Partida Rol por web

Al dia siguiente por la mañana:

Antes que aparezca el primer rallo de sol, antes que cante el gallo, ya estais despiertos. Desayunais rápidamente las gachas de la comida (eso sí, recien hechas) y os presentais a las puertas de la academia, todos con vuestro equipamiento oficial.

Llego al comedor con mala cara. Esta noche he descansado poco y mal, pero trato de disimularlo aplicándome con el desayuno. No hay nada como alimentarse bien para recuperarse de una noche de pesadillas.

- Supongo que estáis listos.

Buenos dias!!
Las gachas recien hechas son reconfortantes. Cuando salimos Maestro?¿

El Gran Maestre aparece en la puerta de la academia.

-Desgraciadamente tengo malas noticias. Los ibhatanes Alpenor y Ashcare no van a poder acompañarlos hoy en vuestra pequeña misión, se han levantado con fiebres y vómitos.

Luego pone una mano en el hombro del tahedoran.

-Confío en que hagas un buen trabajo con la ayuda de sólo un alumno.

Lo hare lo mejor que pueda Maestro!

- Gran Maestre, traeremos todo el cargamento sano y salvo. Kiwn es uno de los alumnos más aventajados. Confío plenamente en él.

Sin más, vamos hacia la posada.

Iah!!! UuuuAhh!!! ahhh!!!! dahhh!!!!!
Mientras se preparan para salir Kwin mata el tiempo practicando mentalmente los movimientos que su maestro le ha enseñado, lo hace sin su arma, tan solo coloca las manos como si en ellas empuñara su espada y se mueve en funcion del movimiento.

Mientras Kwin da tajos al aire y corta cabezas imaginarias veis aparecer a los otros dos compañeros Ibatanes, Ashcare y Alpenor, con la cara un poco palida pero dispuestos a lo que haga falta.

-Buenos días Maestro.-digo mientras unas gotas de sudor perlan mi frente. -Aun no me he recuperado del todo de las extrañas fiebres que me han asaltado durante la noche, aunque espero que ello no interfiera en mi destreza con la espada.

-Siento que os hayáis tenido que retrasar por nuestra culpa, en unos breves minutos estaré listo para partir, no hay motivo para demorarse más.

En ese momento veo al Gran maestre, arrugado y sarmentoso, pero aun capaz de derrotar a cientos de enemigos el solo. De nuevo enmudecido por el honor que se nos confiere de hablar a solas con él, de que nos dirija la palabra, hago una profunda reverencia antes de seguir con mis quehaceres de forma aturdida.

Saludos Ashcare! Me alegro que te encuentres mejor dice con alegria Kwin a su compañero. Ya temia que tuviesemos que ir el Maestro y yo solos le dice en voz baja para que no le oiga nadie, ya sabes lo exigente que es hehehe. Cuantos mas seamos mejor verdad. Y cambiando de tema, continua habladndo -esta vez sin bajar el tono- al no ver al tercer compañero: Por cierto, sabes si Apelnor se encuentra bien?¿ Seria una lastima que se perdiera la primera mision; el otro dia parecia muy entusiasmado ante la espectativa de que pudiera surgir una

-Gracias amigo, la verdad es que estoy mucho mejor. Yo también me alegro de que podamos ir todos, aunque me entristece no tener una armadura para llevar, no quiero dejar mal al Templo.

Al decir esto se me ilumina la mirada y miro a Tah Amorgos.

-Maestro, ¿cree que podría conseguir una armadura para que podamos usarla en la misión de hoy? Al ser un encargo del propio Gran Maestra el maestro de armas no creo que sea reacio a darnos algún equipamiento, no si con ello contribuimos a hacer más agradable la estancia del Zelmanit.

Espero en actitud respetuosa la respuesta de mi maestro, sabiendo que es duro pero justo, y que intentara conseguir lo mejor para poder llevar a cabo nuestra misión, aunque esta sea una simple escolta exenta de problemas en principio.
 

-Buenos días a todos, siento mi retraso. Las fiebres ya se me han calmado un poco pero aun no estoy al cien por cien de mis posibilidades, pese a ello daré todo lo que pueda.

Con la ilusión que me hacia hacer esta misión y ahora me pongo malo...

-Yo ya estoy listo cuando queráis podemos partir.

Me alegro de verte Alpenor! Justo le estaba preguntando a Ashcare por ti.

- Ah, menos mal. Al final podremos ir los cuatro... Me alegra que ya os encontréis mejor.

-Maestro Amorgos, mientras esperarnos ¿podríais contarnos algo sobro el actual Zelmanit? Ardo en deseos de poder verle, aunque se sirviendo su mesa. ¿De verdad será tan poderoso como se dice?

- La verdad es que no se mucho más que los demás sobre el actual Zemalnit - admito con modestia -. Lo que sí sé es como se convierte uno en Zemalnit. Es una oportunidad prácticamente única, que aparece cuando un Zemalnit muere... pero supongo que de todo eso sabéis vosotros tanto como cuaquiera en la escuela.

Mientras esperais a que se abran las puertas de la Academia, veis como una bandada de pajaros revolotea encima del edificio del comedor. No hay alguna duda, son cuervos, presagian la mala suerte.

Uno de ellos planea cerca de vosotros y finalmente se posa en el hombro de Ib Alpenor.