Partida Rol por web

Ante la insistencia de los presentes Dante OS informa que el pasillo es peligroso, lleno de trampas.
Masud se asoma unos segundos y sus ojos se abren llenos de espanto tiene que llenarse de valor para no vomitar.
No hay palabras en sus libros para ver ese horror y abominación de pasillo.

Dante y los demás cuando se vayan acercando al circulo ir haciendo tirada según vuestro oficio para deciros según la tirada y profesión lo que OS parece que puede ser aquello.
La tirada sera de 2 para arriba.
Según tirada OS cuento.

El lugar huele a humedad, viejo y hongo, contrasta la oscuridad de este Recinto con la leve luminosidad fluorescente de estos escarabajos.
La onda producida por vuestras pisadas parece que les llama la atención y a la vez les altera.
De la rampa donde estáis hasta la zona de círculos habrán unos 100 pasos.

No me puedo hace runa idea de qué es lo que ha visto que ha hecho que se quede tan afectado. Así que, como hago lo que me da la gana pues voy a echar un ojo a ver qué es lo que lo ha dejado tan traumatizado y pálido.

Masud parece visiblemente afectado también, así que eso despierta más mi curiosidad.

Estas junto a Masud, miras hacía el pasillo sin legar a entrar.

Cerca de la entrada hay una especie de pedal o mecanismo para activar o desactivar algo, pero alzas la vista al interior del corredor y ves empalado a Jean con gruesas lanzas salidas de distinto punto de las paredes.

Es una imagen horrorosa.

Dante llevaba razón, ahora lo entiendo. Y así se lo transmito a mis compañeras y compañeros.

-No entréis ahí, lo que hay es...horroroso. No me imaginaría ver algo así aquí. Visto lo visto, creo que tenemos que ir con mucho cuidado por esta pirámide, teniendo cuidado a cada paso que demos. Eva, hazle caso, solo hay muerte en ese pasillo.

A continuación, voy de camino al nuevo destino. 

​Las palabras de Hakim me dejan aún más descolocado, pero parece que hay cierta prisa en seguir avanzando ya que Dani sigue desaparecido, por lo que lo sigo mientras termino de guardar las muestras en la mochila y saco la linterna para alumbrar nuestro camino, ya que él no lo está haciendo y n me apetece tropezar o pisar mal algún escalón en el interior de la pirámide.

Cuando me pregunta si es normal que la pirámide brille en la oscuridad me quedo sorprendido tanto por su nerviosismo como por el hecho en si mismo y me paro unos instantes antes de continuar andando mientras intento contestarle:

- Si bien los pigmentos luminiscentes no son algo muy habitual si que hay múltiples casos documentados en la naturaleza sobre el tema. - Comienzo diciendo. - Sin embargo estos pigmentos siempre están asociados a seres vivos y no a una estructura de piedra, menos aún a una estructura tan antigua como la de esta pirámide que se sale de la escala conocida. - Me callo unos momentos, meditando sobre lo que voy a decir y como decirlo antes de continuar. - Aunque desde luego lo poco que he podido ver hasta ahora de esta pirámide se sale bastante de lo normal y excede en mucho mis conocimientos. Por ejemplo, las constelaciones de la entrada que he dibujado, si bien son conocidas, no lo son en el ángulo en el que están representadas, para poder verlas de esa forma habría que estar en el espacio profundo y muy lejos de la Tierra, lo cual es realmente fascinante. - Digo con voz meditabunda mientras mi cerebro comienza a perderse de nuevo en el recuerdo, por lo que sacudo la cabeza para recuperar la compostura. - Además, por si todo esto fuera poco, lo que en principio me parecieron frescos en la antecámara, resulta que no lo son, ya que no hay pintura en ellos, es como si las imágenes hubieran sido grabadas con alguna técnica desconocida por mi en la propia piedra, eso sin contar las extrañas representaciones de las mismas, totalmente ajenas a lo que se podría esperar, o el curioso hecho de que las paredes no están frías, como debería ser, si no cálidas al tacto. - Me callo unos instantes antes de terminar diciendo. - Lo siento, agente, pero lo único que puedo decirle es que esta pirámide es de todo menos normal.

Después me quedo en silencio mientras seguimos avanzando hacia la rampa de la que hablaban antes los demás.

Maldita yo y mi manía de hacer siempre lo que quiero sin hacer caso a nadie.

Siento un nudo en el estómago y unas ganas enormes de vomitar.

-¡Dios mío!-susurro.

"Pero Dani no está... oh Dios mío... Dani.... ¿dónde te has metido?" pienso

Y después de ver esa escena dantesca el dinero pasa a segundo plano porque estamos realmente jodidos si toda la pirámide esconde trucos como esos.

-Señorita Eklund,- trato de decirle lo más dulce que puedo ser (bastante poco, la verdad, soy seca, orgullosa y mandataria por naturaleza-se.. sería mejor que no se asomara... haga caso a lo que yo no hice-trato de convencerla, pues lo que hay ahí no va a aportarle nada positivo y, aunque es obvio que nuestra relación no es la mejor del mundo, no le deseo esa imagen a nadie.

La explicación del egiptólogo me hace palidecer. Llegamos al inicio de la rampa. Colbert me alumbra y puede ver en mi rostro la preocupación.

“Masud, tras encontrarlo hace un momento, ha dicho una cosa que… que… me ha hecho pensar en algo que ocurrió ayer por la noche.”

Trago saliva antes de continuar.

“Ayer, mientras montaba guardia, vi como, de repente, la pirámide… resplandeció. Serían las 2.00 de la madrugada y estaba todo completamente a oscuras. La punta de la pirámide se iluminó en verde y de ella salieron unos destellos hacia el cielo. Entonces, la luz se apagó y sobre la superficie de la zona que había estado iluminada quedó plasmado algo parecido a… ¿un mapa de estrellas? Quizás como las constelaciones de las que habla.”

Busco la linterna que mi miedo le ha arrebatado a Karina y la enciendo para iluminar mejor la zona.

“Duró unos 20 segundos. Después todo volvió a la oscuridad.”

Se hace el silencio entre los dos hombres, hasta que prosigo, iluminando la rampa.

“Todos han bajado por aquí. He fijado la escalera de cuerda de la entrada aquí para que nos ayude a subir, en el caso de que haya que remontar el camino. De todos modos, la escalera sólo llega a mitad del tobogán.”

Suspiro.

“Supongo que deberíamos seguirlos, pero si se le ocurre otra forma de bajar, le sigo.”

Escucho con atención las palabras de Hakim, veo su rostro preocupado y asiento ante sus comentarios.

- Por descontado, agente, la situación que describe tiene claramente un origen no natural. - Meneo la cabeza levemente, después me doy una palmada en la frente y a continuación saco de la mochila el cuaderno de dibujo y busco las constelaciones que pinté a la entrada de la pirámide. - ¿Lo que vio le recuerda a esto?

​Mientras el examina el cuaderno que le he tendido, uso la linterna para buscar asideros, marcas, escalones o cualquier otro tipo de protuberancias o huecos que los constructores de la pirámide hayan podido usar para facilitar el uso de la rampa.

- Habitualmente. - Digo con voz ausente, más para mi que para Hakim. - Al construir estas rampas, los trabajadores dejaban pequeños huecos o asideros para facilitar tanto la bajada como el ascenso por las rampas, ya que no es fácil moverse cargado por ellas y hasta una pequeña ayuda puede servir para mucho.

Cuando vas al lugar ves que el circulo lo forman (12 muros de piedra) con forma de Tótem cada uno de sus dibujos deduces que exponen un relato.

Justo en el centro hay una fosa, cuando te asomas ves que tiene unos 20 metros de caída, el suelo es oscuro como el cielo de la noche moteado con pintura fluorescente que forman una enorme galaxia.

Descubres que hay unos 12 ascensores con forma de esferas se cogen desde los totem, son individuales y ves que ya hay dos que han bajado el de Dani y el del doctor Matos.

Sostengo el cuaderno y me centro en los dibujos de Colbert. Mientras este merodea por la zona, yo intento refrescarme la memoria con alguno de los garabatos, pero no lo consigo. Estoy demasiado nervioso como para concentrarme. No sólo no recuerdo nada, sino que la creciente inquietud hace que empiece a dudar de si verdaderamente lo que vi fue un mapa estelar.

“Lo siento, pero no reconozco lo que vi en estos dibujos. A saber lo que realmente vi...”

Suspiro algo angustiado.

“¿Y usted? ¿Ha encontrado algo?”

Colbert da a conocer sus primeras impresiones sobre la pirámide mientras avanzan por el estrecho pasadizo va alumbrando por donde pisa.

Hasta llegar a la altura del tobogán.

(dificultad 2 para descender)

Hakim le confiesa sus temores y lo sucedido por la noche.

Colbert le enseña sus apuntes y Hakim cree reconocer parte de lo visto por la noche, pero sin estar seguro.

Buscan un método de bajar pero no hay éxito han de bajar como los demás, aunque Hakin le indica la escalera de cuerdas que recorre la mitad del camino.

Eva por fin comprende lo que decía Dante y luego Masud, indica a Karina que pese a sus diferencias no le aconseja a nadie esa visión.

Masud va con paso firme hacía el lugar circular.

Ante la negativa de Colbert, me siento con resignación en la superfie del tobogán.

"Supongo que no sirve de nada prolongarlo más. Nos vemos abajo, señor Colbert... espero."

Y dicho, esto empiezo a bajar por la rampa hacia la perturbadora oscuridad.

A medida que bajo, compruebo, después de trastabillear varias veces, que el secreto para no perder el eje y acabar dando volteretas es mantenerse sentado con la espalda erguida y con las piernas muy rectas. Una vez abajo, con los pies nuevamente colocados sobre un suelo firme y horizontal, grito mi éxito al señor Colbert para que tome nota.

"Mantenga espalda y piernas rectas. Que no se le abran a medida que baja si no quiere rodar como la canica de un niño."

Dejo de lado su admiración por los escarabajos luminosos, cuando Eva se dirige a ella, entonces abre los ojos como si se le fuesen a salir de las órbitas y se le ponen vidriosos, y negando retrocede hasta la pared, donde ladea la cabeza, tapándose la boca con una mano, ya sin poder sostener las lágrimas que ruedan por sus mejillas y el un hilo de voz dice, más es una afirmación que una pregunta -Es Jean ¿verdad?- se acerco a grandes pasos al pasillo, apartando a quien se pudiese en medio, pues Jean merecía al menos una despedida y nadie se lo iba a impedir.

​Meneo la cabeza ante la pregunta de Hakim, ya que no he podido encontrar nada, dejando escapar un suspiro. 

Mientras recojo el cuaderno y lo guardo él se prepara para bajar por la rampa, no me fijo mucho en lo que hace ya que estoy colocando bien todas mis cosas y asegurando bien los cierres de la mochila para no perder nada.

Cuando me dispongo a bajar oigo el grito de Hakim desde la parte de abajo indicándome como hacerlo así que voy a seguir su consejo lo mejor que pueda:

- ¡Muchas gracias, agente! - Le respondo desde las alturas, colocándome tal y como él dice. - ¡Ahora bajo!

Tras esto comienzo mi descenso.

Se aproximaban a las estructuras circulares cuando Karina tras oír los comentarios de Geend no puede resistir el impulso de acudir al pasadizo.

-Karina, no vayas por favor, trata de consolar a la mujer, interponiéndose entre ella y su destino y tratando de consolarla ofreciéndole su hombro para desahogarse.

Pero la toduza fémina se zafa del abrazo y prosigue a grandes zancadas hasta el lugar.

Siente una gran tristeza y una pena le constriñe el corazón empatizando con la pérdida de la profesora.

Resuelve dejarle el momento de despedida a solas que reclama y trata de disipar la congoja examinando los círculos.