Partida Rol por web

No fue hasta el segundo día, durante la breve parada que hicieron para comer, que Alice se acercó a Conrad para hablar con él en privado. El momento que eligió fue justo cuando el noble se encargaba de dar de comer al caballo, por lo que le pilló algo distraído, no advirtiendo él su presencia hasta que prácticamente la tenía al lado. Lejos de quedarse mirando, comenzó a ayudarle con la tarea, no porque otras manos fueran necesarias, si no más bien para aparentar que estaba haciendo algo aparte de charlar con él. En el poco tiempo que habían pasado juntos, ya comenzaba a acostumbrarse a esos pequeños secretismos de la joven

Te conozco

Fue lo único que dijo. Se le quedó mirando, como esperando que este lo confirmara o lo desmintiera

Pierre se quedço bloqueado por un momento. Había sido descuidado, y mientras alimentaba a Brie no se había percatado de que Ella se acercaba. Hasta que ya era demasiado tarde. Pero se había resignado, esperando oír preguntas disimuladas como había hecho Faliar, o cualquier clase de estratagema para averiguar cosas del pasado del cartógrafo. No recibió ninguna de esas cosas, sino dos palabras. Ni siquiera eran una pregunta: eran una afirmación. Sólo dos palabras, que cayeron sobre él como una losa: "Te conozco"

¿Se había acordado? Llevaban dos días de viaje, y no había habido incidentes, ¿acaso había reconocido al fin las facciones del noble? Parecía que sí. Pero no debía precipitarse. Tal vez sólo le resultaba...familiar. Tal vez sólo le recordaba a algo, pero sin saber ubicar el qué, y estaba tratando de confirmarlo. La expresión de la joven parecía esperar una reacción, de modo que era posible que sólo se tratase de eso. Deseó que ella sólo estuviera tanteando el terreno.

Pero, si llegaba a recordarle del todo, tenía que tener un plan de reserva. Y tal vez pudiese solucionar de un plumazo el problema con las indagaciones de los dos compañeros de viaje que más intentaba evitar.

El cartógrafo se detuvo un instante, a medio camino de la acción que estaba realizando. Enseguida continuó, como si nada. Parecía que la joven le había sobresaltado, tal vez, por la discreción y sigilo con  los que se había aproximado a él. Mientras seguía colocándole el saco de alfalfa al animal, sin volver su vista hacia la joven, frunció el ceño, y un pequeño ruidito dejó intuir un leve, casi imperceptible, carraspeo en su garganta.

- ¿Ah, sí?

Conrad respondió como si fuese algo banal que a veces oía decir a la gente, mientras parecía estar algo ausente, centrado en su tarea.

No sé Admitió, aún seria y distante Esperaba que me lo confirmara

El cambio en su forma de dirigirse a él, abandonando el tuteo, había sido bastante sutil, pero no imperceptible para alguien como Conrad

Conrad seguía mostrándose más centrado en lo que estaba haciendo. Con un leve tirón, comprobó que el saco de alfalfa estaba bien colgado de la cabeza de Brie. Ya había terminado, pero se quedó mirando al caballo. Como siempre, el cartógrafo evitaba mirar a la joven, como llevaba haciéndolo durante los dos días que llevaban de viaje. No obstante, alguna vez ella le había descubierto mirándola desde lejos, aunque el cartógrafo apartaba la mirada de inmediato. Era un comportamiento extraño y algo contradictorio.

- Bueno -respondió, aún utilizando un tono casual y despreocupado- Hace un momento parecías muy convencida.

Era curioso. Conrad había respondido a una pregunta no formulada, con una pregunta que evitaba responder, y el efecto, al parecer, había sido un distanciamiento en la actitud de la joven hacia él....y al mismo tiempo, un incremento en su sinceridad. De modo que el cartógrafo trató de tirar del hilo, y ver si esa sinceridad le revelaba el por qué la joven creía que se conocían. Y hasta qué punto estaba segura de ello.

Alabo su capacidad de observación No había nada en su tono que indicara ironía o admiración, así que era imposible decidir en que tono lo había dicho Pero temo que eso no responde a mi pregunta implícita

Al cartógrafo no se le escapó en absoluto las sutiles ironías de la muchacha, aunque el tono que emplease fuese más disimulado. No en vano había crecido directamente en el seno de la nobleza gabrielense, y conocía sus juegos y trucos, sus modos y maneras, de toda la vida.

- Yo creo, que si quieres preguntarle algo a alguien -el cartógrafo acarició al animal que, ajeno a la conversación, disfrutaba de aquel momento de reposo y masticaba con fruición su ración de alimento- la fórmula más apropiada es la pregunta -su tono varió muy ligeramente, mostrando ahora también una especie de lógica racional, un punto de vista personal-. ¿No te parece? Soy de Gabriel, pero eso no significa que prefiera las palabras aderezadas y los juegos de significados ocultos, en lugar de dejar las cosas claras, y decir lo que se quiere decir. Todas esas mascaradas sobran fuera de la crisálida de los nobles y busgueses.

Conrad estaba siendo hipócrita. Se sentía así. Porque aunque lo que estaba diciendo lo creía de verdad, a la vez lo estaba utilizando para cubrirse más aún con su máscara. Por otro lado, le inquietaba que, de nuevo, él mismo estaba comportándose con ella como aquél día, en las calles de Chaville, cuando la hermosa joven que ahora le interrogaba sutilmente, no era más que una niña pequeña que esperaba a que le llegara su hora. Era el precio por tratar de aparentar indiferencia ante ella. Pero, ¿realmente lo recordaría? al fin y al cabo, hacía mucho tiempo de aquello...

Todo en esta vida es mascarada. Y el resto es solo una daga encajada en el cuello

Se apartó del animal, y clavó sus ojos en Conrad. Su tono no había sido de amenaza, pues sus palabras no lo eran. De alguna manera, pareciera que se había limitado a constatar un hecho

Si tantas ganas tienes de oírme decirlo, entonces no te decepcionaré El tuteo había vuelto, aunque la actitud de Alice seguía siendo la misma ¿Nos hemos visto antes?

Conrad apenas pudo contenerse para no reaccionar de ninguna forma ante las palabras de "Alice". El modo en que ella veía la vida, todo falsedad y maldad. Era una consecuencia directa de haber crecido sola, en un mundo cruel. Y la culpa era de Pierre. Pero no sólo suya. Faliar también se había desentendido cuando Rose más le necesitaba. Aunque Ella no fuese de su sangre. Pero estaba pensando en un modo de hacer que el grandullón compensara esa falta, gracias a los huecos en su memoria. Tendría que averiguar qué era lo que recordaba exactamente.

Pero ¿Y Pierre? Él cargaba con más culpa aún de lo ocurrido ¿cuál sería su castigo? intentaba pensar en un plan para resolverlo todo de una sola jugada. Pero Xerine también le recordaba, aunque no recordase cuándo ni dónde. ¿Sería ese un problema? tal vez para el plan que estaba empezando a tomar forma en la mente del cartógrafo, como un mapa que se va dibujando, no tuviese tanta imporrtancia que ella recordase aquella tarde. Pero era mejor no correr riesgos, por si acaso. Si ella no recordaba exactamente dónde vio a Pierre, no sería él el que se lo aclarase todo, inocentemente, como un libro abierto

El noble inclinó la cabeza con un suspiro, aún con la mano apoyada sobre el cuello del caballo.

- Es posible. Al fin y al cabo, he conocido a mucha gente en Gabriel, y más aún en mis expediciones. Pero no recuerdo a ninguna Beatrice Widestain, y tampoco me suena Alice, salvo una bibliotecaria de la universidad de Lucrecio, pero está claro que no eres ella.

Dio un par de palmaditas al corcel, y se separó un poco de éste, haciendo un amago de retirarse hacia la fogata alrededor de la cual estaban sentados los demás, terminando de comer. En ningún momento se dignó a mirar a su interlocutora.

- Pero, si nos hubiésemos conocido, tú también deberías recordarlo, ¿no?

Alice asintió en silencio. Si Conrad quería jugar a esa clase de juegos, estaba dispuesta a meterse en el trapo. Sería divertido

Hay... Otra cosa que quería decirte

La mente del cartógrafo seguía trabajando a toda velocidad. Sí.....tal vez pudiera salir bien. Al fin y al cabo, nadie podría desmentirlo, salvo el propio Pierre. Podía funcionar............

Pero en el momento en el que ya iba a retirarse, alejándose de Ella y de sus preguntas, ésta añadió algo más. ¿Qué querría ahora? Deseó que no tuviese nada que ver con aquello.....

Conrad se detuvo, cuando ya estaba a punto de irse. No se volvió, sino que habló de espaldas a ella.

- ¿Sí? -giró ligeramente la cabeza, sin llegar a quedarse de perfil, pero lo suficiente para no parecer demasiado maleducado y que ella viera que la estaba escuchando.

Alice dejó que pasaran unos segundos antes de volver a hablar

Gracias. Por ayudarme contra esas dos asesinas. Fue un gran gesto, viniendo de un desconocido

La fría y cortante Alice... ¿Dándole las gracias? No, había algo que no acababa de encajar en el puzzle...

Conrad se giró más hacia ella, quedando de perfil su cuerpo, y con la cabeza mirando ahora casi de frente hacia la joven. El agradecimiento había sorprendido al cartógrafo, hasta el punto de dejar de evadirla y mirarla directamente con aquellos ojos color esmeralda. Pero tras un instante, volvió en seguida a desviar su vista, y la fijó en el suelo. Ahora estaba completamente de perfil desde la perspectiva de Alice.

- Yo....de nada. Tampoco podía quedarme de brazos cruzados ¿no?

Volvió a hacer un ademán de retirarse, pero de nuevo se detuvo.

- Aunque, parecía obvio que esas dos... asesinas, iban directamente a por tí....¿por qué?

Esta vez era él quien preguntaba, y al hacerlo volvió a mirarla, como tratando de transmitirle confianza.

No se había parado a pensarlo. Le había parecido tan lógico salvarla, que no había pensado en que parecía protegerla a propósito. Aunque seguía pensando que no era merecedor de preocuparse por ella, había algo que le impedía desinteresarse. Y si alguien la buscaba para hacerle daño, quería estar prevenido, para poder protegerla. Ya había sufrido demasiado por la inacción de Pierre.

Alice esbozó una sonrisa irónica, mientras se acercaba a él

Probablemente tenían envidia. Ese vestido que llevaba era realmente bonito

Esta vez fue ella la que pasó de largo, dirigiéndose al campamento

El cartógrafo dejó que ella pasase frente a él, pero cuando parecía que ya había dado la conversación finalizada, tras aquel sarcasmo de la joven, añadió algo más.

- ¿Y es porque tenían envidia también de tu nombre, por lo que te lo has vuelto a cambiar?