Partida Rol por web

Domingo ve venir a los guardias y se anticipa a sus movimientos.

Aun que ha recibido un tremendo corte en el cuello. suficiente para matar a cualquier hombre, el soldado se mantiene firme mientras el filo corta su cuello dejándolo unido al cuerpo por apenas un pedazo de carne.

La sangre que se vierte es negruzca y espesa y su piel pálida como la luna.

Halgar abre la puerta empujando con el hombro, balanceando su pesada espada hacia atrás para dejarla caer en el cuerpo de otro de los guardias.

El soldado apenas puede reaccionar antes de que su brazo extendido con el acero al aire le sea amputado por el filo de Halgar.

Sorprendentemente el soldado no emite ningún grito de dolor mientras lo que antes era su brazo cae al suelo junto a la espada que antes empuñaba.

Vizarro alza la voz mientras carga con su estoque, buscando el punto mas débil de su enemigo, para clavarle un buen par de palmos de acero en las entrañas.

-JA JA! como en los viejos tiempos, amigo!

Pero Vizzarro se detiene como si todos los músculos de su cuerpo se hubiesen convertido en piedra en un instante, mientras su cara de sangrienta felicidad se torna una expresión de terror puro, con los miembros de la cara desencajados, sin apenas poder emitir mas que un balbuceo.

El soldado al que Domingo casi decapita para un instante mientras por la simple inercia de la carrera su cabeza inexpresiva regresa a su posición mientras una sangre espesa y negra apenas fluye por la herida.

Entonce se reequilibra y lanza un duro golpe que Domingo no esperaba (-2 VD) tajando en el pecho del pirata (solo reduces 2 asi que .

 7 de daño)

Los otros dos se quedan atacando a Halga, incluso el que ha perdido un brazo, que apenas SI sangra a un ritmo normal para un corte semejante, pero ataca con una daga que saca de su bota.

La daga apenas tiene fuerza ni peso como para atravesar la acerada armadura del norteño pero si para dejarle un buen moratón (1 daño atenuado)

El otro guardia armado con un hacha si consigue herirle, haciendo saltar algunas de las escamas de su armadura, haciéndole un corte considerable en las costillas, seguramente, astillando algunas de estas (reduces solo 3 por lo que 8 puntos de daño)

Wúlferic salta al combate como una furia moviendo sus espadas a gran velocidad, pero no logra alcanzar al manco de los soldados, pero si logra que deje de atacar a Halgar.

Temüjin dispara la flecha con precisión, clavándose en el pecho del soldado aun no herido. Sin duda a sido un disparo letal, pero aun se mantiene en pie. Pero parece claro que le ha dolido por el retroceso tras el impacto.

Valenso se escabulle del combate y golpea a la enorme bola de sebo cortando una de las capas de grasa que le protege.

Lo espantoso es que cuando le corta no es sangre lo que fluye por la herida, sino pus putrefacto e infectado.

Cuando atónito por lo que ve, Valenso alza la vista, la criatura parece cambiar totalmente.

Lo que parecía ser humano, ahora es apenas ligeramente antropomorfo, una bola de grasa, pellejo y bultos de aspecto tumoral de unos tres metros de altura se levanta ante vosotros.

La enorme mole levanta la cadena al aire y la deja caer con fuerza sobre Valenso, un tremendo golpe  en el torso que lo desplaza unos pasos atrás (solo reduces 3 por lo que recibes 5+3+7-3=12 de daño)(como siempre me lié un poco con la tirada).

Es vuestro turno.

Hacedme una tirada de voluntad (contra "terror a lo desconocido") por ver a la mole y a los "soldados"

El Gordo es algo así, pero armado con una pesada cadena acabada en una bola de acero.

"Por mil demonios! Brujería?!"

Apretando los puño con fuerza, Domingo reinicia su envite contra su rival.
Con un ágil movimiento da un paso lateral para poder levantar su brazo con comodidad. Intenta hacer un amago de estocada y al final deja caer su arma en dirección al brazo de su enemigo.

-¡Son malditos demonios del Aberno!. ¡Retroceded, retroceded!.- Temujin se echó para atrás intentando que el resto le siguiera.

El antinatural soldado es apenas presta atención a la finta de Domingo, esperando el golpe final, pero aun así no lo ve venir.

Así la excepcional espada de Domingo, con su destello azulado y extraño diseño cae sobre el pecho del soldado rajando carne y hueso.

El cuerpo del soldado cae inmovil al suelo

El segundo golpe parece nublar suficientemente su vista como para que no se deje influenciar por la aterradora presencia de las sobrenaturales criaturas. Cabreado, escupe un poco de sangre a un lado y se lanza de nuevo a por el soldado que había conseguido golpearle con el hacha. El otro ha perdido un brazo y Wúlferic parece estar dando buena cuenta de él.

- Te voy a machacaaaaar!!!

Si quieres puedes entrar en niebla carmesi :) +4 fuerza, +4 con y -2 VD

Valenso al ver la horrenda transformación del ser delante suyo no puede evitar que una mirada de asco, y miedo, se forme en sus ojos. Pero no dura mucho. El noble, aun renuentemente, recuerda su deber, y ataca con ambas armas al ser, hiriéndole nuevamente.

Como que retroceder???? A Por ellos Grita Wulferic a las palabras de Tamujin
mienras blande su espada.

Wúlferic acaba con el manco, envainando su espada en el pecho hasta la empuñadura, y asomando por la espalda. Pone su pié en el abdomen y de una patada lo empuja hacia atrás, con los ojos inyectados en sangre y locura.

Halgar golpea fuertemente al soldado del hacha, la armadura no puede soportar el impacto y saltan anillas y placas de metál ensangrentado dejando al último soldado en pie mal herido en el costado, pero aguanta...

Valenso se pone en guardia con las dos espadas, en una pose refinada y estudiada, fruto de años de práctica en la esgrima, ataca y corta la barriga del engendro, pero casi únicamente logra cortar la capa superficial de grasa, derramando un líquido olioso y lleno de pus, peor parece que hay algo de sangre también.

 La defensa de Valenso es magistral, pero no se ha entrenado para golpes tan duros como los que propina el enorme monstruo.(16-3=13 daños)

Es vuestro turno, Queda un guardia herido  ( el del hacha) y el Gordo.

Domingo, aprovechando el ataque del aesir al soldado del hacha, hinca su espada en la retaguardia de éste causándole una herida muy fea.

Viendo que aun resiste en pie, Domingo eleva en vertical su otra arma que impacta en la cabeza.

El soldado cae acuchillado por la espalda por el pirata.

Solo quedala enorme masa de grasa.

Os toca a todos (menos Domingo) antes de que el Gordo tenga su acción.

Pues apor el engendro.

Vuelve a los infiernos Grita Wulferic, mientras se vuelve hacia la masa sangrienta, con sus espadas como rayos veloces, desgarrando carne centimetro a centimetro.

Ante las heridas, Valenso me concentra en una guardia mas cerrada, pero no por ello deja de atacar a su adversario, logrando dos golpes potentes y bien localizados contra su enemigo

- Y ahora te toca a ti, bola de grasa. Te voy a rebanar el cuello!

El Aesir se lanza contra su enemigo con el espadón por delante, dispuesto a ensartarlo como a un simple animal.