeros hombres aparecen diez más. Comienzan a acercarse a la aldea sin atisbar una trampa o nada extraño.

Tras los muros los guerreros se halla preparados con arcos y flechas y los objetos esperan la señal de ser quemados. Gabrielle está a la espera de la orden de la princesa guerrera a tal fin.

La tensión se respira en el ambiente, y la luna no hace más que darle el tinte sombrío que la situación precede.

Dos érgidos comienzan a entrar por el portón. Uno de ellos porta un hacha pequeña en su mano derecha y el otro solo lleva un bastón enorme. Los dos son hipermusculosos y sus ojos fríos, como los del depredador que se sabe listo para cazar y no encuentra ningún temor en morir en el intento.

Detrás se van aproximando los otros seis guerreros.

En total Xena y Gabrielle han divisado unos 25 hombres, parece que no vienen más. De esos 25 ahora hay dos pasando por el portón y seis muy cerca. El resto no está avanzando, se encuentran caminando muy despacio, como esperando órdenes quizás.

O quién sabe qué.

Calisto vio que los frutos eran de una especie tropical, dulces y sabrosos. No tenían nada de extraño o de preocupante. Cogió unos cuantos y se los llevó a su compañero. No estaba de más comer bien y prepararse para partir al otro día. Calisto pensé que quizás podría cazar alguna cosa para asar al fuego. Así que se puso en alerta, fijándose si había algo alrededor que pudiese ser conseguido.

ordeno a todos disparar a esoso sujetos sin encender nada, que todos tomen un arco y disparen flechas a quien puedas, yo lanzo uno de mis chakram tratando de que rebote en tantos como sea posible.

-debemos esperar a que llegue la orda antes de encender eso, ya encontrare el modo de atraerlos, alguien tiene un caballo?-

Observé que a mi alrededor, si permanecía en silencio y tenía cuidado, se movían animales. Procuré acechar a alguno para que nos sirviese de cena más suculenta que las bayas silvestres, y me dispuse a cazarlo..