Partida Rol por web

Al final esto no deja de ser una carga con forma cilíndrica, así que yo la aseguraré. Carl asegura la otra a la otra moto.

Y se dispone a intentar colocar lo más sólidamente posible uno de los proyectiles e una de las bolsas/portabultos/loquetenga de una de las motos.

Yo iré de paquete en esta con quien quiera conducirla.

—Yo me ofrezco voluntario para conducir... —dijo Fatty. Le tocaría llevar un obus, pero era inevitable —Lamentaba tener que dejar la ametralladora en el camión.

Carl utilizó una cuerda del camión para tratar de asegurar de la mejor forma posible el proyectil a la segunda moto.

Después, frotándose la herida vendada, que aún le molestaba, miró al Sargento, esperando su aprovación como conductor de la segunda moto cargada.

El sargento se subió a la moto de Fatty con uno de los obuses. Miró a Carl, sopesando si le dejaba conducir la moto con Hayden o si con eso el maldito bombero conseguiria, finalmente, matarlos a todos.

Fatty se montó en la moto y aceleró... justo hacia un bache...

Miller vio el bacho con el ojo bueno un micro-segundo antes que el puto gordo y solo pudo pensar en el dicho

En el pais de los ciegos, el tuerto es el sargento.

Porque sus hombres serian muy machos, si, pero no veian un carajo.

Carl tomó el mando de la segunda moto y se aseguro que Johnson estuviese bien agarrado antes de ponerse en marcha. Lo cierto es que había asegurado el proyectil de forma que la moto quedase perfectamente equilibrada entre su peso y el del viejo soldado.

Ajustando como buenamente pueden los obuses en las motos los tres americanos abandonan el control y continúan hacia sus lineas. La carretera era mala antes de la guerra y ahora, dañada por múltiples impactos de artillería, bombas, morteros y alguna granada perdida este desastrosa. La conducción esquivando baches es complicada y más con un obús desestabilizando la moto.

Fatty coge un bache y la moto empieza a girar sin control, por suerte la moto se mantiene en la carretera en una linea recta impecable. Por desgracias tanto el sargento como Fatty y el Obus ruedan por los suelos.

—¡Mierda, qué mal mantienen las carreteras estos europeos! —grita Fatty mientras sale volando y rueda y no le pasa nada. El sargento por otro lado...

Viendo el peligrosísimo lance de sus compañeros Johnson se agarra con fuerza a Carl mientras con la otra mano intenta mantener firme el obús.

- No te pongas mimosón, que es acojono puro lo mío.

Miller rodó por el suelo agarrado al obus, esperando una muerte segura. Esta, sin embargo, no llegó. Intentando respirar a traves de unas costillas que seguramente se habian roto y mirando por el ojo sano, el sargento se puso de rodillas, enseñando el obus, intacto.

He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos (*) - pensó. Iban a terminar la maldita misión, cayese lo que cayese. Si Job podia, el tambien.

Hank, que iba solo en la moto, iba un centenar de metros por delante, oyó las voces alarmadas de sus compañeros y al detenerse y girarse vio como la moto vacía avanzaba mansamente hasta él y como Fatty y el sargento estaban en el suelo, a muchos metros de distancia el uno del otro. Ni el obús había estallado ni ninguno de los ocupantes había muerto.

Podía entender que la capa de grasa de Fatty le protegiera de la caída pero no podía entender que el sargento sobreviviera una y otra vez.
Hank arrugó la nariz, había oído hablar de experimentos en humanos para conseguir súper soldados. ¿sería William uno de ellos? Desde luego el sargento no era muy normal, siempre recitando la biblia y ejecutando sin pestañear a soldados que se habían rendido.

De todos modos, ya lo decidiría después. Se apresuró a acercarse y tomar el lugar del sargento sosteniendo el obús detrás de Fatty.
Quedaba pues una moto libre para el sargento, si es que podía conducirla.

Carl detuvo su moto cuando escuchó el ruido de la moto del Sargento.

No retrocedió pues no quería arriesgar la seguridad del proyectil que cargaban él y el cariñoso Johnson pero esperó a comprobar que la situación estaba controlada. No pensaba dejar a nadie atrás.

Tan pronto como la situación se recompuso, y comprobaron que Miller era lo contrario humano de una pata de conejo, volvió a arrancar su moto y se pusieron en marcha.

El estado del sargento es lamentable, para ponerse de rodillas, no se sabe si con la intención de rezar o pasarle el obús A Hank necesita de todas sus fuerzas y concentración. Esta lejos de poder levantarse o conducir una moto. En realidad tal como esta no sobreviviría al viaje.

Con las tres motos paradas dos escuadrones de cuatro B29 pasan por lo alto recordando que el tiempo ha mejorado y el apoyo aéreo vuelve a estar disponible para los aliados. Por otro lado también sirven para recordar al grupo que son un objetivo en medio de una zona de guerra.

PNJTIZADO:

Alberto obedece rápidamente las ordenes del sargento e intentando evitar abrir otros vendajes le hace una especie de torniquete en el brazo, se lo inmoviliza con ayuda de una rama y le mete un chute de morfina. Tras dudar unos segundos le mete un segundo pinchazo.

- Necesita un hospital, pero creo que podrá montar unas horas. - contesta en ingles mientras añade por lo bajo en español - Tampoco creo que le quede nada para romper en otra caída.

El grupo continua en las motos, algo más despacio y pendientes del sargento durante algunos minutos más. Pasan por el lado de varios grupos de alemanes escondidos en trincheras unipersonales que les miran sorprendidos pero no hacen nada. La carretera esta cada vez peor, y pronto a lo lejos divisan cascos americanos.

Rápidamente los cascos se lanzan cuerpo a tierra y los agujeros de varios fusiles apuntan a las motos.