Partida Rol por web

Poco después de desaparecer bajo el agua, la cuerda que queda a vuestro lado empieza a desenrollarse.

Cogéis el cabo esperando la señal bajo la lluvia.

La señal esperada llega, 3 tirones desde el otro lado, la cuerda está casi desenrollada totalmente, pero ya n hay marcha atrás...

Saltáis al agua y empezáis a recoger la cuerda, en fila.

La mayoría de vosotros se hunde como una piedra, apenas tenéis visibilidad, entre el agua turvia de arena y sangre.

La cuerda os guía hasta un tubo que sale de las rocas del fondo del dique, os introducíis con cuidado por el.

Es un conducto de un metro de radio, donde el agua está totalmente ensangrentada.

El sumidero parece ascender, asta llegar a un lugar donde el nivel de agua ensangrentada es mas bajo y acabáis pudiendo sacar la cabeza.

Unos metros mas adelante veis a vuestros compañeros, de pié con el agua por las rodillas, los dos bárbaros algo encorvados, los dos Zíngaros de pie.

El olor a sangre mezclado con el salitre del agua es bastante desagradable. Pero estáis vivos, de momento.

Bueno, ya estamos todos...

Espeta Vizarro con algo de mala saña.

No era tan dificil verdad???

El conducto está algo iluminado por una antorcha que sugeta Vizarro, no sabéis como ha hecho para encenderla tan rápido ni como lo ha hecho para no mojarla, pero la tiene en las manos.

Cuando por fin asoma la última de las cabezas de sus compañeros, suelta su largo y canoso pelo y tras sacudirse como un perro vuelve a recogerlo en una coleta. Acto seguido, comienza a colocarse de nuevo la armadura.

- Bueno, y ahora qué? Espero que esto se ensanche más adelante, o acabaré con el cuello destrozado.

Pues no, no se ensancha, de hecho... Es igual tenemos un largo camino.

Nos ponemos en marcha ya?

Temujin miró al guia serenamente. Ya estaban en la boca del lobo.

-Vamos.-

Lo digo por el peso, que es bastante el que llebas...

Seguís a Vizarro por el túnel.

Sois muchos, y el túnel es estrecho, el olor de la brea quemada de la antorcha de mezcla con el olor a sangre y muerte del agua que corre entre vuestros dedos de los pies.

De tan en tanto veis algún pedazo de cuerpo desmembrado que está atorado en el bajo caudal de la tubería.

Mucho rato habéis andáis bajo la tierra cuando Vizarro se detiene.

Ante él se encuentra un foso del cual rebasa el agua que corre por el túnel. Es un foso de un metro de radio lleno de agua rojiza.

Muros de piedra salen del borde del agua y se elevan un par de metros.

Así, a la altura del techo del túnel ahora hay una rejilla de metal grueso.

De el otro lado de la rejilla viene algo de luz y un sonido de golpes potentes y viscosos, como machetazos que se clavan en la carne.

Vizarro apaga rápidamente la antorcha y quedais iluminados por la luz que proviene de la habitación sobre la rejilla.

Lleva el dedo indice de su mano izquierda sobre sus lavios

-Chssss...

Sonríe y susurra.

-Ya hemos llegado...

Vizarro os deja paso para que os acerquéis a la rejilla, poniéndose en el vorde del foso, donde hay un pequeño vordillo sobre el que apoya sus pies.

Que hacéis?

examino la rejilla y sobre como esta sujeta en el techo, intento calcular si seriamos capazes de levantarla y salir a la sala principal.

Haciendo fuerza se podría levantar, pero posiblemnte sea necesario que empuje mas de uno.

De hecho tiene visagras a un lado para abrirla, pero no parece tener cerradura al otro.

Valenso va en silencio junto a sus compañeros. Está preparado para actuar, pero por ahora no puede sino estar conforme con los acontecimientos que se van produciendo. A pesar de su sangre noble es evidente que ha tenido alguna instrucción militar porque no hace ascos al foso, ni tampoco a la mugre, a la suciedad, o al cansancio. Al ver como Wulferic examina la rejilla asiente y mira a Halgar.

Ambos dos parecen los mas fuertes con lo que, en principio, ellos deberían tratar de levantarla, aunque de ser necesario el mismo participaría en tal cuestión. Mientras aguzo el oido para tratar de escuchar algo mas que los machetazos

Mira a los demás y en silencio asiente como acatando la orden que nadie ha dado. Parece evidente que tanto él como su compatriota son los más indicados para abrir la verja, por lo que se coloca junto a ella y trata de averiguar si hay alguien que pueda verles al otro lado.

Acto seguido, la agarra con fuerza con sus enormes manos y tensa los músculos de los brazos a la espera de que Wúlferic haga lo mismo. Seguro que con un empujón seco de ambos consiguen abrirla sin problemas.

Wúlferic y Halgar cogen la pesada trampilla con sus dedo entrecruzados con los hierros de la rejilla.

La levantan con cuidado  unos centímetros para que no chirríe y asomáis la cabeza para ver al otro lado.

No podriais abrir la reja totalmente desde donde estáis, pero si hacer sitio para subir, y desde fuera si podriais abrirla completamente.

Desde esta posición ambos podéis ver como una figura grande, bulbosa y obesa vestida de blanco pero muy manchada de sangre se encuentra de espaldas a vosotros, despedazando a algo o a alguien que se encuentra detrás de él.

Con cuidado, los dos Bárbaros subís al piso superior.

Es una habitación pequeña y cuadrada, con la rejilla por la que salís en una de las esquinas.

Hay una puerta puerta en el lado mas alejado de la sala.

El suelo está mayoritariamente cuvierto de sangre, al igual que las paredes, hay una mesa detrás del ser obeso con un cuerpo despedazado y algunos otros cuerpos sin vida colgados de las paredes.

Al subir cuando los dos bárbaros ya están de pie, la rejilla cae accidentalmente haciendo algo de ruido.

El enorme tipo del machete se gira con el machete en alto y os mira con una malévola sonrisa.

Tirad iniciativa!!!

Que aréis ahora??

El estrepitoso sonido de la rejilla al caer llama la atención del matarife que se vuelve hacia los dos bárbaros con una sorisa macabra. Halgar descuelga su enorme espada y sujetándola con fuerza escupe al suelo mientras maldice en su idioma.

- Maldita bola de sebo, me encargaré de que mueras ahogado en tu propia sangre...

Antes de lanzarse al ataque, echa un último vistazo hacia la rejilla, asegurándose de que los demás no pierden tiempo en subir a echarles una mano.

Temujin se encaramó tras el barbaro maldiciendole. Un tajo silencioso habría sido mucho mas inteligente que un combate abierto...

-Estupido y ruidoso barbaro, no sirves como ladrón.- Dijo desenvainando su Tulwar Hyrcanio.

De hecho tienes que salir del agujero, y levantar de nuevo la pesada reja. Así que ya veremos que puedes y no puedes hacer en el primer turno.

Despues del restruendo de la reja, Wulferic agarra sus espadas, y con una feroz mueca, va a por la bola de sebo.

-Eh, tú, grandullón, levanta la rejilla, torpe. Recrimina Domingo a Wulferic.

Maldito seas, pensó el hyrcanio.

Y con todas sus fuerzas empujó la reja para que pudieran pasar todos.