Partida Rol por web

Arcane defenders: Pesadillas

Capítulo 1 - Escena 6 - La Tormenta

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27/12/2015, 10:10
-Narrador-

Willa viró para volver hacia la cima de la montaña, mientras Dawn se acercaba levitando hasta situarse sobre el demonio de sombras-

- Ya me ocupo yo de este engendro. No volverá a molestar.

Cargó su energía en ambas manos y las arrojó hacia abajo, atravesando a aquél ser, el cual acabó esfumándose, abandonando vuestra dimensión. No contento con eso, arrojó un haz de energía que explotó, haciendo añicos aquél altar de piedras en el que había sido tendida la hermana de Sónica. Tras el espectáculo de luz, se colocó a vuestro lado.

- Ha sido un gran combate. Ahora recojamos a los heridos. Tenemos que despertar a la chica. 

Como siempre, Dawn hacía lo que le daba la gana. Se acercó entonces para recoger a Psiónica. La alzó y tras hacerlo se os quedó mirando.

- Está bien. Cogedla vosotros, que será mejor que yo lleve a Tornado.

Se aproximó a Dominic y la dejó en sus brazos. Tras eso, hizo lo propio con Malik, levantándolo aunque con un poco más de esfuerzo.

No hubo más opción a esperar a que el demonio rojo volviera. Aiden enseguida lo tocó, sabiendo que de no hacerlo se repetiría la jugarreta de siempre. De esta manera, desaparecísteis de aquella escena, reapareciendo en aquella azotea anónima, donde reposaba Martha, ahora calada, con los diablillos alrededor, los cuales parecían terríblemente aburridos. Éstos al ver a su capitán, se teleportaron a su lado.

- Esto de proteger princesas es aburrido, capitán... ¿cuándo las subastamos?

Preguntó uno de ellos, esperando ver pronto el brillo del oro.  

 

 

 

 

Notas de juego

Estáis en la azotea y sigue lloviendo.

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27/12/2015, 15:13
Dominic Randall

Sora acepta su mérito, pero lógicamente compartido con todos. Ha sido una dura batalla, y en el cómputo general, tanto en esta como en la del almacén y el hospital, todo el mundo ha aportado su parte. Sin embargo, no era eso a lo que me refería, aunque ella parezca no haberse dado cuenta...

Sónica nos agradece la ayuda, puntualizando el dilema de qué hacer con nuestro enemigo abatido, algo de lo que se encarga rápidamente Dawn sin contar con nadie. Tengo que hacer un gran esfuerzo por ignorar las protestas de Shazael, quien deseaba para sí mismo ese papel de verdugo.

Acto seguido, el propio Dawn me tiende a Psiónica, a la que cojo en brazos con algo de dificultad, inconsciente como se encuentra. Él coge a Tornado con prisas, acercándose rápido para poner una mano sobre mí. Sonrío al imaginar el motivo, y dedico a Sora una mirada mientras muevo mis labios en un mudo "hasta luego", liberando al demonio.

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27/12/2015, 15:23
Shazael

En cuanto aparezco, mi primera dedicatoria es para cráneo rojo, sonriéndole divertido.

Veo que vas aprendiendo... Al final, haremos de ti un marinero de provecho... -Le digo antes de girarme y mirar a Sónica y Sora- Bienvenidas a bordo, señoritas, vayan embarcando... -Bromeo, mientras mi cola se enrosca en la cintura de Sora, tirando de ella hacia mí, antes de mirarla de soslayo con picardía- Tú no te alejes...

En cuanto Sónica pone una mano en mi piel, el salto es inmediato, en un parpadeo aparecemos en la azotea de nuevo, recibidos por mis pequeños marineritos, que...

¡Pero seréis...! -Exclamo al ver a la chica empapada- ¿No os dije que cuidarais de ella, que cualquier daño que sufriera os lo devolvería a vosotros? ¡Está empapada, por los siete infiernos, deberíais haberle buscado cobijo! ¡Si coge fiebres os hundiré en agua helada hasta que llueva en mi hogar natal, ratas de bodega! -Miro a Sónica, aún con el gesto de desprecio que le he dedicado a mis rufianes en el rostro, al tiempo que los hago desaparecer- Coge a tu hermana, nos vamos a la mansión del mago... -Me giro hacia Sora, quien creo que estornudó hace un rato. No me extraña, calada como está también, como lo estamos todos. Pero todos no me importan... ¡Mierda!- ...a ver si allí entramos en calor.

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27/12/2015, 21:15
Sora Ahawi

Mientras trataba de librarme de parte de aquel agua que me mantenía empapada, pude ver cómo Willa volvía hacia la montaña. Aquella imagen me transmitía una gran paz, paz que se vio perturbada cuando Dawn hizo todo aquello sin pedir cuentas a nadie.

Me giré de inmediato, arrebatando la chaqueta de Dom del lomo de Willa y haciendo que esa volviera a desaparecer; para acercarme al grupo a grandes zancadas.

- P-pero… ¿¿Q-QUÉ?? – fue todo lo que acerté a decir a Dawn, mientras posaba a Psiónica sobre los brazos de Dominic y este se despedía de mí, sin tan siquiera poder hacer lo mismo.

Dawn me ignoró, recogiendo a Tornado, a la vez que Shazael me tomaba por la cintura con su cola, llevándome hasta aquella azotea en la que se encontraba Martha. El demonio empezó a increpar a sus diablillos, mientras yo trataba de ordenar mis ideas. Pero no, no había nada que ordenar, así no se hacían las cosas.

Al verme liberada de la cola de Shazael, puse la chaqueta de Dominic sobre Psiónica y volví a dirigirme a Dawn, realmente enfadada.

- ¿Se puede saber qué acabas de hacer? ¿Todavía no te ha quedado claro que esto es un equipo? ¡Joder, Sónica, Dominic y Shazael son más miembros de este grupo que tú! – le reproché, completamente indignada porque actuara por su cuenta sin necesidad alguna. – Lo has… ¿Lo has matado? ¿Y si había otra forma de contener al Demonio de Sombra? ¿Y si sólo usaba a ese hombre y había forma de recuperarlo? – dije caminando hacia él, con los puños apretados y la lluvia aún cayendo sobre mí. -  ¿Has matado a una persona, Dawn? ¿LO HAS HECHO? Déjame adivinar... ¡NO LO SABES! – grité cerca de su cara, completamente fuera de mí, clavando mis uñas en las palmas de las manos.

Me giré llena de rabia, queriendo alejarme de él para no hacer ninguna tontería. Demasiada tensión acumulada, que por algún lugar tenía que terminar por salir, y ahora parecía querer continuar desbordándose por mis ojos.

- Vámonos… - Susurré a Shazael, acercándome a él de espaldas al resto, para que no pudieran ver mis ojos humedecidos. – En cuanto puedas, por favor… - le pedí a modo de súplica, agarrándome a su hombro y apretándolo.

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28/12/2015, 11:11
Shazael

Tras desconvocar a los grumetes, enarco una ceja al sorprenderme la reacción de Sora. Comienza a increpar a cráneo rojo, sin que pueda entender el motivo. El hecho de situarme entre quienes actúan más en equipo que él lo tomo como un insulto. Para él. Uno bueno, de hecho, que me agrada, aunque aún no veo donde está el problema... ¿Acaso no ha hecho lo que había que hacer? Se ha cargado al malo y su odioso altar...

Escucha bien, Shazael, Sora tiene toda la razón...

No me molesto en discutir con el humano. Atrapado por una inédita curiosidad, Atiendo a las palabras de la mujer, con los ojos entrecerrados. ¿El problema es... matar? Ese tipo quería matarnos a nosotros, y a toda la maldita humanidad, de hecho. O eliminas la amenaza o corresponde el riesgo de sufrirla de nuevo.

Pero ese tipo podría...

¿...Ser como tú?

S-sí...

Podría, ¿qué más da? Sigue siendo la vida de un hombre frente al resto del mundo, ¿tú te arriesgarías? No, no contestes, no quiero saberlo. Los humanos y vuestro estúpido código moral... al menos los buenos. Siempre jugando en inferioridad por salvaguardar vuestras almas...

Lo siento, Shazael, no es algo que sepa explicarte. Tampoco estoy seguro de que pudieras entenderlo, de todos modos, siendo lo que eres.

Ni quiero, Dominic. Mala señal sería que pudiera entender algo así.

Pero Sora sufre por ello. Mírala.

Lo hago. Mis ojos se clavan en la mujer, que se acerca a mí dando la espalda a los demás. Veo el brillo en sus ojos rabiosos, a punto de ser derrotada por su propio llanto, y mi boca se entreabre a punto de decir algo al respecto. Palabras que mueren antes de escapar para causar más dolor. En otro tiempo hubiera disfrutado haciéndolo, escupiendo palabras hirientes, ahora no le veo la gracia. Al menos, no a ella. ¡Maldito mago! Al contrario, cuando se agarra a mi hombro pidiendo irnos, y siento la fuerza de su mano, me sorprendo a mí mismo haciendo algo inaudito. Guardando el equilibrio ayudado de mi cola, levanto una pierna y apoyo el pie en la pierna contraria, dejando el muslo como un soporte donde apoyo la parte inferior del cuerpo de la rubia inconsciente, liberando uno de mis brazos. Llevo mi mano liberada a su rostro, acariciando su mejilla de camino a su nuca- Ven, acércate... -La invito a retirar la mano y sencillamente acercarse a mi hombro, apoyarse en él si así lo desea- Dom está aquí, siente lo mismo que tú... -Le digo entre susurros, con gesto serio, molesto conmigo mismo, con lo que hago, con lo que siento- Cuando lleguemos, me retiraré, y podrás abrazarle. Hasta entonces... ehm... ya se que no es lo mismo, pero... -Pero yo estoy aquí. Y por más que me duela, que desprecie aquello en que me estáis convirtiendo, puedes contar conmigo.

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29/12/2015, 21:28
Sora Ahawi

Al dirigirme a Shazael entre susurros, me llamó la atención la forma en que este mi miraba; haciendo a continuación malabarismos con su postura, dejando el brazo de aquel hombro al que me aferraba libre.

Me quedé quieta, sorprendida, al ver cómo me acariciaba la cara con su mano, llevando esta hasta mi nuca, invitándome a acercarme a él. Casi sin pensarlo dejé que mi mano se deslizara hacia abajo, apoyando mi rostro en su hombro, mientras me decía aquello sobre Dom.

¿Y… Tú? ¿Qué es lo que sientes tú?

Era lo que me preguntaba, mientras me permitía descansar sobre él unos segundos, abrazándole como podía; a la vez que él insistía en hablar de Dom, ofreciéndose como reemplazo mientras este no estaba. Entonces solté mi abrazo y volví a levantar el rostro, mirándole fijamente a los ojos tras frotarme lo míos.

- Tú también me has ayudado… Gracias, Shazy. – le dije con sinceridad, dándole un beso en la mejilla justo después. – Porque puedo llamarte Shazy… ¿No? – pregunté algo burlona, convencida de que se cabrearía, insistiendo en ser llamado Capitán.

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30/12/2015, 22:42
Aiden Byrne

Ante el estallido de Sora, Aiden tan sólo observó impertérrito, pues la máscara ocultaba cualquier tipo de emoción.

- No te preocupes, eso era un demonio con total seguridad. Si no, no iría llamando "Amo" al tal Dokter.

Dijo convencido de aquello.

- Si fuera una persona, ahora habría quedado su cuerpo inconsciente en el suelo.

Eso le decía su intuición, de modo que no le dió más vueltas.

- No te pongas así, que lo hemos hecho bien. Hay que tener determinación, Sora, no paralizarse por consecuencias remotas.

El hombre esperó al teleporte. No respondió a lo del equipo, porque estaba claro que el grupo formaba un buen equipo, y eso, en gran parte, era debido a su liderazgo. Sora, por el contrario, se perdía en sus vacilaciones, pero simplemente se calló y lo dejó estar. Con el tiempo reconocería que él tenía razón. 

Notas de juego

Liss me dijo que tenía problemas con el portátil. Si le parece bien, avanzo la escena hasta el sanctum sanctorum.

Aiden siempre ha sido muy impulsivo y ha pensado poco.

 

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01/01/2016, 11:19
Shazael

La respuesta de cráneo rojo casi me hace estallar en carcajadas, aunque habrían estado teñidas de sarcasmo y desprecio hacia quien demuestra tan limitada visión del mundo. Hasta Dominic cuando me vi atado a su existencia mostraba más sentido común, o al menos trataba de no hablar de lo que no sabía.

YO soy un demonio. -Puntualizo al lanzadiscos, pues es lo único que ha demostrado hacer. Y lo hago con una maliciosa sonrisa, acariciando mis labios con la lengua antes de continuar- Y deberías ponerte cómodo si esperas que llame "amo" a nadie...

En algo sí lleva razón: esa cosa no era humana. Pero definir como demonio a todo lo que no es humano es algo insultante. Es como si yo definiera como humano a todo lo que no es demoníaco. Pero bueno, tampoco cabía esperar mucho más que serrín dentro de ese casco, algo ya demostrado desde que comenzamos la andadura en este variopinto grupo. Aún así, ha tenido suerte. Esa criatura no era humana, pero él no tenía forma de saberlo, en realidad. Muchos humanos han empleado la palabra "amo" para referirse a sus señores oscuros, cegados por prácticas sectarias. Y si al morir hubiera resultado ser un hombre, no se cómo habría terminado todo esto...

Sin embargo, mi sonrisa desaparece al por a Sora agradeciendo mi ayuda, lo que me hace enarcar una ceja mirándola de reojo, con gesto serio. Me da un beso en la mejilla, que me produce una desagradable sensación de placer. ¿Por qué? No debería disfrutar con esto. Yo no.

Tú... Hmf... -Reniego mirando hacia otro lado, comprobando si le falta mucho a Sónica para coger a su hermana y largarnos, incómodo- Tú puedes llamarme como quieras...

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02/01/2016, 11:13
Sónica

Un destello de luz, y la posterior conversación sobre el demonio, me hicieron girarme hacia mis compañeros: Dawn se había encargado de eliminar esa amenaza de la Tierra, y yo me alegraba de que lo hubiera hecho. ¿Acaso debía sentir pena o misericordia por ese tipo de gente? No. El trabajo que había hecho no era algo que pudieran hacer todos, no era una carga fácil de llevar. Yo estaba segura de que debí haberlo imitado cuando pillé a esos desgraciados intentando violar a la chica del callejón. Preferí no decir nada sobre ese hecho porque daba igual lo que añadiera, la decisión ya había sido tomada.

La lluvia seguía cayendo sobre nosotros cuando Shazael nos devolvió al lugar donde Martha descansaba rodeada por los pequeños servidores del demonio. Estaba tumbada sobre el suelo mientras el agua la empapaba, pero no hacía ningún gesto por el que diera a entender que le molestara: estaba dormida y no iba a despertarse por mucho que nosotros lo intentáramos.

Mientras los demás charlaban yo me acerqué a mi hermana, la rodeé con mis brazos y la apreté contra mi cuerpo: volvía a estar a mi lado.

-Lo siento tanto...- le murmuré, acariciando ligeramente su cabello- No debí salir para ver qué estaba ocurriendo... pero te pondrás bien. Eres la mujer más fuerte que he conocido en mi vida, pequeñaja. Besé su frente mientras sentía un nudo en mi garganta. Pronto volveremos a casa. Te quiero, Martha, aguanta un poco más.

Deseaba que Extraño tuviera alguna clase de remedio para hacer que la pequeña olvidara todo el dolor que debía de estar pasando; las muecas de su rostro me hacían sentir realmente miserable por no hacer nada por ella.

-Ya estamos listas- dije a Shazael, indicándole que podíamos irnos a la mansión cuando él quisiera.

 

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02/01/2016, 11:27
-Narrador-

Portábais a Tornado, Psiónica y Martha con vosotros. Laetitia tomó enseguida a su hermana y habló con ella, a pesar de que seguía sumida en el sueño. Mientras le dedicaba aquellas palabras, Aiden y Sora sintieron un cosquilleo en su piel, el cual se fue transformando en calor. Pudieron advertir en ese momento que el lunar que les caracterizaba estaba emitiendo esa energía que ellos notaban. Martha movió el rostro de un lado a otro, sintiendo algo, como si la hubieran mecido pero ella no hubiera despertado.

Un poco después, Shazael completó el viaje, transportando a todo el grupo a la puerta del Sanctum Sanctorum. Volvían a encontrarse con aquél destacable lugar, aunque ahora era el verdadero hogar del Doctor Extraño. Enseguida, Wong abrió la puerta, parecía que os había estado esperando.

- Me alegro mucho de verlos.

Dijo y en su faz se podía ver algo de preocupación.

- Las sombras trataron de llevarse al doctor. Atacaron a Clea y casi la mataron de frío, pero ella venció. Vengan conmigo.

No teníais muchas más opciones, de forma que entrásteis y recorrísteis el excesivamente largo pasillo hasta la sala donde se encontraba el cuerpo del Doctor y también su ex-mujer, la cual estaba sentada y tenía frente a sí una esfera luminosa, de unos diez centímetros de diámetro, que imbuía de luz la sala y elevaba la temperatura. Clea tenía el ánimo bajo, pero desde que la habíais visto se la sentía un poco apagada.

- Bienvenidos.

Dijo sonriendo débilmente.

- Habéis traído a la durmiente. Hemos ganado entonces.

Miró de soslayo a Stephen, deseando que él lo escuchara. Clea se levantó, acercándose hacia la hermana de Laetitia, pero antes colocó la mano en el hombro de Shazael.

- Dominic y tú habéis sido de mucha ayuda. Me alegro mucho de haberos llamado. - Clea le sonrió, y se dirigió al resto.  - Ahora hay que despertar a la jovencita. Debéis de tener el poder para lograrlo. Lo que voy a hacer, es lanzar algunas sanaciones sobre vuestros compañeros y así podréis intentarlo todos.

De este modo, se acercó hasta psiónica primero y, señalando el orbe luminoso que presidía el lugar, atrajo algo de energía de él y la desvió hasta la joven, la cual acabó despertándose, con tal sobresalto que los objetos de la sala temblaron. Se puso en pie casi al instante.

- ¿Qué pasó? Joder, me dejaron fuera de combate. - Aquello pareció molestarla, pero era lo habitual en ella. - Decidme que lo hemos logrado, por fin. Dios, vaya lío. - Carrie se tocó la zona del lunar, sintiendo aquella energía, pero sin terminar de advertir aún lo que sucedía. Finalmente, Clea repitió el proceso con Tornado y éste abrió igualmente los ojos.

- Vaya pues... - dijo mirando la escena. - Me imagino que estamos de nuevo en la base. De verdad, vaya combate más espectacular. No había visto nunca nada así.

Malik se puso en pie.

- Siento mucho calor, esa esfera está demasiado caliente.

Comentó el africano, aunque en realidad, la sensación provenía de un lugar diferente, de su propio cuerpo.

Finalmente, Aiden extrajo las dos bolas negras que llevaba en la chaqueta.

- Seguro que podremos liberar a los rehenes rompiendo las esferas.

Clea se le acercó.

- Más o menos, pero mejor dejadme hacer algunos sortilegios antes.

Malik intervino. - En una de ellas estará la pelirroja nazi. La que dejamos ir la última vez. - Aquello era una forma de sacar la conversación, pues había que decidir qué hacer con ella. - En fin, tratemos de despertar primero a la chica, ¿mm?

La hechicera de cabello blanco acabó por darle la razón.

- Sónica. Intenta despertarla ahora que están todos tan cerca.

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03/01/2016, 12:42
Shazael

No tardamos mucho en llegar a la casa del odioso mago. Nada más llegar, me veo obligado a retirar mi mano de Sora, sujetando otra vez con ambas manos a la rubia. La india me provoca un sin fin de sensaciones, y eso no me gusta. Me hace no ser yo, y eso es todo culpa de Dominic, de lo que él siente por ella. Tiene que ser eso. Es culpa de él. De él y de... ese hechicero.

Por eso, cuando su mayordomo nos lleva ante él, tendido en el suelo tan a merced de cualquiera, mi primer deseo es aprovechar la situación y acabar con su miserable existencia. No me serviría de nada, pero la venganza siempre ha sido satisfactoria. Sólo es un deseo, por supuesto, no algo que vaya a poner en práctica. Tiene protectores suficientes para que fuera una misión suicida, de esas que no van nada con alguien como yo. Y eso incluye a Dominic, que permanece en mi subconsciente, ojo avizor. Se toma su función de custodio del demonio demasiado en serio.

Deposito a la rubia sobre unos cojines, en el suelo, justo antes de que la esposa de Extraño ponga una mano en mi hombro. Ese gesto de camaradería hace que la fulmine con la mirada, mientras reconoce la ayuda recibida, atreviéndose a mostrar lo mucho que se alegra de habernos llamado.

¿Que te alegras? ¿Y de qué más te alegras, bruja? -Digo malhumorado, agarrando su muñeca con fuerza- ¿Qué sabes de lo que nos está p...?

¡Shazael, NO!

¡No me detengas, maldito seas...! -Pero mi grito es en vano, pus el humano ya ha tomado el control...

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03/01/2016, 12:55
Dominic Randall

En una explosión de azufre, el demonio se repliega a mi interior, y yo reaparezco soltando la muñeca de Clea mientras muestro mis manos abiertas con las palmas en su dirección, pidiendo disculpas por lo sucedido. Ha punto ha estado de hacer algo, lo se, está tan desesperado... Más que nunca debo estar atento, no perderle de vista, controlar sus impulsos.

L-lo siento, Clea, y-yo... -No, no quiero poner excusas, no voy a defender al demonio exponiendo la presión a la que está sometido, a la que lo estamos los dos- N-no volverá a pasar.

Es todo cuanto puedo decir, antes de volverme dispuesto a alejarme al otro extremo de la habitación. A decir verdad, todo lo que podía ofrecer ya está hecho, realmente estoy de sobra ahora mismo. Tan sólo quiero ver que todo termine bien, y estorbar lo menos posible. Pero al girarme veo a Sora, y el deseo de alejarme avergonzado queda en un segundo plano, reemplazado por la imagen de su rostro rabioso y casi llorando de hace un rato.

¿E-estás... mejor? -Le pregunto tímidamente, acercándome lo bastante para tomar sus manos con las mías. Aunque lo que de verdad desearía es abrazarla, pero no creo que sea el mejor momento. Al tocar sus manos, me doy cuenta de que están extremadamente calientes, de modo que la miro a los ojos, preocupado. Pero antes de llegar a decir nada, es Tornado, ya recuperado, quien hace un comentario al respecto, así que asumo que será algo mágico, relacionado con eso que les une, de lo que yo no formo parte. Clea imparte instrucciones, y lo veo bastante claro. Eso es, por eso no se despertaba Martha, necesitaba hacerlo rodeada de ellos, de los elegidos. La cagamos al llevárnosla del campo de batalla y tratar de despertarla alejada de ellos- E-estaré ahí al fondo, ¿v-vale? O-os dejo sitio a los héroes... -Le digo a Sora agachando la mirada, antes de encaminarme al fondo de la sala.

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04/01/2016, 22:19
Sónica

 El escaso movimiento de Martha me hizo sentir un escalofrío; quería pensar que una parte de ella me había oído y que pronto despertaría. Deseaba que no recordara lo que había pasado pero si ella no tenía esa suerte me quedaría a su lado para que lo superásemos juntas. Había estado demasiado ocupada con el club y quizá no le había hecho tanto caso como ella merecía, pero lo cierto era que verla en su estado me hacía sentir de un modo horrible por la culpabilidad que me transmitían cada una de sus quemaduras.

Seguí a los demás llevando a Martha conmigo hasta que llegamos a la sala donde descansaban Extraño y Clea. Realmente nadie me había invitado a ese lugar, pero ser la hermana de la 'durmiente' me daba derecho total y absoluto, o así lo veía yo. La poderosa mujer se dedicó a sanar a los caídos -tras una pequeña trifulca con el Capitán Rojo- mientras la observaba sorprendida por su increíble poder, pero sin dejar de estar atenta a que mi hermana pudiera hacer cualquier gesto. Ella era mi prioridad y lo sería siempre, aunque no se lo demostrara tanto como se merecía.

Esta es una buena oportunidad para enmendar mis errores. Un nuevo comienzo para ambas.

Me alegró ver que Malik y Carrie estaban completamente curados aunque cansados, pero así nos encontrábamos todos. Les dediqué una sonrisa sincera en señal de agradecimiento: realmente le debía muchísimo a todos ellos y no tenía forma alguna de pagárselo, no de momento.

Había dejado a Martha en el suelo y al escuchar la petición de Clea asentí. Me senté en el suelo, a su lado, y tras cogerla de la mano comencé a hablarle en susurros.

-Martha, cariño, soy Laetitia, tu hermana. Escúchame pequeña, quiero que te despiertes. Sea lo que sea lo que estés pasando ahora mismo sé que tú puedes con ello. Estamos muy preocupados por ti y yo te necesito aquí, conmigo.

Me acerqué a su frente y le di un beso en la misma con sumo cuidado.

-Abre los ojos, Martha. Vuelve con nosotros. Regresa a casa pequeña. 

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05/01/2016, 00:23
Sora Ahawi

Decidí ignorar a Dawn, a fin de cuentas aquel cabeza hueca ya se había salido con la suya y poco más podía hacer yo. Martha seguía siendo la prioridad, y por ella y Sónica preferí callar.

Sonreí tenuemente a Shazael cuando aceptó que le llamara de aquel modo, y es que algo me decía que yo no era del todo del agrado del demonio, por mucho que dijera Dominic. Sin embargo, no lo podía evitar. A pesar de sus bravuconadas e impulsividad, comenzaba a agradarme, al ver algo más en él bajo su piel roja y su lenguaje soez.

Cuando Sónica recogía con cuidado a su hermana y nos disponíamos a ser trasladados por Shazael, comencé a sentir un cosquilleo en mi piel, en un sitio muy concreto.

El lunar…

Me llevé una mano atrás, notando como la zona estaba algo más caliente, poco antes de encontrarnos en la mansión del Dr. Extraño. Wong nos recibió muy amablemente, poniéndonos en antecedentes y llevándonos hasta Clea. Esta continuó orientándonos, reconociendo la labor de Shazael y Dominic antes de seguir con lo que habíamos ido a hacer.

-¡Aaaachís!

Estornudé, y en ese abrir y cerrar de ojos Shazy ya se encontraba increpando a Clea, haciendo que Dom tomara nuevamente el control.

- Menos mal… - murmuré esbozando una sonrisa, orgullosa, tanto por las palabras de Clea hacia ambos, como por la toma de control por parte de Dominic.

Este se disculpó, seguramente pasándolo mal otra vez por actuaciones que no eran suyas pero de las que se sentía responsable. Sentí deseos de acercarme, de darle ánimos en esa dura labor que se veía obligado a llevar a cabo; pero hubiera estado un poco fuera de lugar, así que decidí esperar, alegrándome al ver que era él quien se acercaba.

- Sí, ahora que no nos llueve encima, mucho mejor. – le respondí con una sonrisa, aferrándome a sus manos cuando tomó las mías.

Entonces se mostró preocupado, intuyendo que se trataba de esa temperatura que hacía un rato que había empezado a aumentar; pero las escuetas palabras del ya recuperado Tornado parecieron ser suficiente para él, despidiéndose justo después, o al menos queriendo hacerlo.

- Si este es el sitio de los héroes, aquí es donde debes estar. – le dije seria, convencida, agarrando con fuerza una de sus manos, sin dejarle marchar.

Clea pidió a Sónica que intentara despertar a Martha, ahora que los llamados elegidos estábamos cerca. Tirando de la mano de Dominic, le guié para que se situara tras de mí, soltándole entonces y llevando mis dos manos a la cinturilla de mis shorts. Mis lumbares ya estaban al descubierto por el top que vestía, pero aquello no era suficiente. Agarré el pantalón por detrás y tiré suavemente hacia abajo, haciendo que la cinturilla descendiera hasta mostrarle la parte alta de mi glúteo derecho.

- Esto es lo único que nos diferencia… Lo único. - dije mirando hacia atrás, tratando de verle, mientras le mostraba el peculiar lunar en forma de ojo. – Está caliente… - añadí, liberando una de mis manos para tomar la de Dominic y colocársela sobre la marca. – Supongo que eso significa que Martha despertará. – concluí con una sonrisa.

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05/01/2016, 04:11
Dominic Randall

Tranquilizado por la respuesta de Sora, me dispongo a apartarme del grupo y ocupar mi puesto en segundo plano, una vez concluida la tarea para la que Clea me pidió ayuda. Parece que haya pasado una eternidad desde ese momento, cuando recibí su llamada en una mañana tan desesperanzadora como cualquier otra. ¿Cuánto ha cambiado desde entonces? ¿Cuánto he cambiado yo, cuanto hemos cambiado? ¿Cuánto de ese cambio es augurio de algo malo que esté por pasar? No puedo negar ese temor, que el demonio y yo compartimos. Pero, a diferencia de él, yo aún tengo esperanza. Hoy hemos hecho algo bueno, hemos salvado gente, hemos ayudado a salvar muchas vidas...

¿Y quién nos salvará a nosotros, Dominic? ¿Quién evitará que uno de los dos desaparezca para siempre, o los dos...

No tengo respuestas. Pero tampoco tiempo para planteármelas. Cuando estoy a punto de soltar a Sora y alejarme a rumiar mis miedos, nuestros miedos, en soledad, siento una de mis manos incapaz de liberarse. Sora me sujeta con firmeza, afirmando que debo estar en el lugar de los héroes, tirando de mí sin que encuentre la más mínima voluntad de resistirme. Boquiabierto, me dejo llevar por ella, quien me sitúa a su espalda cerca de los demás, rodeando a Martha y a su hermana mientras trata de despertarla, de triunfar donde yo fallé por ignorancia.

Entonces, para mi desconcierto, veo cómo Sora se lleva las manos a la cinturilla del pantalón, haciendo descender ésta hasta mostrar una parte del glúteo. Al verlo, avergonzado y confuso, levanto la mirada rápidamente hacia su rostro que me observa, explicando que esa es la diferencia entre nosotros. Frunzo el ceño, sin comprender, y vuelvo a mirar con timidez, comprobando en esta ocasión la existencia de un extraño lunar, una marca en forma de ojo. Aún así, entendiendo lo que me está mostrando, la marca de los elegidos, no puedo evitar que una mezcla de pudor y excitación me invadan al mirarlo. Más aún cuando, sorprendido y negando con la cabeza sin ser capaz de articular palabra, veo a Sora tomando mi mano y llevándola a tocar su piel, el lunar, esa porción de su cuerpo. Me quedo sin aliento, helado y ardiendo al mismo tiempo. Lleva razón, el lunar está caliente, seguramente algún efecto mágico, lo que era necesario para que la chica despertara. Así lo aclara Sora, sonriendo ante la idea de que Martha despierte.

No puedo evitar sonreír a mi vez, nervioso, acercándome más a la espalda de Sora, mirando alrededor con la vergüenza de que alguien más pueda estar pendiente de nosotros. Mi mano se desliza por su piel, buscando la cinturilla de su pantalón, ayudada de mi otra mano, y levantando la prenda hasta su lugar mientras susurro al oído de la chica.

Deja algo para la primera cita... -Bromeo, dejando a pesar de ello mis manos en su cintura mientras observo por encima de su hombro lo que sucede con Martha.

Preguntándome por el misterioso silencio del demonio de mi interior...

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06/01/2016, 11:32
-Narrador-

Clea se vio sorprendida ante la hostilidad del demonio, pero en cuanto Dominic pudo recuperar el control, se calmó y acarició momentáneamente su mejilla en un gesto cariñoso. Estaba convencida de que el hombre había hecho un excelente trabajo y su mirada expresaba orgullo.

- Vas muy bien. Has progresado mucho y has logrado dominarlo.

Sonrió mientras Laetitia pronunciaba aquellas palabras animando a su hermana a despertar. La adolescente pareció inquietarse y abrió ligeramente los labios, como si quisiera decir algo. Parecía un gesto natural hasta que amplió la boca y una bocanada de luz roja surgió de ella y lo englobó todo, tan caliente que la piel de Sónica sintió que se quemaba.

La niña se debatió y abrió los ojos, despertando con una sensación de angustia como si, en efecto, estuviera vomitando algo que se había alojado en su interior. La energía divagó por la sala y acabó abalanzándose sobre el cuerpo de Extraño, el cual abrió los párpados también y se incorporó entre convulsiones. Inmediatamente gritó toda una retahíla de palabras arcanas, totalmente incomprensibles. El hechicero levantó ambas manos y levantó un escudo formado por bandas violetas, que giraban sinuosamente, hasta que el vórtice comenzó a girar sobre sí mismo, como si no supiera dónde ir.

- ¡Lo habéis conseguido!

Exclamó el mago, mientras movía los brazos y lanzaba las bandas hacia esa energía, intentando atraparla.

- Apartaos, es peligroso.

Exclamó, pero lo tenía bajo control y las bandas se cerraron herméticamente, atrapando aquella cosa que parecía insuflada de vida. Stephen respiró un poco más tranquilo. Martha, ahora consciente, se aferró a su hermana, nerviosa y rompió a llorar. Agarró con fuerza su brazo, causándole daño, pero era incapaz de controlarse en esas circunstancias. Nadie podía saber por todo lo que había pasado.

- Oh Dios, oh Dios. Ha sido un sueño.

Pronunció despertando de una pesadilla que para ella apenas se diferenciaba de la realidad. Martha parecía desubicada y su ancla en ese momento era su hermana, de modo que no se soltó de ella.

El Doctor Extraño mantuvo aquella esfera de bandas cerrada en el aire. Observando a aquellos que no conocía y después a este grupo de personas que había entrenado.

- Ahora todo irá a mejor. Ya hemos tenido suficiente sustos por hoy. Os veo bastante bien y eso me congratula.

Centró la vista en Psiónica, que era la más problemática y también había concluido con éxito la empresa. Aiden advirtió aquella mirada y le puso la mano en el hombro a la rubia.

- Hemos hecho todos un buen trabajo. Ya le dije que estábamos preparados. Cada uno cumplió su rol y el equipo fluyó.

Comentó con orgullo y con su característica sobreconfianza, elevando la mano derecha y cerrándola para dar fuerza a la frase. Psiónica tembló ante el contacto y miró de reojo a Totem, comunicando algo como "¿puedes hacer algo?" pues ella se empezaba a cabrear. Dándose la vuelta, prefirió marcharse de allí, abandonando la sala para buscar tranquilidad.

Malik, por su parte, se acercó a Sónica y Martha.

- Bueno, pues ahora ya está. Falta romper esas esferas y se habrá acabado todo.

 

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09/01/2016, 07:26
Dominic Randall

El espectáculo es estremecedor. Poderosas magias se despliegan ante nuestros ojos, dominadas por el gran hechicero que es Extraño. Contemplar tal nivel de poder me causa gran impresión, a pesar de todo lo que he visto ya, especialmente a través de los ojos de Shazael desde que comenzó todo este asunto. Esto es magia pura, poder en bruto que alguien como el mago es capaz de controlar. Hace que me pregunte cuán poderosa era la posesión del demonio sobre mí, si alguien como Extraño no pudo simplemente extraerle de raíz de mi interior.

Martha despierta finalmente, y con ello me atrevo a sonreír, esperanzado. El despertar de esa chica es el símbolo de nuestra victoria, la prueba de que se puede enfrentar lo que sea necesario por lograr hacer las cosas bien. Y lo hemos logrado, lo hemos hecho.

Dawn crispa al parecer los nervios de Psiónica con su altanería. Lo cierto es que es un buen guerrero, su "potencia de fuego" ha sido de gran ayuda, aunque su comportamiento ha dejado mucho que desear en ocasiones.

Y eso lo digo yo, que tengo la responsabilidad de controlar a un demonio...

Al final, la rubia decide largarse, antes de hacer algo al respecto que, con su carácter... Mientras, Tornado se acerca a las hermanas, comentando el último paso que queda para que todo concluya. Inconscientemente, mis manos se tensan de emoción, aún apoyadas a ambos lados de la cintura de Sora.

Bueno... ¿Y quién hace los honores? -Pregunto con una tímida sonrisa, deseando que todo termine y poder empezar a afrontar mi vida de otra manera. Puede que todo esto haya supuesto un punto de inflexión en mi vida, en la manera de afrontar mi maldición, en la forma de ver la vida. Con más esperanza- Y, por cierto, ¿qué hora es? Porque yo tengo hambre, podríamos ir a cenar algo para celebrarlo, o algo. -Propongo, mirando a todos alternativamente- Creo recordar que hay un restaurante turco a un par de manzanas, ¿os gusta el shawarma?

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10/01/2016, 12:26
Sónica

Me habría puesto a llorar si Martha no hubiera abierto los ojos lentamente como hizo al escuchar mi voz. De pronto, y sin esperármelo, sentí como el fuego azotaba mi piel pero no me alejé de ella porque era precisamente lo que me había llevado a perderla. La esfera negra se dirigió hacia Extraño y él pudo doblegarla a su antojo, aunque pareció costarle bastante.

Estás bien… volvemos a estar juntas.

No podía apartar los ojos de mi hermana pequeña.  Sus uñas arañaban mi piel y veía lo desprotegida que se sentía en esos momentos. Habría pasado por el peor de los infiernos y se preguntaría si su pesadilla había acabado al fin.  Le acaricié el pelo con suavidad mientras la escuchaba llorar y el nudo en mi garganta se hacía más fuerte.

-Te pondrás bien, Martha. Ya se ha acabado.

O eso quería creer yo, porque no sabía hasta qué punto ella podría aguantar un asalto más como ese.  El resto del grupo intercambiaba palabras pero para mí aquello sonaba como un eco lejano y distante.  Todavía quedaba el asunto de liberar a nuestra madre, pero no era algo de lo que quisiera hablar en voz alta. Cuando Malik se aproximó a nosotras lo miré con una sonrisa amplia en el rostro.

-No sé cómo se rompen esas esferas, pero me fío de vosotros.  Liberad a quienes estén dentro, aunque no sé quién es uno de ellos. ¿Una amiga vuestra?

Tampoco es que me importara demasiado. Si estaba atrapada sería porque probablemente era de nuestro bando y no iba a darnos más problemas de los que ya habíamos pasado. Nos merecemos una tregua-  limpié las lágrimas de Martha con mi otra mano y suspiré antes de volver a dirigir mi atención hacia ella.

-Tengo muchas cosas que contarte, pero lo haré cuando estemos más tranquila. Has sido muy valiente. 

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10/01/2016, 18:19
Sora Ahawi

Tras mostrarle a Dominc el lunar de mi piel y el calor que este emanaba, sentí su mano deslizarse por mi piel, buscando la cinturilla de mi pantalón para volver a cubrirme. Aquel acto, junto a sus palabras, hizo que me sobresaltara y sintiera avergonzada, sonrojándome ligeramente; algo no muy habitual. No supe que responder, y simplemente sonreí cuando noté cómo sus manos no se alejaban de mí y terminaban descansando en mi cintura.

La salvación de Martha llegó a su etapa final con una bocanada de color rojo que empezó a salir de la chica. Ello hizo que el Dr. Extraño también despertara, siendo este quien pusiera remedio definitivamente a la situación de la chica, que tras quedar liberada se aferraba a su hermana.

El Doctor parecía contento con nuestra labor, viendo que habíamos solucionado el problema, pero no todo había sido un camino de rosas como Dawn parecía querer hacerle creer.

¿Cada uno cumplió su rol y el equipo fluyo? ¿En serio? Este tío es un mentiroso o vive en una realidad alternativa.

No me pasó desapercibida la mirada de Psiónica, poco antes de que esta saliera. Miré entonces al Dr. Extraño, haciendo un apunte respecto a las palabras de Dawn.

- Eso es algo discutible, pero ya hablaremos más tranquilos cuando todo haya pasado. – le dije al Doctor, seria.

Cuando Tornado hizo mención a las esferas, Sónica comentó que nos ocupáramos de ellas, confiando en nuestro criterio, mientras que notaba como las manos de Dominic presionaban ligeramente mi piel, preguntando con emoción justo después quién haría los honores. También propuso ir a comer algo, lo cual era una gran idea, pues no había comido nada en todo el día, además, el concepto de celebración podía ser algo que nos viniera muy bien; aunque para eso deberíamos abrir esas esferas antes.

Por mi parte, no confiaba en todos por igual para algo así, y viendo que ni Psiónica, ni Sónica, ni Dominic parecían querer intentarlo, me plantee hacerlo yo misma. No tenía nada contra Tornado, pero no había demostrado ser precisamente delicado, y Dawn… Bueno, contra él si tenía algo.

Me separé de Dominic, no sin antes apoyar una de mis manos sobre la suya y apretarla ligeramente, dándome la vuelta entonces para mirarle.

- Buena idea. No es que sea mi comida favorita… Pero puede valer. – le sonreí, antes de caminar hacia Clea. - Lo intentaré… - le dije a la ex mujer del Doctor, después de que esta lanzara los mencionados sortilegios a las esferas.

Tomé una entre mis manos, aquella que suponíamos contenía a la madre de Martha y Sónica, y traté de abrirla ejerciendo algo de fuerza sobre ella, pero tratando de tener el máximo cuidado posible.

- Tiradas (1)

Motivo: Abrir esfera

Tirada: 1d20

Resultado: 17

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10/01/2016, 20:07
Martha Phillips

La jovencita siguió aferrándose con fuerza hasta que logró soltar una mano y pasarla por el rostro de su hermana.

- Ha sido horrible. Quería despertar pero no podía. Escuchaba a veces voces, pero no podía hacer nada. No entiendo lo que ha pasado. No... no quiero que vuelva a pasar. Por favor.

En ese momento, Totem lograba hacer la suficiente fuerza sobre la esfera como resquebrajarla y eso produjo que saltara en pedazos y que una nueva figura creciera. La madre de ambas, que había permanecido cautiva, tenía el cuerpo helado y cayó de rodillas, mostrando una imagen tan desoladora como la de su hija.

- Laetitia. Lae... - Comentó suavemente pidiendo ayuda, mientras temblaban sus labios. Clea se acercó a ella. Parecía estar preparada para lo que iba a pasar y acercó el orbe luminoso con el que calentaba la estancia.

- Tranquila, deja que el calor te rodee. Ya estáis todas a salvo. Tu hija te ha salvado.

Le transmitió con una amigable sonrisa, pero la mujer no pudo mantenerse en el lugar y caminó unos pasos, para poder abrazar a sus dos hijas. Su contacto era muy frío, pero irrechazable en esas circunstancias. Sónica sintió cómo la besaba en la mejilla. Un beso frío pero que sabía a victoria.

- Hija. Vamos a tener que... tomarnos unas vacaciones.

Dijo sacando fuerzas para sonreirle un poco y acariciar el cabello de Martha.