Partida Rol por web

Los ojos de la mujer pasan de un miembro a otro, evalúa la posibilidad de creerle a Gabrielle pero no está segura, aún no suelta su espada. Luego, dirigiéndose a Ares, dice:

-Si juran no haber venido aquí por mi hijo os serviré vino... a cuenta de la casa.

Entonces Hades habla de las habitaciones y de que es un Dios y la tabernera retrocede unos pasos.

-Por favor, no os cobraré nada, solo dejad a mi hijo. Mi hijo no es buen soldado.

Se acerca a Ares y se arrodilla.

-Señor por favor, por favor no lo reclutes para tu ejército, les daré a vuestras servidoras lo que deseen. Os suplico, por lo que más querais, os lo suplico!!

Entrecierra los ojos ofendida, asesinándole con la mirada cuando comenta lo de su poca maña para relatar las hazañas de Xena.

¿Dos habitaciones? No sabes contar o q.... le medio responde, pero la posadera se pone en plan histérica.

¡Que no somos sus servidoras, le digo, señora! Le exclama igual de enfadada con ella. Más le gustaría al diosucho este de tres al cuarto... Murmura en voz alta.

Luego dirige su ira de nuevo a Ares. No necesitamos tu ayuda. Pagaremos como buenas ciudadanas que somos. Exclama cruzandose de brazos convencida. No se corta a la hora de retarle con la mirada.

Hago un gesto discipliente a la posadera mientras sonrío con rostro burlón a la irreverente Gabrielle, siempre sabiendo lo que no ha de decir pero nunca conteniéndose.

Esta bien buena mujer. No me llevare a su hijo para hacerle soldado. Luego miro a Gabrielle y sus amigas y elevo una ceja. Lo veis?, no soy tan malo después de todo. No deberíais creer toda esa publicidad engañosa que cuentan sobre mi mis detractores.

Luego miro ya mas serio a la posadera. Y esa bebida buena mujer?. No todos los días un dios visita su establecimiento.

Luego, mi atención recae de nuevo sobre las tres amigas.

Entonces...ya habéis visto el problema?.

Miro a uno y otro, Cruzo los brazos sobre el pecho. Ares no son buenas noticias, creo que esta implicado hasta el cuello pero se divierte jugando con Gabriel.

- ¿Quieres decir ademas de tí?.- Respondo a Ares.- No, pero comienzo a imaginarlo. Alguien esta fraguando una guerra y se a llebado a todo el que pudiera portar una espada para luchar en ella ¿Me equivoco? Ahora bien, quita esa cara de inocente, que no te pega nada y dinos quien esta a punto de alabar tu causa con sangre inocente antes de que mande tu divino culo al Hades de una patada.

Me río con ganas mientras doy un par de palmadas en mi pierna ante el comentario de Xena. Si ella supiera de que forma el dardo a sido certero y al mismo tiempo equivocado.

Pero bueno, princesa guerrera. Es que ya no puedo pasarme a saludar a unas viejas amigas e interesarme por vuestras andanzas?. Luego miro a mi alrededor y pongo cara de curiosidad. Es cosa mía o hay una evidente escasez de hombres adultos en esta aldea.Sera que sabían que llegabais vos?.

Arqueo la ceja, para ser un dios se comporta como un triste mortal con exceso de hormonas.- ¿No me digas que tu visita es un simplon intento por no dormir solito? Creia que tenias un monton de sacerdotisas deseando tus visitas... no me lo digas, ¿les entro un poco de sentido comun y se suicidaron en masa?

Miro a Xena de forma triste, como si mi alumno favorito me decepcionara de pronto.

Xena, mi querida Xena...soy el Dios de la guerra. Yo no tengo sacerdotisas. En una ocasión tuve una princesa guerrera y entonces no eras tan arisca conmigo...no me digas que ya lo has olvidado. Luego niego con la cabeza y suspiro pesaroso.

Esto me pasa por tratar de ayudar. Si ya lo dice Hefestos. Toda buena acción tiene su justo castigo. Me duele profundamente que siempre estáis dispuestas a pensar lo peor de mi.Acaso no os he ayudado ya en el pasado, lo sepáis o no?.

No por nada es el dios de la guerra, sabe donde duele un golpe bajo...- Muy bien Ares, digamos que nos tienes aconstumbradas a que tu y los problemas vengais juntos pero sacanos de nuestro error ¿Que esta pasando?¿Que es lo que sabes de esto?.- pregunto eludiendo un tema que no me apetece abordar.

Hace mucho que deje mi pasado atras y alli debe quedarse.- Me digo a mi misma esperando una respuesta.

Junto los dedos delante del rostro en una pose pensativa mientras miro a las tres mujeres de forma consecutiva.

Antes de decir nada, me gustaría saber como es que habéis llegado hasta aquí. Me parece demasiada casualidad que esto pase y justo estáis las tres en medio de todo. Les sonrío tristemente mientras dejo caer mis manos sobre el regazo. No es que desconfíe...solo es que ya no tenemos la comunicación de antaño.

- Si, tambien a mi me parece demasiada casualidad pero creeme, no a sido a proposito. Pasabamos por aqui como se suele decir ¿tengo que suponer que tu tampoco sabes nada?. Siendo el dios de la guerra me parece muy raro.

Oh, mi querida Xena...yo se muchas cosas y estaré mas que satisfecho de compartirla con vosotras. Les miro entonces mas serio, dejando a un lado los fingimientos y las tonterías. Por un precio, claro.

Elizabeth se había retirado y vuelve con una botella de vino. Sirve las copas sobre una mesa y las llena. Sus manos tiemblan durante todo el proceso pero está aunque sea muy algo más relajada. Al menos ya no intenta atacar o suplicar. Después de que termina se vuelve a retirar a la barra esta vez.

-Cortesía de la casa... estoy en la la barra si me necesitan.

Se pone a limpiar la barra con un trapo mientras los deja estar.

Gabrielle, que ya se había calmado, agradece a la señora su hospitalidad (obligada, pero hospitalidad) con una cálida y agradable sonrisa.

Cuando dirige su mirada a Ares, lo hace mucho más seria. ¿Qué quieres esta vez? Sabes que no tenemos mucho dinero... y olvídate de favores sexuales... Dice adelantándose, por si se le pasaba por la cabeza.

Bueno Gabrielle,parece que eres tu la que no deja de pensar en mi y en yacer juntos en una cama. No paras de unir todo lo que digo al sexo. Creo que si tienes un apuro, deberías hacértelo mirar...la miro de forma paternal antes de añadir. Este consejo es gratis.

No agradezco a la posadera cuando sirve lo que le pedí. Me limito a dar un tenue trago a la bebida y a chasquear los labios disgustado. Una cosecha terriblemente pobre.

Posadera...donde están los hombres sanos de la aldea?.

Elizabeth deja caer un vaso producto de sentirse llamada. Mira a Ares pero no sostiene la mirada, prefiere fijarla en las chicas que le dan un poco menos de miedo, sobre todo en Gabrielle.

-Los los ergidos se los llevaron. No hay hombres sanos en la aldea. No hay hombres en absoluto, también se llevaron a los los enfermos y los ancianos... y los niños.

Elizabeth deja caer una sola lágrima.

-Casi todos, casi todos los niños. Los bebés...

La mujer toma aire, se sostiene a la barra con dificultad.

-Los bebés y menores de cinco fueron masacrados...

Ah, claro...los niños también. Que previsores. Asiento pensativamente a lo que dice, mientras la información sobre los niños masacrados pasa desapercibida para mi, al menos en apariencia.

Luego suspiro y niego con la cabeza.

Y os dejaron a las mujeres aquí?...eso no tiene sentido, a menos que pretendan hacer una prueba.

La tabernera se sienta y comienza a llorar desconsoladamente. Tanto que su hijo sale de donde estaba escondido y la abraza. Solo allí, con el afecto de Mathew, la mujer puede retomar el habla.

-No lo dijeron. Sólo vinieron de noche y atacaron. Sólo vimos a su ejército, cómo se llevaban a nuestros maridos y padres y hijos. Cómo mataban a nuestros bebés. No hablaron nunca, nunca explicaron nada.

El niño abraza a su madre.

-No temas mamá, ellos no son iguales, lo sé.

-Su líder, su líder ni siquiera parecía humano...

Gabrielle no puede evitar sentirse afectada por la noticia.

Sin casi planerarlo, se levanta y le lleva un paño que le pueda servir de pañuelo a la mujer.

No se preocupe, los traeremos de vuelta. Dice sin pensar y consultar con sus compañeras, a las que luego mira pidiendo perdón por haberse adelantado, pero no podían irse así como así.

¿Sabes algo de esos erguidos? Pregunta a Ares y de reojo mira a Xena y Calisto, pues quizá ellas supiesen algo.

Yo me había mantenido al margen de la escena,escuchando,observando,evaluando...
-Me suenan a seres del inframundo,tal vez lo sean..pero mejor salir de dudas..¡Elisabeth!dije,dirigiéndome hacia la posaderacuéntanos la historia.¿qué está pasando aquí?