Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

El Bastión Rojo

Cargando editor
20/10/2018, 23:17
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

el combate pronto giró la mesa y Elvurith, quien se suponía debía ser nuestra mejor carta ahora estaba entre la espada y la pared, apresada de rodillas por el látigo flamígero de aquel demonio, y ahora, al parecer Krom también sería otro enemigo, esto estaba mal, no sabía si podría contra todos ellos, aún con la ayuda de los soldados de la guardia roja, por ahora, la prioridad era bajar a aquel que debía ser el arma, solté contra el una andanada de flechas de las cuales solo una se clavó, para luego cruzar la estancia y auxiliar a Elvurith, intentando evitar los ataques del babau que la flanqueó, el combate sería aún más duro sin ella y si le pasase algo, mi hermano no me lo perdonaría

- Tiradas (7)

Notas de juego

la "Muerte compasiva" es un rasgo de clase del maestro cazador que se encuentra en la quintaesencia del elfo, básicamente es como un ataque furtivo, dado que asumo que el demonio que es Theod se encuentra parcialmente apresado por los soldados, creo que debería aplicar, por cierto, tengo entendido que los lobos progresan con nivel y aumentan de tamaño y stats, por eso estoy tomando los stats de los lobos tamaño grande, corrigeme si me equivoco, por fa

Cargando editor
25/10/2018, 18:32
-Residuos del Dolor-

Uno de tus lanzamientos rebota en la frente del falso Theod dejándolo fuera de combate para alivio de los guardias que a duras penas lo retienen. Al mismo tiempo, tus lobos atacan a uno de los Babau, pero ambos espías demonios, al ver lo ocurrido, huyen recurriendo a sus dotes arcanas llevándose a Crom Daral en el proceso.

Al quedar inconsciente, el miembro-látigo del demonio vuelve a su forma liberando a Elvurith que cae. Continúa inconsciente. -¡Un médico!- grita uno de los guardias mirando, con esperanza, como comienzas a atender sus heridas con bastante acierto. El grueso de los guardias no tardan en llegar.

-Apártese, Ahradiel, ¡apártese!- escuchas a un lado, no lo haces hasta ver que se trata de uno de los curanderos con varias pociones y pergaminos. El grueso de los guardias llega tras él y corren a atender a los soldados que presentan varias quemaduras de diversa gravedad.

Theod aún arde, ennegreciendo las baldosas del suelo. Un grupo que reconoces como aprendices de Elvurith ejecutan los sortilegios que lo apagan y preparan los rituales que lo apresan. -Será llevado a una celda especial, la que antaño ocupó Daxherina- escuchas decir a tu lado, reconoces una voz amiga que te ayuda a ponerte en pie. -Debes comer y descansar.- Anuncia Yurik Malakai -Iremos a hablar con el rey sobre lo ocurrido, juntos.-

Notas de juego

Le has quitado a "Theod" un total de 60 pg. Más unos 20 que le habrán quitado los guardias son 80 pg.

Te informo, llegado a este punto obtienes tienes un total de 55.148 px. ¡Enhorabuena! Subes de nivel.

Cargando editor
25/10/2018, 21:38
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

Escuché la voz y agradecí a los dioses la presencia de Yurik en el lugar, si hubiese llegado antes posiblemente hubiésemos capturado a los demonios que escaparon, pero aún así era bueno que estuviese aquí, ahora debía hablar con el de varios temas -Si, bueno, ha sido un día bastante tenso, pero aún tengo muchas cosas que quiero preguntar, si no te molesta amigo, aún parece un poco irreal todo esto...- La Arkania que conocía no era una monarquía, tenía que centrarme en investigar esto, saber que tanto había cambiado... quizá Yurik se me habría adelantado, así que preguntarle sería lo más fácil por ahora

Cargando editor
04/11/2018, 17:30
-Residuos del Dolor-

Yurik posó una mano en tu hombro y asintió -Vayaos a comer, viejo amigo.- Dijo sin rodeos. Ambos caminásteis en silencio. El ambiente en Bastión Rojo aún era tenso. De vez en cuando Yurik se detenía para recibir alguna información y dar alguna orden.

Así, caminasteis hasta el comedor. Ya había pasado la hora del almuerzo y los ayudantes estaban recogiendo. Fuisteis a las cocinas. Allí, en un rincón, había una mesa pequeña donde habitualmente almorzaba el chef. Era una mesa agradable y podrían hablar alejados. -Siéntate. ¿Quieres algo de beber? Claro que sí. Estarás sediento.- El mismo general sirvió agua y vino rosado, también sacó de la gran hoya dos platos de estofado y acercó un cuenco de frutas. -Luego hablamos y después iremos a ver a Elvurith y el resto de soldados. Come- Sentenció con el tono en el que daba las órdenes.

Disteis buena cuenta de la comida y, tras unos minutos breves de reposo, Yurik estaba dispuesto a hablar. Retiró los platos, quitó las migajas de la mesa con un paño y se sentó. Te hizo un gesto para que iniciaras la conversación.

Cargando editor
04/11/2018, 21:22
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

El almuerzo fue agradable, era realmente algo que necesitaba con urgencia pues no había caído en cuenta de lo mal que mi cuerpo se encontraba, sin embargo había varias cosas en mi cabeza que tenía que averiguar, debía comenzar por lo más importante - para mi todo esto es una nueva Arkania, muy diferente a aquella en la que crecí, no se si tengas algún recuerdo de ello, pero, si pudieses darme lo que puedas de información de este nuevo lugar, sería de agradecer- para empezar, en la vieja Arkania no había monarquía ni debíamos cuidarnos de otras naciones, mucho teníamos con los problemas internos de la ciudad y ahora de buenas a primeras había sido enviado a un reino externo, a abatir gnolls en las alcantarillas, a rescatar/matar a una reina y a destruir una especie de arma que debía ser usada contra la ciudad, todo en menos de 24 horas tras haber dejado la inconciencia de un trance en el que había perdido la cuenta de cuantas veces había muerto y antes de eso había viajado al pasado a la fundación de la ciudad y había sido reclutado por una entidad superior a las deidades que controlaba el mismo tiempo quien nos usaba como peones para regular un conflicto de poder entre otros dos homónios a el, Cáos y Orden, ciertamente, era demasiada información para procesar, necesitaría ayuda con todo ello

Cargando editor
18/11/2018, 12:30
-Residuos del Dolor-

Nickar asintió a tus palabras con cierta melancolía en la mirada. -Como dices es una nueva Arkhania. Pero los errores se repiten. Ya luché contra los demonios en el pasado y ahora tenemos que volver a hacerlo. Hay un rey que gobierna, pero está controlado por el consejo de sabios. En esencia, pocas cosas han cambiado, pero en la apariencia es muy diferente y, en este asunto, la apariencia lo es todo.

Básicamente la burbuja que mantuvo a Arkhania aislada no existe. En lugar de recluirse, ha estado conquistando. Tenemos asentamientos, bastiones y tierras en muchos lugares de este mundo y de otros mundos.

Pero algo está ocurriendo, algo está cambiando en la magia. Puedo sentirlo y presiento que algo ocurrirá. Algo malo.- Inspiro hondo -El primer paso es acabar con los demonios. No volveré a cometer ese error. Usaremos todos nuestros recursos, incluso a los presos si es necesario. Traeremos presos a la superficie y recompensaremos a aquellos que acaben con Daxherina o Crom Daral.- Me rasco el mentón pensativo -¿Crees que podrás seguir su rastro?- Yurik hizo esa pregunta aun estando seguro de la respuesta porque quería ampliarla -¿Y crees que podrás hacerlo estando al frente de un grupo de presos?-

Un ligero temblor se sintió en la cocina. -¿Un terremoto? Quizá.- De una cosa estáis seguros. Ha venido de abajo. Quizá el volcán Liadom, quizá Necrópolis o quizá la misma Arkhania. Había que descubrirlo por lo que Yurik se levantó. -Vamos a ver cómo está Elvurith. Luego comprobaré que es lo que hemos sentido. Tú descansa pues esta tarde o noche iremos a la caza de demonios.-

Cargando editor
19/11/2018, 19:48
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

Escuchar y sopesar las palabras de Yurik me tomó un par de segundos, sabía de las implicaciones de matar a Crom, y también sabía que Yurik no eliminaría un peón tan valioso a la ligera, más aún, aquello que había sucedido con los demonios... parecía que había sido planeado... por alguien interno, no había mucha seguridad en la habitación donde aparecieron, algo me olía mal, pero no podía asegurar nada, al menos, no sin más información, tenía que ir a la ciudad.

-Si, puedo hacerlo, pero, quisiera ver a mis hermanos primero, de ser posible... y también quisiera pedirte un favor un poco más... personal...- eso último tenía un tono más sombrío de lo usual, había salido aquella parte de la personalidad del elfo que se había vuelto fría y calculadora como cuando cazaba aquellas presas que nuevamente estarían en su mira -Parece, según lo que me han contado que en esta linea temporal Irae se ha vuelto más bien una amenaza junto con las otras Drows... dejame darles caza, se que eso corresponde más a los caballeros, pero, si tenemos que rastrear a los demonios en la ciudad... tengo permiso para encargarme de toda amenaza para la ciudad que encuentre, ¿No es así?-

Cargando editor
21/11/2018, 17:19
-Residuos del Dolor-

Yurik asintió mientras los dos recorrían los pasillos de Bastión rojo en dirección a la herida Elvurith. -Tus hermanos estarán con ella- comentó respondiendo a la primera de las dos cuestiones planteadas por el elfo -Los drow. Son algo complicado, como siempre. Pero no están tan familiarizados con la superficie como en nuestra distopía temporal.- Se detuvo para dejarte claro una cuestión muy importante -¿Quiénes son los enemigos de la ciudad?- preguntó completamente serio -Arkhania tiene la maldición y la virtud de ser absolutamente cambiante. Los enemigos evolucionarán dependiendo de los tiempos. Tú, o incluso yo, podríamos llegar a ser enemigos de la ciudad. ¿Qué es Arkhania? ¿La superficie?¿Los niveles inferiores?¿La prisión?¿Todo?¿Nada?- vuelve la mirada al pasillo -Si te negara el permiso de ver a los drow confío en que no obedecerás esa orden.- Sonrío -Haz lo que creas conveniente.- Inspiró hondo y dijo algo que te cogió por sorpresa -Camina a mi lado hasta el lecho de Elvurith- fue su última frase. De pronto, lo que tenías al lado era un reflejo de Yurik, una marioneta con su apariencia, pero de ojos vacíos. Caminaba igual que él, respiraba igual que él... pero su consciencia estaba en otra parte.

Así deambuló junto a ti hasta llegar al cuarto de Elvurith. Como había dicho, allí se encontraban todos tus hermanos. Al umbral de la entrada Yurik regresó

-Problemas en la prisión. Habla con tus hermanos rápido. Hay que bajar. Se está desatando una batalla ahí abajo y es importante contenerla.-

Cargando editor
21/11/2018, 17:32
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

Asentí, al parecer Yurik había aprendido nuevos trucos, ¿Cuantos?  ¿Con que propósito? sus intenciones, al igual que Arkania, eran siempre cambiantes, pero ahora había asuntos que tratar, entré en la habitación, hablaría con mis hermanos y después me dirigiría a la prisión.

Apenas entré coloqué mi mano sobre el hombro de Uritharn -Estará bien, es fuerte- fue lo único que dije a mi hermano, él sabía cuales eran los riesgos en este trabajo, de hecho, podría decirse que esta vez, mi cuñada tuvo suerte.

Cargando editor
26/11/2018, 17:48
-Residuos del Dolor-

Urithran mantenía la mano de Elvurith cogida con delicadeza. Con semblante serio asintió a sus palabras. Por mucho que cambiara Arkhania aquel era tu hermano y lo conocías bien. Ese rostro era la fachada de la impotencia.

Elvurith descansaba y, pese a la gravedad de sus heridas, respondía favorablemente a la magia sanadora. Pronto volvería a estar de una pieza y lista para el combate.

Los minutos se escurrieron mientras hablabas con tus familiares sin que Yurik interviniera. Por muy urgente que fuera lo que estuviera ocurriendo en la prisión sabía que para ti estar con los tuyos en un momento así era más importante.

Cuando todo estuvo bien y tu corazón calmado. Acudiste a él.

-Bajaras con Ugeus y Miraria- UgeusLa Plaga. La representación de todo lo malo que hay en el mundo, muerte y corrupción. -¿Cuando aprenderás Yurik?- Daxherina había demostrado ser incontrolable y ahora estaba siendo buscada (de nuevo). -¿Cómo un rey momia de siglos de antigüedad iba a ser diferente?-

Pero la pregunta que realmente te incomodaba era -¿Cuánto tardará Ugeus en revelarse como ha hecho Daxherina?- Independientemente de estos pensamientos, el general de La Orden Roja había dado una orden.

De nuevo recorréis los pasillo de Bastión Rojo, esta vez a paso rápido, hasta la habitación de los portales que aún presenta restos de lucha pero (por lo menos y para alivio de tus ojos) han limpiado la sangre y retirado los cadáveres (aunque aún sigue reinando cierto aroma ferroso en el ambiente). Allí están Ugeus, tan muerto e imponente como acostumbra; y Miraria, la hija de Herst en Envenenador; preparándose para bajar en medio de una batalla de presos de la peor calaña que se matan entre ellos.

Yurik acciona uno de los portales, no el manipulado por los demonios (claro) sino una ventana en el suelo de la estancia que al abrirse da directamente a la prisión: Arkhania. Un plano de existencia paralela con la forma de una ciudad grotesca donde sólo habitan reos. Concretamente la abertura cae sobre una plaza coronada por la única taberna: "El Grosero" controlada por uno de los tres respetables de ese nivel de la prisión: Virming "Comadreja" Davenrost. El contrabandista. Allí, un numeroso grupo de reos combaten entre sí. Son muy pocos los que tienen armas y los que no, usan cualquier cosa que tengan a su alcance. Vuelan cristales, muebles, palos y piedras y la sangre ya baña las calles que a menudo se iluminan con uno u otro fogonazo provocado por los lanzadores de conjuros.

Con un ligero movimiento, Yurik hace "desaparecer" el techo de la taberna de forma que podáis ver quien hay dentro. Y ahí, descubres que Neyderrad (el padre de Irae) está derrochando energía mágica, y allí, Miraria ve a su padre desaparecer en las sombras dispuesto a atacar por sorpresa.

Notas de juego

Y tú ¿cómo te preparas?¿Llevarás algún compañero animal?

Para que te hagas una idea:

Cargando editor
27/11/2018, 08:03
Ahradiel Ur'Domine
Sólo para el director

-Dadme unos minutos e iré por mis cosas, hagan lo que deseen con los demás, pero el Drow es mío- el descanso para la Hiena, Nimue y Triela sería corto, pero la acción llamaba, era tiempo de ver como se adaptaban al nuevo compañero de la manada, seguramente ocuparía más flechas de las que tenía así que debía ir por más a los almacenes del arsenal, y, de ser posible, también un anillo y uno o dos carcajs extra

Notas de juego

llevaré a toda mi jauría, un saco con semillas por si necesito usar el enmarañar, si puedo pedir dos carcajs para piernas y un anillo de invisibilidad  seria lo ideal para llevar, también me llevaré la estatua de Araecne y a la Hiena, si la puedo equipar con lo que tengan y me quieran dar los caballeros, excelente

Cargando editor
04/12/2018, 19:46
-Residuos del Dolor-

Regresas preparado y el ambiente en la sala es tenso. -Hemos tenido que actuar- comenta Miraria. Al asomarte ves a Comadreja con el pecho completamente abierto por el tremendo alfanjón de Hazir. Herst, el otro respetable, ha envenenado a Roriarkas dentro de la taberna retorciéndose con estertores de dolor.

Observas una niebla purpúrea que se extiende por la zona. -Es paralizante. Será mejor que tus animales se queden.- Miraria vuelve a mirar abajo -Ugeus es inmune a esa niebla, nosotros nos apostaremos en tejados cercanos y usaremos los arcos con flechas paralizantes. No debemos matarles- En ese momento Neyderrad recibe un tremendo golpe de alguien invisible que lo proyecta contra los muebles. Pero se alza y prepara conjuros poderosos. Sabes que, de no detenerlo, podría desatar el infierno en la prisión.

-Ugeus se encargará del interior de la posada. Nosotros del exterior. Luego interrogaremos a los presos.-

Sabes que será tu oportunidad para interrogar a Neyderrad.

Notas de juego

Continuamos en El Grosero

Cargando editor
03/02/2019, 12:47
-Residuos del Dolor-

Habían quitado los tapices que cubrían las paredes y, en ellas, mantenían ocultas los grandes ventanales que ahora, abiertos, dejaban entrar la radiante luz del sol y la brisa del medio día. Necesitaste varios segundos para que tus ojos se hicieran a la luz natural. -Qué diferente era con la artificial luz de Arkham- pese a que eres una criatura de las sombras, más aconstumbrada a actuar al cobijo de la noche, el sol estimulaba tu mente y tus músculos.

Aquella estancia estaba destrozada. Te cuesta reconocerla. Soldados convertidos en limpiadores se afanan en borrar las manchas de sangre y retirar los desperfectos. Una fuerte batalla se había desatado allí no hacía mucho y, aunque se han llevado a los cadáveres, sabes que han sido varios los muertos. Más del bando humano que del de los demonios.

-Está hecho un desastre, lo sé- comenta Miraria al ver cómo lo observas todo. -¿Qué hacéis aquí?- a tu espaldas descubres que una decena de soldados rojos han vuelto de Arkham siguiendo a Miraria. -Los Tannaruks nos superaban en número. Hemos tenido que retirarnos. Además- Miraria sostiene la mirada del soldado -estaban armados. Eso explica el asalto del arsenal-. Entre los soldados rojos hay más presos que han sido, como tú, traídos (salvados) para eliminar la amenaza demoníaca en la superficie antes de erradicarla en Arkham.

-Yo me encargo de ellos- anuncia Miraria girándose hacia ti -¡Ya lo habéis oído! Morid aquí y regresaréis solos a Arkham con los tannaruks! Los que estáis aquí habéis decidido ayudar y, primero, iremos al comedor a nutrir vuestros cuerpos con alimentos.- Sin más, la enérgica hija de Herst se giró hacia la salida manteniendo tu atención en ella -Ishrad, te agradezco tu ayuda y confío que te hagas cargo en mantener el orden entre ellos. Al ser del grupo de Herst y ser el único respetable vivo en la prisión, te escucharán. ¿De acuerdo?- Aguardó tu respuesta y continuó -En el comedor os uniréis a otra fuerza de Arkhania. La Orden de Caballeros. Al general Falco le complacerá verte.-

Cargando editor
21/03/2019, 20:21
-Residuos del Dolor-

La luz no remite, permanece. No es que la magia siga obrando su poder, es que te encuentras en una estancia iluminada por la luz del sol. No te das cuenta cuando bajas a la prisión, pero al salir a la superficie el cambio es embriagador, revitalizante.

No estás herida y hayá donde la espada penetró por la armadura no hay rastro de la hendedura. Sigue estando intacta (muy usada pero intacta).

La luz entra por altos ventanales a tu espalda, terminados en arcos de medio punto de piedra. El techo está alto, con vigas de madera. El suelo también de madera presenta varias manchas de sangre que aún no han salido del todo. Hay destrozos y desperfectos que están siendo reparados pero no es difícil darse cuenta que estás en la sala de los portales de la Orde Roja. Grandes marcos de puertas ausentes con diversos mecanismos, cristales e inscripciones y, en cada rincón, un soldado de capa roja y armadura color de bronce que te observa con curiosidad.

Un soldado se te acerca. -¿Qué haces aquí?¿Cómo has llegado?- busca el colgante que te ha traído -¡¿Has venido a cazar demonios?!- ordena y cuestiona a la vez. La tensión se palpa en el ambiente.

Cargando editor
24/03/2019, 11:31
Lythrai Fonn'Aster

Recibir la luz del sol de vuelta después de tanto tiempo... Era la misma sensación que el despertarse solo con las caricias del sol en el rostro de una. Para Lythrai, era como estar dentro de un sueño, más que despierta, ya que no tenía sentido que entrara la luz natural en Arokham. Cuando su vista se adaptó a la luz, observó con curiosidad esas manchas de sangre por todo el suelo. Destrozos aquí y allá... debía ser una zona de guerra. Y alrededor... soldados. Con uniformes similares a los de la Guardia Roja.

"...¡Mecachis! ¡El colgante!" exclamó la Fonn'Aster llevándose una mano a la frente. "No, no, osea, tomé esta cosita prestada..." se quitó el colgante descargado y se lo extendió al guardia que se había acercado. "Porque quería escapar de la prisión de Arokham." no tenía mucho sentido ocultar que era una presa, ya que ella quería bajar hasta Shar, ¡no subir a la superficie! "Heh, vaya suerte la mía, que he acabado en la jodida casa del guardia. Pero vale, vale. Me rindo." levantó las manos. "No me matéis, me portaré bien... No, espera, si me muero acababaré de vuelta en Arokham ¿verdad?" se llevó la mano al mentón. "Vale, ¿qué tal si hacemos un trato inocente? Soy, bueno, era, mercenaria. Os ayudo con los demonios esos... y vosotros... vosotros... ¡me pagáis y me recargáis esta cosa!" agitó el colgante. "Total, no me serviría de mucho para escapar porque volvería aquí, pero al menos es un cambio de aires." se encogió de hombros. "Aunque espera... si la palmo con esto puesto delante de los demonios, ¿acabaré aquí otra vez? Lo que quiero es no palmarla en Arokham ¿sabéis? Si mueres allí abajo mueres de verdad. Pero si no..." sonrió pícaramente y volvió a encogerse de hombros.

Notas de juego

Mi madre de la sartén al fuego JAJAJAJAA ¡Y yo que quería ir de compras! ¡Pero sigo queriendo un anillo, por cutre que sea, para poder declararme a Hazir antes de morir! >:D

Cargando editor
27/03/2019, 09:59
-Residuos del Dolor-

Los soldados intercambiaron miradas tras tu aparición. El más cercano parpadeó, se acercó adoptando un semblante serio y extendió la mano para recuperar el colgante.

-La magia nos dice que te fue entregado voluntariamente por un compañero de la orden.

Recogió el colgante y lo alzó sopesando su brillo que seguía reluciente.

-Vienes a ayudar contra los demonios.

Afirmó como una orden más que como el resultado de reflexionar en las causas que te han traído. Una manera de asegurar que, bajo esa premisa, no tendrás problemas allí porque encaja según lo previsto.

-Pero no podrás hacerlo así, sólo con una armadura. ¡Escudero!

Apareció un muchacho que nada más verte abrió los ojos como platos y quedó boquiabierto.

-Llévala a la armería, dile a Thomser que viene a cumplir con el decreto real de exterminar demonios y que él se ocupe de su equipo.

El muchacho asintió aún sin poder articular palabra. Estaba claro que semejante tarea le impactó.

Tras salir de la estancia, bajo la mirada de soslayo de los guardias, das a un corredor sobrio de construcción en piedra, con una alfombra rojo oscuro envejecida por el uso. Aprecias también desperfectos producto del combate que aconteció. A la izquierda las arcadas dan a uno de los patios de entrenamiento. La seguridad de las cercanías de la sala de portales (de la que procedes) es desmedida, con soldados en el patio, corredor e incluso los tejados.

Lythrai Fonnaster Pronuncia (o, mejor dicho, malpronuncia) el muchacho con sincera admiración, sacándole de tus pensamientos.

Fue increíble lo que hiciste en ciudad Azur, con Yzlin, con Hazir... Aunque mi momento favorito fue el nombramiento de Socar en un Fonnaster. Tras ello su semblante se entristeció. -Siento lo que le pasó a Esferian.

Este joven Escudero es de esas personas que les cuesta fingir pues su rostro es un espejo de sus pensamientos y sus emociones. Pese a ello, encuentras inquietante que un simple Escudero conozca tantos detalles sobre lo ocurrido en la misión Azur.

Notas de juego

La expresión del joven es la tuya o la mía si de pronto nos topamos con nuestro personaje favorito de la serie que nos gusta.

Cargando editor
27/03/2019, 11:24
Lythrai Fonn'Aster

"N-no, es que yo..." comenzó a decir, pero los guardias ya habían decidido por ella. "Bueno vale..." contestó la Fonn'Aster confusa, primero negando y rápidamente aceptando aquella premisa. Se encogió de hombros. Al menos, no la detendrían, tendría unas buenas peleas y al palmarla volvería a Arokham, que es a donde quería ir. Todavía seguía sorprendiendose de haber escapado a la superficie sin más y querer volver a la celda. ¡Volver a la celda! Al final sí que iba a ser que eran todos, ella incluida, perros amaestradillos. ¡Tiempo al tiempo! Además... ¡que la iban a pertrechar y todo! Esbozó una sonrisa traviesa. "¡Oh! ¿He oido armería? ¡Te sigo, escudero!"

El joven escudero al principio le pareció casi invisible a la Fonn'Aster. Muchachos jovenes que o bien estaban aprendiendo el oficio, o bien sólo querían ganarse unas perras, o estar cerca de soldados y caballeros. Lythrai había oído más de una vez que los escuderos, los mendigos y los mozos de servicio solían tener ojos y oídos en todas partes, pero se sorprendió muchísimo cuando el chiquillo empezó a contarle tantos detalles sobre lo que había estado haciendo en Azur. Le encantaba tener un admirador, pero que todo el mundo supiera qué andaba haciendo e incluso conspirando, no le agradaba ni un pelo. ¿Sabría Crom Daral de las conspiraciones de Ysbilla y ella? Si hasta el chico la había llamado Yzlin, no Ysbilla... Sabía

"Esderian..." la Fonn'Aster asintió con solemnidad, nostalgia y tristeza. "No merecía un final así. Algún día... algún día reclamaré su alma del Rey Muerto. Quizás ese día no esté tan lejos... Pero dime, muchacho..." se cruzó de brazos y bufó una risita incrédula. "Heheh. No negaré que me hace gracia tener un admirador... ¿Pero cómo sabes todo eso? ¡Los secretos de una dama!" fingió teatralmente ofensa entre risas. "No irás a decirme que en Arokham reparten bolas de cristal sintonizadas con todo lo que hacen los Conquistadores afuera de Arokham, ...¿verdad?" Aquello sería... Terrorifico, como mínimo.

Notas de juego

Adorable fan JAJAJAJ

Cargando editor
31/03/2019, 11:25
Pequeño Gris

-Me llamo Pequeño Gris- murmura de mala gana. Visiblemente no le gusta que le llamen escudero.

Mientras avanzais, sus ojos de vivaz marrón anaranjado se cruzan con los tuyos cargados de ilusión -No es como otros soldados- pensaba el pequeño escudero. -¡Sí! Soy su admirador.- Sonreía abiertamente e incluso se ruborizó al escuchar "los secretos de una dama". -Jejeje, bolas de cristal no. Son los objetos que os dan para hacer las misiones...- inmediatamente se puso serio y se mordió el labio. Su rostro cambió a un mar de dudas: -¿debía contar eso? Claro que no, pero ¡Ella es Lythrai Fonnaster!- torció el gesto. Apartó la mirada de los guardias que en ese momento se cruzaban con vosotros en su vigilante recorrido y no prosiguió hasta que estuvieron bien lejos -No debería... no...- señaló la armadura -A vuestro equipo lo primero que le hacen es algo mágico que les permite ver lo que hacéis en un gran cáliz. A veces nos dejan mirar para aprender y así te vi.- Decir aquello fue como quitarle un gran peso de encima y, al mismo tiempo, llenarle de nerviosismo. Al fin y al cabo ¿quién eres tú para él? Sólo una imagen en un charco. Una imagen admirable, sin duda, pero él sólo es un escudero.

-No sé si he hecho lo correcto. Pero hecho está- contesta pensativo. -Por cierto, no me llamo "escudero". Esto es pasajero, no quiero pertenecer a La Orden Roja. Yo quiero ser libre... y fuerte, como tú, como Hazir.- Sus ojos se deslizaron hacia la insignia de los FonnAster y suspiró.

-Pero el cáliz está roto. Hasta que lo cambien no podrán ver nada... y aunque lo cambien no pudieron hacer esa magia en las insignias. No funcionó con el símbolo de los Fonnaster.- Volvió a pronunciar mal el apellido, pero lo hizo cargado de ilusión y respeto.

Antes de que pudieras añadir algo tras su última frase se detuvo bajo la entrada de la armería. La puerta estaba abierta, aunque en mal estado, resistió el empuje de los demonios.

-¡Thomser!- llamó el joven sin llegar a entrar -¿Eres tú Gris?- se escuchó una voz al otro lado y un hombre -¡Sí! Vengo con Lythrai Fonnaster. Quieren que cace demonios y viene a por armas nuevas y que le quites eso de ver lo que hace.- El corpulento armero que salió de detrás de los estantes cargando armaduras era puro músculo. Las dejó en el suelo. -¿A dónde va?- Pequeño Gris se encogió de hombros -No me lo han dicho.- El hombre te mira de arriba abajo. -Quítate la armadura y dámela. ¿Qué más necesitas?- pregunta. Pequeño Gris te mira sonriendo.

Cargando editor
02/04/2019, 13:00
Lythrai Fonn'Aster

"¡No fastidies! ¿Y cuándo se rompió el cáliz?" preguntó la Fonn'Aster completamente asombrada. ¡La Guardia Roja podía ver todo lo que los conquistadores hacían o dejaban de hacer! -¡¡Mierda!!- blasfemó Lythrai en su mente. Chrom Daral podría estar ya más que enterado tanto del asunto de la princesa de Azur como de la fachada de Ysbilla, como de la rebelión de Roriarkas, como de los planes de la Aguja... bueno, eso último le daba igual, pero seguro que no a sus patrocinadores... ¿Pudiera ser que esos planos que Tizoc había robado fueran... para fabricar otro cáliz? Conocían al gnomo, Daebius, el que construía todas aquellas maravillas. Y estaban obsesionados con el control, hasta el punto de creer que eran diferentes a las demás facciones buscando el poder. El control lleva al poder, y para controlar necesitaban saber. ¿Qué mejor que saber todo lo que cada patrocinador de Arkhania hacía o dejaba de hacer con sus conquistadores? Mal asunto. Muuuy mal asunto. Aún peor si Tizoc le entregaba esos planos a quien quiera que fuera su mecenas.

Intentó despejarse todo aquello de la mente rápidamente, ya que habían llegado a las puertas de la Armería. El chiquillo escudero tuvo el descaro de pedirle al armero que le quitara 'eso de ver lo que hace'. "¡Exacto! ¡Justo eso!" Aquello hizo sonreir de oreja a oreja a la Fonn'Aster. ¡Qué buen empujoncito! La Fonn'Aster no se habría atrevido a pedir algo asi, ya que se suponía debía ser secreto o algo... El armero le 'ordenó' que le diera la armadura y la Fonn'Aster asintió entusiasmada. ¿Algo más? Preguntó el armero. "Sí, por favor. Aparte de las armas, que serían una lanza y una espada... y que me arregles la armadura, necesito... un anillo." tragó saliva, y se puso nerviosa. "Un aro de plata, que quepa en un dedo un poco más grande que los míos. Lo necesito para, eh... ¡los conjuros! Tengo aquí mi bolsita pero me faltan materiales y el más importante de todos es un anillo de plata."

"Ayúdame a quitarme la armadura, Gris." pidió al escudero. Siempre era más fácil y rápido quitarse y ponerse armaduras con un escudero que te ayudase. Además el Pequeño Gris tenía aspiraciones más grandes que ser un Guardia Rojo... Y bien podrían conversar sobre ello en ese pequeño momento, especialmente si el armero se iba a buscar . "Así que quieres ser libre y fuerte algún día, ¿eh chico?" murmuró la mercenaria mientras iba ayudada por el chaval quitándose de encima las piezas de la armadura. "¿Pero qué tipo de libertad? ¿La de los aventureros, que no sirven a nadie más que a sí mismos? ¿La del fuerte y determinado, que decide su destino?" se quitó el casco y se lo puso en la cabeza al chaval.

"Los Fonn'Aster somos una Compañía a sueldo profesional que aspira a ser como las Órdenes de Caballería. Nos juramos lealtad entre nosotros y a la Compañía, y actuamos como una familia, protegiéndonos, enseñándonos, actuando en equipo. Pero hay un precio. Renunciamos a una parte importante de nuestra libertad individual en pos de ese bien colectivo. Servimos a nuestra Compañía ante todo, y por extensión nuestros contractores... A veces hacemos encargos desagradables... que preferiríamos no hacer."

"Pero para mí, la auténtica libertad no está necesariamente en hacer siempre lo que te de la gana. En no tener a alguien que mande sobre ti, ni en no tener cadenas. Sino en elegir con quienes quieres encadenarte. En elegir a quién sirves. En dar todo de ti, siempre. En disfrutar de lo bueno y lo malo. Algunos se unen por necesidad, las compañías de mercenario son lucrativas, después de todo. Otros, porque es un buen camino en el que fortalecerse. Pero otros, como Socar y Esderian, lo hacen por auténtico compromiso, porque les llena de alguna manera, o porque conocen el valor de una alianza, de una cadena..." Se quitó de encima la cota de malla y se la enseñó al chiquillo. Tomó la mano del chico, le extendió el índice y pasó el dedo por los eslabones de las cadenas de la cota de malla. "Una cadena puede ser un grillete que te retenga... o puede ser esto. Un solo eslabón no hace nada, pero todos estos acaban formando un camisón capaz de detener hasta la punta de una flecha..."

La Fonn'Aster suspiró. "Tienes que buscar tu respuesta, Gris. Saber qué es lo que verdad quieres en este mundo, qué es lo que te hace disfrutar. Para mi, son la fraternidad, la aventura, la magia, la espada... La vida en general, sí. Intento disfrutar de cada experiencia todo lo que pueda, pero no me dejo llevar demasiado. Tengo muy claro que a la hora de la verdad, la verdadera fuerza está en la unión de las personas. Y que la libertad no significa necesariamente no tener cadenas... sino en ser capaz de hacer esas cadenas tu escudo, y tu espada."

"Las puertas de los Fonn'Aster siempre están abiertas a nuevos reclutas, chico. Si alguna vez necesitas una familia, y unas cadenas pesadas que al mismo tiempo sean tu cota de malla..." le dió dos palmaditas al hombro y le quitó el casco de la cabeza. "Además, Gris Fonn'Aster suena bastante mejor que Pequeño Gris ¿verdaaaad?" con una gran sonrisa le guiñó un ojo y le dió un par de codazos cómplices. Después, tomó la armadura para llevársela a Thomser.

Cargando editor
10/04/2019, 17:35
-Residuos del Dolor-

La sorpresa y la admiración hinchan el pecho de Pequeño Gris a medida que escucha y digiere tus palabras. Va a hablar, pero el armero regresa -He quitado la mayoría de las protecciones pero hay una que sólo puede ser removida en La Universidad. Deberías ir a hablar con el jefe del departamento de Encantamiento. Le he reparado unos cuantos desperfectos. Está casi nueva- Te entrega la armadura -Además, ten esta espada larga y esta daga. Allí podrá encantarlas mejor que aquí contra esos desgraciados infernales- extiende las armas hacia ti.

A Pequeño Gris se le ilumina el rostro. Son pocas las ocasiones en las que puede ir a La Universidad y es tal la ilusión que tiene por ello que olvida que todo es producto de su mentira.

-El jefe del departamento es un buen mago. Lo conozco. Iremos en seguida.- Añade ayudándote a ponerte la armadura.

-Vamos Lyth, iremos más rápido por el círculo teleportador.- Añade

Camináis a paso rápido (casi corriendo) -¡Algo!- grita un guardia y el muchacho responde rápido -El armero nos manda para encantar las armas de Lythrai Fonaster. Va a unirse al grupo para matar demonios y sólo en La Universidad encontrará los conjuros apropiados.- Sonríe

-¡Ya te estás escaqueando!- le increpa uno de los guardias -No te necesita para ir a La Universidad. La enviaremos nosotros y allí podrá preguntar- te lanza una mirada de arriba abajo -No creo que sea tan necia como para causar problemas en ese edificio-. El tono de su voz te da que pensar sobre las protecciones arcanas que podrá tener aquel lugar. La alegría de Pequeño Gris se esfuma, pero está acostumbrado a esos giros siendo un escudero y aguanta el palo sin amedrentarse -¡No señor!- contesta al guardia -Yo hago lo que me mandan. Si tengo más tareas aquí me quedaré para acabarlas. Decidle pues a quién tiene que buscar para que no os echen la culpa de dejar a una presa sin escolta en el lugar donde se guardan los mayores secretos arcanos de la ciudad.- El muchacho se encoge de hombros. El guarda accede.

-Entrad en esa sala y aguardad- comenta abriendo la puerta de un espacio reducido en el que apenas caben cuatro personas. El suelo presenta los dibujos necesarios para teleportar a aquellos que se encuentran sobre él.

Una vez dentro y aguardando, el muchacho añade -Gris Fonn'Aster suena genial- comenta tras haber recuperado la sonrisa.

Notas de juego

Puedes contestar algo aquí a Pequeño Gris o, si lo prefieres, pasamos directamente a La Universidad.