Partida Rol por web

El grupo se empieza a adentrar en las entrañas de la Torre. Cuando algo hace deterese al Archimago que medita durante un segundo. 

Guildam Bardüm, se que te escondes ahí detrás. 

El pasillo principal es ancho y muy luminoso, flanqueado por grandes columnas. De detrás de una de ellas veis aparecer a un elfo vestido con una toga. Parece ser un mago de los que estudia entre esos muros. Entre los elfos podía considerársele joven, a diferencia de la mayoría que habitaba en el lugar. Ya que su longevidad podía prolongarse cientos de años.

Acompañanos. Se que siempre has querido ver el ala norte, ¿No es cierto? Esta es tu oportunidad.

El ala Norte era una zona restringida, a la que solo unos pocos podían acceder. Para aquel aprendiz debía ser un gran honor, pues sus ojos reflejaban el más absoluto afán de sabiduría. Se le presentaba una oportunidad por mera suerte y en su interior sabía que no volvería a repetirse tal fortuna.

¿Que me dices?

La relación maestro-alumno era destacarle incluso para los extranjeros. Incluso podía denotarse un aire paternalista en el sabio elfo hacia aquel joven aprendiz. Estaba seguro que tenía mucho potencial e intentaba llevarlo por el camino correcto.

Arya, creo que esto ha sido una advertencia. Alguien quiere hacerte saber que puede matarte cuando quiera. Por eso mismo creo...

Se acerca a tu cama y pone una de sus manos sobre la tuya. Se nota el calor que desprende su cuerpo, a diferencia del tuyo que esta helado, pese a las mantas que cubren todo tu cuerpo. 

Creo que no deberías ir a esta misión. No te encuentras en buen estado y además allí fuera quien sabe lo que puede pasarte.... ¿Y si intentan envenenarte de nuevo? ....Si murieses en la batalla como hizo tu padre lo entendería. Pero morir traicionada por tus propios hombres y caer en el olvido.... eso si que no.

Se yergue en su asiento y pone su puño sobre el pecho.

Yo me encargaré de las tropas, solo tienes que pedírmelo. 

Su rostro es de total seriedad.

Arya se asusta un poco ante el comentario de su amigo, pero procura que no se le note depues de escuchar lo que tiene que decirle y del comentario sobre que si muriese de manera que no fuera en una batalla se queda pensando se que lo que dice es verdad pero si doy muestras de flaqueza entonces los hombres no me tomaran en serio y podrian alzarse contra mi y derrocarme y eso nunca desde luego despues de todo lo que he luchado.

Se queda como algo distraida pero cuando se centra le dice a su capitan mira yo se que que eres muy capaz de llevar el ejercito pero no creo que sea una buena idea, yo ire en esta mision y espero que me apoyes en mi decision .

Espera una respuesta de su amigo despues le vuelve a decir lo de la advertencia me ha dejado claro que hay alguien que no me quiere pero de momento ha fallado asi que seguiremos como hasta ahora.

Que estes a mi lado en este momento por favor es muy importante para mi le digo agarrando su mano.

Las palabras del archimago me sorprenden y me llenan de satisfacción y ansia al mismo tiempo, no se lo que responder ni como hacerlo, me apetecería darle un fuerte abrazo, pero sin duda eso terminaría con la visita.

Me acerco al grupo, saludo con cortesía y trato de ser educado

- Buenos días, sería todo un honor para mi, siempre he querido tener dicho privilegio.

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A Eriüm se le pusieron los pelos como escarpias cuando escuchó la potente e inconfundible voz del archimago.

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Cerró los ojos como esperando su castigo. Era la segunda insurrección en un día y aunque había intentado esconder el combate, no había servido de nada...

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El archimago clavó sus ojos en Eriüm quien no pudo aguantar esa penetrante mirada y optó por agachar su cabeza y seguirlos junto a su capitana. Sigo con usted, Capitana, y no dudé ni por un segundo que vencerías a ese humano...

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Guildam... aunque esta escuela es muy grande, es difícil no conocer a la mayoría de los que habitan entre sus paredes. Guildam Bardüm, es un joven muy prometedor, los ancianos tienen muy buena estima hacia el. Pero lo más importante ahora, es que nos dirigimos al ala norte, ahora podré ver con mis propios ojos los secretos que esconde esta zona de Nalak'Hum.

 Me limito a seguir a Lord Kerem junto a toda la comitiva que acompañaba al archimago. Hombre temible en apariencia, cada palabra suya hacia que un escalofrío me recorriera la espalda, como si de una premonición de lo que es capaz de hacer se tratase.

"Aparentemente el aprendiz no conoce al resto, o al menos no directamente", pensé

Cita:

"¿El ala norte? parece que estoy apunto de ver algo a lo que muy pocos han tenido acceso, me pregunto qué habrá allí..."

Todo el grupo se encamina hacia el Ala Norte. El largo pasillo se extiende a vuestros pies, iluminado por los altos ventanales exquisitamente trabajados. Millares de motas de polvo se elevaban con un color verdoso producto de la luz solar que se filtra a través de las vidrieras de preciosos motivos florales.    

Os encontráis ante el gran portón, que separa la parte central de la torre, de una de sus extremidades. Dos guardias fuertemente pertrechados se hacen a un lado franqueando el paso a la comitiva. La puerta de madera maciza con varios refuerzos de forja se abre sin el menor ruido. Una fuerte corriente os azota el rostro a todos los presentes, llevando consigo un amargo olor a clausura.

La oscuridad reinaba en el lugar. Solo dos pequeños ventanucos se distinguen entre las sombras a ambos lados de la entrada. Al fondo, solo oscuridad. Avanzáis sin problemas gracias a la luz que entra del pasillo que habéis dejado a vuestras espaldas. Las sombras de las figuras se alargan cada vez mas en el suelo, como si una mano se estirara hacia el infinito.

De pronto la puerta se cierra dejándoos totalmente a oscuras. Todos es quedáis parados, menos alguien que sigue andando. En plena oscuridad la voz de un anciano proclama...

No temáis. Solo en las sombras la llave podrá abrir el sendero hacia la luz.

Que es esto, ¿Una trampa? 

La oscuridad no deja ver los movimientos del caballero, pero el agitar de su armadura denota nerviosismo y alerta al igual que su voz. 

¡ Luminis !

Una luz cegadora aparece en forma esfera de la mano de Lord Kerem. Ilumina a una pequeña distancia como si de un sol en miniatura se tratara. Cualquiera con nociones mínimas de magia se daría cuenta de se trataba de un hechizos de la rama blanca. La misma que servía para sanar heridas.

Y ahora dejémonos de juegos de luces y sombras. Hemos venido a cumplir una misión de tamaña importancia.

Mhhfff...

Resopla la elfa a la vez que niega con la cabeza.  

Deja eso caballero de la Orden. No es ninguna trampa.

La luz deja a todos los presentes en una perpetua penumbra. Solo el líder humano parece bañado de esa tenue luz de origen mágico. La capitana de la guardia avanza hacia el fondo, saliendo del área iluminada. Con la mano llama a su fiel tigre blanco. Este la sigue contoneando su cola, hipnotizando con la felina ondulación de su lomo. 

Ha llegado la hora Dhazael. deja fluir suavemente de sus labios.

Este ronronea mientras se adentra en la misma oscuridad.

Eriüm sigue a la comitiva en silencio, no porque no tengas palabras para decir, sino por la gran excitación que siente a cada paso que da por el ala norte. Al fin a llegado el día en que esas puertas se abran ante mi, mi familia podrá estar orgullosa de mi cuando se enteren de esta gran hazaña...

Entró tras el gran porton donde la oscuridad mas absoluta no dejaba ver mas allá. El caballero recitó unas palabras y de su palma brotó una potente luz. Luego se puso nervioso pensando que era una trampa. Una trampa?. No subestime a mi raza, humano. Si hubiésemos querido eliminaros ya estarían muertos... Esta teniendo un privilegio que ni muchos de los míos podrán verlo en toda su vida, agradezcaselo al Archimago y deje de decir estupideces...

 La oscuridad se apodero de todo el grupo, no se veía absolutamente nada,salvo la luz que apareció de la mano de Lord Kerem que consiguió contagiarme su nerviosismo por la idea de una trampa en aquel lugar alejado de toda luz.

Ante las palabras del elfo que nos acompañaba, mi sangre comienza a hervir.

- Cuida tu lengua elfo, somos extraños en tu casa. Por supuesto que no sabemos nada de todo esto. - Digo dejando salir mi furia en mis palabras y no a través mis actos...

" Aunque tampoco pareces haber tenido el privilegio aun viviendo entre estos muros..." - Pensé mientras reía por dentro.

Sabes que en tu estado no puedes moverte de aquí. No puedes comandar a los hombres hasta que estés recuperada, o al menos hasta que puedas montar a caballo. Has de reposar el tiempo necesario. Nosotros podemos avanzarnos hacia el sur, hacia Zelehion y empezara a buscar al hechicero Azar Javed.

Te coge de la mano mientras espera tu aprovación.

Entiendeme, no puedo consentir que empeores ahora que te hemos salvado. No puedes hacer tal cosa... si te pusieras enferma...

No dice una palabra más.

Pero yo acataré tus ordenes. Si finalmente quieres tomar el riesgo te obedeceré. Prepararemos una carreta para que te recuestes y unas pieles gruesas para que no pases frió durante el viaje. Eso nos retrasaría un par de días, del tiempo estimado. Llegaríamos en 10 días en vez de en una semana.

Piensa durante unos segundos...

Pero la opción más sensata es que esperes aquí una semana hasta que te recuperes. Montes tu caballo y nos encontremos en Zelehion, se que podremos encontrarle... 

Que cuide mi lengua? El Elfo se encara contra el Enano, aunque la oscuridad se apodera de casi toda la cámara, su pelo albino resplandece con los rayos azulados de la bola de luz del Humano. Una mano se desliza hasta tocar la empuñadura dorada de su daga Elfica. Era una daga más larga de lo común con una hoja adornada con runas Elficas y un acabado curvo, en su mango unos ribetes dorados la adornaban dándole un aire señorial.

Si no entiendes nada de lo que sucede, cierra la boca y asimila la situación como estamos haciendo el resto. Y no te equivoques, que tus indignos ojos puedan ver lo que estas apunto de ver, tienes que agradecérselo al Archimago. Si por mi fuese, no os hubiese permitido poner un pie en Nalak'Hum y mucho menos a alguien de tu raza... La mirada del Elfo penetraba cada vez más en el Enano. Normalmente Eriüm era una persona apacible, aunque no apreciaba a las demás razas, hubiese sido cortés, pero tanta osadía había echo perder los nervios del Elfo.

Sois vosotros quien tenéis que cuidar vuestras lenguas, no olvidéis donde os encontráis...

Me limito a mirar fijamente al elfo cuando termina de hablar, con cara de indiferencia.

Pasados unos segundos...

- Suerte que la decisión no es tuya entonces... - Digo con una sonrisa en mi cara y un tono en la voz que solo podría darle a entender que "elfo o no", los que tienen voz y voto son otros, y que, curiosamente estaban a nuestro alrededor.

Me encamino hacia Lord Kerem para proseguir la marcha...

Arya escucha atentamente a su capitan sabe que tiene toda la razon pero es demasiado tozuda como para dar su brazo a torcer.

Mientras le escucha y sabe que tiene razon en todo y le gustaria obedecerle y dejarle que se salga con la suya y que ellos fueran primero, ella sigue pensando no puedo dejar que el resto de los Lanceros de la Bruma vean que quien haya intentado esto me tiene en sus manos y que estoy en parte derrotada.

Cuando su amiga termina de hablar le dice no voy a hacerte caso desde luego, si el consejero que me ha atendido dice lo contrario yo creo que si que puedo montar y no necesito esperar la semana eso nos retrasaria demasiado y no podemos permitirnos eso.

Ya sabes que te aprecio mucho y que te preocupas por mi pero creo que deberia ser fuerte e intentar cabalgar con mis hombres camino de ese mago que es nuestra esperanza para este mision.

Despues de esto intante levantarse para poder cambiarse de ropa y terminar los preparativos para la mision.

Ni en mil años hubiera podido imaginar algo mejor, el acceso a un lugar como este solo podía estar custodiado por la oscuridad, ¿qué mejor guardián?. Desde luego que los elfos no dejábamos nada al azar.

Mientras camino en la penumbra temo quedar rezagado, pero también correr demasiado y tropezar con alguien, especialmente con quien me ha invitado a entrar. Pronto las diferencias entre elfos y enanos saltan a la luz, es increíble que no siquiera en este lugar los enanos puedan tener un mínimo de respeto.

Trato de poner algo de paz al menos de momento

- Creo que de momento estamos juntos, así que será mejor dejar las rencillas para mas tarde

No hay que perder de vista al humano sin duda será el mas codicioso de todos los presentes

Lord Kerem deshizo el conjuro de luz, pues mientras mientras permaneciese activo estaban rodeados por cuatro paredes, sin salida alguna. Al volver a la oscuridad prosiguió la marcha. Guiándose por el sonido de los pasos todos andaban, algunos con más dificultad que otros. No parecía difícil, solo había que caminar recto hacia el fondo. El aire cada vez parecía hacerse más y más denso, como si se atravesará una neblina invisible. Entonces se oyó una voz...  

No temáis y seguid mi voz. Hemos de empezar a subir la cuesta, tened cuidado.

Y era cierto. En pocos segundos el suelo a vuestros pies empezaba a inclinarse, cada vez más. Mientras subís os preguntáis de donde proviene esa voz. No la habéis oído antes. Era profunda y grave, pero no era la voz del Archimago. A ciegas y siguiendo a aquella misteriosa voz os adentráis cada vez más en las profundidades.  

Ya casi hemos llegado...

Al fondo de todo empezó a distinguirse una luz a la vez que el suelo volvía gradualmente a estar recto bajo vuestros pies. Cuanto más os acercabais a esa luz cegadora más fácilmente se distinguían las siluetas del resto de compañeros del resto de negrura. La luz conseguía arrancar por fin colores de las vestimentas, la piel y el cabello. En ese momento el Archimago se paró y a su lado la capitana elfa. Pero a diferencia de ellos su fiel acompañante felino siguió andando hacía la luz...

El dezelhaiber se alejaba del resto unos metros para luego volverse. Su silueta iluminada por su blanco pelambre destacaba a contraluz de su ahora oscuro rostro.

Bienvenidos al templo de Leo. Yo Dhazael, soy su llave. Llevo esperando durante casi mil años este momento. Y ahora entrad, mortales.

Era la misma voz de antes. El felino siguió andando mientras los demás parecían petrificados. Se fundió junto con la luz. Poco a poco la intensidad bajo hasta que pudo distinguirse un camino levemente iluminado que sacaba tonos azules de las piedras perfectamente talladas que formaban el camino. Al fondo una gran aberturas dejaba entrever una sala grandiosa. A lo lejos en el centro, se distinguía la silueta del misterioso felino, esperándoos...

En el exterior oyes el murmullo del viento, azotando la lona de la tienda. El tiempo ha empeorado ligeramente durante los dos últimos días y la ventisca no hace más que confirmarlo. El relincho de uno de los caballos resuena con eco en los acantilados de la montaña. Las bestias están inquietas a causa del mal tiempo que se avecina...

Oyes como varios capitanes dan ordenes a sus hombres. Han de preparar todo para la marcha. Los escuadrones que se quedan han de quedar montar guardia. Los que se van, recogen sus últimas pertenencias antes del largo viaje. La tierra de los elfos esta llena de misteriosos bosques. Antiguas leyendas cuentan que hay todo tipo de espíritus y criaturas del otro lado... Si a algo temen los hombres del norte son a las supersticiones y a los espectros nocturnos.

Sigues buscando intentando llevarte solo lo más indispensable para el viaje...

TEMPLO DE LEO 

Os adentráis en el templo a través de un gran arco. La clara luz del día os da la bienvenida entrando por inmensas aberturas, que se encuentran a ambos lados. Esta luz es natural, proviene del exterior, desde donde se oye el murmullo de la cascada. En el centro de la gran sala encontráis un circulo mágico dibujando sus lineas y círculos en flamante llama azul. Suspendidas en el aire, varias esferas giran lentamente, cada una a una velocidad distinta alrededor de una más grande, que gira sobre si misma. Al otro lado se alza un altar presidido por una estatua que desde la distancia apenas podéis apreciar.

Lo que más os impresiona al bajar las escaleras que llevan al centro, es la gran cúpula que se eleva sobre vuestras cabezas. Un millar de estrellas se divisan ahí arriba formando distintas constelaciones. La sensación es extraña... mirando al cielo creéis estar en plena noche, mientras que si miráis a vuestro alrededor una cálida luz os baña desde el exterior.  

El gran felino blanco aguarda vuestra llegada con paciencia.