Partida Rol por web

Ian no hace mucho caso al comentario de Nat sobre las apuestas dado a que desde un principio no había hablando muy enserio al proponerlo. Y por otro lado escucha atentamente al comentario de Mike, pues parecía que finalmente le estaban informando del caso.

-El ex-poli parece una buena opción. Espero que dé noticias pronto.

Y ahí es donde todo el asunto comienza a irse de las manos. Cuando Nat sugiere infiltrarse en el club de prostitutas.

-¿¡Estás locas!? ¡No! ¡De ninguna manera! Es muy riesgoso.- Ian dice esto, pero Mike parece secundarla.

-Bien, pues no sé. Déjenme intentarlo.- Ian saca el móvil y comienza a escribirle a Lizz consultando respecto al Toro y el club.

Nat escucha las nuevas informaciones, el dueño de aquel local era un ex-poli y podrían obtener de él las informaciones mucho más rápido que por vías legales. A veces parecía que Mike y ella no se entendían, pero al final la idea de hacerse pasar por una prostituta parecía gustarle al cabrito, solo esperaba que no contratara sus servicios para ir de listo o tendría un problema en la entrepierna, cuchillo mediante. Ian por su parte no parecía que le gustase la idea propuesta, ¿era por que en el fondo al menos la apreciaba?...Quería pensar de que era así.

- Ya que estamos pregúntale a tu EX... - palabra muy remarcada -... cómo puede una amiga tuya pertenecer a su grupito de gatitas...- dijo para provocarle y así visualizaría cuánto podía molestarle aquello -.... es importante saber si hay algo que pueda beneficiar que me cojan o algo que en particular les aberre..., vamos, que nos allane el camino para conseguir infiltrarme y así conseguir información...

La joven estaba dispuesta a ayudar a convencer a Mike para conseguir información al respecto.

Ian envía un mensaje sencillo al número de Lizz:

Lizz, sé que no querrás hacerlo, pero necesito que me envíes la dirección del club donde trabajabas. Cuanto antes resolvamos esto, mejor.

A los pocos minutos recibe una respuesta escueta:

Hotel-casino Lucky West, piso 7. Tendrás que hablar con El Toro. Estará en el bar.

Agrega además el número de telefono para contactar al hombre. Nada más. Ni un adios, ni un te extraño.

Mientras Ian envía el mensaje, Mike sube al coche y lo enciende, esperando que le indiquen a donde ir. Winona, la adorable pitbull, gruñe a los pies de Ian antes de subirse también al coche, apoderándose del puesto de copiloto.

A los pocos minutos, el teléfono de Ian suena de nuevo con una notificación de mensaje.

Al poco tiempo de enviado el mensaje, Ian recibe respuesta con la información que buscaba. Una parte de sí continuaba incrédula de lo sencillo que resultó obtener respuesta.

-Parece ser que el "club" se encuentra en el Hotel-casino Lucky West- respondería el fotógrafo haciendo caso omiso a los comentarios de su compañera- , en el séptimo piso. Además "el Toro" suele estar en el bar del lugar. Creo que es suficiente información. ¿Vamos allá?

Dicho todo esto, bajó la mirada para demostrar su desprecio por la horripilante criatura conocida como Winona y se subió a la parte trasera del vehículo. El fotógrafo realmente esperaba que no tuviesen necesidad de seguir el plan propuesto por la periodista.

Nathalie atiende las palabras de Ian, una vez ambos estuvieron sentados en los asientos de atrás del coche de Mike, la joven hubiera ocupado el sitio del copiloto pero la perra del cabrón ocupó aquel espacio y no parecía muy dispuesta a moverse, y para qué mentir, la periodista tampoco deseaba intentarlo.

- De acuerdo, vamos al Lucky West, y en el bar intentaré que el Toro se fije en mi..., si tengo suerte puede que entre en el club como dama de compañía... ¿Os parece bien el plan?.... - sabía que a Ian no le gustaba la propuesta, pero como no proponía alternativa, la peor de las ideas era siempre la mejor opción -....Mike..., arranca y vamos para allí, cuanto más tardemos más posibilidades habrán de que me roben la noticia... - dijo Nat sacando del bolso un espejito, arreglándose los cabellos y controlando su aspecto, siempre impecable. Y ya de paso comprobando si Ian parecía molesto, o más bien le daba igual lo que iba a hacer.

Con un precario pero posible plan en mente, y ya con una dirección más clara, el trío formado por Nat la periodista, Ian el fotógrafo, y Mike el Cabrón, se pone en camino hacia el Hotel-Casino "Lucky West", tratando de ignorar el reloj cuyas manecillas se siguen moviendo sin que nada pueda detenerlas...