Partida Rol por web

Arcadia Moderno

Prologo

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09/02/2021, 11:04
Director

Las Estaciones se han sucedido tan rápido que apenas has tenido tiempo de darte cuenta. Un año tras otro, deseando con impaciencia que llegara este momento.

La Semana de la Madurez había llegado.

El Sauce se había vestido con sus mejores galas, como siempre habían hecho. Las calles estaban emperifolladas de banderines de colores, las ventadas adornadas con flores de papel de cientos de colores y formas, incluso el mismo aire parecía diferente, el verano llegaba a su fin y el otoño empezaba a notarse en el aire, salpicando el verde y amarillo del campo de tonos dorado y tostado.

A tus tareas como “nieta” del gobernador había que añadir todas tus nuevas obligaciones para prepararte para el Rito de Tránsito.

Los primeros días tenías que pasar tiempo con tu familia y amigos; era la parte más importante; existía la posibilidad de que no volvieras a verlos. Comidas familiares combinadas con presentaciones de mandatarios farragosas. Y tenías que sacarte tiempo para que Scarlet te diera sus últimas instrucciones sobre esgrima y moda. Tú y Erik no habíais estado tan ocupados… nunca desde que recuerdas.

 

El tercer día, debías pasear con todos los jóvenes de tu edad por las calles de la ciudad. Daba igual que fuerais nobles o plebeyos, todos erais tratados ese día como iguales (los Perfectos no participan en esta tradición) Recorrer hasta el último rincón de El Sauce era una parte primordial del rito; debíais grabar en vuestros corazones el hogar que os ha visto crecer. Cada ciudadano debía salir a saludaros, os ofrecían ofrendas de flores, dulces, encurtidos… incluso las familias más humildes, las de menos recursos, participaban en las ofrendas, algo que siempre conmovía los corazones y recordaba El Principio de Golden Ash Tree; Cordialidad. Pasaríais el día antes de la Noche de la Liebre dedicado al pueblo. Por la noche, todas las ofrendas de los ciudadanos, por pobres o humildes que fueran, estarían en la mesa.

Aquel año había sido bastante próspero y había quince chicos en la mesa, sentados junto al Gobernador, los Ministros y representantes de las Casas Nobles. Aurelia, como no, estaba como representante de su familia, siempre tan serena y tan regia.

Como es tradición, los adultos están allí simplemente como meros espectadores, los jóvenes debéis comer, beber, bailar, reír… disfrutar de la noche hasta el amanecer. No importa que estuvierais cansados, había momentos para estar activos, otros para descansar, pero debíais permanecer despiertos hasta que llegara el Alba.

A media noche, tu “Abuelo” coge el saco con los cristales de colores. Cada uno está marcado con el emblema de una ciudad. Por orden, deberéis sacarlos para saber vuestro destino.

Sin querer, rezas a los Dioses para que Eric y tu compartáis destino.

Saca él primero… Norsca.

Después tú… Puerta Dragón

Parece que los Dioses no quieren oír tu ruego esa noche.

Siempre te habían dicho que la luna esa noche se ve de otra forma, que sientes su brillo rasgado con otra sensación, pero nunca lo habías creído… hasta que no lo sentiste.

 

El último día son preparativos para el viaje. Ninguno podríais llevar nada más que lo justo y necesario. La ropa que llevaréis durante vuestro peregrinaje, un arma para protegeros de bandidos y bestias salvajes, y unas pocas provisiones.

Más abrazos, alguna lágrima.

Una madre dice adiós a su hijo con todas sus fuerzas, algo en su interior le dice que no volverá a verlo.

Un padre da lecciones de humildad a su hijo, que de poco le servirán más allá de la protección de la Región.

Un hermano pequeño que se despide sin ser del todo consciente de lo que está pasando.

En momentos como esos es cuando agradeces ser quién eres. El trato con tu familia es mucho más frío, más formal, mas… noble. A pesar de la importancia de la ceremonia y la tradición, tu “Abuelo” ha usado su autoridad para que Alice y Ferdinand os acompañen durante vuestro viaje.

Quieren asegurarse que volvamos.

Una lágrima te surca inocente desde la comisura del ojo. No querías llorar, pero al ver a la enérgica Scarlet, a Magnolia rota de pena, Tadeus, vestido con sus mejores galas (las más ostentosas) y Aurelia, tan regia, tan elegante… tan impasible incluso durante las festividades nocturnas… Algo en tu interior te decía que tras esa máscara se escondía un profundo pesar. Seguro que te echaría tanto de menos como tú a ella

-Hijos del Sauce- el discurso de despedida este año era la propia Aurelia quien lo preparaba- Marcháis a conocer el mundo más allá de nuestras verdes tierras. Como el Verano da paso al otoño, pasaréis tiempo fuera del hogar. Aprended. Conoced. Descubrid ¿Por qué te mira a ti cuando dice eso? Y si vuestros corazones añoran el calor del hogar, volved. Que el viento sople a vuestro favor y los Dioses guíen vuestro camino.

-Que el Viento sople a vuestro favor y los Dioses guíen vuestro camino- gritó a coro la muchedumbre mientras os alejabais de la entrada -Que el Viento sople a vuestro favor y los Dioses guíen vuestro camino-

El coro de despedida os acompañó durante un buen rato, cuando os alejasteis lo suficiente descubristeis unos extraños carromatos metálicos, pero estos no estaban tirados por ninguna bestia. Habías visto estas “Máquinas” antes, habías mareado a dueño a preguntas intentando saber todo acerca de ellas, pero nunca te habías montado. Cada uno de los carros estaba guiado por un antiguo ciudadano de El Sauce que había renunciado a sus derechos, y ahora acompañaba a los nuevos.

Pensabas que irías sola en tu carro, únicamente acompañada de tu fiel ayuda Alice, pero la sorpresa fue mayúscula cuando viste el rostro sonriente de Calixto asomarse desde el interior. Al menos haría el viaje un poco más interesante.

-Tengo que volver a mis quehaceres y a mi hogar, pero no podía pasar por alto acompañarte tu primer día en Puerta Dragón como adulta- siempre envuelto en ese halo de misterio, con esa voz que mezclaba la dulzura con la picardía…

Al menos haría el trayecto un poco más interesante.

Y así empezó tu vida como adulta.

Sin ser consciente de cuan profundo iba a ser ese cambio.

Notas de juego

Detalle de Ambientación

·Las semanas en Arcadia son más cortas. Cada semana consta de cinco días, cada mes de cuatro semanas (total 20 días) y cada estación (que es como se mide el paso del tiempo) son más o menos tres meses. Existe una semana especial a final del Invierno llamada la Calibración, que dura en torno a los 9 días (no son exactos)

 

·Tras la Segunda Guerra de la Diosa, la Luna (astro grande y nacarado del cielo) está destrozada. Mantiene gran parte de su forma, pero se nota que más de la mitad está rota y echa pedazos. Aunque actualmente es un recuerdo de los estragos de las Guerras de los Dioses, poco a poco se va perdiendo en la memoria y se considera algo habitual.

Tu post debería ser de como es tus días en Puerta Dragón, como ves ese mundo y sus impresiones. Tendrás unas dos semanas de libertad hasta que un Mensajero de Golden Ash Tree te entregue una carta.

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11/02/2021, 11:01
Director

La doble vida que llevas empieza a dar sus frutos.

Como Emisario de Lord Arcturus tienes acceso a las reuniones más importantes del Consejo, era su recadero, pero eso tenía ventajas: podría tener acceso a sitios donde ningún humano podría entrar; has visto los salones privados del consejo, has estado en sus casas, miras con aire altivo a su servicio y estos no podían hacer más que apartar la mirada (aunque eres consciente de que susurraban todo tipo de insultos a tus espaldas)

Los tiempos de ser la marioneta de los Perfectos habían quedado atrás; el Athene Noctua te había dado las herramientas para tu venganza y volver a poner el apellido Bright en el lugar que le correspondía, y no estás dispuesto a dejar pasar esa oportunidad.

¿Qué más daba que el resto de Perfectos te mirara con aires de superioridad? No podían levantar una sola mano en tu contra sin poner en riesgo su situación al enemistarse con el Consejo mismo.

Con todo, eran tiempo compulsos.

La Revolución Mágico-industrial había llegado para quedarse, y a los enemigos en casa se habían unido enemigos fuera del país. Todo el mundo corría para hacerse con las explotaciones de Magicita más importantes. El carbón había dado paso a una fuente de energía mayor, y lo que hace un siglo podría ser una fantasía hoy se hacía realidad. Incluso te habías echo con uno de esos “coches” que no necesitaban de sucias bestias de carga para moverse, y un chófer personal cuyo nombre no te habías dignado en aprender para que le llevara con la mayor celeridad posible a los sitios. Era mucho más cómodo que andar por la calle o ir en esas incómodas carrozas, y una muestra más del poder que ahora ostentas.

El Athene Noctua estaba más que satisfecho con los resultados del cortesano; había llegado a lo más alto, y desde su posición hacía las veces de agente doble para el Consejo. Cualquier decisión que se tomara, cualquier nueva ley que se emitiera; todo llegaba a oídos de la Sociedad, y siempre tenían un plan para que las cosas salieran exactamente como debían: una mentira susurrada en el oído adecuado, un soborno en las manos correctas, algún chantaje… Haces tu trabajo y disfrutas con ello. ¿Cuántas leyes opresoras de humanos no se habían promulgado por tus tramas?

En esos momentos era cuando te permitías sonreír sinceramente.

Pero la guerra era inevitable. Puerta Dragón había hecho cuanto estaba en su mano por evitar el conflicto, dedicar cuantos recursos estuvieran en sus manos para el desarrollo industrial, no para alimentar una maquinaria bélica, en si secretamente nutrida. Pero Nueva Alexandria siempre había sido un competidor por el control de Sin Fin, y los Agentes del Athene Noctua de allí se encargaron de que sus movimientos fueran públicos. No contaban con que la guerra se extendiera incluso al Norte, pero esos salvajes humanos no tenían nada que hacer contra la avanzada tecno-magia de Puerta Dragón.

Fue una excelente noticia que el presidente del Consejo, su Excelencia Roxian, asignara a Arcturus el diseño y la construcción del Gran Arca, lo último y más avanzado en Tecnología Mágica. Tienes acceso a su despacho, y podrías informar a la Sociedad de los avances del Perfecto. El diseño parecía francamente impresionante y podría ser un gran avance para la ciudad; si la máquina hacía lo que habías oído, suministraría energía mágica a toda la ciudad, lo que mejoraría enormemente su nivel de vida.

Ni Axis City había llegado a ese nivel de desarrollo.

Sin embargo, no todo eran buenas noticias. Por un lado, algunos de los movimientos de Athene Noctua estaban azuzando a grupos de humanos contra los Perfectos para reinstaurar el Linaje de los Emperadores Dragón en la ciudad, a pesar de que Irion era un débil y cobarde, y su padre había muerto en extrañas circunstancias. No terminaba de entender porque las órdenes eran mantener a ese niñato mimado y asustado con vida a cualquier precio; pero no estas allí para cuestionar los movimientos de la Orden. Aunque habías tardado en entenderlo, sabías que cada una de sus operaciones siempre formaba parte de un plan mayor, cada orden, cada secreto, formaba siempre parte de algo más grande, algo que limpiaría para siempre la corrupción de las ciudades y dejaría el mundo exactamente en manos de quien tendría que estar. En manos del Athene Noctua.

Notas de juego

Dejo libertad para que desarrolles la vida de tu Personaje durante las próximas dos semanas, durante las cuales no tendrás acceso alguno al Consejo ni a Arcturus.

El post debería terminar cuando un par de soldados te escoltan hasta la mansión de Arcturus.

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11/02/2021, 19:40
Iria

Después de años de preguntas e incertidumbres, el día había llegado.

Escarlet me había ayudado a escoger un precioso vestido y, como si me sintiera una princesa, disfruté de los que, supuse, serían mis últimos días tranquilos en mucho tiempo. Toda la ciudad, toda la gente, ¡todo a mi alrededor!, rebosaba vida, cordialidad y afecto. Aquello no era solo una forma de convertirse en adultos, sino que era una despedida de lo que éramos. Porque, desde aquella noche, ya no seríamos los mismos.

Sentí una gran emoción a ver a mi "abuelo" y, sobre todo, al escuchar las palabras de Aurelia.

"Aprende. Conoce. Descubre". Así lo haré.

Había cogido lo justo y necesario para el viaje, pero aún así sentía que me faltaba algo... Algo importante... Algo que necesitaba... Mi hermano. Era la primera vez que nos íbamos a separar desde que nacimos. La primera vez que estaríamos separados durante tanto tiempo, y sentí como si me faltara el aire. Por supuesto me acompañaría Alice -no quiero pensar lo que tendría que haber hecho mi abuelo para conseguirlo-, pero no era lo mismo. Solo esperaba que las cosas le fueran bien en su viaje y que, en algún momento, nos pudiéramos encontrar de nuevo.

Estaba preparada para las sorpresas que me aguardaban fuera de la ciudad, pero no esperé encontrar una de ellas tan pronto.

-¿Qué..., qué es esto? -pregunté al ver el extraño carruaje-. ¿Dónde están los caballos? ¿Y por qué parece de metal? -Di un par de golpes con la punta de la bota. Me sorprendió lo resistente que parecía-. ¿Esto qué hace?

Sin ningún tipo de vergüenza, me agaché para ver la parte inferior del mismo, como si, desde aquel ángulo, pudiera saber algo más sobre aquella cosa. Pero una voz que conocía muy bien me asustó y casi me golpeo la cabeza con aquella cosa.

-¡Calixto! ¿Pero qué haces aquí? -No podía estar más contenta-. ¿Y qué haces ahí dentro? ¿Sabes lo que es? Yo creo que es algún tipo de bandeja para transportar tartas gigantes... O algún tipo de jaula para animales muy peligrosos y fuertes... ¡Me alegro un montón que me acompañes en el viaje! ¿Has estado en Las Puertas del Dragón! ¡Cuéntame todo lo que sepas de la ciudad! 

- Tiradas (1)

Motivo: Inteligencia

Tirada: 3d10

Resultado: 14 [5, 5, 4]

Notas de juego

La tirada es meramente narrativa. (Son D10 o D6?)

No sé porque el post me lo pone como Mariosanca en lugar de como Iria... 

 

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11/02/2021, 20:11
Director
- Tiradas (1)

Motivo: Curiosidad de Iria

Tirada: 3d10

Dificultad: 4+

Resultado: 7, 1, 5 (Suma: 13)

Exitos: 2

Notas de juego

Lo de Iria no entiendo porque no te sale así.... algo habré liado. Voy a revisar y te comento.- Drama Resuelto

Las tiradas son 1D10 con Dificultad (te pongo esta de ejemplo)

No me había dado cuenta de que tienes Tecnología 0, pero con tu Merito haces la Tirada igual. Sabes, mas o menos, que eso es una carroza moderna de esas raras que usa la gente...

Te recuerdo que tu PJ tiene dos semanas de libertad hasta que le llegue La Carta (por si quieres preparar otro post hasta que se incorporen los compis que están casi casi listos)

Para ponerte en ambientación, es una ciudad victoriana con mucha luz, muy limpia, calles amplias, tranquilas, casi nada delincuencia. Incluso los barrios bajos (humanos) están cuidados y tienen buen aspecto. El resto, lo dejo en tus hábiles manos, ya os la liaré mas adelante.

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11/02/2021, 20:47
Director

La Guerra había llamado a las Puertas del Reino. Y el Consejo había respondido.

Desde que se iniciara la carrera por la Magi-tecnología, el ambiente en las reuniones en las altas esferas estaba muy crispado. Nueva Alexandria exigía, Tres Ríos se mantenía en un extraño margen, el Este avanzaba sin descanso y al otro lado del mundo la Gran Potencia se hacía con avances como nadie podía imaginarse.

Pero Verith sabía mantener la calma incluso en las peores circunstancias.

La guerra traía la tragedia. Y ella estaba preparada.

Siempre estaba preparada.

Aunque se había ofrecido voluntaria para dirigir los cuerpos médicos, el Consejo había desoído sus suplicas, así que hizo lo que mejor hacía desde que llegó a ese mundo cruel y gris.

Moverse en las sombras.

 

Las Asociación por los Derechos Humanos estaba trabajando como nunca. Varias de las escaramuzas contra Nueva Alexandria habían salido mal, y ahora Norsca se unía a la guerra en una carrera que todos sabían que no podrían ganar.

Dar de comer a las familias hambrientas era fácil; gracias a las donaciones de Perfectos anónimos tenían el almacén surtido. Los heridos por disturbios callejeros era otra cosa; un pobre muchacho, un humano que apenas había empezado a vivir tenía una fea brecha en la frente, y tus poderes psíquicos apenas contenían la hemorragia, no conseguías centrarte entre tanto estrés.

Por la Diosa, donde se ha metido mi ayudante. Nunca está cuando se le necesita.

Sentías el torrente de emociones que invadía todo tu cuerpo, no estabas segura si era por el dolor del muchacho que se moría en tus manos, por los gritos del bebé al fondo de la sala que reclamaba la atención de su madre enferma o por la angustia de tus ayudantes que hacían cuanto podían para atender a todos los recién llegados y se afanaban como hormigas en organizar aquel desastre…

Un mal día para ser partidario del Imperio.

 

¿En que estaban pensando esos humanos?

Hacía siglos que los Linajes humanos habían desaparecido. Todas las coronas sus antiguos soberanos habían sido despojados de títulos, tierras, derechos. Desde el decreto de la Diosa, todos los Perfectos tenían plena autoridad para actuar como creyeran oportuno, y eso habían hecho, primero para devolver el equilibrio, y después para llevar al mundo a un mañana mejor.

No era tan difícil de entender.

Sin embargo, un grupo de humanos, ignorantes y pretenciosos había descubierto que el más antiguo de sus monarcas aún seguía vivo. Recordaba perfectamente cuando eso pasó, hace más tiempo del que le gustaría admitir. Estaba allí cuando el Primero de los Emperadores se sometió a la Prueba de Sangre con las Hermanas Silenciosas.

Y por desgracia para ellos, era cierto. El heredero bastardo del Linaje de los Emperadores Dragón.

¿Y qué? Se le concedieron tierras, título honorífico y un puesto en el Consejo.

Dama Verith estaba contenta con ese cambio; su Sociedad estaba empezando, y tener un humano con buenas intenciones en el consejo les favorecía a todos. El humano sabía su posición dentro de la sociedad, había asumido su puesto como administrador.

Pero sus seguidores no entendían el gran favor que les estaban haciendo; no, ellos querían ostentar el poder.

Y así empezó el conflicto.

Ahora su nieto, un jovencito débil de carácter y corazón, debe llevar el manto que tan dignamente llevara su padre, y su padre antes que él. En medio de una guerra injusta.

-Luthor, se un chico bueno y tráeme una tisana. Esta noche va a ser muy larga- miró con desdén la pila de papeles en los que tendría que trabajar aquella noche antes de presentarla ante el consejo. Todos los fallecimientos de soldados que habían muerto en una guerra injusta.

Y cuando su servicial humano abandonó el despacho, Dama Verith rompió a llorar desconsoladamente.

La Guerra era solo el comienzo

Paseo por las calles de una ciudad que no conozco. Las casas tienen una arquitectura extraña, caótica, no reconozco este sitio, pero parece nuevo, con gente trabajando en las nuevas viviendas y en estructuras en formas y colores extravagantes con adornos florales que se colocan usando… Magia. Y sin embargo me parece completamente normal.

Miro a mi lado y está el hombre que amo, desde el primer momento en que nuestros ojos se cruzaron sabíamos que los Guardianes nos darían su bendición. Sus ojos de color del mar profundo se perdían en los míos del color del fuego radiante… Siento esa felicidad que te llena el corazón cuando estás con el ser amado…

Pero algo paso, siento que algo de enorme poder se acerca a la ciudad.

Grito.

Una enorme sombra pasa por encima de la ciudad, arrasando con su fuerza cuando encuentra a su paso que no está clavado al suelo… siento el terror en los ojos de mi amado.

Entonces llegaron los extraños seres de cristal… se mueven tan rápido que apenas puedo verlos o seguirlos con el movimiento. Uno pasa a través nuestro y siento una sensación húmeda en mi cuerpo. Miro hacia abajo y veo mi cuerpo cubierto de sangre…

Quedo paralizada por el pánico. Quiero gritar, pero mi voz no sale de mi garganta y se une al coro cacofónico de fondo. Miro a mi lado, y donde tendría que estar el amor de mi vida solo queda la mitad inferior de su cuerpo, con el brazo cercenado aun sujetando mi mano…

Finalmente grito con todas mis fuerzas, solo un momento antes de que otro de aquellos horrores se abalance sobre mi…

-Guardianes, ¿Por qué permitís esto?

 

 

Notas de juego

Os dejo libertad para narrar un poco antes de que un Emisario Humano de Lord Arcturus vaya en tu busca y pasaremos a escena conjunta con Luthor.

Vida cotidiana, un poco de que piensa sobre lo que está pasando...

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11/02/2021, 23:22
Director

Siempre que se cruzaba con los comerciantes de Tres Ríos recordaba el lamentable estado en que había llegado al continente. Recuerdas el dolor tan terrible que apenas podías abrir los ojos, solo para ver a tu pobre hermana Sybille llorando con todas sus fuerzas. Es una chica fuerte, pero toda la tensión por la que habíais pasado la había pasado factura incluso a ella.

Pero eso era agua pasada.

Todo tu pasado había quedado atrás junto con tu verdadero nombre.

Aldous había muerto escapando.

Solo quedaba Luthor, Ayudante de la Dama Verith.

Y llegaba tarde a una importante reunión… otra vez.

 

La guerra contra Nueva Alexandria se había recrudecido, y como era normal, eran los pobres humanos los que pagaban el precio por las conspiraciones y avaricia de los Perfectos. Los soldados humanos morían en campos de batalla lejos de las ciudades, mientras que los Perfectos discutían sobre política exterior en sus grandes salones, tomando te con pastas y levantando sus meñiques en gesto pedante.

Nunca habías estado en una reunión de ese tipo; Dama Verith jamás se ha sentido a gusto en las Altas Esferas de los Perfectos, y eso que no la faltan invitaciones. Las reuniones en Islas de Cristal eran extrañas y cargadas de un estricto protocolo. A las pocas reuniones a las que habías asistido con Dama Verith las mujeres vestían incómodos trajes de tejidos brillantes, y los hombres estaban tan estirados en sus posturas que a veces tenías miedo de que, si se inclinaban, se rompieran por la mitad como una rama de bambú seca.

También había otras diferencias. Dama Verith te hizo aprender la historia de los humanos, y habías leído que esta era una antigua Capital de un Imperio humano, mucho antes de la Segunda Guerra. Al parecer, poco antes de la Revolución Mágico-Industrial, antiguos pretendientes al trono del Emperador habían reclamado un puesto en la Alta Sociedad.

-Mismo perro, distinto collar- pensaste. Pero al menos, estos eran humanos, no extrañas abominaciones.

No quieres imaginar cómo podría terminar eso, pero habías visto movimientos similares en tu tierra, y nunca terminaban bien. Estaba empezando a pasar lo mismo aquí; el pueblo llano estaba crispado, las revueltas en los barrios Perfectos eran cada vez más frecuentes, pero siempre eran los humanos los que pagaban por los daños.

Siempre era mejor mantener un perfil bajo. Agachar la cabeza, callar la boca, centrarte en tus cosas.

La que parecía que se acostumbraba a su nueva vida fácilmente era Lyra. Se pasaba el día ayudando a la Dama Verith, y siempre que podía se escapaba a los talleres humanos cercanos para estar entre motores y engranajes. Eso cuando no estaba montando alguna de las suyas… Nunca entenderás esa fascinación por las cosas metálicas.

Como ella no entendía porque pasabas las noches con la nariz enterrada en el grimorio que robaste a tu antiguo amo. Los secretos que encerraba eran enormes, tenías que aprender más, hacerte más fuerte.

Podría haber pasado un año, se podría haber olvidado de vosotros… pero quien sabe lo que pasaba por esa desquiciada mente.

Con todo, ahora tenías una nueva vida. Lejos de él.

Y por mucho que te costara, en contadas ocasiones, por debajo del tapabocas que ocultaba tu identidad, cuando nadie te presta atención, sonríes sinceramente.

Si Luthor hubiera sabido lo que pasaría después, igual habría sonreído más.

-Despierta Aldous- la voz de la mujer le resultaba extrañamente familiar. Sus ojos se abrieron con pereza y vieron la hermosa y perfecta figura de la mujer que amaba. Sus ojos oscuros le miraban con amor, su piel fina como el alabastro, lucía perfectamente desnuda acostada a su lado- Muchas veces no se si estás dormido o solo meditando…

-Soñaba cosas horribles, mi amor-respondí por instinto, como si aquello fuera real- Pero ya estoy despierto, contigo…

Mi mirada se desliza distraída al techo. Estamos en una de las casas de los plebeyos de las Tierras del Este. Soy consciente de que es un sitio pequeño, pero acogedor. El lugar donde siempre he soñado que pasaríamos la vida juntos. Algo humilde, donde llevar nuestro amor, lejos de…

-Aldous- la voz de ella me llegó como un gemido lastimero. Giro mi cabeza y encuentro su perfecto cuerpo cubierto de su propia sangre, el blanco prístino ahora mancillado del espeso escarlata de la sangre… mis manos… cubiertas de sangre sujetan todavía el cuchillo que cae al suelo ante mi confusión.

No. Otra vez no.

Siento unas manos frías deslizándose por mis hombros y el fétido aliento de mi amo susurrándome al oído.

-Mira lo que has hecho, Aldous…- su tono burlón, como si ahogara una carcajada con cada palabra- con lo bonita que era y ahora…- ¿porque vuelvo a tener el cuchillo en la mano?AHORA ESTÁ MUERTA… MUERTA MUERTA MUERTA- sigo apuñalando su cuerpo, y con cada golpe se convulsiona y sus perfectos labios se llenan de sangre que surge a borbotones.

Una y otra vez, Máscara de Sombras grita la misma palabra… pero ahora es mi voz la que se une a la masacre… se funde con la de mi maestro…

Cuando me quiero dar cuenta, soy yo el que se ríe histérico mientras mutilo el cuerpo de mi amada… Disfruto de cada puñalada, del sabor metálico de la sangre en mis labios que me relamo con lascivia.

-Muy bien mi pequeña marioneta, veo que finalmente has entendido cual es tu papel en mi obra…- siento como sus manos se alejan de mí y su voz se aleja entre las sombras, pero sigo apuñalando, hundo los dedos en las heridas para prolongar su agonía… mi sentido común me dice que tendría que estar muerta, pero siento su respiración entrecortada, como su vida se extingue de sus ojos poco a poco… paladeo cada momento…

Notas de juego

Os dejo libertad para narrar lo que hacéis un par de días. Después, Dama Verith recibirá a un Emisario del Consejo y haréis escena conjunta.

Un poco de tu día a día, lo que piensa de lo que está pasado, como actúa...

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13/02/2021, 13:20
Iria
Sólo para el director

En un lugar llamado "Boca del dragón", me imaginaba que todo tendría referencia a este increíble ser... Por eso mi decepción fue inmensa cuando no solo no encontré nada parecido, sino que no había ni una sola referencia a dragones... Una desilusión.

Salvo este pequeño detalle, la ciudad ofrecía todo lo que esperaba: infinidad de cosas nuevas.

Lo primero que hicimos al llegar allí fue acomodarnos en una austera, pero limpia, posada. La dueña, Madame Ravonge, era una mujer que dejó, hace mucho tiempo, la juventud; con un carácter regio y sin florituras, aunque bastante amigable. 

Pudimos comprarla un mapa y nos habló sobre la ciudad, las zonas y los distrititos que debíamos visitar. De igual forma, nos avisó de aquellas zonas que debíamos evitar. Le agradecimos su ayuda y nos pusimos en marcha para explorar la ciudad, y, como era de esperar, empezamos por el lugar que más me interesaba: las zonas a evitar.

El distrito de las espadas era un lugar que me impresionó e impactó a partes iguales. La pobreza, el hambre, el abandono... Pero sobre todo la vigilancia militar. Había una gran presencia, lo que no me terminó de gustar, ya que parecía que estaban allí, no para defender a aquellas pobres personas, sino para limitar su libertad. A partir de ese momento, todos los días iba a aquel lugar para llevar comida y algunas mantas a aquellas personas que veía necesitadas; incluso, a pesar de mis limitados conocimientos médicos, intenté ayudar con algunas heridas leves y rasguños. La visión de todas aquellas personas dejó mi corazón desolado. 

Tal vez por haber empezado por aquel barrio me llamó tanto la contraposición con el distrito de la corona. Todo parecía brillar y parecía mucho más exuberante. Los palacios, las casas, las mansiones, los parques... Todo parecía caro, y al mismo tiempo frío y distante. No había ningún tipo de rastro de la humanidad y hermanamiento que había visto en el distrito de las espadas. Es algo que entendí con el tiempo: apenas había humanos allí, casi todos era perfectos. Solo estuvimos una vez allí.

El distrito de los helechos Era un punto medio entre los dos anteriores. Trabajadores, empleados, gente que iba y venía, enfermos, sanos, adinerados y los que no lo eran tanto. Fue aquí dónde entendí que la ciudad parecía funcionar como una de aquellas máquinas que estaban por todos sitios: todo parecía controlado, medido y milimetrado. Casi no había espacio para los errores o equivocaciones. Todo parecía... Artificial... El hospital fue lo único con un poco más de humanidad. Por aquella razón me permití hacer un pequeño donativo y me ofrecí como voluntaria para ayudarles durante algunos días. 

Uno de los lugares en que más tiempo pasamos fue el distrito del cobre. ¡Había de todo! Todo tipo de cosas, con todo tipo de formas y con todo tipo de colores. ¡Era increíble! Lo quería todo y, al mismo tiempo, sabía que no debía. Lo justo. Sencillez. Nada de excesos. Por eso, aunque hicimos algunas compras, todas eran necesarias. Sentí una gran curiosidad por algunos objetos más extraños, y pude encontrar a varios jóvenes que me instruyeron sobre el funcionamiento de algunos de aquellos mecanismos, los cuales podían ser de gran utilidad. 

El barrio rojo era el toque de color, entusiasmo y creatividad que necesitaba aquella ciudad. En comparación con los mecanismos, la puntualidad y el orden, aquella zona irradiaba humanidad y entusiasmo. Pintores, escritores, actores, poetas... Confieso que me perdí por sus calles sin rumbo fijo, conociendo a todos los que vivían allí. Me parecía una ciudad dentro de la ciudad, algo increíble. 

Por último visitamos Avalon, la zona de magia. Era... Increíble, al mismo tiempo que rara y particular. Nunca había comprendido del todo el funcionamiento de la magia, aunque era algo que llamaba mi curiosidad de forma magnética. Intenté hablar y dialogar con todas las personas con las que me encontré, para poder comprender mejor un poco de todo aquello. 

Admito que, aunque visité la ciudad sola -bueno, junto con Alice-, cuando vi todas las zonas no pude evitar ponerme en contacto con Aurelia. 

La pude localizar sin demasiados problemas y se mostró encantada de verme. Fue una guía estupenda en la ciudad y pudo enseñarme, de primera mano, todo lo que implicaba la magia y su mezcla con la tecnología. Desde luego su traje era increíble y la ayudaba a hacer cosas sorprendentes. La pregunté sobre cómo podría adquirir uno, aunque no fuera de cuerpo entero como el suyo. Sería alucinante poder tener unas botas o algo así que me permitieran levitar o caer desde grandes alturas sin que me pasase nada...

Gracias a ella pude visitar sitios de la ciudad que, de otra forma, no podría haber conocido. Me llevo a sitios desconocidos y misteriosos. Y, todo hay que decirlo, la metí en algún que otro pequeño lío por mi curiosidad.

Fueron unos días fantásticos en la ciudad. Y sentía que solo había visto la punta de la lanza. 

 

Notas de juego

Tengo recursos 4, así que entiendo que el dinero no es, en principio, un problema para cosas cotidianas.

A ver, sí que me gustaría comprar cosas básicas: un mapa, algún tipo de farol pequeñito (pensaba en algo que pueda colocarme en el cinturón o algo así, aunque no sé si habría una "linterna" tecno-mágica o alguna versión más tecnológica), comida, suministros, vendas... Cosas así básicas. También querría llevar una segunda arma, tipo espada corta o daga. Y entiendo que puedo comprar pociones y ultrapociones y cosas así. 

Luego, cosas que entiendo que necesito tu consentimiento:

Me gustaría tener algún tipo de pistola-garfio. Lo típico que dispara un garfio a una determinada altura y que tienes una cuerda enganchada. 

Alguna armadura media que no me reste movilidad o, de no ser posible, una armadura ligera igual, sin que reste movilidad.

Y algún anillo o brazalete con auto-prisa y auto-revitalia. :P 

No sé si sería posible que algunos de esos días ayude a Aurelia con ciertas cosas (como cazar monstruos, yo que sé), para así conseguir algún tipo de equipo tecno-mágico. De igual forma, no sé hasta qué punto ella puede conocer la tienda mágica que describes en arsenal o si, como he dicho, gracias a ella pueda conseguir ciertas cosas más "tecno-magiespeciales". 

Mi idea en ese tiempo es conocer la ciudad de arriba abajo y, como es evidente, me meteré en algún lío, o bien para ayudar a alguna persona o por curiosear. 

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13/02/2021, 15:40
Aurelia

Aurelia estaba más que encantada con la llegada de Iria. Hace poco su Gremio se había echo cargo de un trabajo en las afueras, y aunque inicialmente no estaba demasiado interesada en el trabajo por la mala remuneración, era una buena oportunidad de ver a la chica trabajando por el terreno. Además, parecía que se había pertrechado para la ocasión, la armadura parecía de buena calidad, echa con cuidado para ella, la espada, aunque bien equilibrada, la resultaba algo tosca en sus manos, si bien es cierto que ella misma conjuraba espadas encantadas que eran más bien una extensión de su propio brazo.

-Te propongo un juego- dijo la tecno-maga mientras la muchacha se llenaba la boca con unos deliciosos bollos de canela en una terraza local, acompañada de su sombra, siempre tan discreta y con ese comportamiento tan extraño- Hace poco un Devora-Magia ha estado incordiando a los mineros del norte, y me han pedido que me haga cargo de él. ¿Te gustaría ver una de esas criaturas de cerca?

[Los Devora-Magia son bestias come-magia de tamaños variados, desde un caballo grande hasta un dragón adulto. Cuanto más grandes son, más se deforman. Iria ha podido leer algo de ellos en los libros, pero la Guardia se encarga de que jamás se acerquen a zonas habitadas.]

Si aceptas el trabajo, Aurelia estará solamente como apoyo. Dado que es una tecno-maga, es como un caramelo para esas cosas, y mantendrá la distancia en la medida de lo posible. En este caso, el “bichito” es un caballo grande, rápido pero muy hambriento. No supone ningún problema, puede sufrir alguna herida, pero nada de verdadera gravedad.

Aunque Alice se pondrá muy pesada en acompañarte, Aurelia quiere que vayáis las dos solas. Ya se encarga ella de tu protección (y estáis a media jornada a pie de la ciudad) Cuando vuelvas, habrá sorpresas.

Notas de juego

+1 Humanidad por la acción humanitaria realizada por la ciudad. Aunque no hay miseria REAL en el Distrito de las Espadas, los mendigos (que tu eso ni sabias que existían en tu ciudad) te agradecerán enormemente la ayuda. El resto de la gente viven más o menos bien, sin demasiado lujos, pero son felices así.

Compras un pequeño farol alimentado por cristales de luz, es algo relativamente común y que se encuentra con facilidad. A efectos de mecánica funciona como una linterna moderna.

De momento no necesitas suministros para ti, pero desde luego tienes fondos suficientes para poder costearte esos objetos para tu acción humanitaria.

Una Espada Corta de calidad y una Armadura Ligera marchando en tu día de compras en el Distrito de Cobre (la espada funciona como una Espada Normal con +1 Daño por la calidad del arma, y la armadura es como Ropa Reforzada Defensa 3), aunque la armadura tardará un poco más por falta de stock (no la compras en el día, pero si la tienes para estrenarla)

Pistola-garfio la consigues en Avalon, son más dados a ese tipo de trastos, aunque muchos de sus tecno-chismes están pensado para gente con capacidad para canalizar energía mágica (hechiceros vaya) Si que vas tener unas “botas experimentales de aterrizaje” encantadas con lo último en runas de un artesano local que responde al nombre de Luthor, aunque su runa solo tiene 3 usos (te permite caer sin problemas desde cualquier altura siempre que caigas de pie)

De momento no tendréis acceso a Tiendas Especiales (no corras papá, que lo importante es llegar y tenéis esas tiendas repartidas a lo largo de la partida)

Y, pociones y esas cosas, para cuando realmente las necesitéis (de momento voy a ser bueno y no os harán falta)

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13/02/2021, 16:50
Iria

-¡Me encantan los juegos! -grité de emoción-. ¿De qué se trata? ¿De qué se trata?

Escuché con atención a Aurelia.

-¿No es un poco raro que manden a una maga a por una criatura que se llama devora-magia? Los de tu trabajo creo que han perdido algún que otro tornillo... ¡Pero no te preocupes! ¡Yo te echaré una mano! ¡Me ocuparé de esa cosa en un periquete! 

El objetivo tenía el tamaño de un caballo y, por lo que recordaba de mis libros, podían alcanzar diferentes tamaños. No debería tener muchos problemas con él.

-¿Por dónde empezamos? ¿Sabes dónde está? 

A pesar de las protestas de Alice, logré dejarla en la posada mientras nosotras nos poníamos en marcha. Aunque, antes de eso, revisé mi equipo* para asegurarme de que lo llevase todo, aunque tampoco creía que fuera a necesitar muchas cosas... ¡Además estaba feliz con mis cosas nuevas! El gancho era genial, ¡pero las botas eran una maravilla! Era una pena que solo tuvieran tres usos, pero bueno, las usaré con cabeza. 

-¿Qué sabes de esa cosa? Recuerdo que leí sobre ellos... Aunque no encontré información muy detallada... Lo que me recuerda que tal vez debería comprar algún libro sobre criaturas de la zona  cosas así**. ¿Sabes si tiene puntos débiles? ¿Formas características de ataque? 

Notas de juego

*Por lo que me dices, la espada corta es mejor que la espada larga que llevo XD ¿No sería posible hacer una actualización del equipo en ese sentido? ¿Mejorar mi espada larga y tener una corta de "refuerzo"?

**Te lo pongo por si se me olvida, pero si tengo tiempo sí que me gustaría hacerme con libros de TODO jajaja Me centraré sobre todo en las materias en las que no tengo ningún punto y, sobre todo, si hay libros con listados de monstruos o cosas así (creo que esto tendría relación con mi ataque final, ya que al tener memoria eidética podría memorizar sin problemas las características y saber "adaptarme", pero vamos, que también podría ser la de la magia libra del grupo XD) 

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13/02/2021, 18:25
Director

Aurelia parecía una enciclopedia con referencias a la bestia.

Se conocía de memoria sus hábitos de caza, sus comportamientos en las estaciones, conocía perfectamente su forma de cazar a sus presas... cualquier pregunta que tuvieras sobre la criatura tenía una respuesta, y no tenía ninguna duda en resolverte las dudas mientras dejabais atrás la entrada de la ciudad y os dirigís hacia el norte, a un pequeño afloramiento minero al aire libre que apenas estaba a tres horas de distancia.

Por las herramientas tiradas y los útiles de minería dirías que allí trabajan casi medio centenar de personas, y para ser una mina, estaba muy bien acondicionada; había tiendas de campaña con símbolos médicos en la parte superior, un pequeño taller donde reparar el equipo deteriorado, y suficientes repuestos para reemplazar las vías de metal que se introducían en la tierra. Cualquiera diría que se trataba de una explotación minera cualquiera, de no ser por el extraño polvo brillante que flotaba por todas partes y esa extraña sensación en el aire que cargaba la atmósfera, como si se estuviera preparando una tormenta, o una anti-natural pesadez en el aire.

Aurelia pasó sus dedos por delante de los ojos y unas extrañas lentes aparecieron de la nada. Con la mirada revisó los alrededores y te guio hasta la parte más profunda de la explotación. El silencio era casi asfixiante, como si el propio aire estuviera conteniendo la respiración...

-Yo haré de cebo- dijo finalmente la hechicera al tiempo que hacía aparecer extraños sellos rúnicos en sus manos. No reconocías los símbolos, pero si sabías que era la forma en la que los hechiceros invocaban su magia- Tu prepara tus armas... espero que las lecciones de esgrima que has recibido hayan sido para algo más que para ponerte en forma...- escucháis un ruido gutural lejano procedente de una de las entradas a la minas, seguido de un bufido y el rechinar de unas garras contra la piedra; la emoción de la caza y el miedo a lo desconocido te inundan por un momento y te golpean como un relámpago; todos tus sentidos están alerta.

Ahí viene.

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13/02/2021, 20:30
Dama Verith
Sólo para el director

Guerra. Aquella palabra para Verith no tenía sentido ni razón de ser. ¿Acaso no había mayor absurdo que la lucha de poder ejercida entre las grandes potencias? Olvidaban que todos ganaban si colaboraban, pero no, era más sencillo imponer, eliminar y avanzar en una competición frenética, para medir quien tenía más larga su capacidad estratégica.

La pelirroja muchacha mantenía la calma, o al menos eso intentaba aparentar. No ganaba nada discutiendo, su función era otra. Curar, ayudar a alargar la vida a quienes estaban a punto de perderla, su trabajo le agradaba, le hacía sentirse bien, sabía que ella era distinta, quizás no fuera tan "perfecta" algo no había funcionado en su origen porque pensaba diferente, y sus líneas mentales iban contra la ley, aquella que podía seguir manteniéndola en lo más alto o, por el contrario, reeducar su propio ser.

Había demasiados heridos y ella no daba a basto. Si no quisiera atenderles estaría mucho mejor pero su moral, aquella voz que le hablaba desde dentro le recordaba algo, la necesitaban. Ella se debía a su profesión pero no por el hecho de ser la mejor en su campo profesional si no por otras cuestiones. No soportaba el dolor ajeno, ni aunque de un humano se tratara. Un muchacho murió, un bebé lloraba de fondo y más llantos se unirían a aquel desastre.

Los humanos nunca cambiaban. Habían perdido el poder por el hecho de haber abusado del mismo. Los perfectos equilibraron el problema acontecido hacía ya tanto tiempo, pero ahora, con la aparición de aquel monarca del Imperio Dragón, el cual ocupó un sitio privilegiado, volvían los conflictos. Verith no estaba en contra de los humanos, a decir verdad le sorprendían incluso, eran muy parecidos a los perfectos, al menos sentimentalmente, en capacidades eran completos desastres, tanto como ella cuando debía ir puntual a cualquier parte.

Verith pidió una tisana a Luthor, y pasó un rato pero no llegaba la infusión. Cuando quiso darse cuenta paseaba por las calles de una ciudad, no podía reconocer el camino, ni los edificios, todo era particularmente extraño, pero le daba calma ver a su lado la persona a la que amaba, le miraba a los ojos azules y le transmitía paz. Todo era difuso, se intuía el poder, se sabía que estaba llegando a la ciudad, lo notaba, el ambiente le hablaba y se escucha un grito. La dama gira el rostro proyectando su mirada al origen del sonido, intentando evaluar la situación y fue así como la vio.

Una gran sombra pasaba por encima de la ciudad, su amado siente miedo, Verith también. Criaturas de cristal traspasan a cuantos allí estaban congregados, el frío y la humedad lo invaden todo, también la sangre. El amado de la perfecta está cercenado, su cuerpo roto aún sujeta su mano cuando otro de esos seres finalmente se dirige hacia ella.

- ¡¡¡¡Nooooooooooooo!!!!!!!... - gritó la dama, empapada en sudor despertando de aquella ensoñación ¿se había quedado dormida? Era posible, allí continuaba la pila de papeles que debía llevar al consejo, tan intacto como hasta antes de haber pedido una tisana a Luthor. 

Las marcas de lágrimas en sus ojos aún estaban vigentes, le escocían y no podía permitirse el lujo de retirarse - Maldita sea esta guerra y todo lo que conlleva. Demasiados muertos y no solo ellos pierden la vida, también sus familias... y no puedo hacer nada.... Nada... - dijo en voz alta mientras suspiraba observando la pila de documentos con frustración, en aquellos momentos solía disfrutar de la compañía de Deus, su compañero siempre presente, sentir su contacto de poder sobre la piel era muy gratificante -... Deus...¿estás?... - dudó, a veces imperaban sus silencios aunque en el fondo la observara.

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13/02/2021, 21:49
Iria
Sólo para el director

-¡Sabes un montón de cosas! -dije al ver los conocimientos de Aurelia-. ¿Y hay nombres diferentes según el tamaño del devora-magia? ¿Tienen características diferentes según su tamaño? ¿Alguno de ellos es más propenso a algún tipo de magia? ¿Tienen afinidades elementales? ¿Debilidades? ¿Si uno de ellos se come a un mago de fuego, tendrá capacidades de fuego? 

Y así seguí con todo lo que se me ocurrió*, descubriendo que mi amiga era una enciclopedia viviente, lo que hizo que el trayecto fuese mucho más rápido.

El objetivo estaba en unas minas muy rara.

-¿Qué es este polvo? -pregunté al ver aquel entorno-. ¿Qué extraen en estas minas?

Busco si, entre mis bolsillos, tengo algún tipo de recipiente o pequeño tubo para poder recoger algunas partículas de todo lo que había en aquel lugar. Incluso, si pudiera, cogería un poco de tierra para verlo con más calma cuando tuviera un poco de tiempo. Parecía algún tipo de aleación mágica o algo así... Tal vez se podrían revestir armas, armaduras o algunos equipos... ¿Qué propiedades tendría? ¿Serviría para algo o solo daría un toque místico y teatral? 

Vi, asombrada, como Aurelia creaba de la nada aquellas gafas tan chulas. ¿Qué serían? Tenía que hacerme con una de esas. Aunque primero teníamos que ocuparnos del objetivo. Así que desenvainé la espada y me preparé. 

Tenía que terminar rápido con aquello. Por el bien de las dos y, sobre todo, de Aurelia. Ella sería el objetivo del enemigo. 

Notas de juego

Me va a venir muy bien el tutorial de combate... 

No necesito que me contestes a todas las preguntas XD Es más roleo que interés real.

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14/02/2021, 16:41
Sólo para el director

Después de un arduo día de trabajo en el consejo,salgo tarde en el coche que me esperaba para llevarme a mi ¨casa¨ la cual dejaría con la boca abierta a muchos humanos de la ciudad por la enorme que era,allí también vivían mis padres y la gente que me servía a mi directamente.

Entre maids y la maid jefa que se encargaba no solo de la seguridad de la mansión sino también de la mía personal,dentro del coche mis guardaespaldas las gemelas humanas que me habían encargado el Athene Noctua para evitar posibles ataques sorpresas o posibles envenenamientos. Mire por la ventana del coche antes de hablar con las guardaespaldas para decir:

-Creo que llegaremos tarde para la hora del te.

Ambas sabían que cuando hablaba de esa manera mis palabras escondían mas de lo que estaba diciendo y se suponían que ambas ya estaban en un nivel mas allá del primer escalón por lo que solo esperaba que captaran el mensaje detrás de mis palabras.

Una vez que llegamos a la mansión,otra maid nos abre la puerta del coche,agregue:

-Dile a Yarbis que estacione el coche y pase adentro a cenar,que le preparen un muy buen plato,y denle el pago de este mes,después de que cene que venga a verme en mi estudio.

Sabía que ante el publico maltrataba a Yarbis,pero era solo una pantomima,en realidad le apreciaba mucho,aunque nunca demostraría tales afectos ya sea en privado o en publico.

El era un hombre duro que se había criado en las calles,su madre adicta a los narcóticos y su padre un violento golpeador,por lo que prefería estar en las calles.

Robando para poder comer y tener algo de dinero consigo,fue justamente este tipo de actitud lo que me llamo la atención de el. Y como se parecía un poco a el,le tendí la mano por lo que lo puse bajo mi ala protectora enseñandole como poder sobrevivir,le di una educación básica y solo recientemente me dijo que se postularía para ingresar en el Athene Noctua,por lo que me pidió que fuese su padrino.

Este sería el momento que le daría la buena nueva de que efectivamente me convertiría en su padrino para ingresar a la Sociedad,al traspasar las puertas de la mansión me encontré con la maid jefe a la cual como no me gustaba su nombre se lo cambié sin su permiso por lo cual solía llamarla Yuri.

Yuri me indico con la mirada que no estaba sola,al contrario, en estos momentos mis padres estaban hablando con tres mujeres(dos de ellas gemelas) y la otra también,las tres eran Perfectos una Pro-Humana y las gemelas Pro-Perfectos,definitivamente no esperaba sus visitas hasta mas adelante en el mes.

Por lo que quede sorprendido no solo por la visita de la ex Presidente del consejo estudiantil de la escuela sino que además de las encargadas de el comité de disciplina dentro de la misma,ellas tres de las cuales soy su amante;son mis informantes.

Que las tres estuvieran aquí,para mi significaba malas noticias,podrían darme información muy útil pero no era gratis.

Y que estuvieran en mi mansión esta noche supuse que tendría que ver con la nueva arma que la ciudad tendría dentro de poco.

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14/02/2021, 23:21
Luthor Wayland

El sudor bañaba el rostro de Luthor al despertar sobresaltado incorporándose en la cama y quedando sentado... Pesadillas, otra vez esas malditas pesadillas. Aún echaba de menos a aquella joven a la que amó, a la qué aún amaría si siguiese viva y las noches no le dejaban pensar en otra cosa, antes de dormir por el recuerdo de su tacto, de su compañía y cuando dormía por los recuerdos de cuando la apuñaló repetidamente una y otra vez. Se sentía frustrado, frustrado de saber que no podría vengarla ni aunque lo deseara con todas sus fuerzas, vivía en un mundo injusto, y en la partida de cartas de la vida le había tocado lo que se llama una mano de mierda... era un humano en un mundo dominado por perfectos. 

Se incorporó y se acercó a una palangana llena de agua fría donde sumergió con firmeza la cara para tratar de alejar los demonios que inundaban sus sueños. Al ser consciente de lo ineficaz que resultaba cogió con rabia la misma palangana y se la vació encima tratando de hacer responder a su cuerpo ante el cambio de temperatura y forzar el alejar esos recuerdos de su mente. Un par de minutos, apoyando los puños en la vieja cómoda de su habitación fue el tiempo que tardó en reaccionar, cogió un trapo y se puso con actitud distraída a secar el suelo. 

Su hermana, ahora Lyra, apareció acelerada por la puerta de la habitación preocupada de que hubiera pasado algo, Luthor le restó importancia haciendo de la situación una broma, algo que sólo hacía con ella - No te preocupes - Dijo con un tono apenado que su hermana conocía bien - Me tocaba ducha hermanita - le dijo con una sonrisa y los ojos tristes, a lo que ella reaccionó con un fuerte abrazo fraternal respondido por unas cálidas palmaditas en el hombro. - Creo que vuelvo a ir tarde... me harías algo de desayunar - dijo el joven con su cara de lástima fingida que tanto conocía Lyra - Siempre vas tarde - dijo ella con fingido enfado para luego darle un beso en la frente - Menos mal que tu hermana te quiere... El desayuno le espera - enunció con una sonrisa que esperaba socarrona, dándole un trato parecido a un ricachón. Esperaba que las chanzas mañaneras hubieran calmado el mal ánimo con que tan a menudo se levantaba Luthor. 

Bajó a desayunar con los pantalones de tela que usaba para dormir, la casa era pequeña, escasamente equipada, aunque tenía lo suficiente para vivir. Cuatro habitaciones eran casi un lujo para lo que estaban acostumbrados, dos dormitorios en el piso de arriba y un salón/comedor/recibidor junto a una pequeña cocina en la planta baja. En realidad, entendiendo que era suyo, era más de lo que hubieran podido soñar hace años, al menos eran libres, al menos mientras no les encontrara cierto psicópata... Acabó el desayuno tratando de alejar antiguos demonios de sus pensamientos, mientras subía a vestirse. 

Se colocó su ropa oscura habitual, ajustada, con cuero para protegerse algo en caso de problemas. Luthor siempre estaba preparado para lo peor, colocó la pistola con la runa en la parte trasera del cinturón y la otra pistola con el mango hacia delante en la parte izquierda del cinturón, luego por encima el abrigo que ajustaba de cintura para arriba e iba más suelto por abajo. Le dio un beso en la mejilla a su hermana antes de salir a ver a Dama Verith, la única perfecta en la que podía confiar... con reservas. 

Siempre se entretenía por el camino, disfrutaba de la ciudad y de la libertad de ir a donde quisiera, como sólo alguien que ha sido esclavo puede disfrutar, caminaba despacio como si en realidad no hubiera prisa, pasaba por el mercado donde siempre se entretenía mirando cosas pero sin prestar mucha atención, siempre se ocupaba más de estar al tanto de lo que decía y comentaba la gente, por si hubiera algo de lo que preocuparse. Se entretenía un poco en alguna tienda de objetos extraordinarios o mágicos que hubiera. 

Siempre actuaba con temor a lo que pudiera haber, a pesar de todo, la libertad de Luthor no era tal, pues siempre estaba pendiente y preocupado, pero era el precio que pagaba por la libertad de Lyra. La noche le había dejado de poco humor, así que decidió entretenerse poco en el mercado hoy y se puso en camino a atender sus obligaciones.  

 

 

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15/02/2021, 11:56
Director

Notas de juego

Iria se entera de este titular después de su pequeño trabajo alternativo.

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15/02/2021, 12:58
Director

Dos días después del Desastre de las Cimas de Wohl.

Madame Ravonge estaba acostumbrada a recibir cartas de sus huéspedes, y estaba más que encantada de entregárselas a sus propietarios, no era la primera vez que te escribían de casa, aunque Alice siempre interceptaba toda la correspondencia alegando que estabas allí para descubrir el mundo más allá de tu hogar, y que las cartas de tus pretendientes, ahora que eras adulta, podrían esperar a tu regreso.

-Porque está claro que yo no tengo la opción de quedarme-

Sin embargo, esta vez fue la propia señora de la casa la que te entregó la carta, con gesto mucho más serio del que era habitual en ella.

Enseguida entendiste por qué. El papel era de factura oficial y estaba sellado con una forma de comunicación especial, mezclando lacre con hilo verde trenzado, que indicaban que aquella era una carta más que oficial. Casi diste gracias a la Diosa de que el hilo fuera verde y no negro, no te gustaría descubrir alguna muerte mientras estabas fuera de casa.

 

“Querida Iria:

Se acerca el momento de tu vuelta al hogar y de que tomes el manto de sus responsabilidades como nieta del Gobernador, deberás abrir el camino a todo tipo de misiones diplomáticas de gran importancia.

Arthur no cree que estés preparada para una misión de tan alta importancia, y más teniendo en cuenta como está avanzando la guerra entre Puerta Dragón y Nueva Alexandria; pero es en estos tiempos compulsos cuando nosotros, los habitantes de las Tierras Verdes, tenemos que abrir nuestros brazos en una señal de paz y cordialidad.

Con objetivo de entender los objetivos de Puerta Dragón y como muestra del error de tu tío, he decidido que tomarás el manto de Emisaria del Gobernador y te presentarás ante el Consejo de la Ciudad con la primera luz del día. Junto a esta carta se te ha entregado el emblema del Emisario de Golden Ash Tree, y el Consejo ya ha sido avisado de tu visita.

Haz que tu familia y tu pueblo se sientan orgullosos de ti.

Honestamente:

Gobernador Descalh”

Ni te habías dado cuenta de que sujetabas un broche redondo dorado en forma de árbol en la flor de la vida. Cuando terminaste de leer sentías una sensación en el pecho que casi te sobrecogía. Estabas orgullosa y, a la vez, tenías miedo de fallar.

 

El edificio del consejo era fácil de encontrar; no solo estaba en el centro de la ciudad, en medio de una plaza redonda que parecía decir “mírame, soy el edificio más importante de la ciudad” sino que era el sitio más ostentoso de toda la ciudad. Así como el resto de estructuras oficiales eran sencillas, finamente decoradas, pero siempre funcionales, aquella estructura rebosaba pedantería por cada una de sus sobrecargadas columnas, rematadas en espantosas gárgolas que nada tenía que ver con el diseño que lo rodeaba. Ni siquiera las fuentes estaban geométricamente colocadas para ser estéticamente eficientes. Era extraño y a la vez desagradable a la vista. Habías pasado por allí multitud de veces, y en todas esas ocasiones habías torcido el gesto al descubrir un nuevo horror o un nuevo rincón que hacía de ese lugar algo aún más rimbombante.

Los soldados que custodiaban el edificio estaban repartidos a simple vista por toda la plaza, y miraban con gesto sospechoso a todos los viajeros. Cuando intentaste habla con ellos fueron bruscos y secos, y Alice tuvo que sacarte a rastras un par de veces de la plaza para que no les insultaras. Sin embargo, ahora eras la Emisaria de Golden Ash Tree, y las cosas deberían ser distintas.

Solo deberían.

Puede que los soldados de las puertas al principio fueran un poco fríos y te amenazaran con sus lanzas en cuanto te acercaste, pero una vez vieron tu emblema cambiaron de actitud; seguían siendo fríos y marciales, pero al menos ahora os dejaron pasar.

Un poco más allá, un hombre de unos 40 años estaba esperando con impaciencia. Su pelo canoso y su calva además de las arrugas en el rostro le hacían envejecer, pero por la energía que tenía gozaba de una buena salud, a pesar de que bajo su impecable uniforme se notaba que apenas era piel y huesos.

Con una reverencia cordial, exclusiva de la élite de Golde Ash Tree te saludó en cuanto se fijó en el emblema.

-La están esperando, señoría- fueron sus únicas palabras.

El interior era muchísimo más sencillo que el exterior. Austero, apenas decorado con tapices de alguna ilustre figura del pasado, el símbolo de la diosa decorando el techo y un mostrador donde debían registrar las visitas en un escrupuloso orden de llegada. Aunque el hombre no dijo nada, Aria sabía que tenía que poner su nombre y firma en el registro (como hicieran otros muchos antes) y también su eterna acompañante Alice. Una vez terminados los protocolos, siguieron hacia el interior. Al otro lado de la recepción había unas impresionantes puertas dobles, del doble de altura de un hombre normal, finamente talladas con motivos geométricos de exquisita factura y rematados con pomos de oro bruñido.

Al otro lado de la impresionante puerta había una espectacular sala blanca, con enormes ventanales a los lados por donde entraba la luz de lado a lado, seguramente todo el día. En el centro de la sala había una enorme mesa de mármol blanco en forma de U que apuntaba hacia la entrada, cubierta de un ostentoso mantel rojo y dorado. Encabezando la mesa estaba el que conocías como Presidente del Consejo, El Presidente Roxian, acompañados del resto del consejo: a la izquierda de Roxian había un hombre de aires militares con una fea cicatriz en un ojo y barba perfectamente cuidada, a continuación se sentaba una mujer mayor, arrugada, excesivamente maquillada que lucía una vestimenta más típica de las islas de cristal que de Sin Fin, con un peinado ostentoso y ridículo. Al otro lado había un hombre con un monóculo y aspecto bastante serio, un hombre bajito y bastante gordo y finalmente un asiento vacío.

Todos los miembros del consejo iban vestidos de blanco, con decoraciones en distintos colores y formas, seguramente marcando su puesto dentro del consejo. El único que vestía de gris era el propio Roxian, y su ropa estaba especial y ostentosamente decorada.

Aunque tardaron un momento en reaccionar, finalmente Roxian tomó la palabra.

Alice tuvo que pararte cogiéndote del brazo cuando te vio las intenciones de tomar el asiento libre y os mantuvisteis a una distancia prudencial de la mesa.

-En nombre del Consejo de Puerta Dragón, te damos la bienvenida Emisaria de Golden Ash Tree.

-Posamos los ojos en el Consejo por Primera vez, presidente- Alice siempre tan formal y tan educada, sabiendo que decir.

-Somos conscientes de que este tipo de reuniones está lejos de la normalidad, emisaria- siendo un Perfecto, era normal que se dirigiera a Iria por su título y no por su nombre- Pero como sabéis el momento no es en absoluto normal.

-Habrá llegado a vuestros oídos de la construcción del Gran Arca, lo más avanzado en Energía Mágica en este momento, y motivo de nuestra guerra. Por desgracia, nuestros Perfectos no han podido hacer nada por que los terribles rumores sobre el desastre de Wohl lleguen hasta el pueblo, aunque algunos miembros del consejo consideran que es mejor mantenerlos informados. Con todo, se han tomado medidas pertinentes con respecto a ese suceso, y se ha considerado oportuno, sabiendo de vuestra presencia en la ciudad, que forméis parte de una expedición rumbo al Arca, como observador imparcial del conflicto.

-Como es lógico y normal- se permitió añadir el hombre militar- se asegura vuestro bienestar durante esta expedición y se ha pedido a miembros respetados de nuestra comunidad que os acompañen en el periplo.

-Mañana a primera hora debéis encontraros en la Puerta del Dragón del sur, donde os estarán esperando.

Notas de juego

Tienes opción a preguntar cuanto quieras al Consejo, o puedes ir directamente a prepararte para el día siguiente. Sin duda, Alice será tu escolta (no puede permitirse no serlo)

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15/02/2021, 13:13
Director

Dos días después del titular.

El Hospital había recibido refuerzos designados personalmente desde el propio Consejo para atender a los escasos supervivientes de las Cimas de Wohl; todos parecían demasiado traumatizados para poder responder algo más que incoherencias y hablar de piedras grandes como ciudades que caían del cielo… jamás en la historia se ha registrado nada así, pero fuera lo que pasara en aquel lugar les había dejado muy perturbados.

Dama Verith estaba encerrada en su despacho, preparando el nuevo recuento de bajas. Gracias a la Diosa el día anterior solo habían tenido que lamentar la pérdida de seis almas más…

Sin la ayuda del siempre servicial Luthor, no habría llegado tan lejos, y parecía que no terminaban de llegar supervivientes.

Sin previo aviso, dos soldados del Consejo irrumpieron en su despacho, atropellando al pobre Luthor que cargaba con una pila de papeles. Dama Verith tenía claro que ambos eran Perfectos, no sólo por la arrogancia despótica con la que habían tratado a su más fiel ayudante; uno de ellos tenía la musculatura tan hiper desarrollada que doblaba el tamaño de cualquier humano corriente, incluso bajo la armadura (seguramente hecha a medida) se podía distinguir su impresionante tamaño. El otro, más pequeño en comparación, seguramente tuviera algún tipo de defecto menor o mental, no todos eran tan ostentosos a simple vista.

-Por orden de su excelencia, el Maese Arcturus- ahí estaba su tara, su voz era tan aguda que estaba segura que si se lo proponía era capaz de romper finas copas de cristal solo con una nota- se le ordena a la Dama Verith que nos acompañe a una reunión privada.

Cuando se percataron de la presencia de Luthor, le hicieron entrega del documento que acreditaba su presencia allí, firmado y sellado por el propio portavoz del Consejo.

Sin embargo, algo no encajaba.

La reunión no era en el edificio del Consejo, en el centro de la ciudad. Era en su vivienda privada, en el Distrito de la Corona.

Aquello olía francamente mal. Pero Dama Verith no podía negarse; Maese Arcturus era un gran investigador, un miembro importante dentro del Consejo, y uno de los más fieles defensores del funcionamiento del hospital (aunque secretamente parte de sus fondos fueran ingeniosamente desviados a su propia Sociedad Secreta) Podría haber enviado a alguno de sus Emisarios para entregar la carta, pero lo había mandado con presencia militar, seguramente para asegurarse de que no solo respondiera afirmativamente, sino que lo hiciera en el acto.

-Luther, recoge mi maletín. Vamos a hacer una pequeña salida- casi agradecía que pudiera salir de su despacho, las emociones negativas empezaban a desbordarla y no tenía la infusión que tomaba para templarse a mano…

 

El Distrito de la Corona era casi como una ciudad en sí misma. Todo el Distrito estaba rodeado de unas altas murallas de piedra gris salpicadas por atalayas de guardia desde donde Guardias obviamente Perfectos controlan las entradas y salidas. Tras las murallas estaban las espléndidas mansiones de los nobles humanos, caseríos no demasiado grandes ni ostentosos desde fuera con discretos jardines bien cuidados. Serpenteando por la avenida principal perfectamente pavimentada y con un mantenimiento impoluto, se llegaba hasta el centro del Distrito, que era un inmenso parque lleno de verdor y fragancias. En el centro del mismo había una amplia plaza con bancos para charlar de cientos de trivialidades, y varios juegos donde los hijos de los nobles podrían desgastar sus inagotables energías, siempre bajo la atenta mirada de sus niñeras, demasiado temerosas de sus señores como para quitarles el ojo de encima mientras sus despreocupadas madres conspiraban las unas contra las otras. En torno a este parque se encontraban, acinadas unas junto a otras, las casas de los Emisarios. Casas no demasiado ostentosas, de dos plantas, pero sin jardín. En frente de algunas de ellas se podía ver alguno de esos carromatos sin bestias que ahora se habían puesto de moda, una muestra más del estatus al que muy pocos podrían llegar. La ciudad había crecido bastante, y era un medio cómodo de transporte, aunque algo excesivo.

Más allá de las casonas de los emisarios, atravesando un paseo tan amplio como para que pudiera desfilar un ejército estaban las grandes mansiones del consejo. Edificios capaces de albergar su propia guardia personal, con enormes muros de piedra blanca que por los que se asomaban hiedra y enredaderas desde el otro lado. Cada una de las mansiones había sido construida sobre una colina artificial (creada mediante geomancia durante las primeras eras del Consejo) para que fueran visibles desde la distancia, como impresionantes monumentos la poder de los Perfectos.

Llamaba la atención que, para lo cuidado que estaba todo el distrito; sin basura por la calle o arroyos de aguas fecales recorriendo los cuidados adoquines, las murallas y algunas de las farolas de las calles estaban salpicadas de carteles con le efigie del sucesor actual del Emperador Dragón, un joven llamado Irion.

Incluso en un sitio tan refinado, los seguidores del Linaje del Emperador se abrían paso.

Aunque Dama Verith había estado en aquella zona varias veces, siempre se sorprendía con pequeños detalles. Cada vez que uno de los Perfectos era sustituido, su mansión tenía nuevos y más interesantes detalles que decían mucho de sus actuales inquilinos. Por su parte, Luthor estaba abiertamente sorprendido, como sucedía a todos los que visitaban por primera vez este lugar.

Dama Verith y Luthor fueron llevados en calesa hasta la mansión del Maese Arcturus, una de las más imponentes que había en el distrito. La entrada amurallada era en realidad una plazoleta con una fuente en su corazón, construida sencilla pero elegante en mármol blanco. Flaqueando la entrada se encontraban tres vehículos de motor de varios modelos y colores, y había una fuerte presencia militar en torno a la casa.

El transporte pasó sin problemas por las puertas enrejadas por el camino recto que daba hasta el edificio principal, donde media docena de soldados más hacían guardia. Dos enormes puertas de caoba labrada daban paso a un sencillo recibidor alfombrado donde uno de los miembros del servicio del Perfecto esperaba a los recién llegados. Era un hombre mayor, un humano de unos cincuenta años que tenía porte elegante y distinguido al que los años le habían tratado bien, vestía pulcramente y tenía las manos enfundadas en unos elegantes e impolutos guantes blancos. No tuvieron que esperar demasiado para que el ayudante los llevara directamente al despacho del señor de la casa, e incluso desde el pasillo, a pesar de las gruesas puertas dobles, se podía oír que hablaba acaloradamente con alguien…

Cuando el hombre llamó educadamente a la puerta, la discusión cesó al instante. El sirviente esperó a que las puertas se abrieran, casi atropellado por la airada figura de Irion que sin saludar siquiera y rostro compungido salió de la mansión.

-Con permiso… su señoría- la voz del hombre era apenas un hilo, pero estaba en el volumen más que correcto para se le oyera con nitidez- Han venido los invitados que esperaba.

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15/02/2021, 13:17
Arcturus

El Perfecto se acerca a Dama Verith y la estrecha su mano entre las dos suyas con calidez y fraternidad antes de ofrecerla el único asiento en su estudio. La sala es bastante espaciosa (del tamaño de toda una planta de la casa de Luthor), con una enorme cristalera en la pared oeste que daba paso a un pequeño jardín lateral. Al fondo de la sala hay una estantería llena de libros, algunos aparentemente muy antiguos que llenan la pared de lado a lado y hasta el techo, mientras que a la derecha se pueden ver varias mesas con instrumentos de alquimia, aparatos tecno-mágicos y toda suerte de tomos arcanos y códices.

-Lamento mucho apartarla de sus labores, Dama Verith, pero no habría reclamado vuestra presencia de no ser de suma importancia- Arcturus mide ostensiblemente sus palabras y las elige con mucho cuidado mientras habla- He de suponer que estáis al tanto del desastre en las Cimas Wohl, una gran pérdida sin duda… tantas almas inocentes perdidas… en fin… una desgracia.

-Sabed que el mismo Consejo ha acusado de esta catástrofe a mi proyecto más ambicioso, el Gran Arca- hace una pausa dramática mientras empieza a pasear por la habitación- Es el Proyecto de mi vida, y he dedicado todo mi patrimonio y mi propia reputación por el bien de este proyecto. Con todo, estoy al tanto de los posibles daños que puede producir, y estoy convencido de que no está vinculado una cosa con la otra, que se trata solamente de un ataque de mis rivales para comprometer, no solo mi puesto en el Consejo, sino también la construcción del propio Arca.

-Es por eso, que el Consejo, llevados por el miedo, y la prudencia, ya que llevamos cinco días sin poder comunicarnos con la Base de Construcción, ha decidido crear una expedición de confianza para supervisar el avance de la construcción de la misma y asegurarnos de que no guarda relación con el meteorito.

-Personalmente la he designado como Perfecta de esta expedición- vuelve a tomar asiento y mira a Dama Verith directamente a los ojos con confianza- Considero que su intachable reputación puede arrojar luz sobre este valioso proyecto. El Consejo sabe que está fuera de las maquinaciones de los Perfectos y eso hará que su palabra sea ley ante ellos. Además, se ha asignado a varios “Activos Valiosos” a la expedición, para garantizar el final feliz de la misma- dirige una mirada despectiva hacia Luthor- Incluso en Consejo aprueba que lleve a su… humano mascota si lo cree pertinente.

Notas de juego

Tenéis una oportunidad para preguntar al Perfecto cualquier duda.

El siguiente post debería ser sobre la preparación (que lleváis, que necesitáis comprar, como vais a atar vuestros temas personales)

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15/02/2021, 13:46
Director

Dos días después del titular

El ambiente por la corte estaba bastante crispado.

Partidarios de Maese Arcturus enfrentados contra los que seguían ciegamente al Consejo. Un tercer bando de inadaptados de clamaban por el puesto de lord Irion como cabeza del consejo, reinstaurando la Monarquía humana…

Parecía que aquel meteorito había sacudido un avispero, pero todas las avispas querían matarse entre ellas en lugar de buscar algo constructivo que hacer con sus vidas.

Que productivo e interesante.

Fue bastante poco sutil enviar a dos soldados humanos a buscar al Emisario de Maese Arcturus. Otras veces una simple misiva es más que suficiente para hacer que acuda en su presencia, y desde que le habían relegado de sus obligaciones hasta nuevo aviso, había dedicado su vida a disfrutar temporalmente de los beneficios de la fortuna que tanto le había costado acuñar.

Aquellos desdichados militares ni esperaron a que estuviera listo para una audiencia en presencia del Portavoz del Consejo, y desde luego que apuntaría sus nombres en la lista de agravios para que su próximo destino fuera custodias los calabozos. Que osadía ponerle las manos encima al Emisario de Maese Arcturus sin su consentimiento.

Había formas mucho más educadas de hacer notar la urgencia de su presencia en casa del Perfecto.

 

La Mansión del Perfecto estaba relativamente cerca de la suya propia, y habrías preferido montar en tu vehículo, pero no estabas dispuesto a que las sucias botas de aquellos plebeyos mancillaran la tapicería, así que te tocó andar escoltado.

Te llama la atención la fuerte presencia militar de la casa. Al parecer, se había triplicado. Tendrías que enterarte del motivo para poder mantener informados a los Athene Noctua. Con todo, eres llevado de malas maneras hasta el interior de la mansión donde pacientemente te está esperando el Perfecto encerrado en su estudio, siempre demasiado ocupado con sus tomos extraños y sus artilugios mágicos como para prestarte más atención de la estrictamente necesaria. Ni siquiera su ayuda de cámara humano se había dignado a acompañarte hasta la puerta, simplemente te había recibido y te había indicado donde estaba el señor de la casa.

Otra falta más a la larga lista de agravios de ese día.

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15/02/2021, 13:47
Arcturus

-Han pasado muchas cosas desde la última reunión, Saber- Arcturus tenía la sorprendente capacidad de no despegar la nariz de su tomo y seguir una conversación sin ningún problema- No te aburriré con los detalles, puesto que seguro que sabrás del incidente de las Cimas de Wohl. Me han acusado injustamente de ser responsable indirecto de este suceso… cuando ni siquiera he podido atender como es debido mis obligaciones para con la construcción del Arca. – despega por primera vez la vista del tomo y te mira indignado- Esos patanes del Consejo no son conscientes de la importancia del Arca para nuestras vidas y para la reputación de la ciudad, y han decidido crear una expedición para supervisar mi proyecto, enviando a gente de poca confianza como miembros de una expedición.- su tono se calma un poco- Es por eso que he decidido que acompañes a ese grupo para supervisar que todo vaya correctamente, y me mantengas informado personalmente de todo cuanto pase.- Arcturus mete la mano en uno de los cajones del escritorio y te arroja una bolsa de monedas de su interior- Entiendo que este tipo de trabajos están fuera de tus obligaciones habituales, y por eso he decidido recompensarte en consecuencia – el tamaño de la bolsa casi la mitad de tu jornal por los servicios privados del Perfecto, pero cuando miras en su interior descubres monedas de Jade por el valor equivalente a tres meses de tu sueldo ordinario- Confío en tu habilidad y tu criterio para veles por los interés del Consejo. La expedición se reunirá mañana a primera hora en la Puerta del Dragón del Sur. 

Notas de juego

Tienes muy poco tiempo para hablar en privado con el Perfecto puesto que espera otra visita.

Después de tu audiencia tendrás que prepararte para el viaje.