Partida Rol por web

Kendall había sufrido a cada paso que daban, a cada vuelta de rueda, a cada momento que circulaban por aquella paupérrima zona, hundida en la humillación económica y dejada a su suerte. - Y nadie que les ayude. Estaba apesadumbrado. El sufrimiento innecesaro le era algo aborrecible, pero no estaba en su mano, por lo menos por el momento, sacar a estas gentes de su desesperante situación.

Observaba todo en derredor. Era lo que su adiestramiento le había llegado a enseñar y así actuaba. Siempre intentado recordarlo todo para usarlo en su beneficio cuando hubiera que retroceder, cuando tengan que pasar otra vez por allí y emboscar al enemigo. ¿Pero qué enemigo les acosaría en la base, con las medidas de seguridad y vigilancia que allí había? Y entonces pasó. El instinto de sacar la pistola hizo efecto. Esta, como por arte de magia llegó a su mano y se posicionó, buscando cobertura, para disparar a la menor oportunidad. Así, sin quererlo, cumplió la orden de Executor. No sin querer, sino antes incluso de que la diera.

Rezaba que fuera un accidente, que algo había pasado de forma fortuita, deseando que el mito de invulnerabilidad y seguridad que le daba la base, persistiera. No es lo mismo un accidente que un ataque.

No abrió la boca ni pronunció palabra alguna. Si tenía que actuar, una sola voz bastaba. Muchas, sólo causaban más caos. - Los soldados actuamos y cumplimos ordenes. No nos dedicamos a berrear incoherencias o burlas de una disciplina que no poseen. El pensamiento corrió por su mente como una reprimenda a los no mandos, que querían mandar sin tener que hacerlo.

El hangar era bien grande para almacenar tres naves de tamaño medio, a pesar de ahora contener solamente dos: la nave que se os entregaría para la mision y una pequeña de transporte. Tres operarios estaban realizando mantenimiento a vuestra nave, mientras tres soldados deambulaban realizando sus rondas. Vuestra llegada coincidio con algo inesperado. De una puerta casi situada al otro lado del hangar se abrio de golpe cuando un soldado muy herido, lleno de sagren salio despedido de su interior cayendo dentro del hangar. Un rugido del interior resono acompañado de las luces de emergencia que se activaron en señal de emergencia.

Los tres mecanicos con miendo se fueron corriendo asustados buscando algun lugar donde cobijarse. Los tres soldados, sin saber a que atenerse buscaron posiciones en frente de la puerta apuntando a lo que saliera de allí. Kendall como medico salio sin pensar en el peligro inminente a socorrer a aquel soldado moribundo. La distancia era larga, con lo que tardaria algunos segundos en llegar.

Una voz masculina se escucha por los altavoces: Se ha escapado recluso J45. Es peligroso. Neutralizadlo pero no lo maten. Se necesita vivo.

Suárez intentó responder a la pregunta de Nicolav pero al ver al presunto recluso como salio de la puerta, retrocedio por el mismo pasillo corriendo asustado. Un joven yautja, ya bastante herido y armado con cuchillas se mostró en escena. Tenia su cabeza a descubierto y al ver a los tres soldados apuntandole les grito con fiereza. Quizas les dijo alguna cosa, pero nadie entendía su idioma. Los soldados apuntando se quedaron momentaneamente helados indecisos entre disparar o no, dada las ordenes dadas.

Fenix cubría vuestra posicion desde la parte baja apuntando hacia la zona de la puerta.

Ató hilos al instante. Iban a darles al bicho como ayudante, como cazador tal vez. Como as en la manga. Pero no lo habían tratado bien, y él quería escapar. Era un ser inteligente, no una simple cobaya. Y se mostraba joven... Y agitado, tal vez asustado. Ya estaba herido, y Fénix podía comprender que los crímenes cometidos fueron en defensa personal.
Él se esperaba otra cosa... Un xenomorfo. Pero se salvó de semejante pesadilla. ¡Un Yautja!

-¡Bajad las armas! ¡Bajadlas ya! ¡Hacedlo o esto será un baño de sangre!-gritó hacia los soldados que apuntaban atemorizados al predator.
-¡Está herido, maldita sea!¡No disparéis!
Decidió correr hacia delante, hacia la pequeña formación y hacia Klauss, guardando el arma y mostrándose lo menos ofensivo que podía hacia el recluso.
-¡Alto!-repitió, buscando interponerse, de espalda al sujeto. Como si lo defendiese.
Pensaba que estaba asustado, confuso, y además se sentiría acorralado. Si no les atacó en primer lugar, no iba a hacerlo si ellos se calmaban...
Rezó a que tuviera razón y fuera así.

Cumple las órdenes de Fénix de forma casi instintiva, corriendo hasta la nave para ponerse a cubierto junto a los otros mecánicos. Por un instante cree que los secuaces de su camello son los causantes del tumulto. Sin saber cómo, le han encontrado para hacerle pagar lo que debe.

- Me cago en la puta, pero qué es esa cosa! - Exclama al ver a la criatura extrarrestre. Por un lado se siente aliviado al saber que no han venido a por él, pero aquella imponente figura consigue acojonarle. Tony y el Gordo ya no parecen tan horribles.

Llevó la mano a su pistola M4A3 pero sin desenfundarla. ¡Joder, Klauss!  Ya no eres el más raro del grupo.

Miró a la criatura y escupió en el suelo Mira que es feo. ¿seguro que quieres invitarla a copas y llevarla a pasear, Fénix? Mientras hablaba se iba moviendo despacio hacia la nave de transporte.

Cumpliendo órdenes de Fenix bajo mi arma poco a poco pero sin perder de vista la criatura. 

Fénix ten cuidado. Klauss necesitas ayuda para sacar a ese hombre de ahí. En caso que me diga que si me acercaría hasta el para intentar mover al herido a una zona más segura.

Debo aceptar que cuando vi el Yautja me sentí un poco decepcionado, aquellas básicas criaturas adictas a la guerra solo hacían que mi motivación, por ir a donde se encuentra aquel pobre bastardo herido, se fuese diluyendo.

Pero si ponemos todo en una balanza, dejar al bulto de carne en este lugar desangrándose solo, haría que toda la atención se dirigiera hacia a mí, situación que me molestaría y retrasaría mis objetivos.

Me sigo moviendo, con cuidado y sigilo, hacia donde se encuentra el moribundo soldado, esperando que al menos, si llegase a morir, su cuerpo sirva para análisis de tejido traumático-. En algo hay que matar el tiempo-. Pienso mientras prosigo con mi actuar.

Kendall bajó el arma, apuntando en ángulo hacia el suelo, pero esa posición le permitía recolocar el arma para hacer fuego de inmediato. Cumplió sin chistar, pero una mezcla de emociones recorrían su cuerpo y deseaba que pagase con la misma moneda lo que le había hecho al pobre desgraciado. No se cuál sería su delito, pero le había hecho pagar, en sangre, un precio muy caro.

¿No estaremos ayudando a escapar a un fugitivo?

Pensó para sí, y con esa posición defensiva, menos amenazante que apuntar al objetivo, acompañó, con un sigilo y discreción similar a la que el médico usó para acercarse al herido. Siempre dando el frente al "bicho". Controlando y procurando no mostrarse lo temeroso que estaba.

Chicos, me encantan estas reuniones informales y sobre todo ver a nuestro hombre duro intentar ligar con un xeno;  pero ¿y si adoptamos una formación en abanico por si la chica guapa quiere jugar? Hizo un gesto con la cabeza para que se movieran abriendo el espacio entre ellos para dificultar un posible ataque a todo el grupo.

Aquellos tres soldados que apuntaban al joven yautja, ante las palabras poderosas de Fenix e indecisos que estaban bajan paulatinamente sus armas mientras Klauss se acercaba hacia el soldado herido en el suelo. A pesar de ir con cautela no evita que el Yautja lo divise y se avalance sobre él viendo la oportunidad. Su mirada muchas veces se fijaba en el transporte, seguramente con visos de usarlo y escapar.

Con un fuerte salto logra llegar hasta Klauss y lo coge levantandolo con su mano izquierda, mientras con la derecha apunta las cuchillas a su cuello. Los gritos ininteligibles resonaban por todo el hangar. Los tres mecanicos se ubican detrás del transporte alienigena buscando cobertura.

Sacó la M4A3 y apuntó al Yautja. Parece que no eres su tipo Fénix ¿qué hacemos ahora? 

Klauss, ¿Qué tal si te apartas antes de que los pistoleros empiecen a apretar el gatillo?

Puso su sonrisa más cínica y miró a Michael ¿Cómo era el chiste? Un aleman, un ruso, un yautja y un americano... y el americano iba y pateaba al yautja. Tendría que haber encendido un cigarro.

Espero las consecuencias de mis tiradas para armas el post, saludos!