Partida Rol por web

_-_Distopía_-_

III Ordenando el caos

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15/12/2009, 19:55

Si el barrio no era lo mejor, el lugar tampoco pero lo cierto es que eso apenas iban a descubrirlo y es que tras el incidente de Winter con el aparato de entrada, que habría hecho sonreír de placer a la mente más maquiavelica* que existiera, la puerta se había abierto a pesar del fallo de Zoe y es que la firma del rubio parecía haber servido después de todo. Ante ellos unas escaleras al más puro estilo antiguo, se alzaban casi con disimulo en lo que otro tiempo habría sido con orgullo; había un olor a humedad en el aire que les llegaba a pesar de aún estar afuera. Desde allí podían ver el ascensor antiguo que era ya una reliquia, tendrían que subir los 4 pisos por las escaleras. Keith los miraba con cierto recelo y cuando estaba por acercarse, su telefono sonó.

-Un momento...-dijo a Zoe pero no la nombró.-Ahora mismo es imposible, pero... Está bien, lo entiendo. Si, si, lo he entendido. No, no te preocupes.Espérame unos minutos... Si, gracias por las indicaciones-dijo a la voz del otro lado.-¡Hey, poli! Espero que cuides bien de ellos-se refería a Trapos y a Zoe,-volveré enseguida.

Sabía que se estaba ganando una buena con Zoe, así que no le dio tiempo de nada y rápidamente tras propinarle un beso en la frente, se alejó para encontrarse con Kylie. Aquel iba a ser un día largo y el guitarrista lo sabía, además, aún se imaginaba la mirada furiosa de Zoe en su nuca; mejor volver pronto si no quería que su querida Zoe lo matara más que con la mirada. Se perdió doblando en la esquina y el policia, Trapos y Zoe permanecían parados frente a la puerta. Cuando subieran encontrarían un lugar más bien con poco uso o nada, una heladera llena de cosas que alguien cambiaba cada cierto tiempo. Había una cama en el fondo del piso que era enorme y lo parecía más por los pocos muebles que tenía; había dos enormes sillones, ajados y sucios pero que aún servían pero lo más importante de todo, eran los enormes ventanales que a pesar del polvo brilloso dejaba ver una buena parte de la ciudad.

Las cámaras estaban situadas en lugares estratégicos y cuando aquel singular grupo entrara, la puerta volvería a cerrarse. Por suerte desde dentro sería sencillo para cualquiera de ellos abrirle a Max o Keith; ya era bastante desafortunado que no estuvieran todos al mismo tiempo en el lugar de la cita.

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17/12/2009, 10:33
Grasp Winter

Había decidido que era mejor dejar tranquila a Zoe durante un rato, aquella reacción denotaba un enfado considerable, con ella misma sí, pero era mejor que no se extendiera al resto, no me apetecía lidiar con ella de mala leche. La dejaría que pensara durante un rato.

Además, la puerta se había abierto, y no era cuestión de estar aquí a la vista durante mucho más rato. Iba a entrar, pero la voz del rockero chirrió a mis espaldas, joder, que capullo, dile a todos que soy poli, eso es de puta madre, la mejor manera de sobrevivir en la calle, no te jode, ¿se pira?, ¿pero qué cojones?, ¿se cree que esto es un puto picnic?

Resople echando una mirada a la chica, sólo faltaba esto, pero confiaba en que Zoe subiera, sus actuaciones no habían sido las mejores, y no podía permitirle más errores, no si quería que todos confiaran en ella. Por suerte subió, aunque no me gustaría estar en la piel de Keith cuando estuvieran ambos a solas, uhm, bueno, tal vez una a una parte de mi sí que le gustaría.

Disimulé la sonrisa mientras sostenía la puerta para que pasara, aún tenía la mano algo hinchada y con un molesto dolor sordo, pero tampoco iba a quejarme demasiado. Me quité el gorro y lo arrojé sobre uno de los sillones y me dirigí aún sin decir nada a la nevera, de la que saqué un par de refrescos, uno de los cuales tendí a Zoe mientras admiraba la imponente vista que teníamos ante nosotros.

Es un apartamento de seguridad de la policía, obtenido normalmente mediante algún chanchullo con algún jefecillo de la zona, bastante securizado y los habituales de la zona suelen dejarlo en paz destapé la bebida con un sencillo movimiento del dedo, y apreté con fuerza la botella, su frialdad aliviaba levemente la quemazón. Normalmente son una basura, y este no es una excepción, pero me encanta la vista que tiene di un sorbo, apartando la mirada de la ventana para centrarla en ella, que me gustaba más.

Agradecía este momento a solas con ella, si Aguirre hubiera estado allá abajo, habríamos tenido problemas, y tenía que tratar esta situación con un tacto que no sabía si poseía ¿Te dan miedo las alturas?, a mí nunca me han gustado demasiado de hecho, permanecía a una distancia de un par de pasos del ventanal es una de las pocas cosas que consiguen ponerme nervioso sonreí un poco mientras mi mano se deslizaba hacia mi nuca, confirmando este hecho.

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17/12/2009, 21:17
Zoe

Lo siguiente que me podía cabrear más, después de la gran cagada electrocutadoramente hablando, ocurre: Keith decide pirarse. Me giro sorprendida cuando lo dice, entornando confundida las cejas y cuando decido que no me mola una mierda la idea se lo hago saber cruzándome de brazos y mirándolo con mala leche….

…. Pero el muy capullo me desarma con el beso en la frente, y sólo acierto a hacerme la digna con no mirarlo cuando me lo da. Tendrá que ser bastante.

Niego con la cabeza y me adentro enseguida, brusca -Andando, Trapos.- El olor no es que moleste demasiado a mi ofuscamiento particular, al fin y al cabo mi cuarto de baño no tiene nada que envidiarle a este perfume; lo malo son los escalones, que sí que me acaban desinflando un poco. Solo falta eso, que me convierta en una blandengue… físicamente. A lo otro ya medio me he resignado… ¿No te jode la tía?, mirando el culo del poli mientras sube las escaleras (sólo un poco, eh)…. Lo que yo decía, subnormal profunda.

Por suerte la caminata termina y mis instintos se mantienen más o menos sedaditos. Yo en guardia, pues desde abajo me he dado cuenta de la soledad de la que vamos a “disfrutar” un ratejo. Ya me debes otra bien tocha, Keith. Mierda.

Paso por su lado, rápida, cuando me hace entrar, quedándome ahí, cual atento pasmarote tras coger la bebida isotónica verde, frotándome la otra mano en el desgastado pantalón oscuro mientras escucho toda esa mierda de corrupción que no me sorprende lo más mínimo, lo raro sería lo contrario.

Doy un par de pasos y, lejos del rubito y, sobretodo, de sus gestos toca moral, miro por la ventana. El perro salta sobre mis muslos, sé perfectamente lo que quiere, pero se va a esperar un momentillo -En verdad… nunca he estado mu alto que digamos.- Me encojo de hombros…que pedazo de cateta… -En algún desfiladero y poco más... pero no me da cague.

El comenzar de insistentes ladridos me ponen en marcha. Anda que no me ha salvado veces Trapos de cosas chungas…. Voy a la máquina de cosas frías y saco una botella de agua que vierto en un cuenco que hay en el suelo… Silencio absoluto de nuevo. El traidor se queda ahí pasando de mi culo.

Vuelvo al sitio del que partí. Mirando en mutismo por el vantanal, intentando encontrar algo interesante que me llame la atención. Algo de fuera. -A mi los edificios estos no me terminan de molar.- Niego con la cabeza, reafirmando totalmente en serio lo que he dicho, se nota en el tono que no creo que acaben haciéndolo. -En cuanto acabemos el asuntillo, yo creo que nos vamos a largar...- Por supuesto hay muchos más motivos que la cutrez de los bloques, pero la imbecilidad de contarle algo (porque se ha escapado) ya va bien así. Trago saliva y vuelvo a lo que debo, a lo que he venido. Tono de voz más frío

Oye, me he traío la lista de cosas que necesito pal día ese- Mano en el bolsillo trasero del pantalón y saco rápidamente el papel, abriéndolo con la mano libre de la bebida y tendiéndoselo –Lo que te dije: no creo que tengas problemas en encontrar nada.

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21/12/2009, 11:15
Grasp Winter

Se dibuja de nuevo la sonrisa en mi rostro cuando dice que nunca ha estado muy alto, un desfiladero, ¿una ironía? La miro con intensidad, de manera muy diferente a como lo había hecho hasta ahora, intentando ver más allá de sus gestos, intentando profundizar un poco en aquellos ojos verdes, siguiéndola cuando realiza el ritual para dar de beber a su perro.

Tomo la lista que me tiende, y le echó un rápido vistazo, la gran mayoría de las cosas me son casi desconocidas, pero se quien puede ayudarme con ellas, así que simplemente me limito a asentir.

Poder largarse estaría bien me sorprende darme cuenta de que ni siquiera me lo había planteado nunca ,dejarlo todo atrás y empezar en cualquier otro lado, sin que nadie te conozca, sin más responsabilidades que el sobrevivir día a día. Estaría bien si, pero eso es algo que yo nunca podré hacer, no es que me queje, simplemente es un hecho. Ae y Clay me suponían una compleja telaraña alrededor de la cual mi vida se iba tejiendo, un pequeño insecto que intenta todos los días buscar un recoveco para no ser definitivamente devorado por la dueña de la tela.

Busqué de nuevo aquellos esquivos ojos que llamaron su atención aquel infernal día en el que la conocí, dándome la impresión de que hacía años que sabía de ella, sintiendo una estúpida sensación de vacío en mi estómago si no volviera a verla Donde irías Zoe? antes de hablar, había echado un nuevo vistazo al exterior, el paisaje me ofrecía una suerte de morbosa inquietud, no tan diferente a la que me producía aquella extraña mujer que tenía delante.

Le sonríe sinceramente, me interesaba saber adónde iría, aunque no tuviera ningún sentido. Me senté en el respaldo del sofá, con la bebida en la mano pero sin beber, pendiente de ella, ¿De dónde eres? la necesidad de saber más cosas sobre ella se agolpó de manera alarmante en mi cabeza .

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21/12/2009, 21:16
Zoe

Entorno los ojos con la primera frase que sale de los jodidamente sexis labios que tiene el poli rubiales, totalmente olvidado el papelito profesional… ¿Le sorprende, o le mola que lo haga o le fliparía hacerlo a él?... Los cierro otro poco mientras sigo analizándolo y me muerdo el labio inferior para tragarme despacito y con buena letra mis palurdas preguntas mientras el continúa hablando.

¿Por donde coño empiezo? ¿Y por que cojones quiero contestarle? Como si existiese alguna duda de lo vendida que estás frente a este colega… no, no, no exageremos a hierro, simplemente tengo que matar el tiempo hasta que el idiota de Keith venga, joder. O Machete aunque sea.

Trago saliva. Asqueada conmigo misma y con que me molen sus sonrisas.

Yo creo que tiraremos a ver a nuestra familia. Un poco antes de lo esperado, pero bueno… ajo y agua.- Un trago al refresco, que podría estar bastante más malo, cuando termino de darle la información. Hay que avisarlos de lo de McMord, eso seguro, de que el cabrón, de tirado, nada de nada. -Me imagino que luego pa otra ciudad de éstas, depende de cuantas pelas saquemos con la movida.

Que enorme mierda que decirle que los esperaré abajo, con mi animal (por supuesto) no es una puta opción. Ya le he parecido bastante pardilla desde que hemos llegado.

Nací en una comarcal que une un pueblo que se llama Hystin con otro, un tal Ristownplace o algo así…- He cambiado el verbo adrede, pues estoy intentando hablar con propiedad de esa cursi que usa la gente. Así que algo parecido a contrariedad es evidente en mi careto.

Calculo que a mil quinientos kilómetros de aquí… no sé, es chungo saberlo bien.- Me rasco la cabeza mientras digo la cantidad y luego me encojo de hombros, me da coraje demostrarle otra vez que no sé lo que me está preguntando… o lo que yo quiero decirle por ser una niñata idiota. La palabra “Vendida” ha vuelto a mi cabeza mientras he vicheado un momento a Trapos, volviendo entonces al azul ese que casi me marea hace dos días y me lanza a una piscina.

Tú eres de esta ciudad, ¿Verdad? O de otra, me juego el cuello.- Asiento, completamente segura de estar en lo cierto, intentando lanzar balones fuera, cuantos más, mejor, de la hostia vaya. -No puedes tener más pinta de urbanita, tío.- Sonrío con regular mala idea al terminar la frase. Mitad cachondeo mitad dando a entender no me parece un cumplido especialmente.

Mitad rallada con el mundo.

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22/12/2009, 11:03
Grasp Winter

Ya sospechaba los orígenes de Zoe, y sus palabras terminaron de confirmármelo, no había tratado demasiado con los de su “especie”, pues entraban muy poco en las ciudades, ya era raro que ella tuviera un apartamento incluso. Tal vez fuera por el músico, seguramente lo hacía todo por él, y el gilipollas se largaba sin más en vez de quedarse mirando las cosas que hace.

No puedo evitar que sus gestos me hicieran gracia, tenían el encanto de la naturalidad, y bueno, tenían más cosas aparte de encanto, eso estaba claro, No tengo ni puta idea de donde está ese lugar respondí mientras dejaba la botella, casi sin tocar en el alfeizar de la ventana, y caminé en su dirección, arrugando un poco la nariz en un bromista gesto que simulaba enfado, como respuesta al tono que ella había empleado. Era evidente que le iba la marcha, lo cual era otro punto a su favor.

Pasé de largo mirándola, con la sonrisa aflorando de nuevo, y me deje caer en el sillón, abriendo los brazos para que se apoyaran en la cabecera del mismo, Soy de aquí, toda mi vida en este lugar, puede que sea un lugar de mierda, no te lo niego, pero no he conocido otra cosa, y creo que no podría sobrevivir sin estar rodeado de altos edificios y luces de colores chillones enarqué las cejas, sin dejar de sonreír aunque de todas formas, por mucho que quisiera largarme, y tuviera una buena oferta ahora mi gesto se tornó socarrón, y crucé las piernas poniéndome aún más cómodo no podría hacerlo tenía que llamar al hospital a preguntar por Clay, pero me resistía a hacerlo.

Joder, incluso pensando en ella seguía sonriendo, tenía que dejar de ensayar tanto.  

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22/12/2009, 12:35
Zoe

Ladee la cabeza cuando dijo que no sabía donde nací, negando con la cabeza para darle a entender que yo tampoco demasiado, sonriendo por eso y oscuramente complacida con las palabras que ha utilizado. Casi decido relajarme un poco… pero enseguida decido que no. Una palabrota no cambia nada.

Su paseillo cual boxeador acechante en un ring me espabila, queda sólo en un amago de susto en el que, por suerte para mi, no doy un paso atrás o una gilipollez de esas: Sería mi condena. Va a resultar que, a veces, dios existe. Ni siquiera un suspiro aliviada cuando se deja caer en el sofá de nuevo.

Que máquina soy.

Continuo escuchando atenta (algún cabrón pensaría que hipnotizada) lo que dice. Satisfecha por llevar razón y que mi cuello esté a salvo. No tengo nada bueno que decir sobre su ciudad… pero tampoco de ninguna otra. No es nada personal, todas son una mierda y punto. Le iba a interrumpir para poner a parir todas las ciudades del mundo, tan contenta, cuando termina de hablar.

Otra vez no sé por qué, otra vez me da igual… las palabras me queman la garganta y salen sin que a las hijasdeputa yo les haya dado permiso. –¿Y por qué no?- Intento encontrar la respuesta mirando fijamente sus ojos y demasiado seria, reuniendo todos los datos que tengo sobre él, así en cuestión de segundos e intentando contestarme a mí misma, vaya tela, bonito momento para hacerme la independiente…

¿Por la mujer y la niña del edificio ese?- Mi cabeza sigue quemando azúcar a toda leche, llega a una conclusión que no me gusta un pelo: sea cual sea la verdadera de las posibles opciones que tengo, todas me traen algo bueno. O deberían.

O la vida es una mierda.

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22/12/2009, 17:17
Grasp Winter

 

No era la primera vez que me había sentido así, pues no era ningún novato en cuanto a asuntos peligrosos, y esos momentos de calma previa, la lengua tiende a soltarse más de la cuenta, pero yo siempre había sido capaz de contenerla, ocultándola tras una estudiada fachada, una de desparpajo e indiferencia que me había ayudado a continuar sin más estridencias de las necesarias.

Pero en este asunto había algo diferente, ellas estaban en aquel edificio, Clay descansaba medio muerta en la cama del hospital más caro de la ciudad a cargo de una mujer de la que no me fiaba lo más mínimo, una que me había amenazado mientras comía un trozo de exquisito pescado cuyo valor era superior a un mes de mi raquítico sueldo.

Mi rostro se había ensombrecido ante aquella pregunta merced a estas reflexiones, y a pesar de que me gustó el interés de Zoe, me gustó que aquellos ojos verdes se clavaran en mi persona, que parecieran rebuscar más allá, a pesar de los sobrados motivos que le había dado para pensar que no había nada al otro lado. Me sentí extraño, rara vez las personas se interesaban por mí, y eso era bueno, era lo que yo buscaba, pero esta vez había abierto demasiado la boca. Quizás fuera porque tenía un mal presentimiento ante todo este asunto, una explicación que necesitaba por muy peregrina que fuera.

Desvié la mirada hacia la ventana, cansado de tanto jugar, harto de apostar tanto por tan poco, y devolví a Zoe aquella expresión medio divertida que tan bien se me daba, sólo que esta vez la ironía era demasiado patente.

Mi hermana lucha por sobrevivir en el hospital más caro de la ciudad, y mi sobrina está en casa de una antigua compañera de trabajo, una de las pocas personas en las que confío me remuevo el sofá, dejando caer mi pierna sobre el suelo pesadamente por eso es por lo que no puedo salir de esta ciudad amplio mi sonrisa, mientras oculto mi creciente nerviosismo tras ella.

Por eso, y porque no he recibido ninguna buena oferta aparentemente relajado, como si fuera algo que comentara cada día tal vez te gustaría hacerme una todo se mezcla, y la mezclas nunca se me dieron nada bien.

 

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23/12/2009, 15:08
Zoe

Ciertamente varias respuestas habían rondado en la calificada por algunos, mi cabecita loca… pero cojones, el desastre del que habla el poli, para mí si yo estuviese en esa situación, es pasarse de la raya. La familia lo es todo, no hay más. Da igual donde hayas nacido.

Parpadeo unas cuantas veces, flipada. Nerviosa inesperadamente.

No me jodas, ¿En serio?... Que putada.- Para cuando acaba he dado dos irreflexivos pasos hacia él, ya pensaré en ellos, mientras mi seriedad sigue siendo absoluta, algo alarmada también, igual que la voz cuando he comenzado yo. Si yo estuviese en esa situación me estaría subiendo por las paredes, tirando algo o matando a alguien. O quizás como él, suavizándolo si pensase que tengo a un pringado delante de mí.

Me siento en el suelo, el culo sobre ambos talones, dejando las piernas flexionadas a los lados, a lo buda. Más cómoda que ná. -Tío, ya verás como se pone bien…- Tono que pretende ser esperanzador, sin que la gravedad desaparezca mientras lo miro a los ojos. La recuerdo perfectamente, la mujer de mirada perdida, seguramente por ningún buen motivo. Hay pocos de esos hoy en día.

Trapos se acerca a pasos lentos y se pone delante de mí, entre ambos, buscando tiernamente afecto con dulces empujones, lo acario en cabeza y lomo, mucho más necesitada del contacto que el animal, es más que seguro, y sin apartar la mirada del poli pues sigo digiriendo la información que yo misma he pedido.

En serio, si está en ese sitio se curará rápido.- Trago saliva sin saber que decirle, más bloqueada de lo que esperaba, sincera y absurdamente entristecida mientras mi cabeza es engullida por pelo perruno, debido a una cabriola del loquito que tengo a mi lado, la muevo bruscamente para seguir mirando al rubiales que, ahora sí, parece necesitar el jodido dinero de esta puta misión mucho más que yo. Dos más dos son cuatro -Seguro, macho.

Tiro un poco del perro para que quede sentado a mis pies, sin dejar de acariciarlo distraídamente con una mano floja sobre él, y notando como echo de menos, pero a lo bestia, la seguridad de tener a Keith y al manso de mi familia a mi lado.

Todos a salvo.

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23/12/2009, 18:45
Grasp Winter

Definitivamente soy gilipollas, he conseguido todo lo contrario a lo que debería estar haciendo, que es conseguir que se ría, haces que se ponga triste, y encima que le des pena, como odiaba ese maldito tono de mierda, como me arrepentía de haber abierto la boca, no volveré a cometer un puto error como ese.

Echo la espalda hacia delante, apoyando los codos sobre los muslos, y las manos sosteniendo mi cara, y los ojos fijos en los de la chica, el gesto difícil de adivinar. Palmeo el lomo del perro con suavidad cuando se interpone, aprovechando para fijar mi atención de nuevo en aquella ventana que mostraba la gris ciudad.

Asiento a Zoe cuando va murmurando aquellas compasivas palabras eh, no pasa nada ¿vale?, no es la primera vez, así que no pasa nada otra palmadita al animal mientras me voy poniendo de pie, esquivándolo, y haciendo lo propio con la chica sentada en el suelo. Este paseíto para recuperar mi botella no tiene otro objeto que tranquilizarme, que no pague mi estupidez con ella, que no me quede mirando sus ojos verdes, y sobre todo para no decir más tonterías.

Ya de vuelta, tras pegar un buen trago, me dejé caer en el suelo, recostándome contra la parte baja del sofá, junto al perro y frente a Zoe, algo a la izquierda, de tal manera que al estirar mis piernas, estas quedaran a su lado, aunque con una buena distancia entre ambos cuerpos. Afilé mi mirada sobre ella, prefería la sonrisa.

Así que eso hice, volver a sonreír, ¿Realmente crees que es más cómodo tirarse en el suelo? eché un vistazo a mi alrededor a saber cuánto hace que se limpió este antro por última vez intenté relajarme, aislarme de todo como siempre hacía, pero me sentía inquieto, no podía tener más deslices, no podía permitir que mis todos instintos tomaran el mando. Alce de nuevo la vista hacia ella. Iba a tener que luchar duro, pero ese no era el problema, la cuestión era si quería ganar esa batalla que se estaba librando.

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02/01/2010, 12:49
Zoe

Ondonadas de hostias le daba por la última sonrisita. Y por donde se ha sentado.

¿Y eso qué coño más dá?- Borde y rápida mientras bufo negando con la cabeza cuando termina su perorata particular, paso a mirar a Trapos, sin dejar de acariciar... al perro, obviamente. Siempre me tranquiliza.

Tiene cojones aquí nuestro amigo el poli. Le quita hierro a to lo grave que ha dicho, “no pasa nada”, tres tortas le daba yo pa que se espabile. No es otra cosa lo que le han dicho mis ojos cuando me ha soltado la soplapollez, y la de después, ha sido casi mejor, sobre mancharse los pantalones. Ni que fueran de oro.

Ni siquiera me he molestado en levantar la mirada cuando se ha ido, demasiado cabreo acumulado en el cuerpo. Mejor eso y morderme la lengua, no soltarle nada sobre la imbecilidad que ha dicho, una que indica, como siempre en realidad, lo que piensa de mí.

Digo yo que por hablar en serio durante más de tres putos minutos no le va a pasar nada malo. No va a llegar un rayo y lo va a electrocutar dejándolo tieso como un palo, ni tampoco se va a abrir la tierra y se lo va a tragar con sus jodidas gilipolleces de buenorro. Que mierda, no va a caer esa breva. Si cuando digo yo que nunca tengo suerte….

A ver si vienen estos de una puta vez.- Paseo la lengua por los molares, todavía jeta de mosqueo. Cago en Dios, no es sólo con él, es conmigo por no dejar de intentarlo una y otra vez… y con el puto mundo por haberlo puesto en mi camino…. no habrán carriles.

Trago largo pero breve, fresquito, ya es algo.

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04/01/2010, 21:57

El edificio era uno muy alto, lo suficiente para que te doliera el cuello tras mirarlo durante un buen rato y desde donde Machete estaba sentado aún dentro del taxi, podía verse que tampoco era uno de los mejores del lugar. Nada hacía que uno tuviera ganas de quedarse en aquella ratonera y sin embargo Abril esperaba pacientemente su pago. O quizás no tanto.

-Tanta prisa y al final soy yo la que tengo que esperar. Ojalá le sirvan los malditos seguros a esta mierda para cuando tenga que irme...

Abril cargaba con una pistola de última generación, regalo de un primo poderoso pero jamás la había usado, excepto una vez pero de eso habían pasado dos años, justo la edad que tenía Ingrid. Ni siquiera se acordaba de ella en momentos como esos. Sólo miraba al frente, a un grupo de 3 hombres y dos mujeres que reían en voz alta y se pasaban una especie de jeringa flourescente que seguramente tenía droga. Ella los odiaba. Se volvió a mirar a Machete.

-Oiga amigo, no lo quiero joder pero tengo que largarme de aquí.

No dijo más y volvió a sentarse dándole la espalda a Max.

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04/01/2010, 22:02

No logran escuchar que un taxi se ha detenido abajo pero ambos teléfonos móviles suenan como salvados por la campana. Parece una extraña coincidencia pero no lo es, al mirar el display de ambos aparatos, descubren quién es la persona del otro lado.

Kylie para Grasp.

Keith para Zoe.

Los aparatejos no dejan de sonar, no se pueden librar de atender tal llamada. De pronto el lugar se inunda de un fuerte e insistente olor a canela.

Notas de juego

Chicos, no olviden quitar a Max del post que escriban.

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05/01/2010, 17:01
Max "Machete" Aguirre

A Maximiliano Aguirre se le hizo un nudo en los intestinos cuando reparó en aquella pandilla de hijos de perra.
Eran jóvenes, con buenas espaldas para la carga de fardo, con dos manitas con las que ganarse la vida, potencialmente útiles para la sociedad y para sí mismos. Sin embargo allí estaban: tirados en mitad de la calle, metiéndose mierda fluorescente y viviendo de prestado. Inútiles. Parásitos. Lastre. Escoria...

- Entiendo.- dijo Max, escueto. Mientras abonaba el cargo del porte, el mejicano comparaba a la conductora del taxi con lo que veía fuera: a un lado...una chica guapa, reventada por las horas de trabajo aguantando gilipollas y ese deje de amargura en los ojos. Al otro...800 libras de carne podrida. A pesar de aquel pequeño altercado por la indiscrección de la muchacha, las simpatías de Machete están bien claras.

Max esperó el cambio. No era cuestión de tirar el dinero. Y mientras ella contaba monedas, él la deseó -en silencio- buena suerte.

Notas de juego

La intención de Max es entrar en el edificio, no sin antes pasar por el medio de la pandilla...rezando a la Virgencita Plis para que esas criaturas se muestren ofendidas.

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05/01/2010, 17:59
Grasp Winter

Aunque me sorprenda, debo admitir que me gustó la reacción de aquella mujer cuyos gestos y miradas eran endiabladamente transparentes, por eso me gustaba, tiene cualidades que perdí ya hace tantos años que ni las recuerdo, pero también la hace irritable al no saber disimular, al no ser hipócrita.

Sus palabras, dejan bien claro que no está cómoda en mi compañía, quizás debía haberme dado cuenta antes, o tal vez… ella se ponga nerviosa cuando estamos a solas, que yo le ponga nerviosa debe ser una buena señal, así que levantó la mirada que había estado siguiendo la caricia que brindaba al animal con una inaceptable envidia.

Con lo bien que lo estamos pasando le dije con una media sonrisa, mi rostro ligeramente ladeado mientras pasaba el mano por mi mejilla, rascándola suavemente.

El simultáneo sonido de los móviles hace que me sobresalte ligeramente, incorporándome de inmediato, con un gesto de fastidio.

Busco en el bolsillo de la chaqueta e introduzco el pequeño receptor en el oído, activando con una breve palabra el aparato.

Dime cariño, pensaba que ya te habías olvidado de nuestras agradable cita de anoche

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05/01/2010, 20:41
Teléfono

-Esas cosas son imposibles de olvidar, Winter-se escuchó del otro lado la voz de Kylie.-Escucha bien, la cuenta de tu hermana está cubierta en su totalidad, hablé esta mañana con el médico, ella está mucho mejor...-ella hizo un alto, no estaba mintiendo en eso.-No tengo mucho tiempo, Winter... Bonstreet entre la cuarta y avenida Maine es la dirección de mi casa, cuando hayan terminado el trabajo, ve a allí y... Sabrás dar con la combinación de mi caja fuerte, el dinero de tus amigos y el tuyo estará allí. No nos volveremos a ver, lo sé, así que buena suerte, poli.

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06/01/2010, 03:24

No esperaba más respuesta de aquel hombretón, lo vi bajarse mientras contaba los últimos centavos para devolverle lo suyo y así como estaba, con la cabeza baja, estiré el brazo hasta depositar las monedas en la mano del latino.

-Gracias...-dije tras entregar el cambio.

Estaba por poner los seguros cuando una de las mujeres ya estaba parada al lado de la ventanilla donde conducía; si no hubiera estado acostumbrada a toda clase de escoria, seguramente habría gritado, en cambio la miré con aire furioso pero no pude poner el seguro porque la mujer tenía la mano sobre éste.

-No estoy de servicio, nena...-dije con la mayor ecuanimidad posible.
-¡Ya oyeron tíos! ¡La rubia no está de servicio!-dijo la mujer con los ojos como dos azulejos voladores y la sangre corriendo a mil por su torrente sanguíneo.

Aunque intenté tomar de la guantera la pistola, era demasiado tarde; tenía un puñal bastante brilloso muy pegado a mi garganta y sólo una cosa pasaba por mi mente: La pequeña Ingrid iba a quedarse sola. Me maldije por no haber hecho mejor las cosas, me maldije por no traer el arma pegada al culo y sentí como uno de los hombres se subía detrás de mí al auto y me ponía una pistola en la sien mientras me exigía todo el dinero. Los dos hombres y la mujer que se habían quedado afuera, observaban a mi cliente sólo cuidando que no entorpeciera el hacer de sus amigos pero sin imaginar que quizás se estaban metiendo en una grande, dada la mala leche que ese hombre me había demostrado que tenía. Permanecí en silencio, con los ojos llenos de lágrimas pero no iba a darles gusto a esos hijos de mil putas. Sonreí imaginando la bonita sonrisa de Ingrid que había nacido con retraso y a la que los médicos le diagnosticaban menos de un año de vida; quizás la vida de ambas había llegado hasta ahí pues estaba segura que nadie se haría cargo de mi hija, mi madre incluso la había bautizado como el monstruo. Aquel era el único pesar que sentía en ese momento; empujé la mano de la mujer y me moví rápidamente, aprovechando que mis reflejos eran mejores que los de los dos drogadictos y tomé el arma de la guantera, quedando de espaldas al volante y apuntándoles a uno y a otro cada tanto.

-¡No me voy a morir sola, hijo de perra!-dije y sonreí mientras una lágrima caía sobre mi mejilla.

Y pensaba que al menos había hecho bien mi trabajo aquella tarde, ya Max debía estar muy lejos como cualquier ser inteligente habría hecho, así eran las cosas en la ciudad.

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06/01/2010, 20:05
Zoe

Sonrío sin pizca de simpatía cuando habla de lo de divertido de la reunión, mientras niego con la cabeza. Me cae jodidamente mal, es incapaz de hablar en serio sobre nada y cuando lo hace sólo son tres o cuatro minutos, pasando inmediatamente después a inflarme los cojones, por aburrimiento. Justo como ha hecho hace un momento.

Me hubiese quedado así, quieta, callada y de mala hostia, hasta que viniese Keith, pero que va, escucho distraídamente la música personalizada del móvil y la expresión pasa a confusión: Muy pronto para que llame, y muy raro que no venga, pues sabe donde ando.

Me balanceo lateralmente en el suelo, sobre el lado derecho, y estiro un poco las piernas para estar mas cómoda al sacar el móvil del bolsillo trasero izquierdo con la mano correspondiente. Apoyo el codo derecho para poder hablar, reposando la cabeza en su extremo.

Mientras lo abro, escucho al cabreante rubito toca moral y sus paridas telefónicas sin mover ni un puñetero músculo de la cara. Sin hacer lo que tengo más ganas, partirle la suya.

¿Qué cojones pasa?- No levanto la mirada al que ha desaparecido de mi visión, mejor concentrarme en mi compañero de piso. Me importa una mierda quién cipote ha llamado al poli y todas las chorradas cursis que tengan que contarse él y su (seguro, seguro) amiguita... ya ves tú.

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07/01/2010, 17:22
Max "Machete" Aguirre

Maximiliano Aguirre no era un santo. Tampoco era un paladín defensor de los débiles y de los inocentes. Es más, bajo la particular concepción de la justicia que tenía el mejicano...se perdía más que se ganaba metiéndose en semejante berenjenal: cuando la ciudad se convierte en selva, los débiles mueren por pura selección natural...y nada es inocente de nada.

¿Jugarse el pellejo por una gringa con cara de actriz sin suerte, venida a menos y buscándose la vida en un taxi?. ¿Qué podía sacar en limpio?. ¿Agradecimiento?. No lo necesitaba. ¿Sentirse bien por "la buena acción del día"?. Al carajo con esa mierda de boy-scout. Cualquier otro día, Max hubiese cruzado el umbral de la puerta que daba al ático del poli y habría dejado que la suerte o la justicia natural siguiese su curso. Sin remordimientos. El rostro de aquella muchacha rubia se borraría de su memoria al instante. No le importaba una puta mierda.

Pero hoy Machete tiene la sangre envenenada y necesita limpiarse por dentro. No se trata de hacer algo bueno por alguien, sino de hacer algo bueno por sí mismo. Egoísta, como son los vivos en la city. Las plegarias de Maximiliano habían sido escuchadas, y la mismísima Virgen María le regalaba la oportunidad de liberar tensiones a sangre y fuego.

Max dá la vuelta y con paso firme se dirige a los tres sacos de estiércol que quedaron fuera del coche. Cuando está cerca, sin vacilar, abre su abrigo y le pone los dos cañoncitos de la escopeta recortada en los mismos morros de la puta drogadicta. Max mira a los otros dos mientras su brazo extendido sostiene el arma y apunta desde bien cerquita a la mamarracha: la muy perra no sabe lo poco que falta para que su cabeza se convierta en pudding de fresa.

- No sólo os voy a matar a todos...- dice con el gesto pétreo y la mirada del peor de los demonios. Su voz suena firme: aquello no era una amenaza. Era un hecho.-...también me comeré vuestras almas, hijos de puta.

Machete tiene el hierro en su mano derecha y el abrigo abierto desvela que la izquierda sostiene a Tijuana, aún en su funda de cuero imitado. Una última oportunidad para ellos, quizá para todos.

-En vuestra mano está.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+18)
Motivo: Alégrame el día...(Intimidar)
Resultado: 5(+18)=23

Notas de juego

Max trata de intimidar a los tipejos de forma que se acojonen vivos y decidan largarse. Vigila muy especialmente cualquier movimiento de los dos drogatas que tiene cerca y, como no, de la yonki a la que está encañonando. A la mínima, le descerraja un tiro en la cabeza a la pandillera e intenta hacer uso de Tijuana para un segundo objetivo.

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07/01/2010, 22:42
Teléfono

-No podré volver, linda pero estaré con ustedes. Nos veremos esta noche en casa y por favor, cuídate mucho. Sé que esos con los que estás son de fiar o al menos eso parece pero aún así, cuídate. Estoy con Kylie pero te contaré más tarde, ¿vale?

Del otro lado no podía oírse nada, ni ruidos de autos, ni la voz de nadie. Simplemente había silencio y Keith sabía que aquello no le iba a gustar a Zoe pero no quería mentirle.