Partida Rol por web

“Creo que lo mejor es acampar aquí, a medio escondido entre los cultivos, y de reponernos por el sueño antes de emprender el asalto de la pirámide”, opina Marcos, utilizando algo torpemente el lenguaje militar en un contexto donde mejor no debería emplearse. “Además, con la barriga llena, seguro que ahora dormiré mejor que antes. De hecho ya me entra sueño. Haría el segundo turno.”

Al igual que el señor Moncztezuma y el señor Thunderer repongo energías comiendo y bebiendo hasta estar saciada. Ya con la barriga llena todo se ve mejor. Miro hacia el lugar por el que, en teoría, debería estar Dani y el lugar donde vamos a acampar. Tengo sentimientos encontrados, las ansias de encontrar a Dani frente a la necesidad de descansar y por otro lado, las ansias de conocer mejor esa civilación que me traerá gloria y dinero... si conseguimos salir de aquí en algún momento.

-Sí, descansemos-digo por fin-. Yo haré la primera guardia-concluyo mientras me acomodo en el suelo.

-De acuerdo entonces, dice Dante ofreciéndose para la última guardia.

Marcos intenta comer de las plantas ó frutos extraños y beber del agua, su estomago acusa las horas de falta de comida y recibe entusiasmado algo solido (luego se vera, que el intestino lo expulsará rápidamente).

Dante absorto ante el contacto de otra cultura vuelve a la realidad tras continuar el camino, y al ver a Marcos comer y beber le imita (luego el estomago no habituado a ese tipo de frutos se verá como lo intenta expulsar, más rápido de lo normal.)

La temperatura cae y la intensidad de la luz se hace menos potente, como ya va siendo habitual.

Marcos propone acampar para continuar hacía la pirámide por la “mañana”, se ofrece hacer el segundo turno.

Eva Geend se ofrece tras comer y beber a hacer la primera guardia.

Dante viendo que la mayoría del grupo esta de acuerdo propone hacer la última guardia.

Eva como el resto en sus turnos de guardia tiene la necesidad de ir al aseo, “la noche-día” es un poco más acusada en esta parte por las nubes en el cielo, que ensombrecen la zona, no obstante la noche como tal sigue sin existir.

Se escucha los zumbidos de los humanoides con caras extrañas de la otra vez y a lo lejos se ven sus figuras que doblan la de un terrestre normal.
preguntas:
¿para ir al aseos os alejáis mucho.?
¿que hacéis en vuestras respectivas guardias al ver a lo lejos las figuras?.

Recordar que: En todas las guardias pasará la misma escena.

Lo que cambia entre la penúltima y última guardia es la pirámide (esta se ve muy bien iluminada artificialmente) y arriba de esta entre las nubes asoma un resplandor extraños.

Aspectos:
Tensión, mal estar, sucesos curiosos de extraña comprensión y raciocinio, es lo que predomina las horas antes de comenzar a subir las temperaturas y volver a luminarse el lugar indicando un nuevo y nublado “día”

-Me parecen bien vuestras ideas. Yo haré por tanto la tercera guardia. Debemos reponer bien las fuerzas y, como dice Marcos, llenar la barriga. Ya sabemos lo que nos pasó la última vez que entramos en una pirámide. Ya sería raro que nos pasase algo similar, pero estando en el mundo en el que estamos, habiendo vivido lo que hemos vivido, ya poco me queda por sorprenderme.

Dicho esto, como algo de lo que comen los demás, y me dispongo a dormir, buscando un lugar lo más abrigado posible, para que el descenso de las temperaturas no sea tan acuciado. Necesito descansar bien, mañana será otro día largo y hay que estar atento. Tendré la tercera guardia, lo que me permitirá descansar un poco antes y un poco después. Mientras le doy vueltas al aspecto de los habitantes que nos encontramos, me quedo dormido.

Se internan entre la vegetación pero no muy lejos del camino para no perderse, aunque con la colosal pirámide como referencia sería difícil extraviarse.

El estómago de Dante al igual que el de Marcos no parece digerir bien los frutos del planeta, tal vez sea por la propia comida o por el hecho de que llevan varios días prácticamente en la inanición.

-¡Oh Dios!, me ha sentado como un tiro, dice adentrándose en los cultivos.

Debiendo atender sus necesidades fisiológicas el arqueólogo opta por buscar un lugar entre la vegetación lo suficientemente lejos como para tener un poco de intimidad y evitar olores e insectos pero no tanto como para perderse o no ser auxiliado en caso de necesidad.

Más tarde intentará comer más moderadamente probando la tolerancia a esos alimentos.

En su guardia, al atisbar las figuras insectoides permanece quieto en silencio y atento a los movimientos de estos. En caso de ser necesario avisaría a sus compañeros.

Marcos, como los demás avisado en la guardia de Eva de la presencia de los seres que ya antes les daban un menudo susto, ahora está más calmado escuchándolos y, además, viendo a lo lejos pasar a otras criaturas extrañas. Una calma sin duda reforzada por el cansancio y un cierto malestar que le esta ganando. “Aquí estamos algo escondidos entre los cultivos, y no podemos hacer más. Mañana veremos si el camino hacia la pirámide está libre.” Y se echa de nuevo a dormir.

Cuando Eva lo despierta para su turno de guardia, ahora no tiene tanta pena en guardar los ojos abiertos, porque el malestar se acusa y se concentra poderosamente en su intestino. Despierta a Masud susurrándole: “Amigo, lo lamento, aún no es tu turno, pero tengo que atender a mis necesidades. No debería haberme pasado con esta comida rara. Vuelvo en cinco minutos, y luego puedes cerrar los ojos otra vez, ¿vale?” Se adentra más en los cultivos para no molestar a sus compañeros y experimenta la limpieza intestinal más completa y rápida que un ser humano jamás había vivido.

Su guardia terminada, despierta otra vez a Masud y se pone a dormir hasta la “mañana”.

Un pequeño retroceso en las horas de guardia:
Casí a la misma temperatura he intensidad de luz que días atrás, comienzan a salir esos seres.
Entre los matorrales y demás no os ven a no ser que se haga un movimiento brusco sin querer parecen más concentrados en buscar algo determinado.
Su rostro visto anteriormente por algunos compañeros no muestran nada bueno, pero por suerte o desgracia no se ha tenido que tratar con ellos por el momento.
(en vuestros turnos si alguien al ir al aseo, hace un ruido más fuerte de lo normal o un movimiento violento (con el aspecto la llamada de la naturaleza o cualquier otro), si quiere hacerlo provocaría un forzado en la escena implicando una complicación y TODOS ganarían un PD extra).
Lo dejo a vuestra elección. En el caso contrarió mañana pasaría con la continuación de la siguiente escena .
¿que pasara? )

Cuando mi estómago empieza a hacer ruidos pidiendo echar la comida casi no me da tiempo a alejarme lo necesario para expulsar lo que mi cuerpo prefiere que esté fuera en lugar de dentro. No puedo evitar soltar un bufido de alivio cuando todo sale y, aunque me he alejado lo suficiente, espero que el olor o los bichos no nos incomoden.

Aquellos bichos comienzan otra vez a moverse por allí. Estoy dispuesta a dar la alarma si veo que se acercan demasiado, pero no parecen hacerlo. Parecen vagar sin sentido por aquel paraje extraño.

Dedico la mayor parte de mi guardia a observarlos y a pensar en mi hijo desaparecido. Estoy agotada, física y mentalmente, así que cuando llega la hora de pasar el turno, casi que lo agradezco, aunque luego no consigo dormir bien y las pesadillas atacan mis sueños.

Lo que si es seguro y lo que más destaca en vuestra guardia, es la luz que sale de la pirámide y justo arriba de esta, entre las nubes sale un resplandor muy significativo.
Además esta esas criaturas que se ven a lo lejos en parejas de dos o de tres.

Dante descansa pero intranquilo, en sus sueños se filtra el temor real de que los seres con aspecto de insecto mutante dominen este territorio.

También aparece el muchacho, Dani, apresado por estas criaturas y a punto de ser sacrificado en la cúspide de la pirámide en un macabro ritual.

Marcos está soñando con pirámides de las que sale luz, y luego con plantas medianamente incomestibles que dan un cierto malestar y pasan por le intestino como un cepillo de alambre; pero su sueño no está agitado, y no causa ruido.   

Estaba subiendo la temperatura, el cielo medio cubierto de nubes comenzaba a reflejar un poco más de claridad; señal de un nuevo día.
Las criaturas extrañas iban desapareciendo a vuestras vistas.
Vuestros avatares se despertarán con resaca y la boca pastosa como si aquellas plantas os hubiesen producido una especie de resaca.

Algunas “vacas” con caras de oso hormiguero y alas de avispa están apenas a tres metros de vosotros busca entre la tierra lombrices, renacuajos y algún tipo de hongo.
De tanto en tanto agitan las alas para refrigerar su organismo o tal vez como medio de comunicación quien sabe.

Mientras buscan alimentos parecen pendientes de los seres que tienen cerca ( es decir de vosotros) y el menor movimiento fuera de lo normal, les hará brincar nerviosamente y recular 6 metros hacía atrás.
Otro aspecto significativo del nuevo día es que de tanto en tanto caen algunas gotas de lluvia o como se llame en aquel lugar pues son gotas que comienzan de las nubes muy pequeñas y conforme caen al suelo van atrapando las gotas de alrededor para terminar siendo tan grande y plano como una tortilla de un par de huevos, pero de agua.
Si es una forma de llover muy extraña como todo en aquel lugar.
¿Que hacéis?

“A no ser que alguien tenga un plan mejor, os propongo que nos mantengamos en el camino, pero que andemos más cerca de los cultivos para escondernos en ellos si compañía se pinta en el horizonte.”  

-Sí, lo mejor será no adentrarse mucho, aunque la referencia de la pirámide es difícil que la perdamos, sonrió Dante.

Terminó de aprovisionarse de las partes a su juicio más comestibles de la planta y se colocó el zurrón a un lado, asegurando bien todos los cierres.

-También evitaremos los rebaños de estas ¨vacosovispas¨, dado que al espantarlas sus movimientos pueden alertar de nuestra presencia, informó el hombre, preguntándose divertido si el término que había acuñado pasaría a la historia e imaginándose a su padre indignado ante tal nombre, prefiriendo uno de lenguaje más erudito, en latín tal vez.

Me siento pesarosa, como si hubiera bebido demasiado el día anterior y un dolor de cabeza incipiente quisiera aparecer de la nada.

"Mierda de comida" pienso mientras recuerdo los retortijones del día anterior, por llamarlo de alguna manera.

Miro la pirámide lejana.

"¿Habrá más riquezas allí? ¿Encontraremos alguna nueva civilización?" pienso mientras me veo rodeada de éxito y trato de recordar cada paso dado, cada detalle, cada situación.

Miro esa especie de vacas y trato de guardarme cada detalle por si en algún momento puedo hacer una buena descripción de ellas.

-Sigamos el camino, no quiero que nos perdamos-les digo sonando realmente absurda teniendo en cuenta que ninguno sabemos donde estamos realmente.

-No me gusta nada que hayamos tenido otra visita de esos seres. Tampoco creo que sea la última. Sería muy bueno para nosotros ver como interactúan con los aldeanos que hemos visto, lo que nos proporcionaría una idea de si son buenos o malos, quizás no sea una apariencia agradable y tengamos una percepción errónea de ellos, quizás incluso cuando los vimos al salir de nuestra pirámide, nos buscaban para ayudarnos sobre Dani ¿Quién sabe? Pero olvidado estas ideas tan extrañas, creo que seguir cerca de los cultivos, hasta ver si son o no hostiles, es la mejor opción que tenemos hasta ahora. Continuémos en dirección a la pirámide a ver que encontramos, esa luz debe de significar algo.

No dejo de darle vueltas en mi cabeza, quizás no lo estamos haciendo bien, quizás no hay que huir de esos seres sino encontrarlos, pero viendo su aspecto...¿quien se arriesga? Estamos en un lugar muy alejado de nuestra realidad, no debemos perder el norte y hacer uso del sentido común, que dice que alerta con esos seres.

Marcos aconseja el permanecer en el camino pero cerca de los cultivos.
Dante aconseja no adentrarse demasiado y tener cuidado con las Vacosovispas ya que podrían delatar su posición.

Eva se levanta acusando los sintamos por la extraña comida del día anterior, mientras avanza junto a sus compañeros piensa en lo maravilloso del lugar tanto por lo curioso de este como lo que puede aportar en fama y riquezas, se va fijando en los animales y en el lugar.

Masud no esta tranquilo ante esos seres, y el desconocer hasta que punto pueden ser amigables o peligrosos, propone como los demás estar cerca de los cultivos por si, no para de dar vueltas sobre esos extraños seres.

El caso es que la pirámide parece ahora apagada, ya no emite esa luz vista al “noche” anterior, las Tortillas de agua que forman la lluvia en esta zona han dejado de caer.
Las plantas se mueven ligeramente, motivadas por el viento no muy lejos de vuestro campamento se ve una de esas vacocosovispas recientemente muerta y devorada, se ve sus partes mas blandas mas que mordidas desgarradas y descuartizadas y las partes más duras desechas como si le hubiese caído una especie de baba ácida muy propio de insectos como las moscas en la tierra.
La pirámide conforme se avanza se va haciendo más y más grande, muestra evidente para los expertos arqueólogos que no es un lugar de entierro, es más un lugar de culto, donde se considera que vive un ente supremo un dios. Ya que alrededor de la pirámide, hay un preciso jardín con una fuente y la entrada esta adornada con dibujos de flores.
Decir que las flores del jardín tiene la apariencia de diminutas antenas parabólicas de color verdusco como todo lo que se ve en aquel lugar.

-¡Qué curioso!, la luz de la pirámide ha cesado y a su vez la lluvia. Casi como si alguien en la cúspide dominara la meteorología, expone Dante. ¿Tendrán alguna suerte de artefacto que controle el clima?, se pregunta.

Una vez llegados a la base de la imponente estructura, su experiencia le dice que el monumento se ha erigido como adoración a una divinidad, un Dios que puede haber sido proclamado como tal por su control sobre las tormentas.

-De momento seguiremos considerando como hostiles a las criaturas insectoides, sobre todo después de ver esa res descuartizada y desintegrada por ácidos como los de los insectos. Puede que sean esos seres o que haya otro depredador al que temer, dice el arqueólogo contestando a Masud.

Tras su exposición, examina el jardín y el acceso a la majestuosa construcción interesado en evitar las posibles trampas, puede que las experiencias en el templo le hayan vuelto paranoico, pero hasta esas plantas le parecen pequeños guardianes.

“¿Que hay alguien quien controle el clima de este mundo? No me parece probable, teniendo en cuenta el nivel de avance de civilización que hemos notado en el pueblo. Incluso en nuestro mundo son muy torpes las tentativas de controlar el clima. Aquí tendría que ser la obra de un Dios de verdad. Pero creo que es más bien el efecto de la meteorología tan extraña para nosotros, pero probablemente completamente normal para aquí.”

Tras discurrir así, se pone a examinar los dibujos de flores que adornan la entrada del templo, dibujos de diminutas parábolas tal como las flores creciendo en el jardín.

Como Dante, Marcos avanza con cautela y medio inclinado, pero no puede contra su curiosidad de profesor.