Partida Rol por web

Los sistemas Imperiales no pueden detectar por el momento la presencia del carguero hasta que este ingresara al tráfico estelar. 

Varias islas privadas se encuentran disponibles para un discreto aterrizaje por un módico precio. Las luces de la ciudad comienzan a encenderse anunciando que la noche se acerca en Eriadu.

Una vez en Eriadu me siento algo más cómodo, una urbe como aquella era más acorde para el tipo de programación a la que estaba acostumbrado. Aprovechando que estaba en la cabina tomó el lugar del copiloto y empezó a manipular el computador de comunicaciones.

"-Con su permiso capitana Lynn, creo que puedo encargarme de buscar un lugar adecuado para aterrizar evitando con ello problemas futuros con las fuerzas del orden imperiales. Tengo bastos datos para poder evitar las plataformas cuyos datos están enlazados con la matriz de información imperial, de esta manera puedo encontrar las que guardan la privacidad de sus clientes... aunque seguramente no será barato."

Enlazando con el databank galáctico cruzo los datos de las plataformas cercanas de aterrizaje con las información de mi propia experiencia.

—"Adelante Roch, tenemos créditos para quemar" —asentí conforme—", avísame cuando tengas algo. por cierto Roch ¿te importa si R5 y yo echamos un vistazo a tu vieja programación cuando aterricemos? Reconocí tu torso de B1 cuando cogiste aquel blaster en los túneles de Jabba. Unos movimientos sorprendentes para una unidad médica. Solo para estar seguros de que esté todo bien. Los B1 no eran demasiado fiables, ya me entiendes. ¿Te parece bien?"—pregunte amablemente con tono maternal.

"-Gracias capitana lo tendré en breve...", termino de generar los cálculos y cruzar informaciones para obtener al menos tres posibles lugares seguros para poder realizar los trámites oportunos.

"...en cuanto a lo de mirar mi programación, no veo en que puede ayudarme, genero aleatoriamente diagnosticos internos para detectar posibles errores que hagan peligrar mi conducta y funcionamiento adecuado. Aún así si cree que es conveniente un chequeo externo no me opondré."

Salí cuando dieron el aviso que estábamos llegando y me quedé parada en la pared observando la charla entre Roch y Declann.

- Si necesitáis ayuda puedo echaros una mano... Suelo ser buena tratando con ciertos colectivos... Recordar, fui camarera... - Reí algo divertida al recordar el cómo me había criado y las habilidades para moverme por esos bajos fondos y crear ciertos lazos. 

Después de que Roch B05 realizara unos breves cálculos para solicitar aterrizar en uno de los hangares más discretos posibles alejados del riguroso control imperial una voz que asemeja más a un droide femenino le da accesos a la bahía ERD003 del sector 46 en la ciudad principal de Eriadu.

«Corellian SX acceso concedido, transferencia de código para bahía ERD003-46... bienvenido.»

Los ganchos metálicos aseguran al carguero mientras tres droides LE comienzan la revisión de rutina en combustible y limpieza de piezas.

Tras aterrizar el carguero con suavidad, transferí los créditos asociados al anclaje y el mantenimiento por el canal estándar. Me levanté y caminé hasta la sala común.

—Umbael, Aran, os toca. Roch, ¿qué me dices, te parece bien si miramos esa programación mientras tanto? —pregunté con amabilidad.

Asiento con la barbilla a las palabras de Declan Lynn y luego me dirijo a Umbael colocándome la capucha de la túnica en la cabeza.  -Tomaré uno de los comunicadores lobulares que adquiriste en Tatooine.- después de colocarme el transmisor me dirijo a la salida. -Seguiremos en contacto por el canal seguro. No tardaremos.- Dicho esto me adelanto para salir del nave y de aquel hangar para perdernos en las intrincadas calles de la ciudad de Eriadu.

"-Me pongo es sus manos, se que R5 cuidará de no estropearme más de lo que estoy. Pero le advierto que mi programación puede resultar un poco confusa, no fue fácil para mi creador compatibilizar ciertos protocolos para que funcionaran al unísono."

Sigo a Declann y a R5 hasta el lugar de designen para realizar las comprobaciones.

- Les espero aquí o... ¿Quieres seguridad, Declann? - Preguntó al recordar ciertos comportamientos del droide - ¿Quieres que te de apoyo armamentístico y de seguridad? - Espero a la respuesta de la nueva piloto. 

Cuando los jedis desaparecieron por la rampa de la bodega de carga llamé a R5 para que se conectara al núcleo de Roch y empezara a pasar los chequeos de protocolo rutinarios.

—Si te quedas te lo agradezco, Andra —asentí a la mercenaria—, aunque no creo que haya problemas. 

Me incorporé y me acerque a Andra. Me dirigí a ella bajando la voz cuando Nobbo no estaba.

—Prefiero que vigiles a Nobbo —susurré—. A lo mejor me he pasado un poco, pero temo que nos meta en problemas sin pretenderlo. Me preocupa lo de este Koth.

Asentí a las palabras de Declann y me quedé en la pared apoyada, con la mano cercana al blaster y pendiente del resto de pasajeros de la nave, principalmente porque quizás Kuroe despertara en cualquier momento. 

"-Yo me preocuparía más por quién estaba interceptando las comunicaciones. Si Declann pudo oir la conversación entre Noboo y su contacto es que no encripto de forma adecuada la señal y por consiguiente cualquier escucha imperial puede haber transcrito la conversación y podrían estar ya esperándonos."

Dije antes de que me desconectaran.

Los barrios bajo de Eriadu siempre en constante movimiento denotan la movilización del mercado negro y una visible ausencia del imperio por aquel sector, los dos jedis se pierden en la multitud pasando casi desapercibidos tragados por aquella mancha urbana casi subterránea entre cientos de miles de edificios a un costado del espacio puerto donde ha aterrizado el carguero coreliano de Kuroe White.

Tras llegar al sistema de Erradicar y ingresar en el planeta buscamos uno de los espacio puertos no controlados por el Imperio. El sector 46 nos da acceso y tras aterrizar Aran y Umbael van a hacer lo suyo, Declann se pone a tratar  a BO5 y Andra se queda de guardaespaldas de Declann por si el droide se descontrola. 

.-Como no veo que haga mucha falta por aquí, estaré en la bodega principal, entrenando con la espada.-dije y me fui hacia la bodega principal. Me quite la parte superior de la armadura, las cartucheras y el cinturón de accesorios. Desenvaine la espada y me puse de rodillas con la espada frente a mi y empecé a entrenar. 

Algo llama la atención a Declan Lynn sobre el tablero principal de la Phantom White, un mini transmisor tal vez de Kuroe White olvidado sobre los controladores de la nave tras la borrachera.

Al examinarlo hay solo un mensaje del día anterior cuando todavía estaban en el planeta Tatooine extrayendo al capitán imperial de las mazmorras de Jaba. Al activar para escuchar el mensaje el pequeño transmisor reproduce la última y única comunicación.

Andail Sait estira sus brazos y bosteza aburrido en la sala donde se encuentra recluido. Luego se dirige a Andra Niell o a quien este cerca. -¿Disculpen?, ¿Que nadie come en esta nave?...-

Tras dejar a R5 con Roch acudo a la carlinga para asegurarme que el mantenimiento arroja valores normales. Entonces oigo la transmisión. Apreto tanto los tientes que creo que me he roto una muela. Respiro hondo y me muerdo la lengua para atrapar un improperio que trepa por mi garganta y paso la llamada al canal interno de la nave para que todos puedan oírla. Me levanto y cubro a pasos largos y decididos la distancia entre la carlinga y el lugar donde Kuroe duerme la mona. Llevo el mini transmisor del piloto en una mano, mi pistola blaster en la otra y cara de muy pocos amigos. ¿Dos traiciones en un día? ¡Demasiado para cualquiera! Malditas serpientes. Mientras paso junto a Sait le indico que se calle con un gesto duro y seco que no permite réplica. Pongo el blaster en las fosas nasales de Kuroe y le despierto para que conteste mientras me reprimo para no apretar el gatillo.

—Tu amigo te llama, cielo —susurro apretando los dientes mientras le tiendo el minitrasnsmisor— será mejor que contestes.

Por toda la nave resuena la grabación en el mini transmisor que Kuroe ha dejado olvidado en el tablero de la carlinga tras la borrachera.

Kuroe White sigue roncando y al sentir el blaster de Declann Lynn en la fosa nasal solo hace un movimiento con su manos como queriendo espantarse una mosca, luego se voltea de lado para acurrucar su rostro entre sus manos para seguir durmiendo la mona.

A paso seguro nos perdemos entre aquel mar de personas tratando de no llamar demasiado la atención. -Espero que Kitaar se encuentre activo en el trasiego de naves en este sector.- Comento en voz baja mientras nos acercamos a un amplio viejo y sucio edificio que en algún momento se quiso utilizar como oficinas de reclutamiento imperiales pero debido a la peligrosidad de la zona solo quedaron algunos vestigios de la mano del imperio.