Partida Rol por web

 Te acercas al callejón, el desagradable viento frío va a mayor velocidad en este estrecho.

 Las ventanas del lugar parecen ser iguales a todas las demás. El callejón está vacío, solo pequeñas piedras y tierra, la única utilidad que podría dar es el hecho de que solo es visible desde los propios extremos del callejón.
 Una vista más de cerca a las ventanas te revela que aun estando protegida con barrotes de madera… Sigue siendo madera, un par de hachazos deberían quitarlos del medio. Tal vez el sonido del viento distraiga a los guardias, pero es poso probable que dentro del caserón no escuchen nada.

 Un par de minutos después, en uno de los extremos del callejón, la calle parece iluminarse de a poco por una antorcha, Muy seguramente un guardia de camino al callejón. Aún no ha llegado al callejón por lo que aún no te ha visto.

Esperas a que llegue el guardia?

 Ves a Jaime entrar en el callejón, mientras estás parado en la calle mirando el interior del callejón, Jaime por un par de minutos examina el lugar y la pared del caserón… Cuando vez una luz crecer poco a poco en el otro extremo del callejón.

Cuando Jaume vio al guardia al final del callejón y habiendo obtenido toda la información que necesitaba saber, dio media vuelta para dirigirse hacia la entrada del caserón donde lo aguardaba su compañero.

A pesar de ser un callejón oscuro, el cual podría aportar algo de sigilo y cobertura, no era la opción mejor en estos momentos. Jaume pensó que quizás la opción que dijo su compañero de llamar y hablar con el señor sería más adecuada.

Con esos pensamientos se dirigió hasta donde lo esperaba Enrique.

- ¿Y bien? -

La pregunta era sencilla. 

Hizo un gesto a Jaume para apartarse de la puerta mientras hablaban. Había visto la luz, y eso normalmente implicaba posibles problemas, por lo que prefería no llamar la atención.

Vio un lugar ligeramente apartado, y condujo a Jaume hacia allí.

 Al ratito, ven dos hombres con antorchas(armados con mazas, vistiendo un gambenson y en la cabeza un capacete), detenerse en el callejón donde estuvo Jaume.
 Los ven hablándose entre ellos mientras uno mira el suelo y comienza a apuntar en su dirección. Mientras se acercan a ustedes continúan hablando entre ellos, pero el viento no les permite entender ninguna palabra.

Eh compañero, ¿que hacemos? le pregunto Jaume a Enrique. ¿nos quedamos a charlar con estos o nos ocultamos e intentamos escuchar que estan hablando entre ellos? por si acaso cogemos información útil. 

- Si quieres intentar escuchar, vas a tener que hacerlo tú, ese no es mi fuerte... Creo que por ahora apartarse de aquí sería lo más sabio, o llamar directamente a la puerta, que aún no lo he descartado. -

La presencia de los guardias complicaba las cosas. No sabía cómo de tenso estaba el pueblo para que les viesen merodeando por la noche, pero si salían a la calle siempre podrían decir que se habían perdido al salir de la taberna. Al fin y al cabo, no eran locales, y la excusa era más que plausible.

De hecho, si no podían ocultarse, el propio Enrique iría a hablar con los guardias. Nada te hace parecer menos sospechoso que abordar a los guardias de motu propio.

Pues hablemos con ellos.- comentó Jaume a su compañero, decidido. Salgamos a su encuentro y conversemos con ellos, y si es en el callejón mejor, si hay algun problema, estaremos ocultos y será más complicado que alguien nos vea.

El guardia 1(El que miraba el suelo en el callejón y a punto en su dirección) de los guardias se acercan en su dirección mirando el suelo cada pocos segundos, el guardia 2 con un rostro cansado lo sigue de cerca vigilando los alrededores. En el momento en que ven sus siluetas, toman sus mazas en alerta mientras los iluminan con las antorchas.

El guardia 1 levanta la voz en su dirección.

—Quienes son ustedes y que hacen parados a estas horas en las calles?!

El guardia 2 los ve con desagrado.

—Seguro solo están de paso, no están haciendo nada, deja que se larguen.

El guardia 1 ignora al guardia dos esperando su respuesta.

Buenas noches, caballeros.- comenzó diciendo Jaume-, hemos salido de la taberna y creo que nos hemos perdido, al fin y al cabo no somos de aquí.- continuó conversando sin perder de vista las manos de los guardias en las que portaban mazas.- no hay nada de lo que preocuparse, pueden bajar las mazas, no buscamos pelea. y si quizás un poco de colaboración.

Bueno, pues había salido Jaume...

- Buenas noches caballeros. Al menos, tienen un farol. Yo ya no veo una mierda, y mi oido no es el que era... -

El guardia 2 le replica a su compañero.

—Ves? No están haciendo nada, solo son dos ebrios perdidos.

El guardia 1 no deja de fruncir el ceño en ningún momento.

—Y que hacían merodeando al lado del caserón de un comerciante burgués?

El guardia 2 muestra una expresión de desespero.

—Vamos hombre, que se puede ver el bar desde aquí, tienes que dejar de mandar a la mazmorra a mazazos a todo con el que nos encontramos.

El guardia 1 no deja de mirarlos con su porra preparada, aunque con una expresión menos amenazante que antes.

¿Has dicho comerciante burgues? le preguntó Jaume al guardia 2.- Nos interesaría trabajar, sabeis, y ganarnos unas monedas. No sé si vuestro señor necesita trabajadores. continuó diciendo.

se giró hacia al primer guardia.- hazle caso a tu compañero, hombre, no necesitarás usar la violencia con nosotros, no buscamos problemas. se volvio hacia enrique.- verdad, compañero, solo queremos ganarnos la vida de forma honrada.

- Yo, personalmente, ahora mismo lo único que quiero es encontrar una cama. Que se va haciendo tarde. ¿Son ustedes, tal vez, de la guardia de la ciudad? -

 Ambos guardias fruncieron el ceño en desagrado al escucharlos, pedir ayuda, trabajo y cama. Ambos se vieron el uno al otro, momento al cual el guardia 1 rompió el silencio.

—No quiero mendigos en este pueblo, no los quiero volver a ver por las calles a alta horas de la noche y menos a estas horas.

El guardia 2 se alejó un poco invitando a su compañero a seguirle.

—Ya vámonos Joan, tenemos que seguir patrullando… Y sí, somos parte de la guardia del pueblo.

El guardia 1 (Joan) se alejó con su compañero terminando con…

—Ya lárguense, no los quiero ver aquí cuando vuelva.

Ya nos vamos, no se preocupen...dijo Jaume a los guardias mientras tiraba del brazo de su compañero hacia el callejón.
Una vez alejado de los guardias, Juame se dirigió a Enrique. -Bueno, que hacemos, llamamos a la puerta o asaltamos la casa? y si aparecen estos guardias de nuevo y nos ven por aquí...tendremos que hacerles frente...

- Creo que por ahora lo que debemos es decidir si llamar o colarnos.

Y yo, sinceramente, no creo que colarnos sea lo más sencillo.

Yo votaría por llamar a la puerta, y hablar con el tipo. Pero no hablarle de la idea, sino que hemos escuchado por parte de un antiguo compañero que buscaba manos firmes para trabajos limpios. Y ver qué sensación nos da.

Creo que sería mejor que hablases tu. Al tener el acento fuerte, se notará que somos viajeros. Espero que no haya problemas.

¿Qué opinas? -

Me parece la mejor idea, compañero. le comente a Enrique. Vayamos pues y llamemos a la puerta. y emprendí la marcha hacia la puerta, tras ello, golpee varias veces.
Ahora toca esperar compañero.

A los minutos, se escucha la voz de un hombre del otro lado de la puerta. —Quien es?!

Buenas noches! dije en un tono claro y seguro. Nos gustaría hablar con el señor de la casa, tenemos información que le puede interesar. No me andé con rodeos, fui directo al grano.