Partida Rol por web

Against The Time

¡Por el honor! (Japón Feudal)

Cargando editor
02/09/2018, 22:34
Director

Cuando finalmente desaparecieron las náuseas y se retomó el control de la situación, se pudo comprobar que el escenario donde os encontrabais ahora era bien distinto.

Una hoja de cerezo se posó sobre vuestro cuerpo ensangrentado mientras comprobabais aterrorizados que el entorno se había convertido en un jardín exuberante donde un gigantesco palacio de corte oriental decoraba la dantesca imagen de lo que parecía ser un asalto.

Al examinar vuestro propio cuerpo entendisteis que de alguna manera os habíais transportado al Japón feudal, era fácil de distinguir ante elementos tan característicos en la arquitectura o las armas.

Estabais sintiendo un dolor punzante a la vez que una agonía, ¿estabais heridos? Parece ser que sí, y de gravedad. Podíais intentar entender la situación:

Frente a ustedes había cuatro hombres: dos de ellos vestían ropajes holgados de color negro mientras que un tercero portaba una armadura del mismo tono. Los tres amenazaban con sus armas (todas orientales, claro) a un señor que por sus ropajes más elegantes parecía ser un noble.

Cargando editor
02/09/2018, 22:49
Samurai Negro

- Este será el final de tu Daimyato, Kashikawa – gritó el tipo de la armadura.

- Tus dos únicos samuráis van a comprobar lo que es perder su único propósito en la vida, sentir la vergüenza de no proteger a su señor – y dicho aquello insertó el filo de la hoja en la garganta de aquel tipo frágil cuya sangre emanaba cual cascada.

 

Comprendisteis rápidamente que  aquel que acababa de fallecer era vuestro señor, el Daimyo Kashikawa el cual acababa de ser asaltado por un grupo de insurgentes que con habilidad y sangre fría habían acabado con todos los allí presentes.

De repente, el hombre de la armadura se acercó a ustedes lentamente mientras limpiaba su katana… había que tomar una decisión rápida:

 

 

Notas de juego

¡Bienvenidos al Japón Feudal!

Debéis, como siempre, buscar un avatar que refleje a vuestro personaje. Recordad que aquí sois samuráis (me da igual si la imagen es con o sin armadura) pero evidentemente vuestra procedencia debe ser japonesa.

A diferencia de otras ocasiones, aquí la decisión inicial es muy importante:

Hacerse el muerto 
Plantarle cara al Samurai 
Aceptar el destino 

(No estáis obligadas a elegir la misma decisión)

Cargando editor
03/09/2018, 19:38
Columbus Smith
Sólo para el director

Cargando editor
03/09/2018, 20:27
Director

Notas de juego

Listo :D

Cargando editor
03/09/2018, 20:32
Columbus Smith

Estaba herido y además, en inferioridad. Derrotar a aquellos hombres era sencillamente imposible. A pesar de todo, me moví esforzándome por ver la escena y también para visualizar mejor a mis enemigos. Sin duda alguna, aquella no era una pelea para ganar, sino... ¿quizás para demostrar?

Lentamente, ayudándome de mis manos y de todas las fuerzas que fui capaz de reunir, empecé a levantarme. Me dolía el cuerpo y me di cuenta de las heridas profundas que tenía en mi armadura y de las cuales, salía sangre. Me repetí a mí mismo que no estaba allí para pelear, sino para demostrar mi valía y que si al final estaba predestinado a terminar allí, estaba claro que no tenía ninguna oportunidad.

Finalmente, logré ponerme en pie. Miré a mi compañera, Morrigan, a quien identifiqué fácilmente a mi lado, igualmente tumbada y herida, pero no dije nada. Bien pudiera ser que demostrar fortaleza fuese más un error que un acierto en aquel escenario que hacerse el muerto fuese mejor idea.

Pero yo no era así.

Además, como samurai, la palabra rendirse no podía existir. Así que me enderecé. Si mi señor había muerto, lo normal sería aceptar también mi muerte o mi vergüenza. Mi vida estaba en manos de un enemigo al que no conocía.

Notas de juego

Acepto mi destino, cabr..... ejem, máster querido :)

Cargando editor
03/09/2018, 20:42
Morrigan Connor

En esa ocasión, el escenario en el que aparecimos era muy distinto al anterior pues, si en el viaje al Salvaje Oeste nos habíamos encontrado en mitad de un saloon donde el bullicio y la alegría, por lo menos aparente, era la tónica general, en esa ocasión lo que veíamos a nuestro alrededor era muerte y destrucción. Y dolor, un fuerte dolor en todo mi cuerpo que me hacía pensar que me encontraba herida.

Con la mirada borrosa pude ver a los hombres, vestidos de samuráis, cómo acababan con el que debía ser nuestro señor, un noble que por algún motivo había sido asaltado. Mi mente intentaba reaccionar a toda velocidad, aunque dadas las heridas que debía tener, me costaba centrar la atención y seguía mirando embobada cómo el noble caía con la garganta cortada mientras uno de aquellos hombres se acercaba a nosotros, dirigiéndonos palabras que, según el código de la época, debían resultar ofensivas.

Intenté recordar lo poco que sabía sobre esa época y lo único que me conseguía que me viniera a la mente era que, si por casualidad yo era una protectora del noble, el honor debía ser lo que me moviera en la vida pero, ¿qué se suponía que se hacía en esos casos? No tenía ni idea si lo que se debía hacer era enfrentarse al hombre de ropajes negros para vengar la muerte de mi señor o acatar mi destino por haber fallado en mi propósito. Estaba herida así que, con toda seguridad, eligiera lo que eligiera el final sería el mismo... la muerte.

A duras penas conseguí incorporarme para hacer frente al hombre.

Puede que no hayamos podido protegerlo pero sí puedo vengarlo —¿se hablaría así en esa época? No tenía ni idea pero, fuera lo que fuera, mi decisión estaba tomada. Haría frente a aquel hombre y esperaba haber elegido correctamente.

Notas de juego

Me has pisado :(

XD

Cargando editor
03/09/2018, 20:46
Columbus Smith

Notas de juego

jajajaja es que pensamos igual ;)

Cargando editor
03/09/2018, 22:39
Samurai Negro

Sabías que un guerrero aceptaría su muerte con honor siguiendo el Bushido, así que en cuanto el hombre de la armadura se acercó a ti le miraste directamente a los ojos y apretaste los dientes. Esperabas que tu enemigo rematase lo que ya comenzó y diese por finalizada tu vida, sin embargo lo que hizo fue justo lo contrario.

- He visto la aceptación de tu muerte en la mirada, ahora tan solo quiero que perdure la imagen de la vergüenza de deambular como Ronin por Japón – comentó a la vez que escupía al suelo. Parecía que aquel hombre consideró que el tener que vivir sin un señor, con la carga de no haber defendido a la única persona que debía permanecer con vida sería el castigo más fatal, antes incluso que la propia muerte, sin embargo tú comprobaste que era designios del programa, habías sobrevivido para un propósito mayor: vengarte de aquel que mató al Daimyo Kashikawa

 

Notas de juego

Parece que te ha dejado vivir, vivir con la deshonra. Por otro lado, parece que tu compañera Morrigan... ¡va a desafiar al Samurai Negro!

Has podido ver como ella se ha reincorporado y el Samurai se ha decidido a luchar contra ella.

Cargando editor
03/09/2018, 22:41
Samurai Negro

Usando las fuerzas que te quedaban, apoyaste tu arma en el suelo y te reincorporaste. Aún las heridas emanaban sangre, pero no por ello ibas a quedarte de brazos cruzados. Sabías que el programa te había introducido en un rol que era el de proteger a tu señor y ahora él está muerto ¿qué era lo único que quedaba? La venganza.

El hombre de la armadura sonrió, parecía que estaba orgulloso de la opción que habías tomado.

- Así que aun sabiendo que no tienes nada que hacer vas a intentar luchar contra mí… me parece honorable aunque también una estupidez – tras decir eso adoptó una postura de combate.

- Vamos, lucha hasta el final si es eso lo que quieres. El destino de tu Daimyo no va a cambiar pero al menos morirás con honor –

De repente, en un rápido gesto el samurai de la armadura se abalanzó contra ti a una gran velocidad katana en mano. No se iba a andar con rodeos, iba directamente a matar pero desde luego usando técnicas que le permitiesen acabar contigo de una forma limpia.

Notas de juego

¡El samurai se abalanza contra ti!

Debes narrar tus impresiones y como luchas contra él, al estar herida de gravedad debes hacer una tirada de autodefensa usando el dado más bajo.

Cargando editor
03/09/2018, 22:50
Morrigan Connor
Sólo para el director

Tenía la vista borrosa, notaba cómo las piernas apenas podían sostener mi peso, mis brazos temblaban mientras sentía mi vida escapar por las mortales heridas que tenía. Pero había algo que me impulsaba a enfrentarme a aquel hombre aún sabiendo que no tenía posibilidades de vencer. Coraje, honor, venganza. Tenía que intentarlo ya que morir moriría igualmente. Tenía que demostrar que aún había un resquicio de honorabilidad en mi ser y que no sería tan fácil acabar conmigo, por lo menos tendría que plantar cara una última vez.

A pesar del dolor, de la debilidad que poco a poco inundaba todo mi cuerpo, nada más que mis manos se cerraron en la empuñadura de mi espada dejaron de temblar. Aquella espada había sido forjada por manos artesanas durante años exclusivamente para mí, era la perfección en estado puro, la belleza y la elegancia de la muerte bailando con el enemigo. Era mi compañera, mi amiga, mi hermana y sabía que estaría junto a mí hasta el final.

Ven por mí si quieres. No temo a la muerte —dije, intentando mostrar firmeza en la voz.

Me puse en guardia, intentando afianzar mis pies para que no se notara mi debilidad, esperando el ataque que, como el agua liberada de una presa, vendría con toda su fuerza hacia mí. Pero quizás fuera precisamente su confianza de que acabaría conmigo con rapidez lo que me daría una pequeña ventaja. Sólo tenía que mantenerme en pie, esperar pacientemente a que aquel guerrero vestido de negro llegara como una tromba y cometiera el error de creer que me había vencido, yo sólo tendría que apartarme lo suficiente para dejarlo pasar y, mientras lo hacía, descargar mi katana sobre él.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro otra vez. Supongo que estoy en las mismas pero... algo he mejorado :/

Cargando editor
04/09/2018, 07:54
Samurai Negro

El combate fue arduo, pero las heridas pesaban más de lo que te hubiese gustado. Tus movimientos eran más torpes, más predecibles, en general más inefectivos frente a un adversario que estaba en plenas capacidades.

Llegaste a herirle, no lo suficiente claro está, pero sí que sentías que no te habías rendido ante un combate que parecía imposible.

El hombre de la armadura, con un golpe devastador, te hizo caer al suelo. Escupiste sangre manchando así la tierra que ensuciaba tus manos. Él se quedó dando vueltas alrededor de ti mientras hacía chocar su arma con el suelo.

- Has luchado bien, incluso a pesar de tu estado… No me extraña que te hubiesen escogido como guardaespaldas del Daimyo pero es innegable que su futuro estaba ya sentenciado antes de que pudieses hacer algo al respecto – siguió caminando alrededor tuyo.

- He tomado una decisión… vas a seguir con vida. No quiero darte una muerte digna del guerrero… voy a dejarte que vivas con la vergüenza de haber perdido a tu señor y vivir para contarlo. Te acabo de convertir en un Ronin, en un vagabundo sin objetivo… Ahora tan solo te quedarán dos opciones: o acabar tú mismo con tu vida o aceptar esa vergüenza. Sea cual sea ya no es mi problema – dicho aquello el hombre te propinó una patada, te quedaste boca arriba en el campo de batalla y escuchaste a tu enemigo partir. Ahora te habías quedado a solas junto con tu compañero...

Cargando editor
04/09/2018, 07:57
El Viejo Pescador

Estabais vivos; no sabías si por voluntad del programa o de vuestras propias decisiones pero si aún permanecíais en el Japón Feudal es porque el sistema consideraba que aún teníais algo que hacer allí.

Os reincorporasteis lentamente, casi sin fuerzas, sabiendo que podíais haber muerto al igual que sucedió con el Daimyo, pero supisteis que había un propósito claro a esta supervivencia: teníais que reclamar la vida de aquel que había matado a vuestro señor ¿era venganza? Puede ser, pero motivado por la nobleza de ajusticiar al asesino.

Habíais perdido la cuenta de cuantos kilómetros os habíais arrastrado en búsqueda de ayuda, de una oportunidad por seguir adelante, hasta que finalmente un humilde pescador cuya piel pálida y complexión esquelética os tendió la mano.

- Por todos los dioses ¿qué os ha pasado criaturas? – con la poca fuerza que aparentaba tener os reincorporó. Usando como apoyo una caña de pescar de bambú el anciano os llevó hasta una pequeña choza cercana a una cascada. El lugar era paradisíaco y pensante incluso que el encuentro no fue casual.

En poco tiempo os visteis de estar al borde de la muerte a ser rescatados por un anciano pescador llamado Aoshi, el cual sonriente y afable os acogió en su casa y atendió las heridas.

- Reconozco estos cortes, habéis luchado contra alguien muy fuerte ¿eh? – adivinó de manera sorprendente.

- Tenéis suerte de seguir con vida, seguramente de no haberos encontrado ahora estaríais muertos… pero si la vida os ha concedido otra oportunidad será por algo, oh sí, estoy seguro – rió entre dientes.

- ¿Por qué no me contáis quiénes sois y qué ha pasado, amigos? Es lo único que voy a pediros a cambio por salvaros – desde luego ese hombre no parecía una amenaza.

Notas de juego

¡Estáis vivas!

Columbus vio como Morrigan intentó plantarle cara al Samurai, sin éxito... pero al parecer le ha perdonado la vida.

Ambas sois ahora Ronins sin un señor al que servir.

Debéis narrar vuestras impresiones ante todo lo que ha sucedido y lo que le querréis contar al anciano.

Cargando editor
04/09/2018, 10:04
Columbus Smith

Morrigan estaba viva. Yo también. Estaba claro que nuestro objetivo no era, todavía, morir allí, pero sí mostrarnos avergonzados. 

Supongo que será mejor que empecemos a caminar -dije, y empezamos a alejarnos del lugar de la batalla.

Mientras viajábamos, pensé en que en el otro escenario, habíamos estado a punto de morir y en este, nada más empezar, también. No sabái si todos lo viajes en el tiempo serían tan peligrosos, pero desde luego, ese programa de entrenamiento, lo era.

Tras caminar durante quién sabe cuánto tiempo, encontramos a un hombre con aspecto de pescador. Sin duda alguna, debíamos encontrarlo, pero para qué. En aquel lugar, todo debía tener una función y ellos debían descubrirla.

Por todos los dioses ¿qué os ha pasado criaturas?

Sonreí con amargura. Cómo contárselo.

-La verdad es que algo en el desayuno nos sentó mal. ¿Puede ayudarnos, anciano? Necesitamos un lugar en donde descansar.

Aoshi, que era como se llamaba el anciano, fue muy complaciente. Nos condujo a su casa a una velocidad lo suficientemente reducida como para conseguir llegar; nos curó y nos dio de comer. A pesar de no estar acostumbrado a tomar aquel tipo de comida, lo devoré sin problemas.

Pero Aoshi no era tonto.

Reconozco estos cortes, habéis luchado contra alguien muy fuerte ¿eh? Tenéis suerte de seguir con vida, seguramente de no haberos encontrado ahora estaríais muertos… pero si la vida os ha concedido otra oportunidad será por algo, oh sí, estoy seguro.

-Tiene razón, anciano. Desde luego, eran más fuertes que nosotros. En cuanto a lo de la oportunidad... de eso no estoy tan seguro.

- ¿Por qué no me contáis quiénes sois y qué ha pasado, amigos? Es lo único que voy a pediros a cambio por salvaros.

Miré a Morrigan. Desde luego, no perdíamos nada contándoselo. Así que... lo hice.

-Han matado a nuestro señor, Kashikawa, sin que podamos hacer nada para evitarlo. La vergüenza ha caído sobre nosotros. Lo único que podríamos hacer para recuperar nuestro honor... sería vengarnos, y no sé si eso será posible.

Notas de juego

Mira que luchar, estando heridos... ainsss Morrigan XDDD

Cargando editor
05/09/2018, 00:11
Morrigan Connor

Lo había intentado pero la vida se escapaba por mis heridas y la voluntad y sed de venganza no fueron suficientes para mantenerme en pie. A cada golpe que daba notaba cómo mis brazos se debilitaban y la espada entre mis manos era una carga demasiado pesada para mí. Actuaba por instinto pero sin precisión, me movían los reflejos pero así no iba a conseguir nada y prueba de ello fue ver a mi oponente burlarse de mí, no sólo con palabras sino también con sus actos al batirse conmigo como si estuviera haciéndolo con un niño pequeño.

No sé lo que lo motivó para dejarme con vida, al igual que no entendía bien la mentalidad de ese mundo al que habíamos ido a parar, sólo había de esa época que el honor era muy importante, pero quizás el concepto que yo pudiea tener del honor no tenía nada que ver con el que tenían esos hombres creados para la guerra y expertos en el arte de la muerte.

Fuera como fuera no acabó conmigo sino que me dejaba a mi suerte para, según él, pasear mi vergüenza por el mundo. Así fue cómo, después de comprobar que mi compañero seguía también en pie, me arrastré a duras penas y a paso tan lento que se hacía una tortura, fui avanzando en busca de no sabía muy bien el qué. No entendía aquella misión si, nada más llegar, ya habían matado al que parecía que teníamos que proteger sin darnos opción a defenderlo o defendernos nosotros. Entonces, si proteger a ese hombre no era lo que teníamos que hacer, ¿qué se esperaba de nosotros?

Con cada movimiento que hacía lo único que me apetecía era tumbarme y dormir, abandonarme en espera de que la muerte viniera a arroparme, pero quizás mi instinto de supervivencia me lo impedía y seguía un paso más de manera mecánica hasta que, ¡bendito fuera!, nos encontró un anciano que con toda la paciencia y humildad nos llevó a su casa, curó nuestras heridas y nos dio de comer. No podía estar más agradecida a aquel hombre que, mientras mi compañero contesaba a sus preguntas, yo me dedicaba a observar con curiosidad. Tenía la sensación de que el viejo ocultaba más de lo que mostraba.

Ante todo quisiera darle las gracias, en nombre de mi compañero y mio, por haber sido tan amable y generoso con nosotros —me hubiera gustado presentarme pero en esos momentos no se me ocurría ningún nombre que sonara japonés, o por lo menos todo lo japonés antiguo que debería sonar—. Como ha dicho mi compañero, no supimos defender a nuestro señor y ahora nuestro destino es cargar con la vergüenza y la deshonra por no haber cumplido nuestro trabajo.

Cargando editor
05/09/2018, 08:04
El Viejo Pescador

- Seguro que hay más cosas que podríais contarme pero que por desconfianza no compartís, pero no os culpo… seguramente yo actuaría también así en vuestra situación – mientras hablabais el hombre se aseguró de que no os faltase ni comida ni bebida.

- Hay algo que puedo hacer por ustedes aunque no lo creáis… llevará tiempo, disciplina y sobre todo coraje. Pero os ayudaré a vengaros… aunque puede que desistáis durante el trayecto – no entendíais qué es lo que quería decir.

- Puedo entrenaros, haceros más fuertes, más atentos, más capaces para obtener lo que buscáis: vengaros de aquel que ha hecho tanto daño… pero no será rápido. Necesitaremos semanas ¡meses incluso! Y que no os engañen vuestros ojos… éste viejo pescador fue en el pasado una vieja gloria del shogunato... – rió de nuevo.

Notas de juego

Aceptar la propuesta 
Rechazarla 

Cargando editor
05/09/2018, 11:02
Columbus Smith

Las palabras de aquel anciano parecían sabias y se percibía una gran experiencia detrás. Asentí al escuchar como además nos ofrecía entrenarnos, al más puro estilo "película de Jackie Chan" y contuve una sonrisa. 

Lo cierto era que su ofrecimiento no podía ser por casualidad. El programa quizás estuviese poniendo a prueba nuestra capacidad de sacrificio. Por otro lado, si deseábamos vengar a nuestro señor, no podíamos escatimar en esfuerzos y necesitábamos cultivar nuestra propia autoestima y mejorar nuestras habilidades.

Así que, aun con dificultad, me puse en pie e hice una reverencia completa.

-Sus palabras hacen que me sienta todavía más avergonzado por mi derrota. Por favor, le pido humildemente que sea mi maestro y me enseñe todo lo que necesite para recuperar mi honor y el de mi señor.  Le aseguro que llegaré hasta el final.

De reojo, miré a mi compañera, que no dudaba que haría lo mismo que yo.

Cargando editor
06/09/2018, 21:13
Morrigan Connor

La propuesta del anciano me cogió por sorpresa. Desde el primer momento que nos habíamos topado con él me había dado la impresión que ese hombre era alguien especial, pero no esperaba un ofrecimiento como el que nos estaba haciendo. Fuera parte del proyecto o simplemente una oportundiad que nos brindaba el destino, la idea me atraía bastante a pesar de saber que el esfuerzo que iba a requerir el entrenamiento iba a ser muy elevado. Había visto muchas películas de ese estilo en las que un maestro entrenaba a su pupilo a base de sangre, sudor y lágrimas, pero si con ello conseguía mejorar... bienvenido sería.

Vi como Columbus aceptar y agradecer el ofrecimiento del anciano y, con la misma dificultad que él había mostrado, yo también me puse en pie aunque, nada más hacerlo, tuve que cerrar los ojos debido al mareo que amenazó con hacerme caer de nuevo.

Al igual que mi compañero, también le agradezco humildemente su ofrecimiento y, con la misma humildad, estoy dispuesta a ponerme bajo sus órdenes para aprender todo lo que nos pueda enseñar. Sé que será duro pero haré todo lo que esté en mi mano para seguir fielmente sus enseñanzas.

No pude aguantar demasiado en esa postura pues las heridas aún no estaban curadas del todo y el cansancio conseguía vencer mi cuerpo. Me volví a sentar con la cabeza ligeramente agachada, esperando una contestación por parte del anciano, no sin antes girar la mirada hacia Columbus y asentir, confirmando de esa forma que los dos estábamos en aquel asunto juntos y juntos intentaríamos salir de los problemas que se nos plantearan.

Cargando editor
06/09/2018, 21:41
El Viejo Pescador

Sabiendo que en vuestra situación actual cualquier ayuda podía ser bien recibida y que puede que esto fuese una prueba más por parte del programa, aceptasteis de buen gusto la ayuda de aquel humilde pescador que igual encerraba más de un secreto.

Él, satisfecho con vuestra decisión, os dio una palmada en la espalda. Terminó de curar vuestras heridas y os explicó las instalaciones de su sencilla casa puesto que os ibais a alojar allí en las próximas semanas.

- A primera hora del día comenzará el entrenamiento… seré muy exigente ya que de no ver en ustedes el potencial necesario decidiré invertir mi tiempo en mejores cosas… como la pesca de la carpa – ahora el tono de voz era más serio, como la de un regio instructor.

Aceptasteis sus condiciones y fuisteis a descansar. Ahora llegaba el momento de enfrentarse a un duro entrenamiento que os permitiría plantarle cara al hombre de la armadura negra… o al menos eso es lo que esperabais.

La noche llegó, pero aún más rápido el amanecer. Con el primer cantar del gallo el anciano pescador comenzó a golpear vuestra puerta. Estaba esperando con una sonrisa afable aunque ojos más avispados podían hacer creer que era una sonrisa pícara.

- Buenos días amigos míos. Ha llegado el momento de comenzar… ¡seguidme! – el viejo hizo un gesto para que le siguierais, simplemente os llevó al exterior.

El lugar de entrenamiento era dicho patio donde un hermoso melocotonero decoraba la estancia como si fuese un jardín paradisíaco.

- Sacad vuestra arma guerreros. En esta primera semana de entrenamiento vamos a poner a prueba tanto vuestra fuerza como vuestra destreza… espero que no os burléis de este entrenamiento puesto que es más de lo que parece – acto seguido pidió que os acercarais a uno de los árboles frutales.

- De un momento a otro comenzarán a caer los melocotones ¿cuál será vuestro papel? Algo muy sencillo. Tendréis que cortarlos por la mitad de un solo golpe de vuestra espada. Tendréis que poner a prueba los reflejos, ya que el melocotón no puede tocar el suelo, pero también vuestra resistencia… porque como podrás ver aquí hay muuuuuchos melocotones… ¿estáis listos? – haciendo alarde de una agilidad que no parecía acorde a su edad, el viejo se encaramó a uno de los árboles y comenzó a agitar las ramas con su palo. ¡Los melocotones iban a empezar a caer!

Notas de juego

En vuestro siguiente post además de narrar vuestras impresiones debéis describir como intentáis cortar los melocotones en vuestro primer día intentándolo.

Debéis hacer una tirada de cuerpo, y en base a vuestro resultado esto es lo que sucedería (para que lo tengáis en cuenta)

Tirada de Cuerpo:

1-5: Prácticamente se te caen todos los melocotones.

6-8: Más de la mitad de los melocotones los partes, estás agotado/a pero crees que no lo has hecho tan mal.

+9: Prácticamente partes todos los melocotones y aunque estás agotado/a piensas que sigues en forma.

¡Suerte!

Cargando editor
06/09/2018, 22:03
Columbus Smith

El maldito anciano estaba llamando a nuestra puerta cuando todavía no parecía haber salido el sol. A mí me dolían todos los huesos del cuerpo y las cicatrices de las heridas tiraban de mi piel como si fuesen a partirla. Como consecuencia de todo ello (el sueño, las heridas, el cansancio) podía asegurar que estaba hecho una auténtica porquería.

Lo peor de todo era que al echarle un vistazo al pescador, que nos esperaba en la puerta, éste daba toda la impresión de haber descansado completamente durante diez o doce horas y estar preparado para lo que fuese. Mi compañera, por el contrario, parecía sentirse igual que yo.

- Buenos días amigos míos. Ha llegado el momento de comenzar… ¡seguidme! 

Obviamente, no iba a quejarme ni de no haber descansado lo suficiente ni de no haber desayunado siquiera, pero eso era lo que pensaba. ¿Es que estos japoneses no se tomaban su tiempo antes de ponerse en marcha?

Aun así, lo seguimos hasta el patio y el hermoso melocotonero que lo presidía, y allí fue donde nos explicó lo que tendríamos que hacer.

De verdad que yo no hacía más que recordar la película de "The Karate Kid", porque todo aquello me sonaba a cosas parecidas. Entendía que de aquella manera íbamos a demostrar si nuestra destreza y rapidez era buena, y a mejorarla, pero lo cierto es que sonaba un poquito ridículo hacerlo de aquella forma.

En cualquier caso, ambos sacamos nuestra espada y en cuanto el anciano se encaramó al árbol y empezó a agitarlo... yo me lancé a cortar todos los melocotones que pude.

La verdad es que habría considerado aquello como algo divertido, si no fuese porque era ciertamente agotador. Los melocotones caían por todas partes e intentar que se escapara el menor número posible no era tarea fácil. A pesar de todo, me pareció que no lo había hecho del todo mal. Algunos se me habían escapado (por supuesto) pero en general, a medida que iban cayendo yo iba partiéndolos, a veces mejor, a veces peor.

Cuando el anciano dejó de mover el árbol y bajó de nuevo a tierra, yo me agaché y apoyé en la espada, agotado, pero sin decir nada. Después de todo, aquello había sido una prueba... y tampoco me había ido tan mal.

Pero resultaba... curioso.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/09/2018, 07:54
Director

Notas de juego

¡Hola Eyra!

Necesito que postees hoy, antes de que mañana haga el control de actividad >_<

Espero que no hayas tenido ningún problema y vaya todo bien.