Partida Rol por web

Son tres las arañas que se enfrentan al guerrero.

Tres horribles monstruos de múltiples ojos rojos, que emiten horribles siseos mientras la baba gotea abundantemente de sus mandíbulas abiertas.

Se lanzan al ataque a la vez, en sus pequeños cerebros el humano que se les enfrenta no supone ningún problema. Es una presa fácil…

Su ataque es burdo, previsible. Landon esquiva y para con el escudo, casi de forma automática. Y lanza una estocada que abre la negra carne. Rugidos de furia y de dolor y un chorro de un fluido espeso que debe ser su sangre. Las arañas retroceden. En sus cerebros nace el miedo. Aquel humano no es la presa fácil que esperaban…

“Ahora serán más prudentes”, piensa Landon.

Vuelven a la carga. Landon esquiva y para… Pero esta vez uno de los arácnidos esquiva la guardia del guerrero y consigue hacer presa en el muslo izquierdo. Sus colmillos se hunden en la blanda carne. El humano gime de dolor y las arañas redoblan sus siseos. Sienten que la victoria está cerca…

Y vuelven a pagar cara su confianza… Transido de dolor, el guerrero lanza un golpe desesperado con el escudo que alcanza de lleno en la cabeza de la araña aún hincada en la pierna. El afilado borde del escudo se clava tan profundo que casi secciona en dos la cabeza del animal. La sangre negra y fétida se proyecta en todas direcciones, empapando al guerrero y regando la tierra. La araña muere entre horribles siseos mientras sus hermanas la observan paralizadas por la sorpresa. Es evidente que no se esperaban este desenlace…

Landon aprovecha para retroceder un par de pasos, recuperando su guardia, mientras, con el escudo se libera de los dientes de la araña que todavía siguen clavados en su pierna. El dolor le hace trastabillar. La sangre surge a borbotones de los agujeros gemelos y se desliza por su pierna. La herida es grave, pero no mortal. Tiene tiempo de agradecer al Señor de la Batalla que aquellos inmundos bichos no sean venenosos. De lo contrario, ya estaría muerto.

Pero se recuperan rápido de su estupefacción. La sorpresa se transforma en odio. El asqueroso humano ha matado a su hermana y ahora sólo ansían venganza.

Acometen redoblando su furia y consiguen nuevamente su objetivo. Los colmillos húmedos de pegajosa baba rozan la piel del guerrero, aunque, esta vez, no logran hacer todo el daño que buscaban. El ataque es brusco y de nuevo imprudente. La espada destella atrapando la luz que se filtra entre las hojas y desciende veloz, perforando y rasgando el negro cuerpo. La araña, herida gravemente, retrocede a duras penas, chillando de dolor. Su hermana cesa su ataque mientras protege la retirada, lo cual es una suerte para el guerrero, que puede rehacerse y recuperar el resuello.

Su pierna ya no sangra tanto y Landon aprovecha el respiro para rasgar un pedazo de su capa y vendarse como puede la herida. A lo lejos cree oír los gritos de ánimo y de angustia a la vez de la princesa, pero no entiende lo que dice. Lo único que oye son los rugidos de las arañas, que se preparan para contraatacar.

Vuelven a la carga, pero es una carga tosca y desesperada. Una de ellas está malherida y avanza dando traspiés y dejando un rastro de de sangre a su paso. Landon no espera a que ataque. Se lanza a la carga y la remata con facilidad, mientras mantiene la distancia con la araña superviviente.

“Las cosas están más igualadas, ahora...” piensa, mientras fija su mirada en los múltiples ojillos del animal que tiene enfrente. Por suerte para él, estos seres no se habían encontrado nunca con un sacerdote-guerrero bien entrenado y armado. Pero su instinto depredador es tal que sólo pueden pensar en una cosa: matar. Y eso es lo que intenta una vez más la araña. Se mueve con lentitud, alrededor del humano, mientras parece estudiar su guardia, buscando un punto débil. El suelo del claro está embarrado con la sangre de sus hermanas. El olor es repugnante. Pero Landon no hace caso. Está completamente concentrado en el combate y quiere acabar cuanto antes, para curarse la terrible mordedura que debilita su pierna. Respira entrecortadamente y el sudor cae a chorros de su frente, nublando en parte su visión. Se tambalea mientras lleva el dorso de la mano de la espada a los ojos, para tratar de enjugar el sudor.

Y la araña ve llegado el momento que estaba esperando. Con un rugido aterrador, abre sus mándíbulas y embiste a toda velocidad.

La boca del guerrero se curva en un rictus socarrón. El animal ha caído en una de las trampas más burdas del guerrero. Estaba esperando la acometida y la araña descubre demasiado tarde que el gesto de limpiarse el sudor no era más que una treta para forzarla a atacar. Lo último que ve es la punta de la espada acercándose vertiginosamente a sus ojillos sorprendidos. Y muere.

Landon apoya la pierna buena en la cabeza de la araña muerta y desentierra su arma, que provoca un torrente de sangre espesa al salir. El guerrero envaina, no sin antes cerciorarse de que no hay más enemigos por los alrededores. Después, saca su varita de curación y la aplica a la pierna herida. Escucha los gritos de alegría y entusiasmo de la princesa más cerca. Pero antes de reunirse con ella tiene que hacer otra cosa: Se arrodilla y levanta su espada en un gesto de humilde entrega, mientras reza una oración de gratitud.

Una vez más, ha sido bendecido por su Señor. Una vez más ha salido victorioso.

Siente su fe renovarse al tiempo que su cuerpo se cura.

El tesoro está diseminado por el suelo del claro, debajo de montones de hojas y ramas. Hay muchos huesos viejos y redes diseminadas entre el tesoro. Consiste en 80 gp (en una bolsa de cuero conteniendo un bead of force), 112 pp.

Una vez que se superan las arañas, el hombre en las redes se libera rápidamente. Aunque un poco aturdido por la picadura del veneno, logra una elegante reverencia. "¡Saludos, mis muy buenos amigos! ¡Soy Rhodoban el Magnífico, trovador y bardo, narrador de cuentos y cantante de grandes baladas, y tal crearé para conmemorar esta batalla!"

Rhodoban es un hombre esbelto y guapo, con una actitud encantadora y relajada que tranquiliza a la gente. Sin embargo, teme el combate y luchará solo si no puede correr u ocultarse. Está extremadamente interesado en conocer la situación de la princesa Ariella e insiste en ayudar. Como el día se hace tarde, sugiere que continúen antes de que caiga la noche. Se tarda una hora de caminata, momento en el que los bosques están casi a oscuras. Rhodoban enciende una antorcha si el PJ no tiene una. Se encuentra un pequeño claro que resulta adecuado para acampar, con suficiente madera seca a mano para un pequeño fuego

La mañana siguiente amanece brillante y clara, con luz solar que fluye a través del bosque. De acuerdo con lo que Ariella ha escuchado, debería haber un río justo delante, antes de que el bosque termine al pie de Stone Ridge.

Después de la oración y recuperado el resuello, Landon echa un vistazo por los alrededores, en los nidos de las arañas y el esfuerzo se ve premiado con algunas monedas y una bolsa de cuero con una misteriosa esfera negra. Parece valiosa. Recoge todo lo que puede tener algún valor y lo guarda en su macuto. Después regresa donde la princesa, que está ayudando al hombre a recuperarse.  

-¡Saludos, mis muy buenos amigos! ¡Soy Rhodoban el Magnífico, trovador y bardo, narrador de cuentos y cantante de grandes baladas, y tal crearé para conmemorar esta batalla!

 Landon sonríe divertido al oír las palabras del supuesto bardo.

"¿Una balada sobre mí...? ¿Qué dirían mis maestros de templo de esto?"

Ejecuta una breve reverencia como respuesta y se presenta:

-Es un placer. Mi nombre es Landon. Guerrero y clérigo de Tempus. Apuesto a que será divertido oíros contar cómo acabasteis en esta espesura, solo y rodeado de arañas. Pero será mejor que antes busquemos un buen lugar para pasar la noche. Ya está atardeciendo y me gustaría alejarme lo antes posible de este lugar y de sus horribles habitantes (con un gesto, señala los cadáveres de arácnidos esparcidos por el claro).

Sin más, recoge sus armas, se cuelga el macuto, echa un vistazo a la princesa, para comprobar que todo está en orden y después, comienza a caminar siguiendo el sendero.

Después del desayuno, los aventureros siguen el sendero, que ahora es más ancho (6 pies de ancho) y parece más transitado, aunque quién lo use aquí es una pregunta sin respuesta. No mucho antes de la mañana, se escucha el sonido del agua corriendo desde algún lugar adelante. Al doblar una curva en el camino, sela PC ve un río estrecho que cruza el camino. Está atravesado por un puente de madera en buen estado. De pie en lo alto del puente hay un hombre alto y musculoso que sostiene un bastón."¡Esperen, viajeros! Yo soy el Rey del Bosque, y yo poseo este puente", les grita."¿Qué cuota pagará por su uso?"

El Rey del Bosque es un guardabosques solitario. Él desafía a todos los que lo atraviesan a que lo encuentren con un bastón en el puente, para impugnar su derecho de paso. (Rhodoban, como bardo, está exento de este desafío, aunque el Rey le pregunta cortésmente si lo favorecería con una sola canción para pagar). El puente mide 30 pies de largo y 5 pies de ancho,
 

-¡Esperen, viajeros! Yo soy el Rey del Bosque, y yo poseo este puente ¿Qué cuota pagará por su uso?

 Después de todo lo que ha pasado en este viaje, la estampa de aquel hombretón plantado en medio de un puentecito de madera, sobre un riachuelo (tan estrecho que posiblemente se podría vadear facilmente) hace sonreír a Landon, aunque su sonrisa es un gesto discreto, porque no desea ofender al "Rey del Bosque".

Veamos si podemos solucionar este problema con diplomacia. Espero no tenerla muy oxidada. No la uso a menudo...

El guerrero hace una señal con el brazo a sus acompañantes y avanza con calculada lentitud hasta el comienzo del puente. Una vez allí, se detiene, y hace una educada reverencia al gigantón musculoso. 

-Saludos, noble caballero. Soy Landon Mantogrís, guerrero ungido de Tempus. Os saludo. Permitidme presentaros a mis acompañantes. El hombre delgado es Rhodoban el Magnífico, trovador y bardo, narrador de cuentos y cantante de grandes baladas. La hermosa doncella es Ariella, princesa de Tramilar. Mi humilde labor es ser su escolta y protector hasta devolverla sana y salva en los amorosos brazos de su padre, el rey Ormath. 

Sería para mi un honor medir mi espada con vós, noble guerrero, pero infelizmente tenemos mucha prisa. La princesa ha sido víctima de un vil secuestro y arde en deseos de regresar a su hogar, en donde todos estarán terriblemente preocupados por su suerte. Os ruego que tengáis a bien hacer una excepción con nosotros y nos permitáis el paso por vuestro puente. Estoy seguro que el buen rey Ormath os lo agradecerá generosamente...

Ya no se me ocurre nada más... Espero que mi labia sea suficiente... De lo contrario, tendré que intentar comprarle el derecho de paso. El combate sólo será la última medida, dado que este hombre no parece malvado, sino, más bien, un poco majara.

El hombre sonríe y dice: "¡Sólo quiero una prueba de armas contigo, buen amigo! ¡coge uno de esos bastones y prueba tu mano para superarme! Tal vez alguno de nosotros haga un poco el ridiculo delante de la princesa, pero si es así, no dolera mucho. ¡Vamos, adelante! " Hay varios palos junto al puente. Aceptar el desafío significa luchar para someter al otro, no herir o matar. The King está muy seguro de que el PJ entiende que esta es una pelea amistosa antes de que comience. También insiste en que si el PJ tiene una armadura de metal, debe ser retira de antemano. Ser golpeado en el río probablemente lo lleve a ahogarse. Si te muestras reacio al desafío, el Rey grita ruidosamente sobre "No hay valores, ni honor en la generación actual", y luego dice que aceptará una cantidad de monedas de oro, para permitir que el PJ, el bardo y la princesa crucen el puente. Aunque es genial, no los dejará cruzar sin dinero o combate como pago. El combate comienza por mutuo acuerdo, después de que ambos combatientes estén preparados y listos para luchar. Si cualquiera de las personas saca un impacto y el otro falla un control de Destreza (a -5)(Doble de todo si es critico), cae al río y es arrastrado 4d10 yardas antes de encontrar una rama estirada al otro lado del río, que puede ser agarrada y utilizada para llegar a cualquier orilla. Si el Rey es derrotado, declara al PJ el ganador e inmediatamente actúa como su mejor amigo.

"¡Sólo quiero una prueba de armas contigo, buen amigo! ¡coge uno de esos bastones y prueba tu mano para superarme! Tal vez alguno de nosotros haga un poco el ridiculo delante de la princesa, pero si es así, no dolera mucho. ¡Vamos, adelante! "

 En fin... Si no hay más remedio...

Landon se encoge de hombros, deposita con delicadeza sus armas y escudo en el suelo, a un lado del camino y procede a quitarse su querida armadura. Se siente un poco desnudo sin su preciosa coraza... Pero sabe que si cae al río con ella, podría se mortal. Después de un instante de duda, se quita también las botas. Una vez despojado de todos los objetos que pueden suponerle un estorbo se vuelve hacia la princesa y el bardo y les hace un gesto sin palabras, indicándoles que esperen a cierta distancia.

El guerrero dirige una mirada apreciativa a la colección de palos que hay junto al puente. Coge uno, lo sopesa, hace un par de movimientos con él, probando sus capacidades como arma, lo deja en el montón y coge otro. Así hasta que encuentra uno que parece agradarle más. 

-Bien, caballero. Creo que estoy preparado para medir mis fuerzas con las suyas en singular combate. Que Tempus, Divino batallador, señor de la guerra justa y la batalla, me halle digno...

Como te caes al primer golpe, el Rey se ríe a carcajadas, y te felicita por tomarte bien tu chapuzon. "Estas más mojado en el cuerpo pero mas sano en el espíritu, lo garantizo, amigo".

Ariella se ríe juguetonamente, mientras que Rhodoban lo ayuda a secarse. Una vez que termina el concurso, el Rey (cuyo verdadero nombre, dice, es Marie) saca una bota de vino llena de agua dulce. Encuentras que cada trago actúa como una poción de curación. Marie explica que hay una fuente cercana cuyas aguas son mágicas y saludables. El agua tomada del manantial permanece mágica por un breve tiempo (1d6 + 2 turnos), volviendo a agua ordinaria después.

 "Fue una lucha justo, amigo", dice Marie con aprecio. "No encuentro muchos aquí que sean lo suficientemente corteses como para entrenar conmigo. ¿Qué haces en estos bosques?"

Marie está atento e interesada, pero hay poco que puede hacer para ayudar. Huyó de Tramilar hace casi siete años, cuando el joven príncipe lo acusó injustamente de un crimen. No desea regresar y enfrentar la justicia del rey con la palabra del príncipe contra la suya. "'Difícilmente podría ser una competencia justa, ?" él bromea, aunque hay un trasfondo de arrepentimiento en su voz. La princesa admite que no sabe nada de estos eventos, pero promete poner una buena palabra para él cuando llegue a Tramilar. Si se le pregunta, Marie dice que hay duendes en este extremo del bosque, así como en el extremo norte. "Las pequeñas plagas están en todas partes, ya que la Pox diezmó a Tramilar y sus ejércitos", señala. "No se puede tirar una piedra, pero en algunos lugares golpea a un duende. Lo mejor es tener mucho cuidado. No les gustan mucho los que cruzan sus territorios".
 

Landon sale del río mientras escucha la alegre risa de su oponente "El rey del bosque". Empapado y dolorido, el primer pensamiento del guerrero es para su dios. No hay deshonor en la derrota si la lucha ha sido digna. Hoy Tempus no le ha sonreído.

Misteriosa es la voluntad de Tempus. Bendito sea. 

El guerrero camina por el sendero, chorreando agua. Su dignidad y sus posaderas han sido puestas a prueba y tardarán un tiempo en restablecerse. 

"Fue una lucha justa, amigo. No encuentro muchos aquí que sean lo suficientemente corteses como para entrenar conmigo. ¿Qué haces en estos bosques?"

Una vez más o menos seco, y reconfortado tras haber dado algunos tragos del agua curativa que le ha ofrecido Marie, el estado de ánimo de Landon mejora considerablemente, aunque las risitas de la princesa no ayuden precisamente...

-Como creo haberos dicho antes de que me arrojaseis al río, alteza, mi nombre es Landon Mantogrís, guerrero ungido de Tempus. Me encuentro en una misión como escolta y protector de la princesa Ariella, hermosa y risueña doncella. Mi misión no acabará hasta no entregarla al cuidado de su padre, el rey Ormath de Tramilar.

¿No sabréis, por casualidad, si este es el camino hacia allí?

Marie está atento e interesado, pero hay poco que puede hacer para ayudar. Huyó de Tramilar hace casi siete años, cuando el joven príncipe lo acusó injustamente de un crimen. No desea regresar y enfrentar la justicia del rey, con la palabra del príncipe contra la suya. "'Difícilmente podría ser una competencia justa, ?"  bromea, aunque hay un trasfondo de arrepentimiento en su voz. La princesa admite que no sabe nada de estos eventos, pero promete poner una buena palabra para él cuando llegue a Tramilar. Cuando se le pregunta, Marie dice que hay goblins en este extremo del bosque, así como en el extremo norte. "Las pequeñas plagas están en todas partes, ya que la Pox diezmó a Tramilar y sus ejércitos", señala. "A veces se puede tirar una piedra, y en algunos lugares golpea a un goblin. Lo mejor es tener mucho cuidado. No les gustan mucho los que cruzan sus territorios". Pero aun asi te señala el camino

Finalmente, un brillo es visible a lo largo del camino. El sendero mismo se contrae un poco, se estrecha a apenas 3 pies de ancho. El final está bloqueado por un pie y medio de follaje grueso que Landon debe cortar. El follaje frondoso oculta efectivamente el final del camino, incluso después de que ha sido cortado para permitir que el heroe, Rhodoban y Ariella lleguen a la tierra rocosa del otro lado. Cuando los tres personajes alcanzan el final de Dreadwood, hay un último obstáculo que superar antes de que puedan llegar al Tramilar. Conocida como Stone Ridge, esta muralla de piedra es una variedad de acantilados que son difíciles de cruzar directamente. Conocida por el ocasional residencia de trolls u ogros, la cara sur de Stone Ridge es la frontera más al norte de Tramilar. Cruzar la cresta es la forma más directa de llevar a Ariella a casa. La ruta más conocida a través de esta cresta es el acertadamente llamado Passage Road, que atraviesa Stone Pass. Sin embargo, a Landon, no se le dará mucho tiempo para buscar Stone Pass, ¡ya que una tropa de goblins se acerca desde el oeste!

Los duendes están armados con espadas cortas. Tres de ellos tienen ballestas ligeras (descargadas), que inmediatamente trabajan para prepararlas. Los usuarios de espadas se detienen hasta que las ballestas estén listas. El objetivo de este encuentro es conducir la PC y sus compañeros a Gloombarrow. Si una docena de duendes no espantan a la PC, ¡agrega una docena más! Si la PC decide no luchar contra los duendes, la PC, la princesa y el bardo pueden correr hacia el este. Existe un camino claro a lo largo de la base de la cresta, dando pocos obstáculos. Pero después de correr durante cinco minutos, justo cuando se alejan de los goblins, ¡ven a un troll deambulando en su dirección desde el este!

El troll no lleva ningún tesoro. Una vez que ve a los tres personajes, el troll se mueve hacia ellos de manera constante, entrando en una carrera completa a medida que se acerca. Los aventureros están atrapados entre una roca y un lugar duro, seguro. A medida que los duendes se acercan desde el oeste y el troll se acerca desde el este, las opciones de PC son pocas, especialmente porque están muy lejos del camino. La PC puede elegir inspeccionar la cresta detrás de él. Si no lo hace, Ariella o Rhodoban lo hacen. Se pueden ver indicios débiles y meteorizados de un sendero rocoso, tallado en la piedra y que conduce a una grieta en Stone Ridge. Sería intransitable para un caballo, pero el equilibrio para los humanos resulta ser adecuado (sin penalidades de combate), aunque el camino podría llevar a un callejón sin salida. Esta es la única ubicación parcialmente defendible a la vista, por lo que prácticamente no hay otra opción. Uno de los miembros del grupo nota un garrapate rojo oxidado en una roca. Muestra una calavera con un par de runas goblin esbozadas debajo. Se necesita muy poca imaginación para sentir que este es un símbolo de peligro. Los duendes y el troll se detienen brevemente al verse y luego continúan con sus búsquedas individuales de los personajes. ¡Quien llegue primero es el ganador! Al final del sendero pedregoso hay una pequeña construcción de piedra de 30 pies de ancho, con una puerta caída frente a los personajes. Un duende muerto hace mucho tiempo se encuentra al otro lado del umbral del marco de la puerta, sobre el cual está tallado "ARROLL". Si los héroes entran, los goblins gruñen y se mofan el uno al otro pero no persiguen. El troll gruñe de rabia, pero tampoco los sigue. Se va, pero los duendes toman la estación, esperando que salgan los personajes.
 

Landon ve venir a los goblins y en su cabeza se inicia una batalla para decidir qué hacer a continuación. ¿Huir o combatir? Pero es una batalla que se resuelve con brevedad. El es un guerrero ungido de Tempus. No sabe huir. 

-!Rhodoban, princesa, rápido, sigan el camino hasta encontrar el Stone Pass! Estamos ya muy cerca y no vamos a fracasar ahora. ¡Adelante! Yo os cubriré y ganaré todo el tiempo que pueda.

Oh gran Tempus, mírame. Que esta batalla sea grata a tus ojos y que mi lucha sea digna de tu nombre.

El guerrero se prepara para combatir una vez más. Escucha más que ve cómo el bardo y la doncella siguen su camino a la carrera. Entonces se planta en medio de la senda, con las piernas abiertas para conseguir una buena sustentación, la espada en una mano y el escudo en ristre. Tiene el Bead of Force en el bolso que pende de su cintura, al alcance de la mano. 

-¿A qué vienen tantas prisas? ¡Tomad, este es mi regalo para vosotros, goblins!

Espera a que la tropa goblin se acerque a una distancia ideal para maximizar el daño, clava la espada en la tierra del camino y entonces les lanza la pequeña esfera negra, recupera la espada y se vuelve a poner en guardia.

Los goblins están armados con espadas cortas. cinco de ellos tienen ballestas ligeras (descargadas), que inmediatamente trabajan para prepararlas. Los usuarios de espadas se detienen hasta que las ballestas estén listas. Te cargas a 5 de ellos, pero aunque,  una docena de goblins no te espanta se agrega una docena más! Ahora si que son demasiados, la princesa y el bardo corren hacia el este. Existe un camino o claro a lo largo de la base de la cresta, entre unos pocos obstáculos. Pero después de correr durante cinco minutos, justo cuando os alejan de los goblins, ¡veia a un troll deambulando en su dirección desde el este!

Una vez que ve a los tres personajes, el troll se mueve hacia ellos de manera constante, entrando en una carrera completa a medida que se acerca. Los aventureros están atrapados entre un camino de rocas y a medida que los goblins se acercan desde el oeste y el troll se acerca desde el este, vuestras opciones son pocas, especialmente porque estáis muy lejos del camino y las piedras parecen dejaros con pocas salidas